En meses recientes, el béisbol en la República Dominicana ha probado ser una musa para varios cineastas. Además de la película Sugar, dos nuevos documentales han sido creados detallando la vida de los jugadores de béisbol dominicanos.
"El Camino a las Grandes Ligas", que primero fue emitido por ESPN Deportes, ha sido recientemente lanzado en DVD. Para esta película, los cineastas lograron acceso a estrellas como Vladimir Guerrero y David Ortiz.
Por otro lado, actualmente se encuentra en producción el documental "Pelotero: Una Historia del Béisbol Dominicano". Sigue la historia del prospecto amateur Miguel Ángel Sano, considerado el mejor jugador sin contrato en Latinoamérica, mientras se aproxima a su objetivo de firmar con un bono récord después de la fecha límite del 2 de julio.
La Esquina habló con los cineastas Jared Goodman, creador de "Camino a las Grandes Ligas", y Jon Paley, creador de "Pelotero", sobre sus experiencias.
¿Por qué hicieron estas películas?
JP: Mientras que en años recientes el béisbol dominicano se ha visto manchado con escándalos de corrupción, falsificación de edad y esteroides, en el centro de esta historia hay una generación entera de chicos haciendo lo que sea para transformarse en jugadores de béisbol. Los escándalos se ven en toda la prensa, pero eso es solamente una fracción de lo que sucede aquí, y eso generalmente oscurece el duro camino que los jugadores deben enfrentar. Nosotros queríamos contar una historia impactante que ayudara a los fanáticos de béisbol a entender qué es lo que hace falta para ser un jugador profesional a la vez que es una historia íntimamente personal y basada en los personajes.
Martínez
JG: La razón por la cual yo quería hacer esta película es porque después de ver a jugadores como Pedro Martínez, Sammy Sosa y Big Papi, no podía hacer otra cosa que sorprenderme por su talento y su carisma. Yo pensé: "¿De dónde salen estos tipos?". Cuanto más sabía de ellos, más interesado estaba. El viaje de los peloteros latinos que intentan llegar a Grandes Ligas es realmente una odisea moderna. Es definitivamente una historia que vale la pena contar, y me siento realmente afortunado de poder dar testimonio de esta aventura tan de cerca.
¿Qué dificultades se encontraron durante la filmación?
JP: Nuestra historia depende del acceso que podamos lograr a las intimidades que suceden tras bastidores. Mientas que la relación con los entrenadores y jugadores ya está, la gran dificultad que enfrentamos es la de lidiar con los equipos de Grandes Ligas. Ha habido tanta prensa negativa que algunos equipos ven una cámara y automáticamente niegan el permiso para filmar sin siquiera oír de lo que se trata el proyecto. Otros equipos tienen problemas legales o de manejo que realmente no pueden enfrentar. Cada equipo tiene una actitud diferente e impone sus propias reglas para permitir acceso a un equipo de cámaras. En cualquier situación, estamos agradecidos de cualquier tipo de acceso que los equipos nos hayan permitido tener.
JG: La parte más difícil de hacer esta película fue lograr el acceso. Hizo falta mucho trabajo para lograr el acceso que queríamos, pero al final todo funcionó bien.
¿Qué han aprendido?
JP: Hemos aprendido que el béisbol es más grande que cualquier estadística y cualquier clasificación. Uno de nuestros entrenadores describe el béisbol como "la batalla". Aún para aquellos que ganan la lotería genética, transformarse en un jugador de Grandes Ligas es una verdadera batalla, tanto mental como física.
JG: Al hacer esta película, tengo ahora una perspectiva totalmente nueva sobre el deporte del béisbol. Ahora lo veo y pienso sobre el lugar de donde vienen estos jugadores y lo que hace falta para llegar ahí. Realmente me ha abierto los ojos. Pienso que cualquier auténtico jugador de béisbol se beneficiaría de aprender más sobre las experiencias de su jugador favorito. Aporta muchas más cosas cuando uno mira un partido.
¿Cuáles son sus opiniones sobre el sistema de cazatalentos y de contratación de jugadores en Latinoamérica?
JP: El sistema latinoamericano es muy complejo y muy poco comprendido por los fanáticos del béisbol a nivel mundial. A pesar de los problemas que pueda tener, el tema de fondo es que el sistema de aquí produce a algunos de los mejores jugadores del mundo. A nivel personal, les da a muchos chicos una oportunidad de tener éxito que no tendrían en otra parte. En los Estados Unidos hay un camino muy definido para el desarrollo de los jugadores en la escuela secundaria y la universidad. Eso simplemente no existe aquí, y mientras que el béisbol no enseña matemáticas ni ciencias, inspira ética de trabajo y espíritu de equipo, que es mejor que nada.
JG: Creo que el sistema de cazatalentos y de firma de jugadores aficionados en Latinoamérica es arcaico. Los jugadores a menudo son demasiado jóvenes y demasiado poco educados para saber en quién confiar y a menudo son tratados como productos o como mercancías en su camino. Tienes que recordar que estos son chicos, y que tanto emocional como físicamente les termina resultando una carga. Aunque algunos de ellos llegan a algo, la amplia mayoría abandona todo lo que tienen solamente para ver cómo sus sueños no se cumplen. ¿Qué es lo que se supone que hagan entonces? ¿Dónde está la red de salvación de estos chicos? La MLB no puede hacer mucho. Estos países necesitan pensar sobre la posibilidad de regular el sistema y hacer que los agentes y los equipos rindan cuentas.
