Heat/ThunderGetty ImagesEl Thunder tomó el control del Juego 1 al final del tercer periodo, tras ir atrás del Heat en la 1ra mitad
NUEVA YORK -- Ante el poderío interno de Los Angeles Lakers, el Oklahoma City Thunder presentó su mollero y no solo desarticuló esa ventaja, sino que ganó el duelo en ese rubro. Ante Dallas Mavericks, el Thunder mostró su dominio de la jugada de pared y desmarque a la ofensiva, aprovechando las ventajas que aparecen cuando el equipo que los marca intercambia asignaciones defensivas (pan de cada día de los Mavs), además colocando a Kevin Durant en los codos (área de la cancha donde termina la línea del tiro libre) para operar.

San Antonio desplegó su juego de pases precisos, y en el tercer y cuarto partido, cuando Oklahoma City empató la serie, sumaron 20 puntos. Manu Ginobili le extrajo una falta ofensiva a un jugador del Thunder que venía desbocado para completar la transición ofensiva al ponerse enfrente a él y frenar un poco la marcha  se dispuso a que lo arollaran. Minutos después, Russell Westbrook hizo lo propio con un jugador de los Spurs.

Ahora le toca el turno al Miami Heat, equipo que se distingue por sus individualidades, capacidad atlética y sus relampagueantes contragolpes. ¿Qué equipo dominó al otro con contragolpes? Oklahoma City. El Thunder hace recordar las palabras del entrenador de futbol americano Bum Phillips, cuando se refería al también mítico entrenador en jefe Paul 'Bear' Bryant: "He can take his'n and beat your'n and take your'n and beat his'n," (que, sin acento texano se traduce así: 'puede vencer a los tuyos con los suyos, y luego tomar los tuyos y vencer a los suyos').

El director técnico Erik Spoelstra observó con tristeza tras el partido que el Thunder: "nos venció de una manera que se parece a la nuestra cuando jugamos bien."

Spoelstra tiene que considerar la observación de Kevin Durant que el Thunder cayó en una desventaja de 13 puntos en el segundo cuarto porque "estaban nervioso" y sobrecogidos en su primer partido de Finales de NBA. En la segunda mitad, señaló tras el partido Nick Collison: "nos calmamos." Sumaron 10 asistencias y solo dos pérdidas de balón.

Defensivamente, el Thunder apretó las tuercas también, como lo hicieron ante los Spurs en sus cuatro triunfos en las Finales del Oeste. "A inicios del tercer cuarto, comenzamos a implantar nuestro juego, comenzamos a ser agresivos (forzando siete pérdidas que desembocaron en nueve puntos y limitando al Heat a 40% de campo en la segunda mitad), a rebotear el balón (26 a 15 en la segunda mitad), a jugar baloncesto tipo Thunder", apuntó Durant.

Miami, diezmado por lesiones, jaquecas y la decisión de su técnico de limitar su rotación a seis jugadores, pensando que el Thunder estaría deslumbrado en el primer partido de Finales para casi todo su plantel, no aguantó. Durant, cuya rutina previa al partido es un ejemplo de superstición no reconocido, concluye su ritual con un beso a su mamá en la primera fila. Pero Doña Wanda Pratt estaba tan nerviosa que no llegó a tiempo al pabellón y se perdió la presentación de jugadores. El no recibir la bendición de su madre quizás lo sacó de ritmo. "Ahora entiendo la rutina que impone las Finales. Estaré listo el jueves".

Palabras poco alentadoras al equipo visitante. Desde que la NBA cambió su formato a 2-3-2 sólo en Finales a partir de 1985, a raíz de machacantes viajes continentales en las Finales Celtics-Lakers en años previos, el equipo anfitrión de los tres partidos medios ha ganado las Finales en sólo 7 de 27 ocasiones.

Pero un triunfo del Heat el jueves cambia el matiz de esta serie. Las Finales han estado empatadas a una victoria por bando tras dos partidos. Ante un empate tras dos cotejos, el equipo que gana el tercer partido (recordemos que se escenificará en Miami) ha ganado las Finales en 29 de 34 ocasiones (85%). El Heat saldrá a matar el jueves. Al Thunder no lo abrumará más el brillo escénico.

Lebron James and Kevin DurantAP Photo/Sue OgrockiKevin Durant y LeBron James entrenaron juntos durante el incierto cierre patronal. Ahora vuelven a verse las caras por un trofeo de campeón en juego
NUEVA YORK -- En medio del cierre patronal, cuando ya estaban saciados de partidos de exhibición en los que nadie marcaba a nadie, LeBron James y Kevin Durant acordaron reunirse en el campus de la universidad de Akron para prepararse para la temporada venidera. Este tipo de entrenamiento ya era parte de la rutina de James, así que Durant era el "equipo visitante" en este caso.

Es muy típico que jugadores de NBA se preparen de esta manera, y prefieren tener un jugador que juegue su misma posición para que lo marque y lo ayude a desarrollar destrezas individuales a ambos costados de la cancha. La unión entre ambos jugadores estelares por cinco días en Akron fue un lujo para ambos, que fue captado en imágenes que circulan en YouTube.

Ambas estrellas vieron sus temporadas terminar prematuramente a manos de Dallas Mavericks, otro lazo más que los unía. Ambos anticipaban que serían compañeros de la selección nacional de Estados Unidos en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, compartiendo una misma posición y seguramente la cancha en ese evento.

Era difícil estimar en aquel momento si habría temporada de NBA. Sin embargo, James dijo recientemente que presentía que eventualmente se verían las caras en los playoffs; al pertenecer a conferencias opuestas, eso implica que lo harían en Finales de NBA.

"Lo imaginé cada día que nos entrenamos. Capté su nivel de pasión, su nivel de motivación. Nos retábamos a rebasar nuestros límites cada día. Titulamos esos cuatro días en Akron como la 'semana infernal'. Él estaba decepcionado por su derrota en las Finales del Oeste ante Dallas y yo también en las Finales de NBA. Así que nos desafiamos mutuamente cada día. Anticipaba que llegaríamos a este punto. Me alegró ver que alcanzó las Finales de NBA y anticipo enfrentarme a él en ellas".

Los tres videos de los entrenamientos muestran a un James más físicamente capaz de soportar el peso y ritmo de la sobrecarga muscular, con Durant más a gusto en los ejercicios de drible.

"De lunes a viernes, con dobles tandas, fue una de las semanas más desafiantes que hayamos enfrentado en cuanto a acondicionamiento físico", recordó James. "Pero fue un trabajo valioso y ambos le sacamos mucho provecho".

