Brian Urlacher, Arian FosterUS PresswireLa defensiva de Brian Urlacher y los Bears tendrá las manos llenas con Arian Foster y los Texans.

BRISTOL -- El juego entre los Houston Texans y Chicago Bears del domingo por la noche, es apenas en el quinto desde 1970 en que se enfrentan dos equipos con tan sólo una derrota a estas alturas de la temporada. El más reciente en estas circunstancias fue la visita de los Green Bay Packers a los Cowboys en 2007, donde salieron airosos los de Dallas como equipo local, 37-27. De hecho, en los cuatro duelos previos en entre equipos con una derrota o menos, ganaron los equipos de casa. La estadística favorecería a Chicago, pero desde la Semana 7 del año pasado, Matt Schaub y Jay Cutler son los únicos mariscales de campo que han ganado 11 y perdido uno como titulares, y eso pone una mesa muy pareja en este duelo de domingo por la noche.

Chicago y Houston solo se han enfrentado en dos ocasiones anteriores (2004-2008) y los Texans se quedaron con la victoria, pero los Bears no tenían a Jay Cutler. Este año, sólo dos equipos tienen marca perfecta como equipo visitante: los Atlanta Falcons y Houston, mientras que como locales sólo cinco equipos no se han dejado pisar el honor en casa: Atlanta, Seattle Seahawks, Baltimore Ravens, Pittsburgh Steelers y Chicago.

No se pueden pedir ingredientes para un duelo más parejo, con defensivas que se precian de ser durísimas ante la carrera: Houston es la 2ª mejor deteniendo el ataque terrestre y no ha permitido un sólo touchdown por tierra; Chicago es la 6ª defensiva ante la carrera y sólo ha permitido dos touchdowns. El ataque aéreo lo defienden mejor los Texans (203 yardas permitidas por partido) que los Bears (230 yardas por juego), pero es Chicago el equipo que ha tenido siete intercepciones con regreso hasta anotaciones (!!más anotaciones que las ofensivas de Miami, Jacksonville y Kansas City!!), y los Texans han interceptado seis pases esta temporada como resultado de pase tocado o desviado por un defensivo. Es Schaub no ha tenido intercepción en jugadas de play-action en la temporada y Chicago es la única defensiva que no ha permitido anotación en play-action.

Hay dos factores que podrían señalarse como claves para la victoria: los equipos especiales de Chicago y la defensiva de Houston en tercer intento (solo 26.5 por ciento en conversiones). Pero también hay que tener en cuenta que Jay Cutler es el segundo mariscal de campo con más capturas en contra de la liga hasta ahora con 28, mientras que sólo tres mariscales de campo titulares tienen 10 o menos tras nueve semanas: los hermanos Manning y Matt Schaub. La línea ofensiva de los Texans han sabido proteger a su pasdor --quien es mas susceptible a lesiones-- y establecer la trinchera con la que su ataque terrestre que promedia 138 yardas por partido, la mayoría cosechada por la máquina Arian Foster.

La labor mas importante para los Bears será darle a Cutler el tiempo suficiente para encontrar a Brandon Marshall con quien ha conectado el 40 por ciento de sus pases en la temporada. Marshall tiene siete anotaciones, mientas que el resto del equipo tiene cinco combinadas. Si Houston puede romper esa química entre ambos y detener en menos de 100 yardas como es su promedio a los corredores de Chicago, los Texans deberían sacar el partido. Pero hay algo que juega en su contra y lo vimos en la única derrota que tienen en la temporada, ante Green Bay: no sólo el rival de primer nivel sino el escenario de horario estelar en televisión abierta en Estados Unidos cuando permitieron 42 puntos y 420 yardas. Los Texans sufrieron en ese otro partido de domingo por la noche sin anotación en el primer cuarto y es algo que no se pueden permitir en el Soldier Field ante Chicago.

A Houston todavía le queda un lunes por la noche en la Semana 14 cuando viajan a Foxborough para enfrentar a los Patriots. Sí, los Texans tienen mucho que jugarse ante los Bears, no sólo por la perspectiva de jugar la postemporada en casa ,sino que este tipo de partidos los deben preparar para dar el siguiente paso para llegar a disputar el titulo de la Conferencia Americana.

El pase profundo

FECHA
02/11
2012
por Georgina Ruiz Sandoval

Drew BreesGetty ImagesNadie lo ha hecho mejor que Drew Brees en los últimos tres años con los pases profundos.

BRISTOL -- Hay grandes jugadas de contacto en el fútbol americano que forman la médula de este deporte: la batalla en las trincheras, las capturas de mariscal de campo, el ataque terrestre rompiendo tacleadas... pero la magia de un pase largo conjuga tantas circunstancias para ser efectivo que cada vez que se consigue una recepción de más de 30 yardas, nadie puede contener la expresión de admiración cuando la jugada de menor porcentaje consigue su cometido, y más si es para llegar hasta la zona de anotación. La tendencia de las últimas temporadas con mariscales de campo pasando para más de 4,000 yardas han elevado la efectividad al 60 por ciento, pero ninguno de lo más grandes mariscales de los últimos tres años han rebasado 50 por ciento de pases completos en el pase profundo, donde sólo el 28 por ciento resulta en un touchdown.

