Ginóbili

FECHA
24/08
2008
por Eduardo Alperín
BUENOS AIRES -- Nadie puede dudar de cuánto puso el argentino Emanuel Ginóbili para poder jugar el torneo de básquetbol de Beijing 2008. La lesión en su tobillo previa a los Juegos no sólo preocupaba a él, sino que dejaba sin dormir a todos los argentinos. Siguió un tratamiento y tanto los médicos de San Antonio Spurs como el del seleccionado argentino consideraron que estaba en condiciones de jugar y le dieron luz verde a su participación.


Lo que resta de Beijing 2008

Iban 6m21 de la semifinal ante Estados Unidos. Ver a Manu tendido en el piso, contra los carteles de publicidad, tomándose un tobillo y maldiciendo con dolor, fue muy fuerte. Un simple salto, una mala caída y una leve torcedura desbarataron un trabajo de recuperación física que insumió muchas horas de sacrificio y enorme paciencia durante casi un mes y medio.

Después de la caída, el bahiense hizo un gesto de que no podía seguir jugando, se fue al banco de suplentes, estuvo allí unos minutos y se retiró con mucha bronca, rompiendo una cinta que indicaba el camino a los vestuarios. Y no se lo volvió a ver, porque estaba inmovilizado en el camarín y debió seguir el encuentro por una pantalla de televisión.

"La torcedura agravó el estado del ligamento tibio peroneo engrosado e hizo recrudecer el dolor por la tendinitis del flexor del tobillo izquierdo", explicó el doctor Diego Grippo, a cargo de la parte médica del plantel argentino.

El resentimiento de la lesión contrarió a los aficionados de San Antonio. El foro del sitio de Internet del diario San Antonio Express, fue receptáculo de su malestar. "¿No era que estaba recuperado?", se preguntaron, escépticos sobre la veracidad del testimonio del bahiense acerca del buen estado de su tobillo, y preocupados por la posibilidad de no poder contar con Manu en el comienzo de la pretemporada de la NBA y hasta quizás en el inicio del certamen mismo.

Pero el más duro fue el columnista Buck Harvey, del citado periódico: "San Antonio no tenía opción a dejar que Ginóbili hiciera lo que no debería haber hecho", escribió Harvey y agregó: "Los médicos de la Argentina deberían haberlo detenido".

El periodista recordó: "El tobillo molestó a Ginóbili en su año de debut (2002-2003), tras el Mundial de Indianápolis, y seguramente lo hizo en la última temporada. Podría haber costado un campeonato para Spurs, también. Dado eso, él les debía un descanso a sus empleadores. Hay cierta lealtad que proviene de un ingreso de 10.000.000 de dólares anuales".

Manú arriesgo mucho en esta oportunidad. Su cuerpo, su futuro y la relación con su equipo, porque regresó a su país para recuperarse, desoyendo los consejos en contra de esa decisión por parte de San Antonio Spurs, que también le pidió que dejase de lado los Juegos.

Esta vez su buena estrella no lo acompañó a quien ante todo se mantuvo fiel a sus principios y sentimientos. Como dice el refrán: "El hombre propone y Dios dispone". Ahora, Ginóbili deberá enfrentar las consecuencias, en un final ingrato para sus tan ansiados Juegos.

BUENOS AIRES -- Beijing 2008 se aproxima a su fin y me deja una impresión muy particular observando hechos del pasado. En mi primera asistencia en Montreal 1976, el boxeo estadounidense amateur presentaba un cartel rutilante de futuras figuras profesionales.

Recuerdo a Ray Leonard, a los hermanos Michael y Leonard Spinks, a Howard Davis. En la actualidad, de aquel boxeo no queda nada, a tal punto que esta vez no tuvo representantes en las finales.


Beijing: Joserra, Guevara y Faitelson analizan eventos del día 14

A los 13 años la gimnasta rumana Nadia Comaneci tuvo su primer éxito importante: ganó tres medallas de oro y una de plata en el Campeonato Europeo de Gimnasia en Skien. Y no había cumplido 15 años cuando se consagró en Montreal.

