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E:60 era entonces un reto, pero no uno como cualquier otro, sino con el ingrediente adicional de un desafío que se toma por primera vez, de un proyecto que está naciendo y que, por lo tanto, requiere de esa especial atención que se debe poner a todo lo que comienza.
El itinerario a marchas forzadas, incluía visitar a nueve equipos en solo tres días, pero con la ilusión y la expectativa que genera siempre el poder platicar con lo más selecto de nuestros beisbolistas en las Grandes Ligas, al mismo tiempo que con aquellos que están comenzando a abrir puertas y a aclimatarse a una nueva vida, en un país diferente, con otro idioma, con otras costumbres y lejos de su familia.
¡Qué mejor forma de comenzar el trabajo! Omar Vizquel y Ozzie Guillén fueron nuestros primeros entrevistados. Y con ese par de venezolanos, todo lo que uno puede hacer es callar y aprender.
El manager de los White Sox comparó magistralmente sus épocas de jugador con la actualidad, analizó la psicología y la idiosincrasia del pelotero latino, dejando claro que nuestra cultura deportiva, tan distinta en relación a la de los estadounidenses, generalmente nos deja en desventaja, pero nos puede dar también cierto beneficio.
Ahí comenzó todo. Omar Vizquel nos esclareció las diferentes condiciones de los latinos que llegaban hace dos décadas de las que se viven en la actualidad, y el cubano Alexei Ramírez nos dio una perspectiva totalmente diferente, el panorama de aquellos que abandonan su país buscando su sueño, pero sabiendo que, a diferencia de los demás, nunca podrán volver a ver a su familia.
En Goodyear, Manny Acta nos dio la bienvenida. Escuchar conceptos de un manager de Grandes Ligas es la experiencia más enriquecedora que existe en el béisbol, y cuando se toca el tema de la problemática del pelotero latino para alcanzar y mantenerse en ese nivel, la situación se torna todavía más interesante. El dominicano nos habló por casi 30 minutos del impacto de los nuestros, pero antes de despedirnos también nos dejó claro que estaba seguro de que sus Indians tendrían una muy buena temporada.
Los Cabreras, Orlando y Asdrúbal, nos aportaron su experiencia y juventud respectivamente, mientras Carlos Santana, además de contarnos sus vivencias en el largo camino a las mayores, nos reiteró que necesitaríamos una hora completa para examinar su caso, lleno de obstáculos, con lujo de detalles.
Nuestro segundo día de investigación, nos dio la perspectiva de diferenciar la ruta que sigue un pelotero, dependiendo del país del que viene. Ciertamente es complicado para todos, pero esos obstáculos varían de acuerdo a la latitud del planeta en la que se nace.
Jorge Cantú (México), Everth Cabrera (Nicaragua), Ernesto Frieri y Edgar Rentería (Colombia), Ubaldo Jiménez y Nelson Cruz (República Dominicana) y Carlos González (Venezuela), esclarecieron para nuestra investigación, dejándonos ver cómo pueden variar las rutas de cada quien, dependiendo del sitio de procedencia.
Pero faltaba cerrar con broche de oro en ese sentido, buscando gente de Puerto Rico. Así que en nuestro día final, visitamos a los campeones Gigantes en Scottsdale, en donde pudimos hablar con Andrés Torres y Jonathan Sánchez, siendo ésta última, una de las entrevistas más reveladoras para nuestro reportaje, pues el originario de Mayagüez nos habló también de lo difícil que resulta para la gente que no vive en San Juan o cerca del área metropolitana en la Isla del Encanto, el poder ser "vista" por un scout de alguna organización de Grandes Ligas, además de manifestarnos que el problema principal de los boricuas en relación al descenso en el número de jugadores en las mayores, es más de actitud de los propios peloteros que se conforman muchas veces con la comodidad de sus hogares y sus vecindarios, así como con una paga que les ayuda, pero que nunca será comparada a lo que pudieran ganar si buscasen alcanzar las mayores.