En las últimas tres campañas, Drew Brees ha sido el maestro de los pases de más de 30 yardas. Junto con Eli Manning y Aaron Rodgers, fueron los únicos en sumar más de 3,000 yardas en este periodo en los llamados pases bomba. Fue Drew Brees quien en tres años sumó 41 TDs por la vía larga y dejó bastante lejos al segundo lugar Manning con 31. Otros como Rodgers, Joe Flacco, Tom Brady y Matt Schaub también registraron pases largos de anotación suficientes para estar entre los mejores 10 de esta estadística.

En lo que va de esta temporada, las estadísticas del pase profundo son bastante discretas: solo cinco pasadores hasta ahora han intentado 15 o más pases de mas de 31 yardas, y de ellos sólo Flacco conduce un equipo con marca ganadora. Matt Cassell (Chiefs), Matt Hasselbeck (Titans), Christian Ponder (Vikings), Cam Newton (Panthers) y sorprendentemente Alex Smith (49ers), no tienen un sólo pase de anotación de mas de 31 yardas. Mariscales de campo novatos como Robert Griffin III y Andrew Luck sólo han completado un pase en este rango, aunque el de RG3 fue de TD. Luck en cambio, de 9 intentos y un pase completo, ha sufrido dos intercepciones en esta categoría. En cambio, podemos destacar a otros que con marca ganadora o sobre .500 han podido sumar puntos con pases de más de 21 o 31 yardas. En este rango el líder es el pasador de los Packers con seis touchdowns sin intercepciones, y con un 36 por ciento de efectividad. Schaub tiene más anotaciones en pases sobre 31 yardas con tres y sin pecados, además de otros cuatro y una intercepcion sobre las 21 yardas, y es el único de tres mariscales de campo con tres touchdowns de pase profundo con marca ganadora (los otros son Brees y Sam Bradford)

Peyton Manning (Broncos) sólo ha podido conectar una anotación con un pase profundo, y curiosamente ha tenido mejor éxito con pases hasta de 20 yardas con 13 touchdowns y una sola intercepcion. Cuando ha lanzado más de 21 yardas y hasta 30 tiene cuatro anotaciones por tres intercepciones. Sólo el mayor de los Manning tiene arriba del 50 por ciento de efectividad en las cuatro categorías de pase (10 yardas o menos, 11 a 20 yardas, más de 21 yardas y más de 31 yardas). En el primer rango de distancia, hasta 10 yardas, los 32 mariscales de campo titulares tienen efectividad arriba de 56 por ciento, pero sólo 12 sobre el 70 por ciento. Es la categoría de más intentos y más pases de anotación, pero sólo cinco pasadores tienen 10 o más touchdowns: Rodgers (13), Matt Ryan (12), Manning, Ben Roethlisberger (11) y Brees (10). Hay cinco mariscales de campo con dobles dígitos en intercepciones (Tony Romo, Cassel, Philip Rivers, Andy Dalton y Brandon Weeden), y todos han registrado en cada una de las distancias estadísticas por lo menos una intercepción.

Sin receptores de alto calibre, tampoco el pase largo podría tener impacto, y revisando a los líderes por yardas los primeros 40, sin excepción han conectado un pase de por lo menos 55 yardas, 25 de ellos de más de 60, y 13 uno de más de 70 yardas. Pero en una constante de pases de más de 20 yardas, sólo hay 66 receptores con dobles dígitos en recepciones: Demaryius Thomas (Broncos), Reggie Wayne (Colts), Calvin Johnson (Lions), Vincent Jackson (Buccaneers), Malcolm Floyd (Chargers) y Miles Austin (Cowboys).

Parece que este año la movilidad de algunos mariscales --natural o por ineficiencia de las líneas ofensivas-- ha afectado la estadística de distancia en sus intentos de pase. La actuación de las alas cerradas también ha modificado la distancia de los pases lanzados, y lo mismo el protagonismo de varios ataques terrestres en la liga.

Todo indica que la bomba cada vez estará mas reservada a una situación sorpresa cuando el panorama de una victoria clave está en la mesa.

Brandon WeedenGetty ImagesMomentáneamente, Brandon Weeden tiene las yardas pero no las victorias al frente de los Browns.

BRISTOL -- Hay generaciones señaladas en la historia de la NFL como de ensueño en la posición de mariscal de campo y la que más se recuerda es la de '83 con John Elway, Dan Marino y Jim Kelly, aunque la del 2004 también fructificó para cuatro anillos de Super Bowl con Eli Manning, Ben Roethlisberger y Philip Rivers. Para saber los alcances de la clase del 2012 tendremos que esperar un poco, pero es notable que cinco novatos tomen las riendas como titulares de sus respectivos equipos, y casi a la mitad del camino por lo menos tres reporten marcas por arriba de .500 de porcentaje.

Curiosamente del quinteto primerizo --Andrew Luck, Robert Griffin III, Ryan Tannehill, Brandon Weeden, y Russell Wilson-- es el mariscal de campo de los Browns, Weeden, quien tiene mayor número de yardas (1,783), mayor intentos de pase (272, 3º en la NFL) y el peor récord (1-6). De entre los cinco, Wilson de los Seahawks es único con marca ganadora (4-3), el segundo con más pases de touchdown (ocho) pero quien tiene menos yardas por aire (1,230) y la tercera peor ofensiva total en la liga. Luck y Griffin tienen siete pases de anotación, pero es el pasador de Washington el que tiene mayor promedio de yardas por pase (8.5), menos intercepciones (tres) y además otros seis touchdowns por tierra. Tannehill tiene a los Dolphins con marca de 3-3 y entre los cinco es el segundo mejor en promedio de yardas por pase (7.3) pero tiene dos intercepciones más que touchdowns (4/6).

