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Un Clásico vivo y enérgico...

No habrá 10 puntos de diferencia cuando comience este sábado un Clásico español que le pertenece al mundo. El Barcelona y el Real Madrid prometen brindarnos otra memorable batalla dentro del campo de juego más allá de la distancia entre ambos en la tabla. ¿Motivaciones? Le sobran al Barça y también a los "merengues". El Clásico, a través de su gran condición mediática, suele enviar mensajes contundentes. Ambos tratarán de aprovecharse ello, más la presión que tendrá el dueño de casa ante la jornada homenaje y recuerdo del gran Johan Cruyff. El Clásico está vivo y enérgico...

LOS ANGELES, CA.- No habrá, indudablemente, 10 puntos de diferencia entre el Barcelona y el Real Madrid cuando se escuche el silbatazo inicial del Clásico de este sábado.

Lo que sí habrá es otra oportunidad maravillosa de apreciar sobre la cancha de futbol a dos de los equipos mejor armados y cotizados en el futbol del mundo, de la época y de muchas épocas. Dos plantillas poderosísimas, provistas de calidad, talento, imaginación, arte, fuerza, personalidad. Un par de tridentes por equipo que incluyen a algunos de los mejores delanteros del planeta y un futbolista al que la historia de este deporte y de la humanidad --sin exagerar-- le reserva un sitio especial. Dos entrenadores jóvenes, inteligentes, osados, uno más avanzado que el otro, pero ambos concientes y fieles a la historia y a los colores que representan. Debemos agregar a todo ello, el marco de un estadio y de un club que rendirá homenaje a uno de los grandes personajes en la historia del futbol: el legendario Johan Cruyff.

El Barcelona tiene esa motivación: jugar bien y ganar por la memoria de "su padre" filosófico. Y el Real Madrid puede y debe enviar un mensaje contundente de que tiene la suficiente capacidad para competir ante el equipo que los expertos llaman el mejor del mundo y uno de los mejores de la historia.

Puede que existan en lo que proponen las campañas de ambos, pero no hay 10 puntos de diferencia en el partido. El Madrid tiene, por primera vez en mucho tiempo, una nómina alejada en cuanto a lesiones. Zidane podrá disponer de todo su arsenal al frente --Cristiano, Benzema y Bale--, pero para competir y vencer al Barcelona tendrá que ofrecer un rendimiento que hasta ahora no ha tenido en toda la temporada. Tiene con qué conseguirlo. La pregunta es: ¿Lo podrá lograr?

Extrañamente, el Barça podría tener más presión que el propio Real Madrid, a pesar de que en apariencia no se juega ni compromete la Liga este sábado en el Camp Nou: los de Luis Enrique saben que el juego rubrica el campeonato de la Liga y de su estilo de juego, todavía con la memoria fresca del difícil pasaje de perder a Cruyff, sin duda, una de las figuras más importantes de su existencia como club de futbol. El partido también le sirve para reafirmar confianza en camino a la dura ronda de los cuartos de final de la Champions League que disputarán a partir de la próxima semana ante el Atlético de Madrid.

Los dos desean el protagonismo y ello se traduce directamente de lo que han dicho Luis Enrique y Zidane antes del duelo. "Queremos el balón", dijo cada uno dentro de su propio estilo de declarar. Un Barcelona que tiene por costumbre dominar a partir de contar con la pelota y un Madrid que no ha tenido esa condición pero que cuenta, indudablemente, con futbolistas de las características para lograrlo.

Un Clásico que tiene todo para ser un memorable partido de futbol y en el que no falta nunca la motivación, más allá de la distancia en la tabla, de las temporadas disímbolas que propone cada equipo y más allá de que un solo jugador como Lionel Messi marca distancia en el campo de juego. El Clásico esta completo, vivo y enérgico a pesar de todo.

@Faitelson_ESPN