Ahora, ese respeto mutuo se pondrá a prueba, porque ambos persiguen el mismo trofeo. "Nos respetamos mutuamente y siempre da gusto ver a un amigo triunfar", dijo LeBron antes del comienzo de las Finales.

Antes de comenzar otra semana infernal, más prolongada e intensa y con mucho más en juego que la original.

Chris BoshIssac Baldizon/NBAE/Getty ImagesLa ausencia de Bosh diezma a la ofensiva del Miami Heat de manera notoiria

NUEVA YORK --"Pon todo sobre la mesa ahora", señaló el director técnico Erik Spoelstra del Miami Heat acerca del desempeño de su equipo ante el tirón abdominal de su ala pívot Chris Bosh que mantendrá al jugador fuera de acción por un período indefinido. "La dinámica cambia. Eso fue lo que le dije al equipo. Tendremos que usar nuestra versatilidad cuando sea necesario y eso podría cambiar. Son los playoffs; no tenemos mucho tiempo para experimentar".

"Nuestro margen de error sin duda se ha reducido", apunta Spoelstra. "Pero este equipo está construido con un alto grado de versatilidad. Es una de nuestras fortalezas. Sentimos que contamos con lo suficiente [aún sin Bosh] ahora".

La opinión de Spoelstra acerca de lo apertrechado o no que esté su equipo lo confirmará la semifinal de conferencia del Este ante Indiana Pacers. La ausencia de Bosh al torcer sus músculos abdominales al cierre de la primera mitad del primer partido de la serie ante Pacers complicó al Heat en el segundo partido y amenaza con la supervivencia del Heat en estos playoffs.

Según el departamento de estadísticas e información de ESPN, durante la temporada regular, el Heat sacaba ventaja de nueve puntos por cada 48 minutos jugados (partido) con Bosh en cancha. Sin él, Miami, concedía 0.3 puntos más por partido a los oponentes. Contando con Bosh, en la llave, Miami anotaba ocho puntos más que si él por 48 minutos jugados.

No sólo es capaz Bosh de anotar puntos en el poste bajo por su cuenta, pero su certeza en tiros de media (50% en un radio de 3 a 5 metros; intenta casi 5 tiros por partido entre cinco y siete metros del aro y encesta el 40% de ellos) y hasta tras la medialuna (30% esta temporada) le abre la cancha a Wade y a James para que penetren y anoten cerca del aro. Ni hablar de los tiros libres, donde Bosh encabeza a los jugadores de rotación con un 82% desde la línea.

El otro atributo atractivo de Bosh en el poste bajo, con la espalda hacia la cesta, es que atrae doble-marcas, tarde o temprano. Esas dobles marcas muchas veces desembocan en un corte al aro de un compañero, o un triple desmarcado. En ese último rubro, Miami ha estado especialmente deficiente en los primeros dos partidos de esta semifinal de conferencia. En su propio hogar, han fallado 21 de 22 intentos de triple. La marca de Indiana ha sido eficaz, porque por diseño el director técnico Frank Vogel de los Pacers ha evitado doble marcar y ancla a sus defensas perimetrales cerca de los tiradores de Miami. Con Hibbert adentro y sin tener que doble marcar a Bosh en el poste bajo, se puede dar ese lujo.

Indiana ya vio el ajuste del Heat ante la ausencia de Bosh en el segundo partido.

"Ahora que Chris no puede jugar, veremos muchas jugadas de bloqueo y continuación para LeBron y Wade", observa el alero Danny Granger de Indiana. "Eso fue lo que sucedió cuando Bosh abandonó la cancha. Perdieron su peso en el poste bajo así que su dúo dominará aún más, lo que dificultará mi trabajo y el de mi compañero Paul George, y el de nuestros internos, porque veremos multiples paredes y desmarques en cada posesión".

Imagino que podrían colocar a LeBron James como ala-pívot e intentar atraer dobles marcas de los Pacers para habilitar a los tiradores de Miami. James ha señalado que marcar y ser marcado por un ala-pívot legítimo como David West lo cansará más de la cuenta, restándole eficacia durante el partido.

Según la sede estadística 82games.com, James tiene una valoración de 29.1 como alero, que de por sí es portentosa. Pero lo que le concedió el premio de JMV esta temporada fue el tiempo que dedicó al juego de poste bajo. Como ala-pívot, la valoración de James ascendió vertiginosamente a un espectacular 37.1. La pregunta que tienen que contestar James y Spoelstra es si su estrella puede soportar esa carga, o modificar su juego como un cuatro falso por gran parte del resto de esta serie y si sus compañeros pueden llenar los huecos causados por su desplazamiento a otra posición.

Bosh insiste que no ha sufrido una hernia deportiva, sólo un tirón de los músculos abdominales. Spoelstra declaró su alivio que Bosh no haya sufrido un desgarre total de sus músculos abdominales, sin dejar claro si sufrió siquiera un desgarre parcial, lo que sería una lesión más complicada. Dos a cuatro semanas de descanso usualmente eliminan los tirones de abdominales. Las Finales del Este comenzarán el 26 o 28 de mayo, concediéndole a Bosh entre 12 a 14 días de recuperación. Predecir la gravedad de su lesión o su capacidad de recuperación sería una idiotez, pero por algo escuchamos a Bosh decir que sólo si los playoffs del Heat se extienden podrá él regresar a la cancha.

En pocas palabras, si Miami quiere avanzar, Indiana lo obligará a poner a un lado su JamesWade-dependencia. El resto del reparto tendrá que contribuir más y de forma inesperada. Son perfectamente capaces de lograr esta modificación, pero tienen que demostrar que pueden hacer un ajuste mental y modificar sus papeles. Veremos.

NEW YORK El cálculo de Steve Nash acerca de su destino futuro como agente libre es una aproximación, porque no controla el proceso. El permanecer en Phoenix, que según él sería óptimo, está condicionado a que la gerencia de los Suns sean agresivos entre temporadas y armen un equipo de mayor calidad del que terminó esta temporada tronchada por el cierre patronal con marca de 33-33. En esta segunda parte, presentaremos cómo la gerencia de los Suns quiere proceder.