Hoy, el Comité Olímpico Internacional (COI) solicitó a la Federación Internacional de Gimnasia que investigue la edad de las gimnastas del equipo chino femenino ganador del oro, por las crecientes sospechas de que algunas están por debajo de la edad mínima exigida.

La edad mínima de las gimnastas para poder competir es de 16 años, pero los insistentes rumores que apuntan a que He Kexin, Jiang Yuyuan y Jang Yilin no tienen más de 14 han obligado al COI a solicitar una investigación

Como ve todo cambia con el tiempo. Si un fenómeno como Nadia Comaneci apareciera en estos tiempos no podría brillar como aquella Nadia, que se asemejaba a una gaviota posándose sobre el mar, al concluir cada ejercicio.

Admito el desconociendo de esta nueva reglamentación y ahora se la causa de lo poco atractivo que me resultaba la gimnasia artística de estos Juegos. Claro, la agilidad y la gracia de las niñas se habían esfumado.

Tomando nota de lo sucedido en la Ceremonia Inaugural, con sus trucos tecnológicos, como el de la falsificación, consistente en la creación mediante gráficos de un ordenador de algunos de los fuegos de artificio, para que pudieran verse como si fuesen reales y en vivo a través de la televisión, podría ser que estemos transitando los primeros pasos del camino de los Juegos Olímpicos virtuales.

Parece una locura. Hasta yo me doy cuenta de lo que digo es una locura. Asistí a tantos cambios en la forma de practicar en la mayoría de deportes, con el fin de hacerlo televisivos. Asistí a tantos países variar de denominación. Asistí a tantos cambios de nacionalidad por dinero. Todo unido se me transformó en el carnaval olímpico.

Entonces, no debe extrañar que presienta que el reino de los Señores de los Anillos, lo de los bolsillos llenos de dinero, este tramando, en procura de mayores ganancias, los Juegos Olímpicos virtuales. En este momento es una ficción, con el tiempo...

BUENOS AIRES -- Madrugada fría de invierno del jueves 21 de agosto de 2008 en la Argentina. Estoy con la mirada clavada en la pantalla de la televisión. Tarde lluviosa de verano en las aguas de Qingdao, China.

Mis compatriotas Carlos Espínola y Santiago Lange se funden en un abrazo al cruzar la llegada de la Clase Tornado de yachting. Santi levanta la bandera celeste y blanca festejando una durísima medalla de bronce. A miles de kiilómetros me unen demasiados sucesos vividos junto a ellos.


Espinola y Lange hablan de la medalla de bronce

Y esos sucesos danzaban alrededor de mi mente. Agosto de 1991. Carlos Mauricio Espínola tenía 20 años, acababa de ser segundo y su hermana María Inés finalizaba tercera en la Clase Mistral, en las cálidas aguas cubanas, escenario de vela de los Juegos Panamericanos.

A Santiago Lange lo conocí en Seúl 1988, cuando fue noveno en la Clase Soling. Tenía 27 años, ya era arquitecto naval recibido en la Universidad de Southampton, en Inglaterra. Pronto supe que ante la falta de apoyo en la Argentina había emigrado a España, donde contaba con el sostén económico de la Federación de Vela de ese país.

Un día de 1993, lo encontré en el amarradero del Olivos Yacht Club. "Regresé cuando estaba a punto de representar a un país europeo en Atlanta 1996, porque un auspiciante me ofreció lo necesario para costear la totalidad de la preparación y resolví".

En Atlanta fue noveno en la Clase Laser. En Atlanta Camau Espínola, que había debutado en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, ganó su primera medalla plateada en Mistral. Compartieron Sydney 2000. Camau festejando su segunda plata en Mistral y Santiago, con Mariano Parada, décimo en la Clase Tornado.