Así terminó nuestro recorrido. Tres días de enriquecimiento beisbolero en cuanto al impacto latino en las Grandes Ligas. Tres días de escuchar historias y detalles que no conocíamos. Tres días que sirvieron para obtener la esencia de un reportaje imperdible en E:60, que nos revelará un lado poco conocido de los nuestros en la pelota.
Todos sabemos cuánto batean nuestros compatriotas, conocemos sus cualidades a la defensiva, los seguimos día a día y celebramos sus triunfos. Estamos al tanto de su contribución hacia sus equipos. Pero pocos conocemos lo que verdaderamente sufrieron para llegar a donde están. Los obstáculos, tristezas, soledades y desesperaciones que vivieron durante ese largo camino.
¡Bienvenidos a E:60! Pónganse cómodos para darse cuenta de que todos los aplausos, los reconocimientos y los billetes verdes que nuestros ídolos se llevan día a día, tuvieron también un alto precio, y una elevada factura para todos esos personajes y sus familias.
LOS ÁNGELES -- Aficionados y Fanáticos al "Rey de los Deportes": la supremacía del béisbol oriental queda de manifiesto hoy más que nunca con Japón y Corea enfrentándose en la final del Clásico Mundial.
Los dos equipos están ahí por méritos propios. Nadie les regaló nada y creo que no existe alguien que dude siquiera que ambos merecen disputar el campeonato. Los dos practican la pelota pequeña, ambos aprovechan al máximo los errores de sus rivales y cuentan con lanzadores que ejecutan el plan de juego a la perfección. Es por eso que han llegado a estas instancias.Japón busca amarrar su segundo Clásico (Getty Images) |
A pesar de todo, la escuadra de Davey Johnson volvió a timbrar en dos ocasiones en el octavo para acercarse en la pizarra 4-6. El momento psicológico parecía estar de su lado, pero con dos outs en la baja del mismo inning, un error de Derek Jeter en rodado de Munenori Kawasaki, permitió que los nipones anotaran dos carreras más, sentenciando cifras definitivas.
Moraleja: a equipos como Japón y Corea, no se les puede dar una oportunidad adicional, porque te van a matar.Envía la palabra CLASICO en mensaje de texto al 43776 y recibe alertas del Clásico Mundial de Béisbol en tu móvil. Aplican tarifas estándar. Alertas disponibles sólo en EE.UU. |
Con los jugadores de Estados Unidos y Venezuela regresando ya a sus respectivos campos de entrenamiento, la final promete ser muy divertida. Sé que para algunos no tendrá mucho interés el observar un duelo en donde no aparecen los Bobby Abreu, los David Ortiz, los Iván Rodríguez, los Frederich Cepeda, los Jorge Cantú, los Derek Jeter, etc. pero por lo que se ha vivido en Dodger Stadium durante el fin de semana, el ambiente promete estar sensacional.
El sábado, el 90 por ciento de los asistentes apoyaron ruidosamente a Corea y el domingo, japoneses y estadounidenses estuvieron casi a la par, por lo que para el lunes por la noche, los seguidores de Japón y Corea llenarán seguramente el inmueble y el ambiente será sensacional. Ya en el Tokyo Dome se vivieron los primeros dos capítulos de éste enfrentamiento con Japón ganando el inicial y Corea llevándose el segundo, aquel encuentro en el que Ichiro llegó a señalar que se iba de su país dolido y lastimado en su orgullo tras la derrota. Los siguientes dos episodios se vivieron en San Diego en donde ahora los coreanos tomaron ventaja llevándose el primero pero los japoneses volvieron a igualar con la victoria en el segundo. Será entonces la quinta ocasión en que se vean las caras en éste Clásico Mundial.Dos equipos que se conocen muy bien. Saben cuáles son sus puntos débiles y sus fortalezas, situación que hará mucho más interesante ésta final. Japón no contará con los servicios de su mejor bateador, Shuichi Murata, pero aún a pesar de su ausencia, pudieron vencer a los estadounidenses.
