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¿El futuro de la Serie del Caribe estará fuera del Caribe?

SANTO DOMINGO -- El futuro de la Serie del Caribe podría estar fuera del Caribe.

La baja asistencia a los primeros partidos de la actual edición en Santo Domingo abrió nuevamente el debate acerca de la factibilidad de mantener en su zona natura el clásico caribeño.

Las señales son alarmantes: En República Dominicana y Puerto Rico los aficionados cada día muestran menos interés -- al menos para presenciar el evento en los estadios -- en Venezuela pasan por una profunda crisis económica que pone en seria duda que pueda organizar el torneo del 2018 y Cuba no ha recibido el campeonato desde 1957.

De los países que compiten en la serie mundial latinoamericana, solamente México es una sede rotundamente exitosa. Los mexicanos no solamente dan cátedra al resto de la Confederación del Caribe en el aspecto organización, sino que además, sus aficionados responden asistiendo en masa a los parques sin importar la ciudad que monte el campeonato de clubes campeones más antiguo del béisbol profesional.

En el pasado, México ha debido montar apresuradamente algunas versiones de la Serie del Caribe cuando algunos de los otros países han confrontado problemas. Y de cuando en cuando recuerda su disposición a la Confederación de Béisbol.

Para José Miguel Bonetti, vicepresidente de los Leones del Escogido, el campeón de la Liga Dominicana en la Serie del Caribe, el futuro del torneo, además del pacífico mexicano, está en la costa este de Estados Unidos.

"Creo que el futuro de la Serie del Caribe está en Orlando y Miami de Florida e incluso en Arizona, donde hay condiciones para que el evento sea exitoso y los estadios estén llenos", dijo Bonetti.

"México se merece seguir montando la Serie del Caribe cada cuatro años, pero en Puerto Rico, República Dominicana y Venezuela no funciona. El torneo podría tener impacto en otros lugares y nuestros países disfrutar la competencia por televisión", agregó.

Bonetti dijo que una de las principales razones para que la Serie del Caribe no sea un negocio viable en República Dominicana es la resaca económica que produce en aficionados y patrocinadores el torneo local, principalmente la serie final.

El Escogido se coronó campeón por cuarta ocasión en los últimos siete torneos venciendo al favorito Tigres del Licey en la final de la liga quisqueyana. Todos los encuentros se jugaron ante grandes asistencias en el estadio Quisqueya Juan Marichal, la sede de la actual Serie del Caribe.

En las primeras dos jornadas del clásico caribeño, el parque de 12,000 asientos tuvo una asistencia de apenas un tercio de su capacidad, pese a que los boletos cuestan entre $5 y $60 dólares por jornada-- dos partidos--, casi exactamente los mismos precios de la final de la liga local.

"Pienso que en una sede fuera del Caribe, excepto cuando se juegue en México, el torneo tendría mejor futuro", dijo Bonetti.