Allí fue cuando Espínola, con 29 años, tomó la decisión de dejar la Mistral ante el avance de la juventud y se unió a Santiago Lange para probar suerte en la Clase Tornado. Llegó la consagración en Atenas 2004, con una medalla de bronce. Ese año, también consiguieron el campeonato del mundo.

Con la vista puesta en Beijing, hubo una preparación acorde con el nivel de la embarcación argentina. Cuando hace un año conocieron el lugar de competición, decidieron alquilar un departamento en Qingdao, donde se alojaron durante todos estos días. También, el meteorólogo con el que cuentan hizo un análisis de los vientos en Qingdao de los últimos 20 años para tener nociones de cómo era el mes de agosto en esa ciudad.

Las condiciones fueron muy distintas a las esperadas y hasta sufrieron un vuelco. Necesitaron de todo el profesionalismo y el talento para poderse subirse al podio, sufriendo hasta el último día. Lange y Camau gozaron de esta presea de bronce como si hubiese sido de oro y así lo expresaron: "Debido a todos los problemas, cualquier medalla iba a estar bien para nosotros".

Salud desde aquí fanáticos de la navegación a vela. Saben que mi corazón late junto al de ustedes. Salud inquebrantables luchadores. Presiento sus pensamientos: "Comencemos a encarar Londres 2012". Salud, locos del yachting.

BUENOS AIRES -- Las páginas del libro de los Juegos de Beijing 2008 se van acabando y uno junta tantos datos que termina intentando de evitar el camino de la incineración de muchos de ellos.

Por ejemplo, el caso de Bahrein lo comentamos en agosto y su importación de atletas le dio su primer fruto en manos del marroquí nacionalizado Rashid Ramzi, ganador de los 1.500 metros. "Este es un momento de gloria para Bahrein. Nunca habíamos ganado una medalla olímpica y ya contamos con una", contó exultante el presidente de la Asociación de Atletismo de ese pequeño país, Shaikh Mohammed bin Talal Al Khalifa, el ideólogo de aprovechar el poder del dinero para la gloria olímpica de su país petrolero.


Beijing 2008: Joserra y Faitelson resumen el día 12

O el del bielorruso Andrei Aramnau, medalla de oro en la categoría de -105 kilos de halterofilia y lo hizo después de batir tres récords del mundo. El actual campeón del mundo levantó 436 kilos totales, 200 en arranque y 236 en dos tiempos. Las tres son nuevas plusmarcas universales de la categoría.

Tampoco podíamos pasar por alto hoy el brillo de los latinoamericanos en taekwondo, encabezado por el oro del mexicano Guillermo Pérez, de 28 años. A Pérez le representó un duro camino poder llegar a Beijing y, por eso, ese oro asume mayor valor.

Tuvo dos años de altibajos deportivos, ya que fue subcampeón del Mundial de China 2007. pero el mismo año fue eliminado del equipo que acudió a los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro.

Después de quedar fuera de esos Juegos, Pérez fue sacado del equipo que acudió a Manchester para buscar lugares olímpicos y en el que sólo lo lograron María Espinoza e Idulio Islas.

El nuevo campeón olímpico se clasificó para Beijing en un torneo en Cali (Colombia), el cual ha tenido que ratificar en un selectivo celebrado entre competidores mexicanos a mediados de este año. Al fin, después de no desanimarse ante tantos contratiempos tuvo la mejor de las recompensas.

Nacido hace 28 años en Uruapan, estado de Michoacán, Pérez venció al dominicano Mercedes por el criterio de superioridad luego de empatar 1-1 en los tres episodios oficiales además de que no marcaron en el capítulo extra en la final de -58 kilos.

Yulis Gabriel Mercedes, con esa plata, le dio la primera presea a la República Dominicana en estos Juegos. Gabriel, también tiene 28 años, fue sexto en Atenas 2004, es casado y es padre de dos hijos que ya practican taekwondo.

Por último, la luchadora Dalia Contreras, de 24 años, que hace cuatro años fue octava en Atenas, logró el bronce en la categoría de -49 kilos, y le otorgó a Venezuela la primera medalla en Beijing 2008, la undécima en la historia de su país.

