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Con la dentadura impecable

BRISTOL -- Cuando Rafael Nadal se convirtió en número uno del mundo tuvo que esperar un par de semanas para ver su nombre al tope del ránking. El cambio del calendario, por motivo de los Juegos Olímpicos, obligó a que los puntos que se defendían en los torneos de esas fechas se fueran con algo de retraso. Rafa culminó asegurando el trono, pero las lesiones a fin de temporada le impidieron cumplir tres sueños: jugar la final de la Copa Davis contra Argentina, disputar la Copa Masters en Shangai y recibir en ese escenario el trofeo de Campeón Mundial ATP del 2008.

Tras el asueto de fin de año, que se le pasó entre la recuperación, el descanso y recibir el año Nuevo en un avión, llego a Abú Dhabi a disputar una exhibición junto a Federer, Roddick y Murray entre otros, alcanzando la final frente al británico, donde perdió en reñido partido, lo que significó su segunda derrota consecutiva frente al escocés, después de haberlo derrotado en cinco ocasiones.

El numero uno del mundo viajó a Doha a disputar el torneo de Qatar, donde dulcemente descifró en primera ronda la magia del hechicero Fabrice Santoro, derrotándolo en menos de 50 minutos. Pero mas satisfactorio aún, al concluir el partido, fue recibir el trofeo que lo identifica finalmente como número uno del ránking mundial.

Como ya es su costumbre, Rafa mordió el trofeo para la foto y trae impecable dentadura seguir haciéndolo con otros premios esta temporada, en el intento de defender el trono de primer mandatario del tenis.