Por Corea, la única duda será la de su segunda base Keunwoo Jeong, quien salió lesionado ante Venezuela pero podría estar listo para cuando se cante el play ball. Es una final sin latinos, una final sin los inventores del béisbol, pero una final que será espectacular porque en efecto, se enfrentan los dos países que han demostrado que mejor juegan a la pelota en nuestros días.La disciplina coreana se impuso (Getty Images) |
La actuación de la Vinotinto ante Corea fue lamentable, pero no por ello debemos dejar de reconocer el gran torneo que tuvieron los venezolanos y el reafirmar lo que escribí en éstas líneas hace un par de meses (aunque muchos me cayeron encima): el béisbol de Venezuela es el que está en mejor nivel en este momento de entre todos los países de habla hispana. No solamente porque su liga invernal resultó la más interesante, peleada y atractiva en relación a las demás, no solamente porque se llevaron sin oposición la Serie del Caribe, sino porque ahora llegaron mucho más lejos que dominicanos, puertorriqueños y mexicanos.
Pero lo que también ha quedado demostrado, es que el béisbol de oriente se encuentra en el nivel más alto de todo el planeta. Corea está ya en la final y Japón podría dejar fuera a los inventores de éste deporte para llevar a cabo una batalla 100 por ciento oriental en busca del título de éste Clásico.Envía la palabra CLASICO en mensaje de texto al 43776 y recibe alertas del Clásico Mundial de Béisbol en tu móvil. Aplican tarifas estándar. Alertas disponibles sólo en EE.UU. |
La escuadra de In Sik Kim, que se ostenta como campeona olímpica, tiene de todo en su orden al bat, desde la loma y a la defensiva. La velocidad y picardía de un primer bat como Yongkyu Lee, la contundencia ofensiva de Tae Kyun Kim y Hyun Soo Kim; así como un corrido de bases que resulta impecable. En la loma, el dirigente conoce de manera perfecta a sus relevistas y eso hace que, en muchas ocasiones, la falta de profundidad en el pitcheo abridor, quede subsanada trayendo brazos desde el bullpen.
Finalmente, lo que pudiese ser la parte fuerte de este equipo: una defensiva impecable. Los coreanos llegaron a la semifinal del Clásico anterior sin cometer errores en todo el torneo y aunque ahora no han jugado de manera tan limpia en el campo, sus movimientos, su ejecución y su trabajo de infield, destaca sobre todos los demás. Para conjuntar todos esos factores, no existe otra explicación, simplemente se trata de la disciplina para cumplir con el trabajo. Es algo que les viene de raíz a los orientales, que va con su cultura y sus creencias. Ellos no toman prácticas de bateo de hora y media todos los días y se van al camerino a relajarse. Ellos practican durante varias horas y conservan la costumbre de realizar sus prácticas de infield todos los días. Estudian, observan videos, se preparan y cuidan cada aspecto de su vida como atletas. El éxito del béisbol del lejano oriente se debe en gran medida a esa disciplina, a ese trabajo intensivo y esa dedicación. Y es por ello que, una vez con Corea adentro, no sería ilógico pensar en una final completamente asiática.Carlos Silva, carta de triunfo vinotinto (Getty Images) |
Los cuatro equipos que se mantienen con vida practicaron el sábado en Dodger Stadium, hablaron por largo rato con los medios de comunicación y se retiraron para velar armas con miras a sus respectivos compromisos del fin de semana.