Entremezclados, son datos dignos de tenerse en cuenta.

BUENOS AIRES --El doping es una trampa en busca de mejorar el rendimiento de un deportista. La utilización de una raqueta antirreglamentaria en el tenis, palos y pelotas no aprobados en el golf es una trampa lo que significa a la vez es un doping porque mejora el rendimiento de un deportista. Por lo tanto, trampa y doping van de la mano.


Michael Phelps habla sobre sus ocho medallas de oro

En todos los Juegos Olímpicos no deje de ver, por lo menos un día, el tenis de mesa. Un espectáculo impresionante de velocidad, destreza y reacción.

Son rarísimos los casos de dopaje en el tenis de mesa, un deporte que requiere más maña que fuerza. Pero sí hay trampa, o sea doping. Las palas de tenis de mesa se componen de una madera y dos gomas. Es práctica rutinaria en los jugadores de élite despegar las gomas, aplicarles pegamento y volverlas a pegar. Hasta una vez por partido.

¿Por qué? Así la pala es más rápida (hasta un 40%), la bola sale más fuerte (a cambio de perder algo de control) y los golpes son más efectivos. Pero no todos los pegamentos valen, deben estar autorizados por la Federación Internacional (ITTF).

En las grandes competiciones de tenis de mesa se realizan controles del pegamento de las raquetas. Se introduce una pequeña aguja a través de la goma y se toma una muestra del pegamento, para ser analizada. En Beijing se están realizando ese tipo de pruebas.

El español Federico Lineros es el juez encargado del control de las raquetas en estos Juegos. Este sevillano de 42 años, que forma parte del Comité Internacional de Tenis de Mesa, ha acudido a todos los campeonatos del mundo desde 2003. Federico era un jugador aficionado que comenzó a interesarse por el material utilizado en las palas.

Para llegar a su posición actual, ha tenido que superar bastantes exámenes oficiales y hacerse un nombre lidiando en plazas de segunda. "Los controles efectuados todos demostraron la utilización del pegamento adecuado", comentó cuando le preguntaron de los controles efectuados hasta el momento.

Vaya hombre con la sorpresa que me encontré al enterarme lo del pegamento. Que había dopaje, porque significa lo mismo que trampa, en el tenis de mesa. Quién lo hubiera dicho

BUENOS AIRES -- Cuando pase el tiempo, al hablar de los Juegos Olímpicos de Beijing surgirá siempre el nombre de Michael Phelps y del maravilloso Cubo de Agua. Lógico. Lo concretado por el estadounidense fue de una dimensión tan enorme que su potente luz encandiló con sus detalles al resto de lo sucedido en una excepcional competencia olímpica con 25 récords mundiales.


Todo el mundo habla de la hazaña de Michael Phelps

Phelps superó siete de esas marcas, cuatro individuales y tres de postas. Por su parte, la australiana Stephanie Rice mejoró cuatro, dos individuales y dos de postas. Rice fue una de las participantes sobresalientes, como lo fue Kirsty Coventry, de Zimbabwe, en un Cubo de Agua donde abundaron las grandes figuras.

Al mencionar figuras, quien siguió todas las jornadas no puede dejar de pensar en que hoy estaríamos hablando loas del húngaro Laszlo Cseh, que terminó cubierto de medallas de plata persiguiendo al monstruo de Michael Phelps. Como también le sucedió a Ryan Lochte, compañero del Titán de Baltimore.

Pero en ese escenario, sucedió otro hecho de enorme valor que pasó casi inadvertido, porque, al verificar las estadísticas, hallé que la estadounidense Dara Torres, con sus segundos puestos, se había convertido en la nadadora con mayor cantidad de medallas olímpicas y ocupaba el séptimo lugar entre todos los deportistas.

