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Se derrumba el castillo

Aguirre, el último guerrero, el último héroe terminó dando marcha atrás, forzado seguramente por la presión de los intereses que rodean al futbol mexicano...

"A mi me gusta decir lo que pienso"... "A veces no pienso lo que digo".

Y el castillo seguía derrumbándose.

Mire usted que afortunados somos que tenemos tiempo y espacio para fines de semana mágicos: Terminamos la semana como un país jodido y amanecimos el lunes como un país con... ciertos problemas sociales.

Y no sólo eso, sino que de ofrecer una perspectiva mediocre y triste para la Copa del Mundo, la selección mexicana también aprovechó el fin de semana para afianzarse y fortalecerse como un equipo que va a pelear por el sueño mundialista.

Comentarios sobre el arrepentimiento de Aguirre

Para los dueños del futbol mexicano, para los propietarios de la selección mexicana, para aquellos que encabezan los negocios y la industria del futbol mexicano, Javier Aguirre no sólo "metió la pata" sino que "metió el cuerpo entero" y la única forma que tenía para salir de ella era doblando las manos, tragándose sus propias palabras y admitiendo que se equivocó.

Pero tampoco creo que Aguirre ha dado una marcha completa hacia atrás. Lo único que hizo el domingo en el Centro de Alto Rendimiento fue caminar de nuevo sobre sus conceptos. Pero, después de todo, cambió el tono, no la intención, la forma, no la noción, el efecto, no la sensación: Estamos jodidos, sí, pero también estamos luchando.
Somos mediocres en el futbol, pero podemos soñar. Me voy, pero antes de irme me sentaré a dialogar con los dirigentes. Y en lugar del "joder", del "hombre", del "vale" aparecieron términos como "romperse la madre", "vamos a chambear" y demás.

Estoy aún más decepcionado del Vasco que lo que estuve cuando terminó la ya celebre entrevista en "El Larguero".

Sabía exactamente desde donde llegarían las presiones para que él pusiera marcha atrás, pero también pensé que un hombre como él, más allá del bien y del mal, tendría la suficiente personalidad para "poner su cara dura", pararse frente a la nación y decirles: "Lo dije, les guste o no".

El ultimo "Highlander" murió ahogado por sus propias palabras, murió retrocediendo, murió con las manos atadas por el poder, por el negocio del futbol, por los dólares y por el interés. Murió presionado por los políticos que quieren utilizar a éste futbol para "tapar" sí, lo jodido, que ellos mismos han puesto al país. Murió amordazado por los dueños del balón que cada cuatro años venden ilusiones falsas a un pueblo que siempre termina triste y compungido. Murió enfermo por un técnico que había tenido los pantalones, la fuerza, los tamaños para convertirse en el primero que cruzaba un "charco" para dirigir en latitudes más desarrolladas del futbol.

La tercera disculpa pública de Aguirre ocurrió a poco más de 100 días del Mundial.¿Y cuántas faltan? ¿Habrá otra más?

Me da pena el cambio "mágico" de México y del futbol mexicano en sólo un fin de semana, pero me da más pena que un mexicano, líder, pensante, ganador no sea capaz de sostenerse, de defender su libre pensamiento, su convicción. Ahí sí que estamos... ¡bien jodidos!