La acción del sábado entre Venezuela y Corea podría representar el escollo más difícil al que haya enfrentado la tropa de Luis Sojo en lo que va del torneo. Ciertamente Italia les opuso resistencia, Estados Unidos les propinó una paliza y Puerto Rico estuvo a punto de sacarlos del camino, pero Corea es un reto diferente, un equipo del que conocen a pocos jugadores y que representa un verdadero enigma para el conjunto venezolano. Luis Sojo sabe que, a pesar de las dificultades que han encontrado en el camino, ninguna será tan difícil como la de enfrentar a Corea. El manager de la "Vinotinto" se ha apoyado mucho en Melvin Mora, quien conoce muy bien el tipo de pelota que se practica en esos lares, luego de su incursión por Taiwán a principios de 1998, y ambos han concientizado al equipo en relación a que estos jugadores practican demasiado, nunca se rinden, pelean en cada jugada y tratan de sacar lo máximo de lo mínimo, por lo que la ejecución debe de ser casi perfecta si se les quiere ganar.Envía la palabra CLASICO en mensaje de texto al 43776 y recibe alertas del Clásico Mundial de Béisbol en tu móvil. Aplican tarifas estándar. Alertas disponibles sólo en EE.UU. |
Carlos Silva ha tenido muy buenas actuaciones en lo que va del Clásico y por eso es que Sojo prefiere mantenerse con el que ha sido su patrón durante las dos rondas anteriores y abrir con el derecho de los Marineros. Lo que sí está completamente descartado es un relevo por parte de Félix Hernández como sucedió en la ronda inicial. El dirigente venezolano explicó que quiere ir lo más lejos posible con su abridor, para acercarse a la zona de Francisco Rodríguez, y toma en cuenta que Silva llegó a siete innings en su apertura anterior sin haber alcanzado los 85 lanzamientos y espera que la historia se repita ahora que el máximo aumenta a 100 pitcheos, pero aclaró también que su bullpen tiene gran versatilidad, así que si hay que recurrir temprano a los relevistas, no habrá problema.
Suk Min Yoon, parte del equipo campeón en los Juegos Olímpicos del año pasado, será un hueso muy duro de roer para los venezolanos. El alguna vez conocido como "El Ace de la Mala Suerte", ha cambiado ese apodo y esos números, ahora es la potencia número uno en la rotación de abridores de su país y ha tenido una actuación magistral en el Clásico, sin permitir carreras limpias en 9.2 innings de trabajo en los que apenas ha permitido seis imparables, ponchando a nueve enemigos. Otra clave para los venezolanos será mantener fuera de circulación a Keunwoo Jeong, no sólo porque cada vez que se embasa representa serio peligro para la oposición, sino para evitar que los cañones de Tae Kyun Kim y compañía hagan el daño que han venido provocando durante las primeras dos rondas. Venezuela no ha ganado un título internacional desde hace 64 años, por lo que Sojo y su gente saben de la responsabilidad de sacar un buen resultado ante Corea y esperar a su siguiente rival. Si Carlos Silva consigue avanzar a la séptima u octava entradas, la meta estará más cerca de conseguirse.
La situación se complicó para Luis Sojo porque su abridor, Armando Galarraga, no pudo pasar del cuarto episodio y ya sabemos que cuando eso sucede, los partidos suelen complicársele. Los primeros relevistas, Ramón Ramírez y Carlos Vásquez, pasaron sus apuros, pero a pesar de permitir carreras, nunca se dejaron alcanzar. Los Moreno (Víctor y Orber), lucieron mucho mejor y ya sabemos que la novena es imposible para el rival, con los buenos trabajos del "Kid" Rodríguez.
La novatada también respondió a la ofensiva. Gerardo Parra y Max Ramírez tuvieron turnos de calidad durante todo el encuentro, y aunque "Parrita" se llevó su imparable, anotando dos carreras, fue Maximiliano el héroe del ataque. Con el juego a favor de Venezuela por score de 7-6, Ramírez vino a batear ante LaTroy Hawkins con dos a bordo y dos outs en la sexta entrada y, ya con par de strikes en su cuenta, la depositó del otro lado por el jardín izquierdo para dar ventaja de cuatro a su equipo con tres innings por jugarse.
Lo positivo para los estadounidenses es que luego de su dramático triunfo ante Puerto Rico, el ambiente en el equipo ha cambiado de forma radical. Los jugadores que comenzaron el Clásico Mundial fríos, no sólo en cuanto a su preparación, sino en su actitud mental, ahora se notan muy motivados y eso lo han reflejado en su forma de jugar. La afición se ha contagiado y si la asistencia de fanáticos locales en el Dolphin Stadium se incrementó para el último juego de la ronda, en Los Angeles será todavía mejor.