Apenas estamos analizando la superficie de este quinteto, sabremos más de su carácter conforme se sometan a la presión del cierre de campaña y hasta dónde han podido aplicar su aprendizaje. Para el único que no pintan bien las perspectivas de postemporada es Weeden, pero el resto por lo menos aspira por lo menos a la oportunidad de marca ganadora en su primer año profesional. Por su condición de las más altas selecciones del draft, Luck y RG3 esperaban tomar las riendas del equipo de inmediato y crear la mayor cantidad de atención de la prensa y la afición. Pero Wilson y Tannehill podrían haber calentado la banca de no ser porque sus entrenadores decidieron jugársela con los recién llegados, y por lo pronto mantienen a sus equipos en competencia dentro de su división. Tiene mucho que ver la motivación que un jugador reciba de su coach para hacerlo creer en sí mismo y hacer que el equipo crea en un muchacho de 23 años.

De estos cinco novatos es Griffin el más joven y el que mayor impacto ha causado en sus primeros siete partidos. No tendrá marca ganadora, pero los Redskins están ganando la expectativa de por fin haber encontrado un jugador que les dé oportunidad en una división donde Manning ejecuta milagros en el último cuarto. RG3 puede ser comparado con otros mariscales explosivos por tierra pero su extraordinario brazo lo pone en un renglón aparte. Sn embargo, su entusiasmo por cumplir puede ponerlo en la línea del peligro, como sucedió con la conmoción sufrida en la Semana 6, y lo que menos quiere es terminar eternamente lesionado como Michael Vick. Aprender cuándo decir no al riesgo será la principal tarea de RG3.

Por su parte Luck ha confirmado que valió la pena su selección a largo plazo para los Colts, pero hay que tener cuidado de no quemar su confianza para resolver partidos con un equipo en plena reconstrucción. Hemos visto chispazos de la potencia y precisión de su brazo, su habilidad para aprovechar la bolsa de protección y en otros casos su salida para no perder yardas. Pero el aprendizaje en la toma de decisiones como novato vienen las siete intercepciones que se emparejan con sus siete pases de touchdown (aunque también ha anotado tres por tierra). Cuando se reúnan las piezas suficientes en Indianapolis, Luck podrá contemplar una carrera similar a la Peyton Manning, pues tiene la madera del mariscal de campo pasador y cerebral.

Sin embargo, la sensación hasta ahora lo tiene a su favor RG3, quien además de gran atleta es carismático. El impacto de sus habilidades han cautivado la atención de seguidores y rivales por igual y no hay resumen en donde falten las elusivas jugadas del Nº 10. Junto con Alfred Morris, tiene a los Redskins como la mejor ofensiva terrestre y además son la 5º total por yardas y puntos en la NFL. Ahora sólo faltan las victorias.

BRISTOL -- El temor más grande que tiene una defensiva en la NFL es envejecer ante el tipo de ofensiva que se ejecuta en la actualidad. Por más que se aprecie la experiencia y la mejor lectura, es la edad el peor enemigo de los 11 titulares que buscan mantener a su enemigos contenidos con menor cantidad de yardas y puntos. Existe una clasificación al inicio de temporada para medir cuáles son los equipos mas veteranos de acuerdo al número de jugadores con más de 30 años con titularidad en su posición, y de acuerdo con esta lista los Pittsburgh Steleers son los mas viejos de la liga con siete de 11 defensivos de primer equipo con más de 30 años, siendo la defensiva secundaria las más impactada por el promedio con Ike Taylor (CB), Ryan Clark (FS) y Troy Polamalu (SS).

Otros equipos que están llegando a un momento donde el punto de equilibrio ente jóvenes y veteranos se carga para los treintañeros son los New York Jets, San Diego Chargers, Chicago Bears y Atlanta Falcons. Curiosamente los Baltimore Ravens --con todo y la presencia de Ed Reed y Ray Lewis-- están ubicados hasta la casilla Nº 15 de esta lista de "veteranía". Lo particular del caso es que por lo menos Chicago y Pittsburgh están dentro de las cinco mejores defensivas totales hasta la Semana 6, y particularmente los Steleers se han mantenido desde hace 10 años dentro de las nueve mejores de la liga al finalizar la temporada regular, con siete posiciones Top-5 y cuatro de esos 10 años como la Nº 1.

La continuidad de este grupo ha sido igualmente una bendición como una maldición. El mismo Clark lo explica: "Nos damos cuenta de inmediato cuando uno de los regulares no está. Estamos basados en la química y hemos estado mucho tiempo juntos. No es necesariamente la cualidad física que cada jugador aporta, son también la camaradería y la forma en que fluyen las cosas en el campo. Cuando falta un jugador titular es difícil para el resto adaptarse y enmascarar la ausencia. Tenemos que encontrar la manera de hacer funcionar las cosas aun sin una pieza del rompecabezas. Más que ningún otro equipo, creo que encajamos como piezas de un rompecabezas".