Nash
David Richard/US PresswirePortland podría ser un destino ideal para Nash; cerca de su natal Vancouver y un equipo con potencial
El gerente general Lon Babby de los Suns es un abogado que vivía en Washington, D.C. y representaba a jugadores de NBA como Tim Duncan y Grant Hill, antes de hacerse cargo de los Suns, y entiende cómo la dinámica de la agencia libre puede causar estragos a equipos. "No vamos a reaccionar a presión de agentes porque no estoy dispuesto a venderle esperanzas falsas a los aficionados de mi equipo. Construiremos esto ladrillo por ladrillo, sin importar el tiempo que requiera. Lo único que le pido a la afición es que sigan de cerca este proceso y lo disfruten mientras crecemos como franquicia".

Nash cree que las cuentas claras con la afición de su equipo conservarán amigos: "Hay una posibilidad concreta que no usemos toda nuestra capacidad salarial bajo el tope este año. Hemos trabajado muy duro para alcanzar este grado de flexibilidad y poder aprovechar una gama de oportunidades, pero estoy decidido absolutamente a ser disciplinado en nuestra filosofía, porque no podemos regresar al punto del cual recientemente escapamos, donde firmamos malos contratos, evaluamos mal el aporte potencial de un jugador, y por ende no efectuamos las decisiones correctas en cuanto a nuestro elenco de jugadores".

Babby revela públicamente con todo propósito los principios que guiaran su entre temporadas; principios que son diametralmente opuestos a lo que busca Nash, si quiere la franquicia asegurar la permanencia de su armador estrella.

Si Nash entiende que Babby y el dueño principal Robert Sarver procederán con cautela, se preparará a abandonar al equipo. Si Dallas no puede atraer a Deron Williams, Nash podría ser una opción en caso que piensen que le queda aún menos a Jason Kidd. Nash es dueño de un apartamento en New York, pero los Knicks despidieron a un técnico que Nash conocía y respetaba (Mike D'Antoni) y sólo le pueden ofrecer la excepción media ($5 millones por temporada).

Un destino intrigante sería Portland, un mercado cerca de Vancouver, done se formó Nash, con un ambiente cívico donde el armador se sentiría a gusto. Portland tendría, sin embargo el mismo problema que Phoenix en rodear a Nash con un equipo que pueda aspirar a los playoffs o a un campeonato. Si Nash termina en Portland, es porque la oferta contiene más dinero y temporadas que ningún otro equipo en la NBA podía ofrecerle. En otras palabras, Nash firmaría por la plata, lo que él señala en estos momentos que no es un factor preponderante en su pensar.

Toronto Raptors podría ser otro equipo y el orgullo que siente Nash por su Canadá natal y lo que siente Canadá por uno de los atletas más insignes en su historia, nunca deben ser subestimados. Dejarían ir a José Manuel Calderón, y dada la producción del extremeño, me parecería un error de parte del equipo canadiense.

Sea Phoenix u otro equipo de NBA que asegure los servicios de Nash por un par de temporadas más, contarán con lo mejor que le resta a un jugador que guió a los Suns a tres finales de conferencia, llegó segundo en asistencias en la NBA esta temporada con 10.7 por partido a los 38 años de edad, y acabó la campaña con el porcentaje de campo más alto producido por un armador de NBA en las últimas seis temporadas (53.2%), así como a un jugador que supera condiciones médicas de cuidado.

Aún a su edad y con su condición médica, muchos equipos de NBA lo ficharían como su armador titular en mente, con los minutos y compensación que eso implica.

Nash ha declarado que será paciente en el proceso de agencia libre, pero el proceso en sí no lo es. Los equipos diseñan el futuro de sus franquicias alrededor de ciertos jugadores prioritarios. Nash conoce esta dinámica. La última vez que fue agente libre en 2004, Dallas no se animaba a darle un contrato de cinco temporadas, por su espondilosis en la espalda. Phoenix sí, pero con condiciones. El entonces gerente general Jerry Colangelo se reunió cara a cara con Nash, le garantizó el quinto año, pero le informó que tenía menos de 24 horas para aceptar la oferta de los Suns. Al dueño Mark Cuban de los Mavs no igualar la oferta, Nash cambió de domicilio, en contra de su voluntad.

Babby quiere retener a Nash y tiene más capacidad de nómina que ningún otro equipo en la NBA, pero este verano, será muy difícil rodear a su figura del tipo de talento que anticipa Steve Nash. Todo apunta a que el futuro miembro del Salón de la fama termine su carrera con otra franquicia. Veremos.

NUEVA YORK -- Los Phoenix Suns no alcanzaron los playoffs en temporadas consecutivas por primera vez en 24 años. No tuvieron una casa llena en la boletería esta temporada por primera vez en años. Cerraron esta temporada tronchada 2011-12 con tres derrotas consecutivas, perdiendo seis de sus últimos nueve partidos. Para algunos cronistas, la marca de 33-33 mediocre de los Suns fue hasta cierto punto un logro, dado el talento disponible. Esas tres apariciones en finales de conferencia son ahora una mera memoria.

El dueño principal de Phoenix, Robert Sarver, y el gerente general, Lon Babby, han adoptado una filosofía paciente en el Valle del Sol. Han estudiado los ciclos que han vivido otras franquicias. Una reconstrucción total del plantel debe tomar de ocho a diez temporadas, según ellos. Los equipos mejoran con decisiones acertadas en el sorteo, transacciones sagaces (traspasos, agencia libre), y aprovechar la capacidad salarial bajo el tope salarial disponible.

Steve Nash
Jake Roth/US PresswireAdemás de retener a Nash, los Suns necesitan un anotador que lo complemente
Todo esto suena muy bonito, pero: ¿contratan a Steve Nash o no?

Nash tiene 38 años de edad, reta al dios Cronos con su espondilosis en la espalda y piensa que puede jugar de dos a tres temporadas más. Prefiere permanecer en Phoenix, pero quiere ver que la gerencia se esfuerce al máximo en armar un equipo competitivo.

En Phoenix hoy en día, ese equipo más competitivo se logra primordialmente hallando a un joven veterano en la agencia libre que anote de 15 a 20 puntos por partido con constancia. Asumiendo que el interés de Nash y los Suns es mutuo, ese agente libre no será un base armador. Phoenix también necesita mayor rigor en los rebotes y mayor protección defensiva del aro.

Nash lo explica puntualmente: "Al equipo le hacen falta protagonistas. Depende de la estrategia a seguir. Puedes ir a buscar internos, o por un anotador constante de 20 puntos por partido. O por jugadores que pueden generar su propia ofensiva en posiciones distintas. El equipo tiene que definir su filosofía y crear un plan con opciones que les permita construir el equipo óptimo. Será un período interesante".

