LOS ÁNGELES -- Enrique Bonilla, presidente de la Liga MX, que no ejerce, es decir que no manda, reconoce que se han presentado, se presentan y se presentarán casos de dopaje por Clembuterol en México.
En reportaje del Diario Milenio, el laboratorio antidopaje de la Conade reconoce la presencia de 29 casos positivos por Clembuterol en exámenes realizados entre 2011 y 2013. Y acepta que ha habido otros en 2014, 2015 y contando...
Grave que se oculte. Grave que se manipule. Grave que se especule. Y más grave que no se revelen nombres, fechas, juegos, equipos y circunstancias. Complicidad amnésica.
Y recordemos que cada laboratorio oficial registrado ante la WADA tiene la obligación de informar sobre cualquier resultado positivo en el caso de deportistas profesionales o de alta competencia.
La Conade no extendió el reporte ante la Agencia Mundial Antidopaje. Delinque de encubrir a delincuentes deportivos.
Recordemos que en la Copa América 2011 nueve jugadores de la selección mexicana de futbol dieron positivo por consumo de Clembuterol.
Para liberar a México de un castigo supremo en esa Copa Oro, y posteriormente a los jugadores del 'Tri' involucrados, la FMF se apoyó en la secretaría de salud para que se declarara que el Clembuterol era -y lo sigue siendo- un problema de salud pública o un problema público de salud, como usted quiera, que al final no sirve para nada aunque justifica todo.
Y enseguida, la misma FMF realizó una jugada maestra. Se venía el Mundial Sub 17 en México. Y había que darles de comer carne a las selecciones nacionales de los diversos países.
Maquiavelo no pudo planearlo mejor. Al terminar el Mundial Sub 17, la misma WADA informó que un total de 109 futbolistas en la competencia, habían dado positivo de Clembuterol. Y dos detalles.
1. Ningún jugador de ninguna selección fue castigado por que la pandemia por esa droga es considerada ya en México, oficial y oficiosamente, un problema de salud pública.
2. Curiosamente, de esos 109 jugadores que dieron positivo por Clembuterol ninguno, absolutamente ninguno de ellos, era mexicano.
¿No es en verdad una jugada maestra de un ajedrecista sucio, torvo y mezquinamente intencionado? Claro. Si así manejaran el futbol mexicano Justino Compeán, Decio de María y Guillermo Lara, pero para bien, con esa creatividad, otra historia sería.
A partir de entonces no está mal quien consume Clembuterol de manera directa a través de un soberano atracón de tacos de cabeza y vísceras, o a través de comprimidos o inyecciones de la misma sustancia.
No, quien está mal es quien no aprovecha esa licencia absoluta para aprovechar todas las bondades y todos sus riesgos de este fármaco broncodilatador.
A partir de entonces, para salud de Conade y Bonilla y de los involucrados, cualquier positivo de Clembuterol ha sido, es y será considerado una víctima más de ese descuidado manejo de las reses en México a las cuales se engorda con este esteroides.
Así que los 29 detectados, y los que se acumulen, deben ser vistos como víctimas y no como sospechosos, por eso, seguramente, ocultan nombres, equipos, fechas, circunstancias y demás...
Recordemos que al multipremiado ciclista español Alberto Contador le recetaron dos años de suspensión por presentar, en los exámenes, índices de clembuterol inferior a la de algunos seleccionados mexicanos.
Claro, al pedalista y a sus asesores les faltó esa picardía malandrina deciodemaresca o justinocompeaniana para decir simplemente que se había atravesado dos tacos de lengua, dos de ojo, dos de sesos y uno de nenepile y otro de cuajar, con un tepache con bicarbonato de sodio para que lo hubieran declarado inocente.
¿Y usted, en México, ya consumió su dosis diario de Clembuterol?
Si no, apresúrese. Recuerde que se trata del Clembuterol nuestro de cada día...
Como pasa siempre en el futbol mexicano, este caso del Clembuterol ya no es culpa de las vacas... sino de los bueyes.