David Faitelson
ESPN

El mismo domingo, dos de los más famosos y poderosos clubes del futbol inglés y mundial fueron goleados, exhibidos y humillados. El Manchester United 1-6 Tottenham y el Aston Villa 7-2 Liverpool sólo se explica a partir de la época de incertidumbre que vive la humanidad y por ende los futbolistas. Hoy, se juega con miedo y con reserva, perseguidos por un virus que amenaza con los más preciado de la vida. Yo no les llamaría “accidentes” y sí, “incidentes”, producto de tiempos donde el jugador, que depende enteramente de su salud física y mental, por más profesional que sea, trata de sobrevivir -como todos los demás-. La pandemia ha generado incertidumbre en la cancha y dos o tres marcadores que son irreales para este juego llamado futbol…

SAN DIEGO, California -- Un viento frio, una tenue lluvia y un par de históricas goleadas han terminado por llevarse el sutil verano inglés. El domingo 4 de octubre del año 2020 quedará inscrito en la historia del futbol de la isla: el Manchester United y el Liverpool, dos orgullos del futbol británico y dos de los clubes más poderosos de la industria del juego, fueron expuestos “violentamente” en la cancha de juego. Fueron goleados y humillados.

Todo hace indicar que fue tan solo un 'accidente'. Eso al menos quería revelar la sonrisa irónica -nerviosa- de Jurguen Klopp, el entrenador del campeón inglés, el Liverpool, que caía estrepitosamente en la cancha del Aston Villa por 7 goles a 2. Y de ahí, al semblante serio del noruego Ole Gunnar Solskjaer cuando su Manchester United se desmoronaba en el Old Trafford ante el Tottenham por 6 goles a 1. Más allá del crédito que merecen tanto el Aston Villa como el Tottenham de Mourinho, hay algo irreal en los resultados de la jornada inglesa y la única explicación posible obedece a la distracción que genera la época que afronta la humanidad.

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EFELos Spurs no encontraron resistencia por parte de los Red Devils.

Después de todo, el futbolista es un ser humano que sufre igual que cualquiera de nosotros, pero que, además, depende totalmente de su físico para hacer el trabajo. Luego y siempre, está la salud mental. Lo que ve y escucha a su alrededor termina, irremediablemente, afectándole. Está viviendo -como para cualquiera de nosotros- un mundo ilusorio. El Liverpool, campeón de la Champions en el 2019 y monarca inglés con impresionante paso en la liga anterior, ha ido al Villa Park con tres bajas sensibles por temas del Covid-19 -el español Thiago Alcantara, recientemente adquirido del Bayern Munich, no estaba el senegalés Sadio Mané, el último infectado y tampoco el portero brasileño Alisson-. Ello, más el juego frontal del Aston Villa -un club de 145 años de historia y que levantó la Copa de Europa en 1982, con aquel equipo de Withe y Cowans que hizo el milagro de vencer en Rotterdam al Bayern Munich de Rummenigge, Hoeness y Breitner- terminaron con un marcador de escándalo para uno equipo que no puede permitirse, de ninguna forma, esa clase de humillaciones.

En Manchester, todo pareció venirse abajo a partir del minuto 27, cuando en un simple forcejeo dentro del área antes de un tiro de esquina, Martial termina agrediendo a Lamela. El árbitro decide la expulsión del francés y ya con ventaja de 2-1 en el marcador, el Tottenham supo acomodarse en la cancha y contragolpear a placer, aprovechando y exponiendo la gran debilidad de la zaga roja. El United ha sufrido una de sus más dolorosas derrotas en la historia. Fue la mayor derrota desde el 6-1 ante el Manchester City en el 2011.

Getty ImagesVan Dijk en la derrota de Liverpool ante Aston Villa.

A las debacles estrepitosas del Liverpool y del Manchester United, habrá que agregar lo que sucedió hace algunas semanas, en la fase de los cuartos de final de la Champions Legaue, cuando el Barcelona se llevó una indecorosa derrota de 8 goles a 2 ante el Bayern Munich. Otro club de la clase más poderosa y privilegiada de Europa y del mundo siendo sacudido y sometido a la vergüenza y el escandalo.

Esos resultados no son normales en el futbol. Un equipo 'grande, cualquiera, puede tener un “mal día”, pero no perderse hasta el grado de olvidar que sus colores y su historia no pueden mancillarse de tal forma. Creo, insisto, que la explicación más coherente debe estar puntualizada en la pandemia, en los contagios, en el miedo físico y mental que ha generado en el futbolista. Vivimos una época donde el ser humano intenta sobrevivir y cuando entra en pánico, cualquier escenario es posible a su alrededor. Más que “accidentes”, las goleadas al Manchester United, al Liverpool y al Barcelona, han sido “incidentes” de los tiempos que afronta la humanidad. Mientras tanto, que “Dios salve a la Reina…”.

@Faitelson_ESPN

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