El Sorteo de la NBA a fines de junio será un primer paso. Los Suns deberían estar entre los últimos puestos de la lotería (decimoterceros o decimocuartos) a menos que aparezca un golpe de suerte que los haga ascender en el orden de selección. Aún en el mejor de los casos, los Suns no adquirirán a un jugador que se convierta en su confiable máximo anotador en su año de novato.

Al Phoenix eliminar los salarios que expiraron con los contratos de sus agentes libres (incluyendo a Nash y a Grant Hill, entre otros), se encuentra que tiene $23 millones de capacidad salarial bajo el tope. Si optan por aplicar la cláusula de la amnistía a Josh Childress, el número asciende a $30 millones, probablemente el botín mayor en la NBA. Childress promedió 2.9 puntos y 2.8 rebotes en 34 partidos jugados esta campaña.

El factor primordial que conspira contra la permanencia de Nash en Phoenix es que, aunque el equipo tiene la pólvora para traer talento importante al equipo, el nivel de talento disponible en el mercado de agentes libres sin restricción carece de ese joven veterano anotador que no sea armador que buscan los Suns para colocarlo junto a Nash.

Extraer a Lou Williams de Philadelphia constará más que los $5.4 millones que podría ganar a su opción el año entrante con los Sixers, por ejemplo, y Williams es en esencia un armador quien domina el balón. Jamal Crawford y J.R Smith estarán disponibles, pero serán objeto de una subasta entre equipos interesados. Tampoco ayudan a reforzar la defensiva de sus equipos. Carlos Delfino sería una posible e interesante adquisición que Phoenix podría considerar, con o sin Nash, por su combinación de capacidad anotadora y defensiva sobresaliente, aún si no se le percibe como un jugador que puede promediar 20 puntos por noche en la NBA.

Entre los internos, Nicolas Batum será subastado al mejor postor, y equipos como San Antonio evalúan constantemente. Steve Novak abandonará a los Knicks porque no podrán pagarle lo que él recibirá en otras franquicias, pero ¿es un anotador de 20 puntos por partido? Ersan Iliasova también despertará interés en varios otros equipos en la liga y la subasta por sus servicios asegurará que Phoenix tendrá que pagar de más de la cuenta por sus servicios, y eso es algo que en estos momentos Babby no está dispuesto a considerar.

La agencia libre requiere que dos bandos bailen a la misma tonada. En nuestra segunda parte, cómo ve el panorama la gerencia de Phoenix y cómo esa manera de pensar podría pesar en el futuro de Steve Nash.

Steve Nash Barry Gossage/NBAE/Getty ImagesSteve Nash tendrá que evaluar muchos aspectos más allá del dinero antes de salir de Phoenix
NUEVA YORK -- Steve Nash es agente libre y el 1 de julio comienza el período donde puede comenzar a negociar con otros equipos. En la primera parte de esta nota, explicamos las distintas razones que atan a Nash a Phoenix. A continuación, detallamos cómo el tratamiento médico y físico podría convertirse en un factor importante en su permanencia en el Valle del Sol.

En el caso de Nash, comenta el afamado y reconocido kinesiólogo Aaron Nelson de los Suns: "tiene espondilosis y cada vez que sufre un pequeño, pequeñísimo cambio en su manera de moverse, suceden todo tipo de cosas. Le pude afectar desde el hombro hasta los isquio-tibiales y pies, así que él es sumamente cumplidor en cuanto a su acondicionamiento y en cuanto a completar el régimen como es debido".

"Cuando se ausenta de un partido es porque entiende que su cuerpo lo necesita. No hace lo que intentan otros atletas de jugar hasta lesionarse y tener que descansar por un período más largo. Él sabe cuán lejos puede ir antes de decirnos: 'Necesito una pausa para reajustar lo que hacemos y volver a la normalidad'", apunta Nelson.

Nelson añade que "siente el impacto de los golpes fuertes, y luego percibe cómo no puede frenar como siempre, o cómo cuando tira al aro se desplaza, así que capta los cambios más pequeños en su cuerpo, y lo hemos estado observando y estudiando por ocho años. El aficionado ve a Nash jugar cansado o fallando sus tiros; nosotros entendemos la razón por qué'" remata Nelson.

Schwartz cita un estudio de un blog dedicado a los Milwaukee Bucks llamado BrewHoop.com que detalla que a través de los últimos 11 temporadas, sólo San Antonio y los Detroit Pistons han sumado menos ausencias de jugadores que los Suns durante la estadía de Nelson como kinesiólogo del equipo.

El más reciente juguete de Nelson, hoy en día usado por una media docena de equipos en la NBA es el tanque de crioterapia. El jugador se desnuda y se inserta en un tanque que lo expone a la temperatura generada por nitrógeno líquido a -170 grados centígrados (274 grados bajo cero Fahrenheit).

El criosauna, que cuesta $50,000, causa un shock de temperatura que hace que la sangre del jugador se concentre en sus entrañas, donde hay más nutrición y oxígeno. Reemplaza el baño de hielo de 12 minutos, aunque en el caso de ciertos jugadores, lo complementa. Nash y sus compañeros lo usan antes, después de los partidos o cuando se sientan inusualmente cansados.

Nelson no es la última gaseosa en el desierto, pero Nash debe dudar si hallará a alguien que no solo conozca las sutilezas de su cuerpo de 38 años de edad, sino que también tenga la inquietud intelectual de continuar innovando técnicas que extienden carreras.

"Phoenix será uno de los equipos que considere en la agencia libre, de seguro. Aprovecharé la oportunidad de evaluar las oportunidades que se puedan presentar y me tomaré mi tiempo en decidir", dice el armador futuro miembro del Salón de la fama.

Los Suns han estudiado los ciclos de generaciones de jugadores que pasan por franquicias de NBA y estiman que el proceso de reconstrucción, si el equipo opta por quebrar continuidad y reventar el plantel, requiere de ocho a 10 temporadas. Nash no puede esperar, pero el status quo en el desierto tampoco le atrae.

En nuestra nota acompañante, presentaremos las razones por las que Nash podría optar por buscar nuevos horizontes.

Algunas personas piensan que Nash usa la agencia libre como pistola a la sien de una franquicia que en los últimos años no ha invertido en talento al nivel necesario para aspirar a un campeonato. "Quiero que el equipo mejore, y respeto el hecho que los Suns declararon que esta temporada que acaba de concluir es un año de transición y que esperan que llegue el verano septentrional para poder lograr ciertas cosas. Tienen la oportunidad de lograr cosas positivas, lo que consideraré intensamente", sentencia Nash. En nuestra próxima nota de dos partes, presentamos los argumentos a favor que Steve Nash cambie de domicilio.