Ese ranking lo encabeza la gimnasta soviética Larissa Latynina, con 18 preseas (9 de oro, 5 de plata y 4 de bronce), seguida por Phelps, con 16 (14 de oro y dos de bronce) y el nadador soviético Nikolai Andrianov, con 15 (7 de oro, 5 de plata y 3 de bronce), mientras que Torres tiene 12 (4 de oro, 4 de plata y 4 de bronce).

A los 41 años, Dara se convirtió, además, en la de mayor edad en subir al podio en este deporte acuático. Ella llegó a Beijing en lo que eran sus quintos Juegos, con un bagaje de 9 nueve medallas (4 oros, 1 plata y 4 bronces). Conseguidas en Los Angeles 1984, Seúl 1988, Barcelona 1992 y Sydney 2000.

Ahora, ganó plata en tres ocasiones. Dos, como último relevo en las postas 4 por 100, libres, y 4 por 100, cuatro estilos. La otra, en los 50, libres. La alemana Britta Steffen la superó por una centésima de segundo y en el podio se le caían las lágrimas, pensando en su despedida, mientras que en el tercer escalón la australiana Cate Campell, de 16 años, sonreía pensado en su futuro.

Un periodista se acercó a Dara y trató de consolarla. La señora, madre de una hija de 20 meses, le respondió con su característico humor: "Lloraba pesando en el centésimo de segundo que me separó del oro y que tal vez no debería de haberme cortado las uñas anoche".

BUENOS AIRES -- En Atlanta 1996, estuve con el ecuatoriano Jefferson Leonardo Pérez Quezada, nacido en Cuenca, cuando ganó el oro en los 20km de marcha, a los 22 años. Conversando con él, advertí a un ser humano pleno de sentimientos patrióticos y de amor a los humildes, carentes de dinero como su familia. Advertí también el espíritu de sacrificio de un luchador en procura de crecer y un corazón de oro, dentro de ese pequeño cuerpo de 1,65 metros y 60 kilos, dispuesto a ayudar a los necesitados.


Beijing 2008: Plata para el ecuatoriano Jefferson Pérez

Volví a compartir su compañía en Sydney y Atenas, donde finalizó en el cuarto lugar. Ya era campeón mundial y récordman mundial. Pero no me hablaba de sus progresos en esa especialidad tan singular, sino de las necesidades del pueblo ecuatoriano.

Me emocione cuando ingresó segundo en el Nido de Pájaro en Beijing y cubrirse con la bandera de su país como aquella vez en Atlanta. Después leí sus declaraciones. "Creo que ahora sí puedo decir gracias a Ecuador por todo el apoyo. Tuve la suerte de subirme al podio hace doce años, pasaron doce años y la vida es igual, a veces no cambian tus cosas en un año, a veces no cambian en dos o tres años; para cumplir tus sueños necesitas trabajar muchos años y entonces logras la meta ansiada".

Le preguntaron de los 14 segundos que lo separó del ruso Valeriy Borchin y surgió el Jefferson que yo conocía: "Di todo cuanto tenía. Me ganó muy bien, porque tiene 21 años, apoyado por un país que tiene récords del mundo, un millar de medallas olímpicas y y un presupuesto de diez millones de dólares al año; yo tengo un corazón gigantesco de 13 millones de ecuatorianos y ese es todo el presupuesto que me permitió llegar a esta medalla de plata".

Y no finalizó allí, pues agregó: "No sé si aún en mi Ecuador es ésta la bandera; no sé si aún en mi Ecuador es éste el escudo. Como ahora andamos con nueva Asamblea cambiando todo. A lo mejor no queremos que nos cambien la cabeza y nos confisquen la lengua".

Las portadas de los medios periodísticos ecuatorianos estuvieron dedicadas a él. "Jefferson, leyenda de oro y plata" y "Adiós con todos los honores". Inclusive el El presidente Rafael Correa aseguró: "Pérez destrozó el estigma del derrotismo y demostró, una vez, más, que los ecuatorianos somos capaces hacer lo que nos proponemos".

Personalmente, Jefferson Leonardo Pérez Quezada continúa siendo un ser humano excepcional, a quien los amantes del atletismo vamos a extrañar.

