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Tendencias de abril: la LN con más carreras que la LA por primera vez desde 1974

Ya nos acercamos al final del mes. Echémosle un vistazo a algunas de las tendencias que hemos visto en hasta ahora en la temporada de Grandes Ligas.

Las anotaciones han bajado mucho en la Liga Americana

En general, las carreras por juego andan al mismo ritmo del 2015: 4.28 versus 4.25. El promedio de bateo ha bajado un par de puntos, los cuadrangulares han aumentado ligeramente, y los boletos y los ponches han subido un poco. Pero todo esto ha generado un nivel de ofensiva parecido. Y no, abril no es un mes donde se genere menos ofensiva que en otros meses. Miren el OPS de abril en temporadas recientes versus el OPS de la temporada completa:

2014: .706 versus .700

2013: .719 versus .714

2012: .711 versus .724

2011: .711 versus .720

2010: .738 versus .728

Notarán que he dejado fuera el 2015. Algo raro ocurrió en el 2015. La tasa de jonrones aumentó dramáticamente en agosto y septiembre, y nadie sabe la razón. Ese año, el OPS de abril fue de .705 versus un .721 en toda la temporada.

He aquí lo raro del asunto sobre lo que ha ocurrido en este mes: La Liga Americana promedia 3.99 carreras por juego, en comparación con 4.29 el año pasado, mientras la Liga Nacional ha subido de 4.11 carreras por juego a 4.58. Esa es la marca más alta para la Liga Nacional desde 2007, e iguala algunos de los niveles de ofensiva de la era de los esteroides. Eso es entendible: Hay muchos equipos malos con mal pitcheo en la LN.

La LA es más difícil de explicar. La LA no ha anotado tan pocas carreras desde 1972, un año infame de mala ofensiva que llevó a la liga a añadir el bateador designado para 1973 (la LN superó a la LA en carreras por juego por última vez en 1974). ¿Qué está pasando? Yo no lo sé. Podría no ser nada, solo una casualidad en los números impulsada por cosas tales como el hecho de que Mat Latos haya permitido solo dos carreras en cuatro aperturas o que Ricky Nolasco no haya sido bateado. Los Azulejos, que tuvieron la mejor ofensiva el año pasado, están anotando 1.54 carreras menos por juego esta temporada; los Yankees, que llegaron segundos en carreras anotadas en el 2015, están promediando 1.12 carreras menos por juego. Quizás la LA simplemente haya añadido más profundidad en el pitcheo - y le quitó algo de eso a la LN en la temporada baja.

Cualquiera que sea el caso, nos ha llevado a esto: al llegar a los partidos del jueves, siete de los ocho mejores equipos en carreras anotadas en MLB estaban en la Liga Nacional. Caso contrario a la temporada pasada, cuando siete de los mejores nueve eran equipos de la LA.

La zona de strike es más pequeña

Yo mencioné que los ponches y los boletos han aumentado. No es sorpresa en cuanto a los ponches, dado el caso que han aumentado en 11 temporadas consecutivas. Pero los boletos han aumentado de 7.7 por ciento a 8.5. Una razón para ello podría ser que los árbitros están utilizando una zona de strike ligeramente más pequeña esta temporada.

Basados en los datos de Estadísticas e Información de ESPN, he aquí los números:

Lanzamientos en las esquinas (esquina superior e inferior)

2016: tasa de strikes cantados de 45.8 por ciento

2015: tasa de strikes cantados de 48.8 por ciento

Lanzamientos en la zona negra (esquinas verticales de la zona)

2016: tasa de strikes cantados de 68.1 por ciento

2015: tasa de strikes cantados de 70.4 por ciento

Ahora, estamos mirando áreas muy pequeñas, pero si los lanzadores están recibiendo menos decisiones en las esquinas, haría sentido que eso llevara a más boletos. Los efectos son pequeños -- cerca de un boleto adicional por equipo por cada tres partidos jugados - pero no es algo insignificante.