Steve NashMark L. Baer/US PresswireSteve Nash enfrenta la agencia libre en momentos en que está arraigado a Phoenix
NUEVA YORK -- El Valle del Sol, donde está localizada la ciudad de Phoenix, Arizona, es un lugar preferido de jubilación para personas que pasaron todas sus vidas en temperaturas frías. Miles de personas de edad avanzada se retiran a la temperatura generalmente templada y los calurosos pero secos veranos de esa región. Ese grupo de jubilados incluye un contingente canadiense, que visita la zona en el invierno y vive permanentemente allí.

Incluyan en este grupo, desde el punto de vista de un jugador de la NBA a Steve Nash y al estadounidense Grant Hill, dos de los cinco jugadores de mayor edad en la liga. Nash en particular, es agente libre el 1 de julio y tendrá que decidir si permanecer en Phoenix o firmar contrato con otro equipo. Esta nota en dos partes presentará las razones por las cuales permanecerá; la nota que acompaña a esta, también en dos partes, explora las razones tras una posible salida de los Suns.

Nash lleva 10 temporadas en dos estadías en Phoenix y ese tipo de continuidad agrada a cualquiera. Sus hijos residen en la región y están matriculados en escuelas del área de Phoenix. El sistema ofensivo y defensivo que usan los Suns se diseña alrededor de sus capacidades o incapacidades en ambos costados de la cancha. Las raíces de Nash en el desierto de Sonora son profundas.

Nash también genuinamente disfruta de la compañía de quienes lo acompañan en el plantel, lo que es infrecuente en la NBA. No hay rencillas, bandos, distracciones, agendas individuales. Nash valora esa dinámica.

Como si todo esto fuera poco, Nash, como muchos otros jugadores que han pasado por la dirección técnica de Alvin Gentry, estima mucho a su entrenador como técnico y como persona. La razón por la cual Grant Hill permaneció en Phoenix en gran parte se debió a la química ya mencionada y al respeto y cariño que le tiene a Gentry, quien lo entrenó en Detroit. Gentry es el tipo de entrenador que encara al jugador que no rinde si es necesario, pero que hace que la trituradora temporada de NBA sea entretenida. El sentido de humor de Gentry en el roce día a día podría no tener igual en la NBA.

Nash también padece de espondilosis o discopatía, un proceso donde se degeneran los discos entre las vértebras que amortiguan los movimientos de los huesos en el espinazo cuando la persona se desplaza verticalmente y lateralmente. Esta condición, también denominada enfermedad degenerativa del disco (EDD), es muy dolorosa y para un atleta, tiene el potencial de acortar su carrera.

El kinesiólogo Aaron Nelson de los Suns es considerado el gurú en su campo en la NBA. Al aplicar conceptos científicos y con una sed investigativa e innovadora insaciable, Nelson ha ideado una serie de ejercicios y rutinas que han limitado el impacto de lesiones en el equipo sobresalientemente.

Nelson mide todo, grabando el rendimiento físico de sus jugadores cuatro veces por semana y a veces cotidianamente, según Michael Schwartz detalla en el blog ValleyoftheSuns.com. Usa por ejemplo un goniómetro, para mediar la flexibilidad del dedo gordo del pie, el pie, el tobillo, las rodillas, las caderas, rotaciones internas y externas y la flexibilidad de los hombros.

Si un jugador se tuerce el tobillo derecho, Nelson atiende la parte afectada, pero asigna ejercicios para aumentar la fortaleza y estabilidad de los otros músculos que el jugador usará para compensar y minimizar la molestia al área afectada (en su costado izquierdo).

En la segunda parte de esta nota, detallamos el tratamiento de Nelson a Nash y cómo esto podría pesar en la decisión del estelar base armador ante la agencia libre.

Lamar Odom
Matthew Emmons/US PresswireLamar Odom abandonó de muy mala manera

NUEVA YORK -- Era cuestión de tiempo. Tarde o temprano, o Lamar Odom reaccionaría y elevaría su nivel a un facsímil razonable de lo que lo llevó a ser seleccionado Mejor reserva en la NBA en la temporada pasada, o los Dallas Mavericks cortarían por lo sano.

Odom ha vivido unos meses recientemente que quiere olvidar. En Julio de 2012, su primo de 24 años de edad, descrito por Lamar como su "persona favorita en el mundo" fue asesinado a balazos en New York. Dos días después, Odom era un pasajero en una camioneta que chocó contra una motocicleta en un accidente de tránsito. La moto salió disparada tras el choque e impactó al peatón Awsaf Alvi Islam, un joven de 15 años de edad, quien falleció al día siguiente como consecuencia del choque.

Odom se desmoronó. Dejó de comer, de acondicionarse físicamente. No tocó un balón. Dice Lamar: "Tuve que preguntarme: '¿Estoy dispuesto y capacitado a completar una temporada desgastante, donde me criticarán? ¿Seré capaz de sobreponerme mentalmente a los obstáculos que normalmente enfrento?'"

Consultó con los hermanos y hermanas de su primo: "¿Qué opinan? ¿Qué pensarían si me retirase? Todos le aconsejaron que regresase a su profesión. El 8 de diciembre, cae una bomba: los Lakers intentan traspasarlo a New Orleans a cambio de Chris Paul, pero el Comisionado David Stern rechaza el canje, como representante de los 'dueños' de los Hornets (el resto de la liga).

Odom y los Lakers difieren en cuanto a lo que aconteció en ese momento. El gerente general Mitch Kupchak dijo que Odom, por despecho, pidió un traspaso a otro equipo contendiente. Odom insiste que nunca exigió un traspaso. Tres días después, los Dallas Mavericks piensan que le han robado un baluarte a un rival del Oeste y envían una excepción de traspaso (capacidad bajo el tope) por Odom.

Como si toda la turbulencia emocional de la entre temporada y el traspaso fuera poco, en febrero, Odom recibe una dispensa de 10 días para atender a su padre enfermo. Ya se veía un desgano y una enajenación de parte del canastero, cada vez más y más clara. El 2 de marzo, el director técnico Rick Carlisle, tras enviar a Odom a recuperar su condición con la filial de Dallas de la liga de desarrollo, los Texas Legends, cambia de parecer y le pide que juegue con los Mavericks diezmados por lesiones con una advertencia: "se nos acaba la paciencia".