BUENOS AIRES -- A los argentinos les gusta opinar de cualquier tema. Tomando el desayuno en un bar al que concurren españoles, me entretuve escuchando a un grupo. "Debemos saludar a Michael Phelps como el mejor deportista olímpico de la historia en atención a los éxitos conseguidos", dijo uno. "Sobre esto debemos abrir un debate", contestó otro.


Beijing 2008: Joserra y Faitelson analizan el día 7

De inmediato surgieron los interrogantes. ¿Pueden juzgarse superiores unos méritos a otros? ¿Tiene ventaja Phelps, que participa en un deporte con muchas modalidades, sobre otros deportistas que apenas pueden competir en una o dos? ¿Es intrínsecamente superior lo hecho por Phelps ahora a lo que hicieron en su época otros atletas?

Un tal Pedro dio fin a la batería de preguntas y a las alocadas respuestas: "Reconozco que Phelps es un grandísimo campeón, pero no sabría decir si es superior o no a otros, porque no se nada de deportes" Los detractores no se conformaron. "Para mí esta dopado", dijo un gordo, mientras deglutía su sexta medialuna. Entonces, surgió un tal Rubén, que aparentemente algo conocía sobre doping: "Leí comentarios de sospecha sobre los éxitos Michael y el hecho de que los atletas estadounidense pasen sus propios controles antidopaje. Como dije el otro día en una reunión, esto tendría que ser tomado en cuenta por el Comité Olímpico Internacional y es uno de los problemas del actual movimiento olímpico".

Y agregó: "Casi lo mismo cabría decir del caso de la española Maribel Moreno con un agravante: si el Comité Olímpico Español le hace un control el 30 de julio y no da positivo y el COI otro el 2 de agosto y sí lo da ¿Qué pasa? ¿Tomó la EPO el 31? ¿El laboratorio del COE no tiene medios para detectar esa sustancia? No deja este caso en buen lugar al deporte español".

En ese instante entre en acción para evitar confusiones. "A Phelps le hacen controles después de cada carrera, que teniendo en cuenta las eliminatorias, llegan a ser hasta dos por día, porque en natación es obligatorio el control al primero y al segundo de cada prueba. En cuanto al caso de Maribel Moreno no hubo un control en España".

Uno de los del grupo me reconoció y les dijo a cuantos Juegos había asistido. Entonces solicitaron mi opinión sobre Phelps: "Siempre sostengo que es imposible comparar una época con otra. Personalmente pienso que Phelps es un fenómeno jamás visto hasta ahora, porque cuando Mark Spitz ganó siete oros había menos participantes. Lo mismo se puede decir en los años de Nurmi y hasta de Carl Lewis.

"Lo que también es cierto que ellos no contaban con los avances tecnológicos y médicos existentes en la actualidad. Por eso decir que es el mejor de todos los tiempos depende del concepto de cada uno. que no debe basarse sólo en la cantidad de medallas, sino en otros detalles que van desde la parte técnica hasta el desplazamiento y la personalidad. Para mí, Phelps cuenta todas las cualidades como para darle el valor del deportista más notable de todos los tiempos".

Y me fui tranquilo, por más de saber que en cada reunión de argentinos se habla sobre su posible doping y si es o no el más grande.

Eso es inevitable. ¿O acaso hasta entre los periodistas no debatimos el tema?.

BUENOS AIRES -- El deporte de los puños, el de las narices chatas y las orejas arrepolladas posee un imán para atraer a personalidades a presenciar los combates. No podía ser la excepción el boxeo olímpico y en cada una de sus jornadas se ven a los más variados personajes ubicarse en el sector VIP del Palacio de los Trabajadores de Beijing.


Reporte de Beijing: Resumen de la acción del día 6

Kobe Bryant, después de presenciar el partido de fútbol entre la Argentina y Serbia, decidió continuar su plan de espectador, se dirigió al Palacio, donde desencadenó el delirio de los chinos, admiradores del basquetbolista de la NBA. Asediado por el público y la prensa, Kobe expresó: "Estoy disfrutando de los Juegos. Aprovecho los momentos libres para conocer a deportistas que me interesan".

