¿Debería la MLB y la Asociación de Peloteros explorar la cuestión de que las bases puedan estar compuestas de mejores materiales?

Cal Ripken jugó cada partido de su equipo por más de 16 años, y uno de sus managers, Davey Johnson, reflexionó sobre cómo Ripken de alguna manera evitó lesiones graves a pesar de la gama de riesgos inherentes al juego: pelotazos en sus manos y muñecas, deslizamientos agresivos mientras defendía la segunda base. Y tal vez la amenaza más consistente a la racha de juegos, reflexionó Johnson en 1996, era el hábito de Ripken de delizarse en la primera base mientras corría por la línea a toda velocidad.

Si Ripken aterrizaba sobre la elevación de la base o en la parte posterior de la pierna del primera base, podía torcerse el tobillo, dijo Johnson, o romper su Aquiles, o recibir daño de alguna otra manera. Era la torpeza de los atletas de más de 200 libras corriendo a través de superficies planas cambiantes a lo que se refería Johnson.

Esto causa lesiones anualmente, con Bryce Harper el ejemplo más reciente y más prominente. En su esfuerzo por alcanzar un hit, se abalanzó a la primera base, y en condiciones húmedas, su pie se deslizó a través de la almohadilla, su rodilla se hiperextendió y luego se dobló. Por tal razón tuvo que ser ayudado a salir del campo. A principios de esta temporada, los Nacionales perdieron por todo el año a Adam Eaton por una lesión de rodilla y tobillo en una jugada parecida en la primera base; de manera similar, Mike Trout salió herido al deslizarse de manos en la segunda base, desgarrándose su pulgar.

Una pregunta que valdría la pena para MLB y el sindicato explorar: En tiempos de tecnología avanzada, ¿podría existir una composición mejor y más segura para las bases, especialmente la del primer cojín?

Es una pregunta tan simple y tan natural como si hay una máscara facial mejor para los receptores, o un mejor casco para los bateadores.

Algunos entrenadores han notado en los últimos años que las bases son más rígidas de lo que solían ser. Algunos equipos intercambian las bases durante el transcurso de la acción del juego y venden las viejas como ya utilizadas en el juego, quizás contribuyendo a que la flexibilidad de las mismas no disminuya.

¿Es real o es una percepción? Es difícil decirlo sin más examen.

La composición de las bases ha cambiado a través de los años, de los tipos más suaves que Ty Cobb usó para deslizarse al modelo que Rickey Henderson alzó después de romper el récord de Cobb de bases robadas -aparentemente más plano que las bases de hoy.

¿Podría encontrarse una superficie mejor en la parte superior de la base, que sea menos resbaladiza para evitar lo que le ocurrió a Harper en la noche del sábado? ¿Sería beneficioso si las bases fueran más planas y más bajas? ¿Se podría utilizar la electrónica de alguna manera, para reducir la necesidad de una base elevada? ¿Hay algo que podría mejorarse?

Estas son todas las preguntas que vale la pena explorar.

Cuando MLB presionó por un cambio en las reglas de colisión del receptor, esto alteró la forma en que se juega el béisbol, en nombre de la seguridad (protegiendo al mismo tiempo las inversiones financieras de los equipos en sus jugadores). Lo mismo ocurrió cuando se establecieron las nuevas reglas para proteger a los defensores de la intermedia (segunda y campocorto); ahora los jugadores realizan el doble play sin el temor de ser barridos por un corredor que se aproxima.

Pero simplemente alterar la composición de las bases no puede afectar la forma en que se juega el béisbol , y podría ayudar a mantener a jugadores como Eaton, Trout y Bryce Harper en el campo.

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¿Es este el mejor Bryce Harper que hemos visto?

FECHA
27/04
2017
por Buster Olney | Escritor Senior de ESPN.com
Scott Cunningham/Getty ImagesBryce Harper ha vuelto a tomar sus prácticas de bateo al aire libre esta temporada, luego que en 2016 las tomara casi exclusivamente en interiores.
Bryce Harper tomó sus prácticas de bateo en interiores la pasada temporada, y la explicación para ello hacía mucho sentido. Habían cosas que él quería lograr en cada sesión, cosas que él sentía que necesitaba cumplir, y cuando llevaba a cabo esas prácticas fuera del terreno, todas las distracciones quedaban bloqueadas.

Encerrado en la jaula debajo de las gradas, no hay fanáticos gritándote - a favor o en contra. La reacción que se genera cada vez que lanzas una pelota hacia las gradas queda eliminada, lo que elimina la posibilidad de sentirte tentado a jugar para ellos. No hay reporteros que puedan interceptarte en esa área, ya que está restringido el acceso. Estás solo tú, tu coach de bateo y la tarea en tus manos; estás solo tú y tu trabajo.

