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Una fórmula que funciona

BARCELONA -- Los pequeños detalles fueron los que definieron el dobles en la final del Sant Jordi con un primer set de 1 hora y 10 minutos de duración, que terminó ganando España por 9-7 en el tie break. El segundo set tambien fue muy parejo hasta el quiebre del 5-5 y de nuevo la localía y la insipiración -sobre todo de Fernando Verdasco que devolvió a un grandísimo nivel y demostró estar a un nivel tenístico muy alto-, fueron los factores que definieron a favor de los españoles.

Feliciano sacó perfecto, que es su tarea y mostró de nuevo un nivel superior al que acostumbra en el circuito ATP donde quizá la motivación o la regularidad le impiden estar mas arriba. Hoy, completó uno de sus mejores partidos de dobles en lo que va de temporada.

Los checos por su parte jugaron a un buen nivel pero les faltaba un poco de chispa, en especial a Stepanek que venía con mucha fatiga de la maratón de ayer contra Ferrer, en un partido que terminó siendo trascendental en esta eliminatoria, porque de haber ganado ayer el checo, hoy el dobles hubiera estado mucho más cargado de presión y se hubiera vivido más intensamente, en especial por parte de los checos, que quizá se vieron con pocas esperanzas de dar vuelta al 2-0 tras la jornada de ayer.

Al final, España vuelve a conquistar la Davis y lo hace ganando el dobles, que a priori era su punto más vulnerable. Y lo hizo sin perder un solo set.

El publico español que estuvo muy correcto durante toda la jornada de ayer y de hoy, coreo el nombre de "Ferrero, Ferrero" al terminar el partido de dobles. Es que Juan Carlos fue el héroe de la primera ensaladera que consiguió España en su historia en el año 2000 en este mismo estadio, junto con Alex Corretja y Albert Costa que hoy se convirtió en el primer jugador ibérico que gana la Davis tambien como Capitán.

En aquel año 2000, el abanderado era un niño de unos 13 años de edad llamado Rafael Nadal que ya apuntaba muy alto en el mundo del tenis pero al que nadie aún conocia. Hoy ese niño fue el héroe de esta Davis y a Juan Carlos Ferrero le toco vivirlo desde cerca, pero desde una posición mucho mas difícil.

Albert Costa, ni bien termino el partido de dobles, destaco el buen ambiente y compañerismo que hay en todo el grupo, no sólo los tenistas, sino también los tecnicos, fisioterapeutas, médicos, etc. Parece que la formula funciona.