Es obvio que el cuerpo de entrenadores se da cuenta de este factor y ha tratado de mantener esta "colección de piezas" que ha llevado al equipo a calificar a ocho postemporadas en los últimos 10 años, a disputar tres Super Bowls y ganar dos. Sin embargo, este factor también ha evitado al equipo ser lo suficientemente flexible para incorporar jugadores a la ya también encasillada defensiva del coach Dick LeBeau. Equipos que antes llegaban a los juegos ante Pittsburgh con la zozobra de enfrentar a una defensiva impredecible, ahora llegan con la confianza de saber exactamente lo que esperar de los oro y negro. Es lógico que los jugadores pierdan reacción y presencia conforme la edad los alcanza pero, más allá de las lesiones, los Steelers han perdido su la etiqueta de "blitzburgh" con sólo 11 capturas en la temporada, comparadas con las 21 que tienen los Packers o la 18 de los Bears.

Aunque por aire la defensiva es la Nº 4 en la liga, concediendo sólo 200 yardas por partido, es el ocasional pase largo y en situación crítica en el partido cuando la defensiva secundaria ha doblado las manos. No pueden contener a los receptores elusivos que hacen dobles movimientos. Este factor le costó al equipo la derrota ante los Denver Broncos el año pasado en los playoffs, sólo por citar un ejemplo. LeBeau a los 75 años puede haberse ganado el derecho de decidir el momento de su retiro, pero la directiva del equipo necesita darse cuenta que hay otros coaches en el equipo con mejores ideas defensivas. El equipo dejó ir a Ray Horton, a cargo de la defensiva secundaria hasta el 2010, y en sólo dos años como coordinador defensivo en Arizona tiene a los Cardinals con una personalidad bien definida de ese lado del balón como la décima mejor defensiva de la campaña y con marca de 4-2.

No creemos que a largo lazo el equipo se conforme con tener un ranking mediadamente destacado en las estadísticas de defensiva total, si no hay balance positivo en la columna de ganados y perdidos. Pero es urgente que se transforme la mentalidad tipo "muégano" que en este caso en lugar de ayudar perjudica a un equipo. Habría que ser lo suficientemente flexible para funcionar con jugadores de segundo y tercer equipo en la cancha, y darle oportunidad a una ofensiva que también se adapta a la llegada del nuevo coordinador Todd Haley.

BRISTOL -- Es increíble pensar que pesar de que los Dallas Cowboys están con marca 3-2 y con todos los evidentes problemas de consistencia ofensiva, Tony Romo tenga al equipo como la cuarta mejor ofensiva aérea por promedio de yardas por partido (296 yardas) --aunque en los tres primeros puestos en esta estadística sólo los New York Giants tienen marca ganadora detrás, de los Detroit Lions y New Orleans Saints--. Algo hay definitivamente a favor de Romo, a quien le toca cargar con el pesado lastre de otras deficiencias en el equipo.

Dean Pees, coordinador defensivo de los Baltimore Ravens a quienes se enfrentan este domingo, comentó que Romo es un jugador elusivo y atlético, un perfil muy parecido al de Ben Roethlisberger, quien además de tener brazo para pases profundos puede resolver varias presiones fuera de a bolsa de protección. El profundo Raven, Bernard Pollard, dice que a Tony no se le da suficiente crédito por su juego de pies para buscar a sus posibles blancos en el campo, pero a diferencia de Big Ben, Tony busca mas conectar pase que ganar yardas por tierra. Quizás el ingrediente que falta aquí es que a Roethlisberger normalmente le responden todos sus recetores y a Romo no.

En los primeros cuatro años de su titularidad, Romo y los Cowboys habían recibido su semana de descanso un poco más adelante en la temporada, cuando el equipo ya tenia una firme idea de su estrategia, y Dallas ganó después de esa pausa en todas las oportunidades, incluso sobre rivales de división (Philadelphia en el 2007 y Washington en el 2008). Pero en los ultimos tres años, la semana de descanso ha llegado mas temprano en el primer cuarto de la temporada y ha resultado en dos derrotas: contra Tennessee 27-34 y contra New England 16-20. Este año descansaron en la Semana 5 y el equipo además se fue rumiando su pena tras la derrota con Chicago.

Visitar patio ajeno no hace mas cómodo el camino para los Cowboys, porque aunque no han hilado derrotas consecutivas, tampoco lo han conseguido con sus victorias. Pero aunque van a uno de los inmuebles mas difíciles de la NFL en Baltimore, Tony Romo se enfrentará a la defensiva total Nº 24, y Nº 22 contra el pase. Lo único que falta es que tenga sincronía con sus receptores. Lo que no marcan estas estadísticas es la enorme presión que ejercen los Ravens sobre los pasadores, asi que si Dallas quiere ganar necesitan confiar en la elusividad de Romo.

La peor efectividad de los Cowboys esta en el primer y tercer cuarto, donde en las primeras cuatro semanas sólo han anotado 7 y 10 puntos respectivamente. Es decir, que el equipo tarda mucho en carburar para iniciar ambas mitades. Romo igualmente aumenta sus estadísticas cuando se acerca el cierre del partido, pues hasta ahora tiene 67 por ciento y 78 por ciento de efectividad en pases completos en el tercero y ultimo cuarto, además de aumentar el promedio de yardas por pase de 8.3 a 9.3. Habría que pensar que quizás sea Romo una de las piezas que si bien no es perfecta, es la que le da mayormente le da la oportunidad a los Cowboys de poder defenderse esta sexta semana, y según los planes del equipo, el sistema se simplificará para aumentar la efectividad de Romo ante los Ravens.

Se renueva la rivalidad

FECHA
04/10
2012
por Georgina Ruiz Sandoval

Peyton Manning, Tom BradyGetty ImagesLos dos viejos rivales, Peyton Manning y Tom Brady, se vuelven a ver las caras este domingo.