Los Latinoamericanos tienen su equipo en las finales: Venezuela (AP) |
Ambos equipos viajan a la costa oeste el jueves, aún sin conocer a sus rivales. Ya se sabe que serán orientales, pero Venezuela se medirá el sábado al perdedor del juego de Corea-Japón, mientras los Estados Unidos lo harán el domingo ante quien resulte ganador del mismo. El Grupo 2 terminó su acción con un balance positivo en el terreno de juego, con un equipo de los Países Bajos que enseñó al mundo que su beisbol ha progresado enormemente, al pelear de tú a tú en sus dos encuentros, con un Puerto Rico que llegó como una gran potencia y se fue con la derrota más dolorosa en la historia del Clásico, con un Estados Unidos que cambió su fisonomía totalmente luego de su hazaña ante los boricuas y con una Venezuela que demuestra que está casi al 100% y lista para dar batalla ante la tropa oriental.
Lo negativo vino con la elección de la sede. Tuvimos buenas asistencias, generalmente de más de 20,000 aficionados, pero el haber escogido un estadio para futbol americano, desembocó en observar tribunas vacías por todos lados. La afición se concentró siempre en las gradas detrás de los dug outs, pero el resto del inmueble lució completamente desolado y eso actúa en detrimento de un ya de por sí muy criticado Clásico.
Pero todavía falta lo mejor: viajamos ahora a Los Angeles, donde Dodger Stadium podrá ser testigo tal vez del bicampeonato de Japón, tal vez de la consolidación de una Corea que es la campeona olímpica, tal vez del reencuentro de Estados Unidos con la parte alta de un pódium o tal vez, porqué no, de la ratificación de que la pelota de Venezuela es hoy en día, la mejor del área de América Latina y el Caribe& y hasta del mundo.
El escenario cambió del Hiram Bithorn al Dolphin Stadium, pero el resultado fue el mismo. La escuadra de José Oquendo llegó sin derrotas y con cuatro ganados al encuentro contra Venezuela y fueron blanqueados para comprometer su situación. Si éste martes no pueden vencer a los Estados Unidos, la historia se habrá repetido de forma completa, pues el descalabro ante Venezuela volvería a ser el principio del final.
Si hace tres calendarios las huestes de Luis Sojo hicieron el milagro en base a pitcheo, ahora la clave no fue diferente. El "Toro" Zambrano en aquella ocasión y el "Fenómeno" Félix Hernández en ésta. El abridor número uno de los Marineros de Seattle colgó cuatro argollas a la ofensiva de Puerto Rico, sacando además dos outs en la quinta, para llevarse el triunfo que envía a su equipo a las semifinales en Dodger Stadium.
Lo que había fallado a la "Vinotinto", el relevo intermedio, ahora trabajó bien, con Carlos Vásquez, Enrique González y Ramón Ramírez, poniéndole la mesa a Francisco Rodríguez y preservando la blanqueada.
Ramón Hernández fue el héroe, no solamente por la gran forma de manejar a sus jóvenes lanzadores, sino por su contribución ofensiva de tres imparables, incluído un cuadrangular que resultó la carrera del seguro en el séptimo rollo.
Ahora los venezolanos esperan al ganador del duelo entre Estados Unidos y Puerto Rico, para un encuentro que será solo para determinar quién es el campeón del grupo.
El joven manager de Venezuela ha mostrado progresos (Getty) |
Para los boricuas, la cita de éste martes por la noche es crucial. Jonathan Sánchez, el jovencito de los Gigantes de San Francisco, se medirá al experimentado Ted Lilly en duelo de vencer o morir, que será la revancha del encuentro que ambos equipos protagonizaron el pasado sábado y en el que Puerto Rico venció por la vía del KOT a los "dueños del patio".
Estados Unidos ha sido un equipo frío, un equipo al que sus aficionados no van a apoyar, un equipo que a pocos le interesa y que ha ido perdiendo a varios de sus elementos. Pero tienen la espina clavada de hace tres años y lucharán con todo por ese boleto a Los Angeles.
La batalla de boricuas y venezolanos terminó por inclinarse a favor de éstos últimos, pero nos dejó la grata corroboración de que dos managers latinos jóvenes han progresado enormemente en relación a lo que mostraron hace tres años. Tanto Luis Sojo como José Oquendo fueron reprochados en el anterior Clásico Mundial de Beisbol, hoy día, sin lugar a dudas han demostrado su evolución como dirigentes, declarándose listos para recibir la encomienda en un equipo de las Grandes Ligas.
