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Incierto el futuro de Julio Urías con los Dodgers

El juvenil zurdo mexicano Julio Urías hará su sexta apertura de Grandes Ligas el miércoles, cuando los Nacionales de Washington, el líder de la División Este de la Liga Nacional, choquen contra los Dodgers de Los Angeles, segundos en la División Oeste y líder de los puestos comodines del viejo circuito, en el último de una serie de tres encuentros en Chavez Ravine.

Luego de esa asignación, el futuro inmediato de Urías en la rotación de los Dodgers es incierto. El manager Dave Roberts informó que el chico de 19 años podría tener otra salida, sin decir cuando, antes de ser detenido para controlar su carga de trabajo el resto del verano.

¿Las razones? Urías (0-2, 4.50 en 22 innings en MLB) ha trabajado 67 entradas este año, incluyendo 41 en Triple A. Desde que fue firmado a los 16 años en el 2012, solamente en dos ocasiones ha superado los 80 episodios (lanzó 87.2 IL en clase A a los 17 años) y nunca pasó de 86 lanzamientos en sus primeras cinco aperturas con el club grande.

Sin anunciar cuantas entradas sería un número ideal, los Dodgers han dejado bien establecido que el progreso de Urías será gradual y que más de 100 episodios de trabajo en el 2016 estaría fuera de consideración. Mandarlo al bullpen, a las ligas menores o a algún programa especial sin la presión de sacar outs son algunas de las opciones que baraja la organización actualmente.

El tratamiento no es nuevo. Es parte de la histeria moderna para tratar de reducir los riesgos de lesiones en lanzadores jóvenes de talento superior. Ya vimos algo parecido en los primeros años de las carreras de Joba Chamberlain y Phil Hughes con los Yankees de Nueva York, Stephen Strasburg con Washington, el cubano José Fernández con los Marlins de Miami y muchos otros.

Para los Dodgers, Urías es el futuro y un pitcher con un talento, que manejado apropiadamente, podría tener la oportunidad de igualar lo que hicieron y están haciendo en la franquicia otros zurdos excepcionales como Fernando Valenzuela y Clayton Kershaw.

Por muchas razones, el nombre de Valenzuela surge en la conversación cada vez que hablamos de Urías. Ambos son mexicanos, zurdos y debutaron con los Dodgers a los 19 años. Pero contrario a lo que ocurre hoy día con "@theteenager7", "El Toro" no tuvo trabas para desarrollarse a plenitud.

En 1980, cuando Valenzuela debutó en Grandes Ligas apareciendo en 10 partidos y lanzando 17 entradas como relevista en la segunda quincena de septiembre, venía de trabajar 174 innings en AA en apenas su segunda temporada profesional. En total, Valenzuela laboró 191.2 episodios en 37 juegos (25 aperturas, todas en ligas menores) y completó 11 encuentros. El año anterior apenas había lanzado 24 innings en clase A en su debut profesional a los 18 años.

En 1981, Valenzuela recibió la pelota el día inaugural por una lesión de Jerry Reuss y respondió abriendo la temporada con 8-0, siete juegos completos, cinco blanqueadas, cuatro carreras y 68 ponches en 72 entradas antes de perder por primera vez el 18 de mayo.

A los 20 años de edad, Valenzuela fue Novato del Año y Cy Young de la Liga Nacional, campeón de la Serie Mundial y enfrentó 758 bateadores en una temporada que fue recortada por una huelga de peloteros que duró dos meses.

Pero los tiempos han cambiado y Urías abrirá el miércoles sin saber exactamente que le depara. Incluso si lanza una blanqueada o saca los 27 outs por la vía del ponche, cada pitcheo que haga lo acercará a un final adelantado de temporada como resultado del moderno plan de monitoreo que, buscando cuidar a los pitchers, muchas veces impide el desarrollo normal de un fenómeno.