Cuando se le preguntó que boxeador quería ver, respondió: "Me elogiaron mucho a los amateurs cubanos. Espero que pelee alguno y no me pase lo que me pasó con el fútbol, que fui a ver a Messi y no jugó".

En ese sector especial estuvo el vicepresidente cubano y máximo responsable del deporte de su país, José Ramón Fernández, apreciando los triunfos de Roniel Iglesias Sotolongo ante el mauritano Driss Moussaid y la de Carlos Banteaux Suárez frente al británico Billy Joe Saunders en octavos de final.

El que no se pierde detalles es el legendario púgil cubano Teófilo Stevenson, ganador de tres medallas de oro de la categoría pesado y varias veces campeón del mundo, que revive sus memorables peleas en Munich 72, Montreal 76 y Moscú 80, además de aportar sus conocimientos al equipo de su país.

También se hizo ver el ex presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), el español Juan Antonio Samaranch, responsable de que los Juegos se volcaran por completo al profesionalismo, pero que sólo quienes lo conocían se dieran cuenta de su presencia.

En cambio, el que sí se atendió a cuerpo de rey fue al manda más de la Fórmula 1, don Bernie Ecclestone. Dicen que aprovechó el receso del mundial para asistir a los Juegos. Otros opinan que ésta allí por negocios y en una de esas lograr que la Formula 1 forme parte del programa de Londres 2012.

Todo es posible en la viña de los Señores de los Anillos

BUENOS AIRES -- Así como el promedio de vida del ser humano es cada vez más alto, existen deportistas de mayor edad que participan en la alta competencia. Hace un par de días, la nadadora estadounidense Dara Torres, a los 41 años, obtuvo su décima medalla en sus cinco actuaciones olímpicas, al cerrar la posta 4x100 libre, la que ocupó el segundo lugar, para totalizar cinco de oro, una de plata y cuatro de bronce en su discontinúa trayectoria

El miércoles, la ciclista francesa Jeannie Longo, quien cumplirá 50 años en octubre, finalizó cuarta y por un segundo no pudo subir al podio en la carrera contrarreloj. En sus séptimos Juegos, demostró que puede dar guerra a rivales que no habían nacido cuando ella daba sus primeros pasos olímpicos hace 24 años, en Los Ángeles 1984.

El japonés Hoketsu tiene 67 años (Getty Images)

La abuela del pelotón no pudo sumar su quinta medalla olímpica, tras la plata de fondo ganada en Barcelona 1992, las dos logradas en Atlanta 1996, oro en fondo y plata en contrarreloj, y una de bronce en Sydney, en contrarreloj. En Atenas 2004, fue décima en ruta y decimacuarta en contrarreloj.

Perfeccionista hasta la obsesión, insaciable, Longo se lamentó de haber perdido unos segundos en un cambio de piñón en la última subida, que incidió en la diferencia de tiempo que la separó del podio, en lo que hubiera sido una gesta mítica.

"Nunca había preparado unos Juegos tan bien como estos. En la prueba de fondo me sorprendió el frío y la lluvia. Ahora el cambio de piñón. Ya estoy pensando en Londres 2012, allí sólo estaré a punto de cumplir 54 años", expresó una sonriente e indestructible Jeannie.

Con todo, tanto Dara Torres y Jeannie Longo son bebes al lado de la trilogía de sexagenarios que tiene la equitación. La componen el canadiense Ian Millar, el australiano Laurie Lever y el japonés Hiroshi Hoketsu.

Millar, nació el 4 de junio de 1947, en Halifax. Estos son sus novenos Juegos. Desde que hizo su presentación en Munich 1972 sólo estuvo ausente en Moscú 1980, porque Canadá se unió al famoso boicot occidental. Ian tiene el récord de no haber subido al podio en todas sus presentaciones en las pruebas de salto, aunque en los Juegos Panamericanos acumulo nueve medallas.