BRISTOL -- Puede ser que los Broncos de Denver estén sufriendo mientras siguen ajustándose a su nuevo mariscal de campo de lujo, pero eso no quita que la franquicia quiera devolverle la amarga experiencia a los Patriotas después de la dolorosa derrota que New England le propinó a Denver en los playoffs 45-10, cuando dominaba la escena "Tebow Time". Esta vez los Broncos tienen a un mariscal de campo que ha sido nominado cuatro veces el Más Valioso de la temporada, y Peyton Manning a su vez tiene una rivalidad con el que dicen ha sido su única némesis: Tom Brady.

En los duelos comunes Brady tiene la ventaja sobre el mayor de los Manning 8-4 aunque es la primera vez que Payton lo enfrentará sin el uniforme de los Colts y con un reparto de receptores totalmente distinto. Curiosamente son los Broncos el único equipo ante el cual Brady tiene una marca perdedora en temporada regular (2-5) en sus 13 años como profesional y ésta es una enorme oportunidad para que Brady no solo logre una victoria en la serie si no para afianzar a los Pats en el liderato de la División Este de la AFC.

El año pasado los Patriotas se convirtieron en el Nº 13 equipo de la NFL en anotar 40 o más puntos al mismo equipo en la misma temporada al vencer a Denver en temporada regular (41-23) y en playoff (45-10). Manning no tuvo vela en ese entierro pero la defensiva de los Broncos tiene bien presente la debacle que quiere resarcir en el duelo del domingo en Gillette Stadium.

Será la primera vez en la historia de la liga en que dos mariscales de campo titulares llegan a un juego con mas de 300 pases de anotación en su carrera: Peyton Manning se ubica tercero en la historia con 407 TDs, mientras que Brady es quinto con 307, y es apenas el segundo duelo en la historia de la liga en que dos QBs tienen mas de 125 victorias en temporada regular como titulares.

Desde que se dio a conocer el calendario regular de la temporada 2012 este duelo de titanes era uno de los mas anticipado y , aunque ambos equipos les ha costado el arranque de la campaña, es claro que Brady tiene a su favor la experiencia y confianza de su único equipo como profesional. Ambos mariscales tienen mentes y pasiones similares que volverán a poner a prueba como aquella primera vez. Un dato importante es que el ganador de este duelo Manning-Brady en temporada regular consiguió ser casa sobre el rival en la postemporada en cada oportunidad y en las tres ocasiones en que se midieron en postemporada el ganador terminó yendo a al Super Bowl para ganarlo (NE en 2003 y 2004, IND en 2006).

Los números con los que llegan no podían estar mas parejos: Brady 1,227 yardas, 8.0 yardas por pase, siete TDs y una INT; Manning 1,162 yardas, 7.6 yardas por pase, ocho TDs y tres INTs. Por la diferencia de puntos anotados a favor y en contra Denver tiene +10.3 y New England +9.2 .

Aunque seguramente el estudio del video fue intenso en esta semana pensamos que Brady aún tendrá la curiosidad de ver que hay de aquel Peyton que de 2010 una vez que salga a la cancha. Son dos veteranos que siguen creando una expectativa que los nuevos prodigios aún están lejos de alcanzar.

Tom Brady, Rob GronkowskiAPRob Gronkowski tendrá que hacer más para auxiliar a su mariscal de campo Tom Brady.

BRISTOL -- El verano fue bastante relajado para el ala cerrada de los New England Patriots, Rob Gronkowski, entre sus alocadas escapadas románticas, sus fotografías desnudas para ESPN The Magazine y la firma por dos años como vocero de una cadena de cafeterías. Pero cuando llegó el momento de trabajar las cosas se han puesto más difíciles de lo que fue su espléndido segundo año como profesional. En 2011, Gronkowski fue el segundo mejor receptor del equipo con 1,327 yardas, el de más alto promedio de yardas por pase con 14.7, y quien anotó individualmente más que nadie en el equipo (17 TD).

Esta temporada pintaba para que su rol en el equipo por lo menos permaneciera igualmente protagónico, aún más si tomamos en cuenta que Wes Welker fue "congelado" por el equipo durante los dos primeros partidos de la temporada debido a su situación contractual. En la primera semana contribuyó en la victoria de New England ante Tennessee con una anotación, pero contra Arizona le dio "Gronkitis": cometió dos castigos en el último drive de los Patriots cuando le cargaron sujetando y procedimiento ilegal, lo que solo dejó la posibilidad de un gol de campo de 42 yardas a Stephen Gostkowski , el cual falló. El mismo ala cerrada quien siempre está de buen humor ese día salió frustrado porque sintió que se tardó mucho en entrar en ritmo con Brady y sólo hasta el último cuarto pudo anotar el solitario TD del partido. Y luego vinieron los castigos.

Aaron Hernández dejó un hueco en la ofensiva con una lesión en el tobillo tras el partido con los Cardinals, y su ausencia forzada le presentaba un reto a Gronkowski para regresar al ritmo de receptor en situaciones de impacto. Pero en la semana previa al duelo ante los Baltimore Ravens, New England recontrató al veterano WR Deion Branch y trajo al ala cerrada Kellen Winslow, dando entender que quería cubrirse en un duelo significativo por lo ocurrido en postemporada anterior.