Lanzadores están bateando octavos

El año pasado, los equipos de la Liga Nacional colocaron a sus lanzadores octavos en la alineación en el 11.3 por ciento del tiempo; eso ha aumentado a 17.6 por ciento. He aquí un dato interesante relacionado con esto: Joe Maddon fue responsable por más de la mitad del total de esa cifra el año pasado, ya que colocó a su lanzador octavo en 140 partidos, pero no lo ha hecho hasta ahora en esta temporada. Por las razones que sean, luego de colocar al lanzador como octavo toda la temporada, Maddon comenzó a hacerlo con menos frecuencia al final de la temporada, y en la postemporada colocó a Jake Arrieta y Jon Lester novenos y los otros abridores octavos. Hasta ahora, los managers que no son Maddon han aumentado la tasa de ocurrencias en las que los lanzadores son octavos bateadores de 5.9 por ciento a 17.6 por ciento. Terry Collins también lo hizo con frecuencia el año pasado pero no lo ha hecho en el 2016.

Uno de los convertidos ha sido el manager de los Gigantes Bruce Bochy. El año pasado solo en una ocasión puso a su lanzador a batear octavo, pero en este año ya lo ha hecho en 16 de los 23 partidos de su equipo. De las siete veces que Bochy ha puesto noveno a su lanzador, cinco han sido en partidos donde Buster Posey no fue titular.

"En general, creo que ha trabajado un poco mejor de lo que yo esperaba", dijo Bochy hace algunos días. "Han ocurrido momentos en el juego donde surge la oportunidad, y uno dice, 'Bueno, nos serviría mejor tener al lanzador de noveno bate', por lo que lo hacemos. Pero en general, nos ha ido bien. Si no fuese así, volvería a cambiar".

Los Diamondbacks han colocado a su lanzador como octavo bate en 10 juegos, pero solo en uno de ellos en los pasados 12, cuando Zack Greinke bateó octavo, así que es posible que Chip Hale ya haya abandonado en gran medida dicha práctica. El manager de los Rojos Bryan Price colocó al lanzador como octavo bate 57 veces el año pasado y lo ha hecho 11 veces en lo que va del 2016, todas ellas con Billy Hamilton de noveno bate (aunque Hamilton ha sido primer bate en cuatro ocasiones).

Un problema con eso, como dijo recientemente Joe Sheehan, es que los managers no siempre van a maximizar su potencial de anotación de carreras cuando hacen esto. Una razón principal para dicha práctica es que eso les permite colocar a un mejor bateador como segundo bate, donde no solo tendría la oportunidad potencial de tener una aparición extra en el plato, sino oportunidades similares de remolcar carreras que si estuviera coo tercer bate. Pero en el caso de los Rojos, Joey Votto sigue como tercer bate.

Tal y como escribió Joe,

Colocar al lanzador como octavo bate no es una movida aislada. En cambio, es una pieza de un rompecabezas más amplio. Uno no coloca al lanzador como octavo bate porque quieres que ese OPS de .350 aumente más rápido; uno pone al lanzador en esa posición porque eso te permite colocar a tus mejores bateadores más alto en el orden al bate mientras los alejas más del lanzador. La movida de poner octavo a tu lanzador va de la mano con poner a tu mejor bateador como segundo - la mejor práctica en el ensamblaje de una alineación.

Las formaciones especiales a la defensiva han aumentado... y mucho

Al ritmo que van, pronto las formaciones especiales a la defensiva ya ni serán mencionadas en las transmisiones de televisión. Es posible que los comentaristas digan, "La defensiva se ha puesto en formación de la vieja escuela". Las formaciones especiales han aumentado un 50 por ciento respecto al año pasado. Los Marineros, con una nueva oficina central y un nuevo manager, han pasado del puesto 24 al 8 en formaciones especiales. Los Cerveceros, con un nuevo gerente, han ascendido del puesto 18 al 3º. Los Nacionales han subido del 30 al 22. Lo que es interesante es que en realidad las formaciones especiales no han afectado el promedio de bateo general de pelotas en juego:

2011: .295

2012: .297

2013: .297

2014: .299

2015: .299

2016: .297

Quizás Joe Girardi no deba preocuparse tanto por esas formaciones especiales. (Esto no significa que las formaciones no funcionen (sí funcionan). Significa que los jugadores están bateando la pelota más duro cuando hacen contacto para balancear los hits perdidos con las formaciones).

Es demasiado temprano para analizar en profundidad todo esto. Por supuesto, estamos confiados sobre las formaciones especiales. Pero que el lanzador esté bateando octavo ya está pasando de moda. No me siento confiado de que la LA siga anotando tan pocas carreras, y ya veremos qué pasa con la zona de strike.

De vuelta a los partidos.