El australiano Laurie Lever tiene varias particularidades. Primero, nació en Manchester, Gran Bretaña, el 12 de octubre de 1947 y desde chico fue a vivir con sus padres a Australia. Segundo, debuta en los Juegos Olímpicos a los 61 años. Si bien practica salto desde los 10, cuenta con un buen historial como sus triunfos en Puissace en Wisher, Austria, en 1998, al saltar 2,02m y el Zebruge en Shurlands Pachat, también ese año. Consultado como se decidió a ir a Beijing, Lever respondió: "Al fin cuento con un caballo para participar en unos Juegos".

En cuanto a Hiroshi Koketsu, de 67 años, es el jinete más veterano de estos Juegos. Nació en Tokio el 28 de mayo de 1941 y actualmente vive en Aachen, Alemania. Esta participando en Dressagge. Hiroshi actuó en Roma 1964, cuando tenía 23 años. Ese es su único antecedente.

En conjunto, ellas y ellos demuestran que la edad no cuenta cuando existe amor al deporte que se practica y a esa pasión obsesiva suman el esfuerzo sin límites para disfrutar de la vida, sin importarles el valor del resultado.

BUENOS AIRES -- Los Juegos Olímpicos constituyen un planeta que gira vertiginosamente. En ese girar pleno de informaciones de resultados, entrevistas, opiniones y análisis, siempre se me cree momentos para captar ciertas circunstancias de sus exclusivos habitantes, que pasan fugazmente o tienen un valor muy particular.

Por ejemplo, viendo la final masculina por equipos de gimnasia artística me llamó la atención observar a un atleta muy maduro en el plantel de Francia. Camino del ejercicio de barra apareció su nombre en la pantalla: Dimitri Karbanenko y mi sorpresa fue mayor. A Dimitri lo conocía cuando competía por Rusia. Hace un tiempo, creo que en el 2004, cambió de nacionalidad y a los 35 años se da el gusto de ser olímpico.


Los atletas argentinos disfrutaron de un asado Otro caso es el de Florencia Cerutti Bogado, que todos los medios periodísticos proclaman como la paraguaya que deslumbró al ser segunda en una de las regatas de vela de Laser Radial. Es verdad, representa a Paraguay, pero Florencia es argentina, hija de madre paraguaya, y cambio de nacionalidad este año para poder participar en Beijing.

Los 673.400 habitantes de Togo bailan enfervorizados sus típicas danzas. La razón es que ese país africano dejó de ser uno de los 85 que nunca habían conseguido una medalla olímpica. El responsable de esa alegría fue Benjamin Boukpeti, hijo de madre francesa y padre togolés, obtuvo la medalla de bronce en la prueba de K-1 de canotaje en aguas bravas.

Ganar una medalla de oro tiene un sabor especial y uno lo describe como el de mayor placer. Cuando observo morderla al ganador de una de ellas en el podio o cuando le toman fotografías, siempre digo que los títulos dejan un buen sabor en la boca.

Pero ayer el chino Liang Huo, campeón con su compatriota Yue Lin en saltos sincronizados, manifestó todo lo contrario. "La medalla de oro, cuando la mordemos, no tiene muy buen sabor", dijo Huo, de 18 años, cuya dedicación a este deporte, que empezó a practicar a los 9 años en Shanghai, le exige entrenar siete horas diarias.

Las medallas saben todas a metálico, obviamente, y eso Huo lo sabe porque está acostumbrado a "morder" medallas, ya que ha sido campeón mundial (2007) y sumado otros 19 títulos en distintas pruebas internacionales.

A lo mejor, Liang Huo, pensó que por tratarse de los Juegos Olímpicos tuviesen un condimento especial, como comentó burlonamente un periodista, y tuviesen sabor a caramelo, a "zuixiang ruge" (gambas frías empanadas) o a "shengchou huang cuipi ruge" (pichón crujiente en salsa de soja).

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