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Story hace historia

Muchas veces los héroes nacen de la casualidad. Si el dominicano José Reyes no estuviera envuelto en problemas legales que lo han mantenido fuera de los diamantes, quizás nunca hubiéramos disfrutado de la historia más excitante de esta primera semana de la temporada.

Trevor Story es el primer jugador en más de 100 años de béisbol en disparar seis jonrones en sus cuatro primeros partidos de Grandes Ligas.

Aún es prematuro, pero la historia de Story recuerda aquella del novato Lou Gehrig, prospecto de los Yankees de Nueva York que un día sustituyó a Wally Pipp, titular de la primera base y se quedó por los siguientes 2,130 juegos.

Lo curioso es que este muchacho texano de 23 años no era siquiera considerado el principal prospecto de los Rockies de Colorado.

Diferentes listados, desde Baseball America hasta Fangraphs.com, pasando por la propia estructura de ligas menores de los Rockies, lo situaban entre los lugares siete y 11 entre las promesas de la organización.

Los reportes lo señalaban como un bateador de poder ocasional que podría llegar a ser un pelotero ''decente''. Nada más.

Pero se ganó su espacio en los entrenamientos primaverales, en los que conectó seis jonrones y remolcó 13 carreras en 20 partidos. Con 18 hits en 53 turnos, su average fue de .340 y su promedio de embasamiento (OBP) de .407.

Fangraphs.com, considerada la biblia de la sabermetría, le proyectaba, a lo sumo, 18 bambinazos, asumiendo que abriría como titular en ausencia de Reyes.

Pero los números no miden el hambre de un jovenzuelo ansioso por aprovechar las oportunidades que les pone delante la vida, a sabiendas de que no todos los días se presentan esos chances.

Story parece haber llegado para quedarse y ahora mismo, tras sus seis vuelacercas en los primeros cuatro juegos de su carrera, la proyección matemática es nada menos que de ¡243 jonrones en la temporada!

Eso triplicaría el récord de Barry Bonds (73 en el 2001) y todavía le sobrarían 33 bambinazos más.

Obviamente, es imposible mantener ese paso y eventualmente, posiblemente tan pronto como en el siguiente juego, verá cortada su impresionante racha.

Pero teniendo en cuenta las condiciones del Coors Field de Colorado, donde jugará la mitad de sus partidos, perfectamente podría superar la treintena de cuadrangulares al concluir la campaña.

Semejante irrupción en las Mayores debe tener ahora mismo a los ejecutivos del equipo rompiéndose la cabeza y tratando de encontrar un destino para su campocorto titular, cuya suerte aún está en manos del comisionado Rob Manfred.

Al menos, ya el quisqueyano libró de la responsabilidad penal, cuando su caso por violencia doméstica se desestimó por los tribunales de Hawaii.

Pero se espera una suspensión por parte de Manfred, como ocurrió con el cubano Aroldis Chapman, cerrador de los Yankees.

El problema para Dick Monfort, dueño de los Rockies, es dónde encontrar a quien decida asumir todos y parte de los 44 millones que se le adeudan a Reyes de su contrato hasta el 2017, apostando a que el equipo no ejercerá opción sobre el jugador en el 2018 y le pagará otros cuatro millones para dejarlo en libertad.

Ya Monfort, deslumbrado como el resto del mundo del béisbol por el explosivo debut de Story, parece estar ''armándole la cama'' al dominicano, con declaraciones como que ''si hizo algo malo, que pague'' y ''habría que ver las reacciones de los fanáticos'' ante alguien involucrado en un incidente de violencia doméstica.

Pero esa es la parte oscura de esta historia.

Los reflectores están sobre Story, quien ha puesto en ridículo cualquier proyección sobre su carrera, incluso las más optimismas.