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La fórmula de Osorio...

En apariencia, nos presenta una selección donde lo que hace falta con urgencia es estabilidad y coherencia. A algunos ++me incluyo++ nos desespera el hecho de las continuas rotaciones en la alineación, pero en el fondo, puede que el estratega colombiano haya descubierto lo que buscaba: un equipo que combine carácter y personalidad y que en ciertos momentos del juego muestre talento e imaginación. ¿Titulares? Los hay. Están claros: esta selección depende de nombres como el de Guardado, Layún, Herrera y “Chicharito”, pero no puede abstraerse de la genialidad que sólo le pueden dar personajes como “El Tecatito”, Lozano y Aquino.

LOS ANGELES, CA -- Juan Carlos Osorio ha entrado en términos psicológicos: “Resiliencia”. Nosotros seguimos en temas futbolísticos, donde está claro que a este México le falta estabilidad y coherencia.

La Selección Mexicana está cruzando casi por tercera vez el territorio de los Estados Unidos para aterrizar este martes en Santa Clara, a las afueras de San Francisco; Se ha marchado a los cuartos de final de la Copa América con una gran pregunta: ¿Se acabaron ya los experimentos del señor Osorio?

Pero vamos por partes, porque al final del día, vale la pena aclarar que esta selección no está en crisis: ha ganado con justicia su grupo, ha evitado un partido de un alto “peligro” competitivo ante Argentina, ha ligado su juego número 22 sin derrota y yo agregaría que por algunos momentos de la competición, México tiene un futbol solvente y agradable. Dentro de estas bondades, resaltaría dos condiciones: la primera, la más importante, personalidad y carácter y supongo que a eso se refiere el entrenador cuando habla de “resiliencia”, que de acuerdo con aquellos que estudian la mente y el comportamiento humano es la capacidad de los individuos para sobreponerse a situaciones adversas. En eso, México está bien, muy bien, con tres futbolistas por encima de los demás. En el orden que usted: Andrés Guardado, Miguel Layún, Héctor Herrera y Javier Hernández. México no puede ni debe sacarlos de la cancha. Ellos son el aparato nervioso central de este equipo de futbol.

Pero un equipo de futbol no puede sólo sobrevivir de temperamento. Necesita, de pronto, alguien que salga de lo cotidiano, que “rompa” esquemas, paradigmas, que se atreva a crear, a inventar, a soñar. Y en se rubro, aparecen tres jugadores con esas condiciones: uno es Javier Aquino, el otro se llama Hirving Lozano y el tercero lo tenemos muy claro en Jesús “El Tecatito” Corona. Ellos son los futbolistas que pueden darle esa cuota necesaria de talento en el campo de juego.

El problema principal, de acuerdo con los aficionados y algunos observadores, se refiere a la falta de continuidad en las alineaciones. Osorio se defiende afirmando que él cree en el proceso de las rotaciones y que esas rotaciones van a continuar. Ha utilizado a tres porteros diferentes en tres partidos ++los tres, la verdad de un mismo nivel++. Ha rotado piezas alrededor del aparato defensivo ++lo cual tiene de cabeza a algunos especialistas de cancha++ y también ha sumado y ha variado m ++en los tres juegos y en toda su gestión++ algunos nombres en la delantera, pero, realmente, la base, la estructura, creo que ya la encontró. Y emerge a partir de tres, cuatro futbolistas que le dan una solidez mental al equipo y funciona con otros tres que tienen las condiciones para aportarle algo más que sensatez y musculo al juego.

No hay crisis en México, hay ciertas dudas de un sector ++donde me incluyo++ que parecemos desesperados por una once regular y por nombres propios en los que podamos confiar, pero detrás de ello, me parece que Osorio ha descubierto lo que buscaba: un equipo de carácter y de personalidad, con una cuota de ingenio y creatividad.

@Faitelson_ESPN