Daba pena verlo jugar. Odom rotaba defensivamente, pero siempre un poco tarde y sin un esfuerzo máximo. No disfrutaba lo que hacía, apenas sonreía. El 21 de marzo, ante los Lakers, anotó un punto, y suma un rebote y una asistencia y la afición de Dallas lo abuchea. "Es la primera vez que me abuchean en mi vida", destacó Odom tras el partido.

Dos días después, Dallas enfrentaba a San Antonio. Carlisle prefirió no usarlo. Por primera vez en sus 13 años en la NBA, Lamar Odom no juega un solo segundo de un partido para el cual estaba disponible.

El sábado 7 de abril, en el partido en Memphis ante los Grizzlies, el rendimiento de Odom y su lenguaje corporal provocó que el dueño Mark Cuban de los Mavericks le preguntase con gran frustración: "¿Estás con nosotros o no?", lo que Odom contestó "No juegues". Cuban respondió entonces: "Entonces quedas fuera."

La plática entre ambos fue airada durante el descanso y Odom llegó tarde al banquillo de los Mavs ya comenzado el tercer cuarto. Cuban había decidido que hasta aquí llegaban con Lamar.

"Intentamos colocarlo en posición de que triunfara. Ustedes fueron testigos, vieron lo que hicimos por él. No funcionó, no lo vi comprometido. Y ahí terminó. Puedes apreciar cuando un jugador no está enfocado y preparado a jugar. Este partido era importante para nuestro equipo y no estaba enchufado. Y si no brindas energía positiva, te conviertes en energía negativa", declaró Cuban.

Sólo podemos especular: ¿enfrenta Odom un período depresivo por todo que ha enfrentado en los últimos meses? ¿Le partió el corazón el que los Lakers lo hayan descartado? ¿Nunca se ajustó a su nuevo entorno? ¿Ha perdido el deseo de luchar, superarse y de triunfar?

Esa última interrogante es la que necesita Odom contestar, mientras más rápido, mejor. Los Mavericks no lo despidieron oficialmente, porque al retener sus derechos mantienen viva la opción de traspasarlo a otro equipo y recibir talento a cambio. Dallas también podría permitir que expire su contrato a fin de esta temporada sin recibir talento a cambio en un traspaso, para desalojar su salario de la nómina. Sencillamente lo colocan en la lista de desactivados, le pagan el resto (más de $700,000) de su salario y lo distancian del equipo.

Parece mentira pensar que los campeones defensores vean el deshacerse de un jugador con un historial tan polifacético como dejar atrás un lastre, una distracción. Lamar Odom se dio de baja y aunque muchos equipos interesen sus servicios la temporada entrante, sus directores técnicos y gerentes generales nunca confiarán del todo que este jugador recuperó su fuego competitivo.

LeBron JamesNoah Graham/NBAE/Getty ImagesEl libro "The Whore of Akron" hace catarsis sobre la controversial partida de LeBron James

NUEVA YORK - En la primera parte de esta reseñe del libro The Whore of Akron (La Prostituta de Akron - publicado por la editorial HarperCollins Publishers) escrito por Scott Raab, menciono el fanatismo del autor por los equipos deportivos de Cleveland, una ciudad que se acostumbra a fracasos en este campo y que no conoce un campeonato desde que los Browns en la NFL se coronaron en 1964.

En su obra, Raab revela anécdotas interesantes, como cuando James y el Heat jugaron su primer partido en el Quicken Loans Arena. Los agentes de seguridad usaban el código de "traidor" cuando hacían referencia a James en sus transmisores-receptores portátiles (walkie-talkies). Raab también tiene que comprar boletos para ver a James jugar en Miami (el equipo le niega la credencial de prensa por sus exabruptos por Twitter acerca de James) y se asombra que la gerencia del equipo insta a sus compradores de boletos que se 'aficionen' y promete premios a los que lleguen antes de comenzar el partido y permanezcan en el American Airlines Arena hasta la conclusión de la competencia. Como aficionado vitalicio de Cleveland, a Raab le da asco semejante flojera en la pasión deportiva en el sur de la Florida.

El autor también fustiga a ESPN, acusando a la empresa de alcahuetear a James y al Miami Heat, desde mucho antes que James decidiera transmitir "La Decisión" por las pantallas de la cadena.

Uno de los segmentos más entretenidos de la obra es una entrevista que Raab llevó a cabo con el comediante estadounidense Chris Rock. Los comediantes tienen que captar a esencia de una persona o situación en el crisol de su comedia y Rock además es amante del baloncesto.

"El dueño de los Cavs es un idiota", dice Rock con la típica falta de barniz neoyorquina. Fui a ver un partido de los Lakers y me preguntan durante la transmisión mi opinión acerca de LeBron y dije en televisión nacional que deberían traspasarlo. Aparte de Kevin Durant y Dwight Howard, pudieron traspasarlo por dos o tres otros jugadores en la liga. El día que terminó la temporada, me preguntaron de nuevo: '¿A dónde va LeBron?' Dije: 'sabremos en 24 horas si permanece en Cleveland porque si Pat Riley logra reunirse con él en una oficina, se acabó'."

Raab presenta el punto de vista del aficionado de Cleveland a Rock. 'Pensábamos que retornaría". Pero Rock lo interrumpe, sin misericordia: "¿Por qué pensabas que retornaría? Muchas personas se mudan de Cleveland a Miami cada maldito día. No se mudan de Miami a Cleveland".

Finalmente, Rock destila el proceso de agencia libre de James: "Si tuviese 25 años de edad, y soy soltero, aunque tengo que lidiar con la madre de mis hijos, ¿a dónde demonios iría? ¿Quién no anticipaba que se mudaría a Miami? Hermano, están en la playa, calzando sandalias en estos momentos".

Raab insiste que James porta un enorme tatuaje con la palabra LOYALTY (lealtad). Rock le pone los pies en la tierra: "Lealtad a sus amigos. Le rodean seis jóvenes de raza negra de 25 años de edad. ¿Dónde piensas que quieren vivir? En Miami".

Raab sospecha (mera especulación porque no muestra esfuerzo alguno por comprobarlo) que la componenda de Dwyane Wade, James y Chris Bosh en Miami se armó antes o durante el 2006, cuando CAA, la agencia que representa a los tres jugadores, optó por extender los contratos de novatos de cada uno de ellos por sólo tres temporadas. LeBron pudo haber optado por un acuerdo de seis o siete campañas. Gilbert luego le comenta a Rabb que ese fue su error; en 2006, debió haber forzado la decisión de LeBron y obligarlo a firmar un contrato a largo plazo o a abandonar por decisión propia a los Cavaliers.