Y quizás es menos divertido. Antes que los Nacionales de Washington terminaran su serie de fin de semana ante los Mets de Nueva York el domingo, Harper se encontraba entre sus compañeros tomando sus prácticas de bateo al aire libre, en el terreno. Eso es algo que ha estado haciendo este año.

"Quizás es porque se siente mejor", dijo un compañero especulando sobre el asunto con una mueca en su rostro.

Harper debe sentirse mejor - debe sentirse grandioso - porque los números sugieren que la versión del toletero en el 2017 es posible que sea el mejor Bryce Harper que hayamos visto - incluso quizás mejor que lo que vimos de él en el 2015, cuando ganó el JMV de la Liga Nacional.

El promedio de bateo de Harper está en .432, su porcentaje de embasamiento es de .548. Tiene 26 anotadas, 22 remolcadas y siete cuadrangulares en los primeros 21 juegos de Washington.

Pero si miramos más profundo dentro de sus estadísticas, los números nos sorprenden aún más.

Su tasa de abanicadas a lanzamientos fuera de la zona de strike es de 23.9 por ciento, de acuerdo con FanGraphs, la más baja y la mejor de su carrera.

La tasa de abanicadas y falladas está en 8.0 por ciento, la más baja y la mejor de su carrera.

Su tasa de contacto en pitcheos en la zona de strikes está en 92.1 por ciento, la más alta y la mejor de su carrera.

Adam Eaton es nuevo en el roster de los Nacionales este año, y como explicó en esta entrevista el domingo, Harper está tan bien preparado y ahora armado con suficiente experiencia que Eaton cree que el toletero sabe lo que el lanzador va a tirarle en su siguiente pitcheo - y cuando la pelota está en la zona de strike, Harper no está fallando el pitcheo.

Los números reflejan esto. Las tasas de contacto de Harper reflejan esto. Sus tasas de extrabases y de boletos a ponches temprano en esta temporada son sorprendentes para un bateador de poder.

El año pasado, Joey Votto se ubicó entre los mejores jugadores ofensivos en el béisbol, y logró 65 extrabases, 108 boletos y 120 ponches. David Ortiz, terminó su carrera con posiblemente su mejor temporada, logró 87 extrabases, 80 boletos y 86 ponches. Freddie Freeman lideró la Liga Nacional con 83 extrabases, 89 boletos y 171 ponches.

Hasta ahora en esta temporada, Harper tiene 15 extrabases, 19 boletos y 14 ponches. Para poner esto en perspectiva: Harper batea a un ritmo que lo podría llevar a terminar con 116 extrabases, 147 ponches y 108 ponches.

Las observaciones de Eaton son similares a lo que otros jugadores decían sobre Barry Bonds: A través de su lenguaje corporal, se podía saber cuál pitcheo Bonds había anticipado, y él veía la pelota tan bien que incluso antes que llegara a la zona del plato, su cuerpo se relajaba.

Por supuesto, Harper caerá en una mala racha, algo que le pasa a todos los bateadores, y su ritmo de producción será más lento. La temporada pasada, Harper tenía 15 extrabases, 17 boletos y 13 ponches en abril, antes que su producción comenzara a descender y terminara la temporada con 46 extrabases, 108 boletos y 117 ponches.

Pero algunos compañeros sienten que Harper ha logrado recopilar algunas lecciones de sus problemas en el 2016 que logrará aplicar, como hacen todos los grandes bateadores. La perspectiva puede ser muy útil.

Hace algunos años, el ex jardinero de los Filis Shane Victorino contó la historia de las prácticas de bateo en interiores en la temporada baja con un Harper mucho más joven. Era el mes de enero, varias semanas antes del primer pitcheo de la temporada, y Harper estaba totalmente enfocado en su trabajo, según recuerda Victorino, algo que es un elogio para Victorino, quien se distingue por hablar sumamente rápido, a un ritmo de 3,000 palabras por minuto.

Según Victorino observaba en las afueras de la jaula, Harper hacía swings viciosos en cada lanzamiento, llevando la pelota con fuerza hacia las redes protectoras. Basado en la trayectoria de cada línea bateada, Harper gritaba lo que se proyectaba que sería cada batazo: ¡Doble! ¡Sencillo! ¡Jonrón!

Eso fue en prácticas de bateo. En interiores. En enero.

Cuando finalizó la sesión, Victorino le dijo a Harper que debía tomas las cosas con un poco de más calma. La temporada de béisbol es larga, y el trabajo de las prácticas de bateo puede parecer interminable, especialmente si haces que sea de esa forma. Puede ser algo sin alegría, especialmente si eres un perfeccionista y el único resultado aceptable es la grandeza, y la rutina puede terminar tragándote por completo.

En 2017, Harper ha vuelto a salir al exterior, sintiéndose mejor, y bateando más que nunca.

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