¿Qué cambiarían en este sistema?
JP: A mí me gustaría ver equipos armando una mejor infraestructura para educar a sus jugadores y ayudarlos a asimilarse. Esto ayudaría a sus jugadores a desarrollarse mejor en el campo de juego y afuera también. Les ayudaría también a los chicos que no llegan a lo más alto a buscar una manera de mantener a sus familias. Muchos equipos han instaurado programas de inglés en sus academias, pero a menudo representa una carga más en lugar de un esfuerzo genuino. Los equipos que han incorporado programas de asimilación en todo su sistema, como los Rays de Tampa Bay, han tenido mucho más éxito en el desarrollo de esos jugadores. Con respecto a los escándalos, es importante recordar que los problemas de falsificación de edad se originaron debido a la influencia estadounidense, no a la dominicana. La MLB necesita trabajar de manera independiente con los entrenadores para tener más control. Mucha gente también ha hablado sobre instituir un sorteo en lugar del sistema de agentes libres. El problema es proveer un incentivo para entrenadores en un sistema así. Hemos visto lo que ha sucedido en Puerto Rico, donde el número de jugadores que salen del sistema cayó de forma drástica porque se eliminó el negocio del béisbol. La MLB ha invertido cientos de millones en la República Dominicana porque el sistema funciona. Uno no tiene que arreglar lo que no está roto.
JG: Creo que subir la edad mínima de los jugadores antes de que puedan firmar con un equipo puede ser una buena idea. Algunos de estos jugadores jóvenes que firman contratos a los 16 años son demasiado jóvenes emocionalmente para lo que les espera. También, si los jugadores fuesen mayores estarían mejor preparados para lidiar con agentes que a menudo no son dignos de confianza. Dejen que los chicos sean chicos. A los 18 años todavía tienen mucho tiempo para desarrollarse y transformarse en jugadores de la MLB.
¿Alguna anécdota o experiencia favorita?
JP: Ya mencioné antes que es fácil a menudo olvidarse que estos chicos tienen apenas 16 años. Ocasionalmente, algo sucede que hace que uno recuerde. La semana pasada asistimos al cumpleaños de 16 de Miguel Ángel Sano. Fue un gran evento en el garaje de su nueva casa, con muchos amigos, familiares y varios cineastas gringos. Cuando uno ve a todos los chicos que están en un lado de la sala y las chicas del otro, y la madre de Miguel dando vueltas tratando de armar parejas para que bailen, uno recuerda que los chicos de 16 años son iguales en todas partes en lo que respecta a esto.
JG: Yo pude lograr una entrevista con Vladimir Guerrero al ir a su pueblo (un pequeño pueblito campesino a dos o tres horas de Santo Domingo) y esperarlo en el campo de juego donde la gente me decía que él practicaba. Me dijeron que si se perdía un día de práctica seguramente volvería al día siguiente. Afortunadamente para esta película, él se había salteado el día anterior de práctica. Al ver nuevamente la película fue increíble entrevistar a Carlos Gómez en el momento en el que lo hice, y ver cuán rápido un prospecto de primer nivel puede ascender a través de todo el sistema. En la entrevista con Gómez que se incluye en la película, Carlos habla de cómo él esperaba jugar en Doble A esa temporada. Para mi sorpresa, y quizás también para la de Carlos, al final de ese mismo año ¡Carlos Gómez se había transformado en el jardinero central titular de los Mets de Nueva York! Me puse muy feliz por él.
Guerrero
¿Qué separa a esta película de las otras?
JP: "Pelotero" es el único documental que aporta una visión íntima sobre la vida de estos jugadores, así como un acceso sin precedentes con todos los componentes de este complicado y lucrativo sistema. Estaremos siguiéndolos a todos durante el transcurso de los próximos seis meses tanto dentro como fuera del campo de juego. Estaremos con ellos en sus casas, en sus entrenamientos, con sus novias y sus entrenadores. Algunos de estos chicos, como el mejor prospecto de este año, Miguel Ángel Sano, tienen un increíble potencial. Imaginen haber conocido a Hanley Ramírez a los 16 años.
JG: Lo que separa a "El Camino a las Grandes Ligas" de otras películas que han tratado este tema es el acceso que logramos. Pudimos pasar un buen tiempo con David Ortiz y Vladimir Guerrero (quien tiene fama de ser muy reservado). Vladimir incluso nos invitó a filmar escenas en su nueva mansión. También, la MLB, que usualmente es muy cuidadosa con el acceso que permiten, nos dejó pasar varios días y noches en el campamento de entrenamiento dominicano de los Mets de Nueva York. Nos quedamos filmando hasta tarde, y de hecho dormimos en la misma habitación de los managers. No se puede llegar mucho más lejos que eso. Al final, este acceso nos permitió mostrar un aspecto del juego que poca gente fuera del béisbol ha tenido el privilegio de ver. Esta es, sin duda, la razón del éxito de nuestra película.
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