El libro cierra con el recuento de las Finales de 2011 ante Dallas, donde en el tercer partido emerge el James pasivo, anti-protagonista. Con tres minutos por jugar en ese cotejo, le hace un pase a Mario Chalmers quien enfrentaba una doble marca. Miami pierde el balón y Wade comete falta enviando a Dallas a la línea de tiros libres. Wade comienza a llamarle la atención a James que debió ser actor y no reactor en la jugada previa.

En el cuarto partido, James encesta ocho puntos, fallando ocho de 11 intentos al aro y ni siquiera intentando un tiro en el último cuarto de un cotejo que Miami perdió a la postre por sólo tres puntos. La mañana del quinto partido, emergen informes de Stephen A. Smith y de Chris Broussard de ESPN de que James enfrenta situaciones de índole privada involucrando a una persona "que no es el jugador" según Smith. Smith añade que no revelará esos detalles, aún si pudiese confirmarlos porque "no tienen nada que ver con el deporte del baloncesto". Raab destaca la coincidencia de este tipo de rumor salaz con el que emergió cuando los Cavs perdieron el quinto partido ante Boston con un James desentendido.

En el sexto y último partido de las Finales de 2011, LeBron James anota nueve puntos en los primeros cinco minutos de juego (inicios prometedores) para luego anotar solo dos el resto de la primera mitad (desapariciones inexplicables). Anotó su primer punto de la segunda mitad con tres minutos por jugar en el tercer cuarto.

LeBron James escribirá su propia historia. Puede hacer trizas una reputación justificada o no de achicamiento en momentos definitorios con sus propias manos. Recordemos que otra etiqueta (la de blando e incapaz de guiar a su equipo al título) acompañaba siempre a Dirk Nowitzki, hasta que el dulce olor de un campeonato la esfumó.

El libro de Scott Raab es vulgar, entretenido y revelador, pero el lector debe mantener su guardia en alto en cuanto a lo que dice su autor, porque él mismo reconoce su falta de objetividad y rigor. Un cronista debe archivar estas impresiones y datos y evaluarlos en el contexto de la trayectoria del jugador.

LeBron James es un jugador extraordinario y legendario, pero con lagunas en su juego y personalidad que son notables.

LeBron JamesNoah Graham/NBAE/Getty ImagesEl libro "The Whore of Akron" hace catarsis sobre la controversial partida de LeBron James

NUEVA YORK --Al escuchar anécdota tras anécdota de parte de mi colega, el Coach Carlos Morales, acerca del libro The Whore of Akron (La Prostituta de Akron - publicado por la editorial HarperCollins Publishers) escrito por Scott Raab, decidí comprarme un ejemplar y leerlo.

Raab se presenta como un escritor general de la revista Esquire. Es oriundo de Cleveland y refleja los sufrimientos de la afición deportiva atribulada por una tradición de fracasos deportivos en la región. El autor porta el boleto de entrada al último campeonato ganado en esa ciudad, por los Cleveland Browns en la NFL, en diciembre de 1964, como evidencia de su presencia esa tarde y su legitimidad como experto en el campo del sufrimiento deportivo de esa zona.

Su libro es un ataque inmisericorde a LeBron James en general y a su decisión de abandonar a los Cavaliers en particular. Aunque lo rodea la parafernalia del periodismo (acceso, credenciales y notas a medios noticiosos), el mismo Raab no niega que él no encaja dentro de la disciplina y objetividad que requiere esa profesión.

Por eso hay que tomar sus diatribas contra James con escepticismo. Su comportamiento y declaraciones por Twitter contra el jugador han sido tan vulgares y agresivas, que el Miami Heat le negó un pase de prensa y acceso al vestuario del nuevo equipo de James. Es una precaución justificada, en mi opinión.

Su obra es una confesión de sus problemas personales, su pasión por una ciudad y un estilo de vida, y su odio por un atleta y figura pública. Su tono es directo, vulgar y por momentos muy cómico. Su comicidad, sin embargo, es tan chabacana, que no se puede compartir con amables lectores o con personas con las cuales no tengas la más confiable relación. Leer este libro te arranca carcajadas, que luego dan paso a un sentimiento de culpabilidad; no debería estar riéndome de esto.

Raab sin embargo, revela anécdotas e impresiones interesantes, que uno debe archivar para luego corroborar si la situación lo amerita. Raab se reúne con Dan Gilbert, dueño del equipo, durante la temporada 2009-10, preguntándole si Gilbert confía que James firmará una extensión de contrato con los Cavaliers.

Gilbert parecía optimista: "Nadie sabe. Pienso que lo hará. Cuento con el hecho que LeBron es el más inteligente de la cuadrilla que lo rodea. Leí acerca de cómo se deja influenciar por los que lo rodean, pero lo he podido conocer y creo que tomará su propia decisión".

En esa entrevista, Gilbert reacciona a las palabras de su entonces director técnico Mike Brown (hoy a cargo de Los Angeles Lakers) de que "LeBron me permite dirigirlo" con preocupación: "No me gusta escuchar esos comentarios".

Raab se enfoca en la debacle de los Cavaliers en los playoffs ante Boston Celtics en 2009. En el quinto partido, James sencillamente se esfumó, y sin su extraordinaria contribución, Cleveland no podía aspirar a mucho. Raab no valora comentarios salaces de posibles problemas personales de James, pero los trae a colación.

El autor explica los desfallecimientos de James en momentos definitorios de esta manera: "La explicación más sobresaliente y sana que puedo hallar del hecho de que el mejor jugador en la NBA tenga los tres peores partidos hasta ese momento en su carrera en una sola serie de playoff, proviene de una fuente que considero imparcial e intachable: no obstante su frecuente nivel brillante en postemporada, James siempre ha enfrentado problemas lidiando con la presión de las eliminatorias. A través de temporadas recientes, ha padecido, en los partidos que pesan, una gama de enfermedades no reveladas, incluyendo herpes zóster, espasmos musculares en la espalda e indigestión crónica, lo que preocupaba por mucho tiempo a los Cavaliers".

