CARSON, California -- México debe pensar seriamente si Hugo Sánchez es el indicado para manejar las Selecciones Nacionales. Pase lo que pase en el Preolímpico, se clasifique o no a Beijing 2008. La decisión debe tomarse con base en una evaluación del año y medio en que ha estado a cargo, no sólo de lo que resulte en Carson y Nashville. Poniéndolo todo junto, es más lo negativo que lo positivo.
Hasta hoy México con Sánchez ha disputado Copa Oro, Copa América y este Preolímpico. En Copa Oro padeció para vencer a Cuba, Panamá, Costa Rica e Isla Guadalupe, que distan de ser potencias. Fue derrotado por Honduras y Estados Unidos en la final. En todos los casos exhibiendo un futbol paupérrimo, carente de variantes y muy poco convincente. Para colmo ni siquiera se recuperó el mando de la Concacaf, ese que sólo se tiene cuando la Copa Oro se disputa en México.
En Copa América derrotó a Brasil en el debut y clasificó a cuartos de final, esas podrían ser las notas positivas. Si matizamos nos encontraremos con que Brasil generó ocho ocasiones de riesgo en aquel partido y que la gran figura fue Guillermo Ochoa. Con esa postura, Brasil le ganaría a México siete de cada diez partidos y apenas pierde uno o dos…que fue el caso de aquel día.
Se llegó a semifinales de Venezuela 2007, cierto, pero Argentina le pasó por encima a México 3-0. Cuando Sánchez quiso hacer variantes desdibujó al equipo. Sacó a Gerardo Torrado por Alberto Medina y le terminó de abrir la puerta a Argentina, que no hizo otros dos por que el juego estaba decidido. Antes, con Ricardo La Volpe, se le había jugado de tú a tú a Argentina. Al menos se estaba más cerca de derrotarla.
Después de lo visto en el Preolímpico los "dueños del balón" deberán preguntarse si ¿es eso lo que esperan ver de una Selección Nacional después de 23 días de "trabajo"? Casi un mes en que los clubes no dispusieron de sus jugadores, a los que ellos pagan los sueldos. Esto hay que trasladarlo hacia la eliminatoria mundialista. Es una muestra fehaciente.
Si juntamos los cinco juegos de preparación con los dos del Preolímpico encontraremos que los mejores momentos de esta Selección fueron cuando generaron ocasiones de riesgo, pero no concretaban. Como contra Ecuador, contra Australia o contra Canadá. En los peores momentos ni siquiera han tenido profundidad.
El equipo mexicano es muy predecible, repetitivo y sin variantes. Cualquier equipo medianamente ordenado como Finlandia, con oficio como los paraguayos, o con aplicación como los guatemaltecos es capaz de desactivar a México. Y cuando vienen desde la banca cambios que no son de delantero por delantero, o medio de contención por medio de contención, ¡a temblar todos! Patricio Araujo nunca debió salir el viernes en Carson, así como Torrado nunca debió salir en aquella semifinal en Venezuela.
Y lo peor de todo es que no hay autocrítica de parte de Hugo Sánchez. Todos tienen la culpa. Las canchas, los árbitros, o los medios de comunicación "que generan mala vibra". ¿Alguna vez asumirá la parte de culpa que le corresponde como responsable de este equipo?
Al momento de evaluar la continuidad de Sánchez hay que poner todo esto en el balance, y vamos a encontrar que tiene números rojos... aún ganando el boleto a Juegos Olímpicos. Nunca es tarde para corregir el camino.