El juego físico y la presión sobre Tom Brady obligaron a Gronkowski a quedarse por lo menos en un tercio de los "dropbacks" de Tom para protegerlo de la carga. Y por esa misma presión cuando el ala cerrada salió a buscar su ruta nunca se encontró cómodo ni libre para ser el blanco principal, asi que Brady tuvo que buscar opciones de pases rápidos limitando la actuación en las recepciones de Gronk a solo dos para 21 yardas.

Aunque la lesión de Hernández parece sanará más pronto de los pronosticado, apenas se conoció este jueves de la salida de Winslow del equipo --a petición del mismo jugador-- y Gronkowski tendrá una losa más grande que cargar en la ofensiva: es un blanco grande y regularmente seguro para poder ejecutar las terceras oportunidades, una pieza fundamental para Brady en su circo aéreo, pero también está el papel de Rob como bloqueador para apoyar la línea ofensiva que ya permitió siete capturas de QB en tres partidos y que necesita reactivar el ataque terrestre.

Con la marca que Gronkowski jala a la defensa tendrá que ser más hábil para vencer dobles coberturas y olfatear cualquier hueco en la zona de tráfico que es donde hace más daño. Se tendrá que deshacer de los defensivos más rápido y si en todo esto tiene éxito no sufrirá un desplazamiento notable cuando se recupere Hernández.

Es un paquete grande que cargar pero con la marca perdedora del equipo muchos jugadores estrellas tendrán que hacer el máximo sacrificio para superar el .500 y entonces pensar en estadísticas personales.

BRISTOL -- Hay muy pocas historias de transiciones exitosas de mariscales de campo en la NFL. Pocos podrían haber tenido la paciencia o la esperanza de estar formado detrás de Brett Favre quien a lo largo de 15 temporadas creó un icono y leyenda como QB de los Green Bay Packers, pero a Aaron Rodgers le tocó en suerte llegar al equipo en el momento adecuado. A la sombra del Nº 4, el joven egresado de California se mantuvo en la antesala de la oportunidad de su vida por tres años haciendo notas de la devoción que la afición cabeza-de-queso le profesó a un jugador que dejó un impacto profundo en la historia de la liga.

Aaron Rodgers
APRodgers luce, por momentos, desconectado del resto del equipo

Hay que tener una personalidad de acero para saber que la vara con la que lo medían era de proporciones descomunales. Y de apariencias no se vive e a NFL. Rodgers echó mano de su sobresaliente físico y cualidades para rebasar las 4,000 yardas en su primera temporada como titular y en su segundo año tener su primera temporada ganadora y boleto a los playoffs.

El éxito que ha tenido el ataque aéreo de Green Bay con Rodgers no ha llegado de manera cómoda porque en 64 partidos como titular, ha sufrido un total de 159 capturas, mientras que en contrate sus entregas de balón por intercepción llegaron a su punto más bajo en la campaña regular 2011 con tan solo seis.

Hay algo que sin embargo que mas de uno observa desde afuera: una cierta distancia entre Rodgers y el resto de su equipo. Algunos lo podrían describir como falta de carisma... pero es un hecho que conforme la responsabilidad y la exigencia crece Aaron Rodgers no parece tener la conexión natural que se va formando al pasar de los años.

Claro que para hacer afirmaciones contundentes tendríamos que estar en el vestidor del equipo en los momentos difíciles para saber que tipo de discurso se intercambia entre Rodgers y sus compañeros. Pero si hay cierta percepción pública de que Rodgers esta en otra dimensión desde que fue nombrado MVP del Super Bowl XLV y mas valioso de la temporada pasada.

En la mayoría de las predicciones para la actual campaña Green Bay aparece como el favorito para ganar otro título pero el arranque ha sido bastante incómodo. Los Packers están 1-1 y en el partido ante Chicago en la Semana 2, Rodgers ventiló públicamente su frustración con el ala abierta James Jones, cuya equivocación en la trayectoria de pase resultó en una intercepción. Aunque ambos jugadores minimizaron la escaramuza, Rodgers fue criticado vía Twitter por el agente del ala cerrada Jermichael Finley, Blake Baratz, apuntando que Rodgers es " un gran jugador pero no un gran líder".

Quizás es solo un reflejo del momento y esta sea la oportunidad para Rodgers se sacuda una percepción negativa. Para aligerar la presión de sumar victorias Rodgers necesita diversificar y repartir el ataque aéreo a un mayor numero de receptores --como fue le caso ante Chicago donde utilizó a ocho--, y quizás así liberar a sus blancos preferidos para los pases profundos, una estadística que no ha estado de su lado en esta apertura.

Un escenario como el lunes por la noche es la mejor plataforma para revitalizar su poderosa ofensiva... y darle esa batuta de líder.

Michael VickAPEn algún momento, Michael Vick tendrá que aceptar que no puede hacerlo todo solo.

BRISTOL -- La naturaleza atlética de Michael Vick lo comprometió desde el principio de su carrera a demostrar que podía hacer daño a las defensivas rivales tanto tierra como por aire, pero nada es para siempre. Vick le sacó jugo a su impactante llegada a la NFL poniendo especial énfasis en el hecho que podía correr para más de 500 yardas por año, una fórmula que llegó a su clímax cuando en 2004, los Atlanta Falcons llegaron a la final de la Conferencia Nacional. En esa campaña Vick llegó a 900 yardas por tierra y 2,313 por aire, aunque sólo tuvo 14 pases de touchdown y tres anotaciones por tierra, a cambio de 14 intercepciones y 16 balones perdidos. Sus mejores números llegaron, sin embargo, en 2006 cuando el equipo sólo tuvo marca de 7-9, pero Vick rebasó las mil yardas por carrera y 2,474 por aire, acompañadas por 22 entregas de balón. Esa fue la última campaña en la que conocimos al original Michael Vick, cuyas expectativas y espectacular juego llegó a tamizar sus errores. Entonces Vick tenía aire de niño presumido que se rehusaba a aceptar fácilmente las críticas arropado en el sistema que Atlanta había creado a su alrededor.

