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Torii Hunter descubre su trasero

En una temporada de 162 partidos, cualquier jardinero podría sufrir de agotamiento cerebral luego de nueve entradas de duro sol frotándole el seso bajo el gorro. Y da igual si el jardinero es blanco, negro, japonés o latinoamericano.

¿Pero que Torii Hunter se atreva a decir en pleno siglo 21, en la pretemporada, cuando apenas se marchan los vientos invernales para darle paso a la primavera, que los peloteros negros latinos son "impostores"?

Abreu

Abreu


Hunter

Hunter

Rivera

Rivera

Eso fue lo que dijo Hunter en una mesa redonda con el diario USA Today para discutir la tendencia marcada que refleja una reducción de jugadores afroestadounidenses en el béisbol.

"La gente ve rostros oscuros allá afuera, y la percepción es que son afroamericanos… Ellos no son nosotros. Ellos son impostores", afirmó Hunter.

Con Juan Rivera en el jardín izquierdo y Bobby Abreu en el derecho, el ágil Hunter patrullará la grama del jardín central de los Angelinos de Los Ángeles entre dos de estos posibles "impostores".

"Hasta gente que yo conozco vienen y dicen, '¿Hey, qué color es Vladimir Guerrero? ¿Es un jugador negro?' Yo digo, 'Vamos, es dominicano. No es negro'".

Según Hunter, esta es una extrapolación no sólo de él, sino de otros afroestadounidenses en las mayores.

"Como jugadores afroamericanos, nosotros tenemos una teoría de que el béisbol puede buscar un imitador y pasarlo como uno de nosotros", agregó Hunter.

Y por qué buscar un "imitador". Pues, señala Hunter, porque son más económicamente viables para los pobrecitos dueños de las franquicias de las mayores.

"Es como que tenían que conseguir algunos rostros oscuros, así que van a la Dominicana o Venezuela porque tú los puedes conseguir más baratos. Es como, '¿Por qué tengo que ir a buscar a este muchachito del lado sur de Chicago y dejar que Scott Boras lo represente y pagarle $5 millones cuando tú puedes conseguir a un tipo dominicano por una bolsa de papitas?".

Creo que Hunter tiene esta ecuación completamente enrevesada. Para empezar, 12 de los 25 jugadores más caros de 2009 fueron latinos nacidos fuera de Estados Unidos.

El jugador más caro, Alex Rodríguez, es de ascendencia latina. Dos de los cinco lanzadores abridores mejor pagados en 2009 fueron latinos (Johan Santana y Carlos Zambrano). Tres de los cinco relevistas mejor pagados, latinos (Mariano Rivera, Francisco Rodríguez y Francisco Cordero). El catcher mejor pagado, latino (Jorge Posada). El primera base que debería ser el mejor pagado, latino (Albert Pujols). Cinco de los primeros seis tercera bases mejor pagados en 2009, latinos (A-Rod, Miguel Cabrera, Aramis Ramírez, Adrián Beltré y Mike Lowell). Y, para terminar, cuatro de los 10 jardineros mejor pagados también fueron latinos (Manny Ramírez, Carlos Beltrán, Alfonso Soriano y Carlos Lee).

Entonces, si los peloteros latinos están entre los mejores pagados en todas las posiciones, la razón para buscarlos no es una de rebajas económicas, más aún cuando consideramos que los prospectos latinos (excepto los puertorriqueños) no tienen que pasar por el sorteo de las mayores y pueden firmar por cantidades jugosas sin un sólo día de trabajo en las ligas menores, como es el caso del exiliado cubano Aroldis Chapman.

Hay muchas razones para la merma en jugadores afroestadounidenses en el béisbol de las mayores: el básquetbol, el fútbol americano, la pobreza. Tú escoges, Torii.

Tampoco digo que los peloteros latinos sean mejores que los peloteros afroestadounidenses, ni que los peloteros blancos, pero no veo a los Yankees cambiando a Mariano Rivera por LaTroy Hawkins para agregar un negro auténtico a su nómina.

Para comunicarte con el autor escribe a pedro.espn@gmail.com.