Reitero, antes de aceptar como hecho lo que dice Raab, tenemos que considerar la veracidad y objetividad del autor (altamente debatible) y su fe en una fuente anónima. Su observación será confirmada o rotundamente descartada por la trayectoria futura de James. Las Finales de la NBA en 2011, cuando James compitió junto al Miami Heat ante Dallas Mavericks, presentaron evidencia para confirmar este patrón de decaimiento de parte de James en los partidos más importantes, tras una gran actuación inicial.

En la segunda parte, presento anécdotas interesantes en el libro de Raab, cómo un comediante vio las cosas claras en todo momento y la repetición de un patrón en momentos cruciales.

Stan Van Gundy y Dwight HowardNoah Graham/NBAE/Getty ImagesStan Van Gundy lleva años escuchando que Dwight Howard está descontento con él
NUEVA YORK -- No se da todos los días, pero hay que recordar que Stan Van Gundy no es un cualquiera. Por más neurótico que lo percibamos, tiene una sensatez medular que finalmente lo lleva al punto donde quiere ir y donde puede funcionar óptimamente.

El Orlando Magic no es ese punto, aparenta concluir Van Gundy, quien el jueves en la práctica previo al partido ante New York Knicks, decidió emitir declaraciones que son el equivalente profesional de jalarle la silla a un jugador ofensivo en el poste bajo.

Van Gundy lleva años escuchando que su pívot estrella está descontento con él. Howard ha dicho en el pasado que se crió en un ambiente negativo y que sabe cómo lidiar con él, implicando que la manera de lidiar con el negativismo es separándose de éste. Pocos saben a ciencia cierta su verdadero pensar, y Howard ya es reconocido como una persona que, o cambia de parecer fácilmente, o quien dice una cosa en público y otra en privado.

Podríamos interpretar su deseo de ser traspasado a otro equipo, entonces como su deseo involuntario de descartar a un director técnico cuyo estilo detesta y a un gerente general cuya capacidad no respeta en lo absoluto. Esta especulación reza que Dwight idealmente no se querría ir de Orlando, pero las circunstancias (Van Gundy y Smith y una nómina tóxica que no permite cambios de personal inmediatos) lo obligan a hacerlo, contra de sus deseos de permanecer.

Tan pronto Howard cambió de opinión por enésima ocasión y optó por jugar la temporada 2012-13 con el Magic, comenzaron a circular rumores que parte del quid pro quo con Alex Martins, el Presidente y primer ejecutivo de operaciones del Magic, y superior directo a Smith, para que Howard ejerciese su opción, era que el jugador tendría la potestad de decidir si su actual director técnico y gerente general permanecerían con la organización al finalizar esta campaña.

Durante las últimas dos semanas, ese rumor no cesaba, pese a los esfuerzos de Van Gundy, Howard y la organización del Magic por sofocarlos. Aparentemente no cesaban, porque el rumor es cierto, según Van Gundy.

"Personas en nuestra gerencia me dijeron que era cierto. Vino desde arriba", declaró Van Gundy. "No me han dicho nada [acerca de un despido] ni tienen necesidad de hacerlo. Soy el técnico hasta ahora y lo seré hasta que decidan que no debo serlo".

Justo en ese momento en que Van Gundy compartía con un pelotón de periodistas boquiabiertos, se acerca el mismo Howard, quien escucha las últimas palabras de su técnico. Abrazando a Van Gundy con su brazo derecho, Howard preguntó: "Stan, ¿no nos preocupamos de eso, no es así?" Van Gundy respondió: "Es lo que acabo de decir. Tenemos que enfocarnos en ganar partidos".

El técnico y su estrella hablaron un poco acerca del partido ante los Knicks, cuando Van Gundy pidió permiso para retirarse. En ese momento, los periodistas abordan a Howard con la reciente declaración de su técnico. Howard escuchó lo último que dijo Stan, pero no lo primero. Cuando le leyeron las palabras de su técnico a Howard, el jugador pidió que citaran la fuente. Le insistieron que era Van Gundy, hace sólo momentos.

Howard entendió entonces lo que acababa de suceder y repitió su mensaje usual: "Lo único que nos concierne ahora es ganar un campeonato. Lo que suceda a fin de temporada está fuera de mi control. No soy el gerente general, no soy el dueño Rich DeVos. No soy el Presidente Alex Martins. Esa no es mi función. No le he dicho nada a nadie acerca de nada".

"Me desperté como lo hicieron ustedes ayer y ¿de repente quiero que despidan a Stan? ¿Qué gano si despiden a Stan con 12 partidos por jugar? ¿Quién nos dirigirá?"

Van Gundy se cansó de vivir una hipocresía, aún con 12 partidos por jugar. Sus palabras crean una dinámica que provoca y acerca su despido; algunos obervadores en Orlando piensan que se concretará en cuestión de horas, o días. Podría finalizar la temporada antes que lo despidan formalmente. Sus palabras crean unas condiciones de trabajo que provocarán algún tipo de cambio.

El técnico sabe que tendrá otras oportunidades de trabajo y que Orlando es el que perderá más si él tiene que abandonar su puesto involuntariamente. "Nadie tiene que irse a otro equipo si me despiden. No creo que eso preocupe a los jugadores. Nadie se va conmigo. En cuanto a que uno de los jugadores de más alto perfil exija que despidan a su técnico, será un tema de discusión&pero nadie debe preocuparse por mí", apunta Van Gundy, con despecho apreciable.

Añade Van Gundy: "Me irá bien. Si lo necesito, puedo hallar otro empleo. He ahorrado dinero, así que no tengo que ir a buscar un trabajo de inmediato. No debe existir preocupación alguna de lo que quiere Dwight ahora, honestamente. No se trata de eso".

Van Gundy le jaló la silla a Howard. Ahora es Howard y una desorganizada gerencia del Magic que nunca apoyó a un técnico capacitado ante los caprichos de la sensibilidad frágil de una estrella, los que tienen que lidiar con este desaguisado. Van Gundy cobrará el año restante de su contrato si lo despiden, y buscará otra plaza. Los Clippers y Trail Blazers evaluarían su incorporación, como mínimo, y ni hablar de equipos como Washington y Charlotte, que ya evalúan candidatos.

¿Qué técnico respetable querrá la plaza en Orlando con un petulante Howard como el capo dei capi? ¿Conseguirá Howard un técnico más capacitado que Van Gundy que sepa cómo exigirle sin herir sus sentimientos frágiles? Y si a la postre Howard exige traspaso a fin de temporada, cambiando de opinión una vez más, ¿no acabará el Orlando Magic sin la chicha ni la limoná?

El hara-kiri de Van Gundy lo libera de tener que soportar más ese cuchicheo.

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