Pero eso cambió con una de las peores decisiones que un héroe deportivo pudo haber tomado: involucrarse con la crueldad animal y las apuestas ilegales, acto por el que muchos no lo hemos podido perdonar. El error lo pagó en sus finanzas, su percepción moral púbica y parecía que su carrera deportiva quedaba cortada de tajo.

La cárcel y ser señalado tras cumplir su sentencia, le quitó a aquel jugador impetuoso e irreverente una buena tajada de la confianza en sí mismo como atleta y la coraza que levantaba ante las críticas quedó perforada.

El entrenador en jefe de los Philadelphia Eagles, Andy Reid, vio en Michael la oportunidad de redención para el ex QB maravilla y un equipo que entre 2000 y 2006 había llegado ininterrumpidamente a la postemporada con visita al Super Bowl XXXIX de la mano de Donovan McNabb y una poderosa defensiva, aunque perdieron por 3 puntos ante los New England Patriots.

Los Eagles necesitaban un factor-X que les inyectara una dosis de sorpresa, y con todo y las dudas sobre el impacto de su adición regresó a la NFL en la Semana 3 del 2009. No fue sino hasta un año después que le fue entregada la posta en la titularidad, y aunque una lesión en las costillas no le permitió realizar una temporada cómoda ni completa en los controles, sumó sus mejores números hasta entonces con mas de 3 mil yardas por pase y 676 por tierra, además de un mínimo de errores pues sólo tuvo seis intercepciones. Vick regresó a Philadelphia a la postemporada con marca de 10-6, pero perdieron en la primea ronda de comodines con el futuro campeón del Super Bowl, Green Bay Packers. Vick incluso recibió la nominación para regresar al Pro Bowl, pero en una ciudad como Philadelphia eso no es suficiente. La inconsistencia y su tendencia a lesiones marcaron su Temporada 2011 cuando regresaron los errores con 24 entregas de balón (14 intercepciones-10 balones sueltos) con todo y que llegó a sus mejores números de por vida por aire con 3,303 yardas, forzándolo a permanecer más en la bolsa de protección, y con su cifra más baja en yardas por tierra (589) desde 2003.

Seguramente ahora Vick esta más confundido que cuando llegó por primera vez a la NFL. La era del QB pasador fuerza a Michael a tomar decisiones que cambian en un instante el destino de su equipo. Pero el colmo fue que en sólo siete acarreos, Vick soltó dos balones en la primera jornada de la actual campaña. Se apodera de él el Síndrome del súper héroe, pues con la presión de ser el QB que necesita el equipo que le dio la etiqueta de jugador franquicia, Vick quiere cargar el peso de la ofensiva en lugar de asumir sus verdaderas responsabilidades que es la de ejecutar el plan de Reid y evitar los errores. Parece que su habilidad para leer defensivas y coberturas --que nunca fue su mejor carta-- no ha podido entrar en razón ni aun cuando lleva ya 10 temporadas en la liga.

Como profesional que es, a Michael Vick no le queda más que tragarse la amarga píldora de la crítica feroz, porque su primera victoria fue mas fortuita que lógica contra los Cleveland Browns. Y ante una defensiva que se alimenta de balones perdidos como la de los Baltimore Ravens, Vick pone a prueba su disciplina y toma de decisiones más temprano de lo que esperaba tras las seis entregas del primer partido. Vick está ante el mayor reto de su carrera... en la cancha.

BRISTOL -- Llega a la época de la insaciable necesidad de cantar touchdowns... la NFL es una máquina productora de puntos y marcas que la hacen irresistible y la favorita para millones de aficionados que si bien celebra a las poderosas defensivas, quiere ver prodigios en el circo aéreo que como Aaron Rodgers --el Jugador Más Valioso de la temporada pasada--, anotó 45 TD y por tan solo seis intercepciones. La liga llegó a macas históricas el año pasado que produjeron tres equipos con mas de 500 puntos y tres mariscales de campo que superaron las 5,000 yardas. El ataque terrestre pasó de ser una piedra angular a ser una comparsa con la que darle un mínimo reposo a circo aéreo. Equipos tradicionalmente poderosos en la carrera como los Pittsburgh Steelers han buscado mover sus piezas incluida la contratación de un nuevo coordinador ofensivo con tendencias mas pasadoras.

Las líneas ofensivas abren huecos pero están mayormente preocupadas por proteger al QB que en una ofensiva en serie puede darle la vuelta al partido aun con diferencias marcadas. El año pasado 121 partidos tuvieron actuaciones de mariscales de campo con por lo menos 300 yardas y se estableció una marca con 18 encuentros con acusaciones individuales de 400. Igualmente, con los pases de anotación se escribió nueva historia pues tres QBs consiguieron al menos 40 en la temporada cuando en años anteriores sólo un elegido había podido llegar a esa cifra. Remontar partidos se estable mas como una tendencia que como un milagro: en 11 paridos el equipo que perdía por 17 puntos o más pudo imponerse al final y en seis de esos partidos la diferencia era de 20 puntos o más. Y la forma de anotar rápido es un con trabuco aéreo que pueda abrir defensivas.

Incluida en esta tendencia, y ante una gran expectativa esta el regreso de Peyton Manning, un hombre récord que sufrió la peor pausa forzada que puede tener un jugador de su calibre. Ahora entra en una fase de validación que nunca imaginó y que lo hace responsable de que un equipo que llegó a postemporada --con un ritmo completamente diferente-- pueda establecer consistencia y encontrar ese QB que los regrese a la escena del Super Bowl, donde no han estado desde 1998. Manning tiene la cuarta mejor marca de triunfos como titular con 68 por ciento (141-67), es tercero en pases de touchdown en la historia de la NFL con 399 --sólo detrás de Brett Favre y Dan Marino-- y esta a sólo un partido de 300 yardas por aire de rebasar a Marino para ser el Nº 1 de todos los tiempos con 64 partidos lanzando con por lo menos tres centenas de yardas.

El regreso del mayor de los Manning sólo puede ser antesala de una competencia feroz entre los grandes pasadores de nuestros tiempos: Brees, Rodgers, Brady... y aunque no lo quieran aceptar, Peyton y el resto de los elegidos estarán siguiendo las estadísticas de sus rivales, aunque lo mas importante serán los números en la columna de las victorias. Pero una cosa va casi de la mano de la otra ¿no? Casi siempre... hasta que llegamos a los playoffs, donde todo puede suceder. Esperamos una temporada sin precedentes a la ofensiva pero creemos que hay románticos que esperamos que las defensivas que se porten a la altura.

Eli ManningAPEli Manning no pasó un día tranquilo, pero condujo a los Giants a otro Super Bowl.

BRISTOL -- Los Patriotas consiguieron la revancha sobre los Ravens en el duelo de Campeonato de la Conferencia Americana, pero el trofeo Lamar Hunt llegó a sus manos con muy poco brillo.

En muy pocas ocasiones Tom Brady se ha impuesto a los rivales con menos yardas, mas entregas de balón y sin ningún pase de anotación... esa no es la marca de la casa que construyó Bill Belichick.

Nueva Inglaterra tuvo dificultades contra una gran defensiva y tuvo que apoyarse mayormente en su ataque terrestre para conseguir touchdowns incluido un QB sneak, en parte porque faltó mayor precisión de Brady y porque las yardas después de las recepciones no hicieron la mella que esperaban.

La victoria llega con un sabor agridulce para los Pats. Belichick y su equipo no causaron la conmoción con Aaron Hernández alineado como corredor como en el juego ante Denver y no fuimos testigos de la jugada sorpresa, la que siempre está escondida en el repertorio de la mente maestra de los últimos años.

No creemos estar pidiendo más de lo que Nueva Inglaterra nos tenía acostumbrados. Rob Gronkowski pagó factura al salir del partido al menos momentáneamente por una lesión de tobillo la cual seguramente será seguida con lupa hasta el partido grande. El mismo Brady no llegó al parecer al cien por ciento por una lesión de hombro que lo orilló a tener un día menos de práctica antes del juego de Campeonato y un golpe de Ray Lewis en su anotación en el último cuarto seguro que no lo dejará olvidar lo cara que los Ravens vendieron su derrota.

Siempre es dramático un cierre definido por un gol de campo, sobre todo cuando Joe Flacco dentro de sus capacidades trató de darle a su equipo la mejor posibilidad para llegar a su primer Super Bowl. Pero este es un trabajo de equipo y algunas piezas no estuvieron a la altura.

Pero la aguja de termómetro apenas se estaba calentando, para una afición que por un momento pensó que la temporada no se celebraría.

Bajo difíciles condiciones climáticas Nueva York tuvo que llevar el partido hasta las últimas consecuencias de las nuevas reglas de tiempo extra. Un duelo defensivo tuvo maniatado el marcador pero la creemos que la falta de un receptor de larga distancia y una estrategia repetitiva a la ofensiva puso contra a la pared a los 49ers en las terceras oportunidades. Eli Manning no pasó un día de campo tampoco: fue capturado en 6 ocasiones y aunque tuvo un fumble no forzó la intercepción que quizás en algunos de sus malos momentos como titular hubiera sido mortal. Nueva York fue paciente y se mantuvo enfocado en el partido hasta que pudieron poner la escena del gol de campo más cómodo posible para Lawrence Tymes.

Sabe amargo el tropiezo de San Francisco pero es parte del a veces doloroso camino del aprendizaje para un entrenador de primer año y una franquicia que no tiene vestigios de su última visita a la postemporada en 2002. Vernon Davis superó las 100 yardas, pero un duelo de este calibre necesitaba de más protagonistas para poder ganar, aun siendo local.

Eli Manning conectó con 8 diferentes receptores, pero fue la única conexión con Mario Manningham la que regresó a los Gigantes a la vida en el último cuarto. Umenyiora, Tuck, Canty y Pierre-Paul solo consiguieron 3 capturas sobre Alex Smith pero lograron presionarlo lo suficiente para limitarlo a menos del 50 por ciento de efectividad.

Dos dignos campeones de conferencia, pero con perspectivas distintas de cara a su segundo duelo en el Super Bowl en 4 años, ¿no lo creen?

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