Al igual que Australia, los holandeses demostraron lo mucho que ha subido su juego (Getty) |
Lamentablemente para ellos, el pitcheo no se comportó a la altura y los norteamericanos les fabricaron nueve carreras, dejándolos fuera de toda posibilidad.
Se suponía que Rick VandenHurk era la pieza ideal para éste encuentro decisivo: un hombre con experiencia en las Grandes Ligas, que conoce a la perfección éste parque porque pertenece a los Marlins y que había enfrentado antes a casi todos los miembros de la ofensiva rival. Pero el destino beisbolero le tenía marcada una muy mala salida y no pudo ir mas allá de dos episodios de trabajo, cargando con la derrota.De cualquier forma, los Países Bajos escribieron la historia más importante de la primera ronda y la que se recordará por siempre cuando hagamos referencia a éste Clásico Mundial, derrotando a República Dominicana en dos ocasiones para eliminarla del torneo. Al igual que Australia, demostraron lo mucho que ha subido el nivel de la pelota en sus países, sentando las bases para ser considerados dentro de cuatro años por tratarse de equipos protagonistas y que toman en serio su papel.
Antes del inicio del encuentro, Randall Simon me platicó sus frustraciones, ya que en los juegos anteriores, venía a batear generalmente sin corredores en circulación y eso hacía que los lanzadores le pitchearan de forma muy complicada. Pero con el transcurso de los innings, tuvo varias posibilidades de olvidar esa situación y no pudo aprovechar ninguna. En la tercera entrada, perdiendo apenas por 3-0, bateó con las bases llenas y fue dominado con elevado a las paradas cortas para el último out. En la séptima encontró compañeros en segunda y tercera, pero conectó al central para el segundo tercio. Cinco corredores dejados en circulación, que pudieron haber cambiado de forma drástica el desarrollo del partido.
Pero al final hay que darle mérito también al pitcheo de Roy Oswalt, que a diferencia de Jake Peavy la noche anterior, se vió mucho mejor en el centro del diamante para controlar a la ofensiva naranja. La gran historia terminó, pero el combinado Curazao-Aruba-Holanda, se lleva los aplausos y el reconocimiento de todos los que siguieron sus hazañas en Puerto Rico.
Para los Estados Unidos, la victoria significó librarse de lo que hubiese sido un fracaso mayúsculo, pero todavía tienen mucho por hacer para sacarse la espina de hace tres años. La mejor noticia fue que el reemplazo de Dustin Pedroia; Brian Roberts, comenzó con el pie derecho su participación en el Clásico conectando tres imparables en sus primeros turnos, además de recibir par de pasaportes.
Y llegó el momento del primer plato fuerte en Miami dentro de la segunda ronda: Venezuela y Puerto Rico frente a frente buscando el primer boleto para las semifinales en Los Angeles. Un duelo que promete ser interesantísimo y un ambiente que seguramente será sensacional en las tribunas del Dolphin Stadium, que se presentarán atestadas de seguidores para éste gran duelo.
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Alex Ríos, Geovanny Soto y Mike Aviles fueron los únicos del line up de los de la Isla del Encanto que no conectaron imparables, y en apenas dos episodios, ya la ofensiva de José Oquendo había dispuesto de Jake Peavy, anotándole hasta seis carreras.
Un line up que tiene velocidad, poder y, sobre todo, que corre muy bien las bases, situación que fue decisiva en el triunfo sobre Estados Unidos. El pitcheo sólido de Javier Vázquez y tres relevos, mantuvieron a raya a una ofensiva en la que los cuatro primeros, Shane Victorino, Derek Jeter, Chipper Jones y Kevin Youkilis, se fueron sin hit en doce turnos al bat. José Oquendo tiene además la ventaja de contar con hasta tres receptores de primer nivel, pues combina a Iván Rodríguez con Yadier Molina y Geovanny Soto, todos ellos unos maestros en manejar a sus lanzadores, situación que tiene a Puerto Rico a un paso de viajar a Los Angeles para las semifinales y ha puesto al equipo de casa al borde de la eliminación. Y mientras los boricuas fueron contundentes, Venezuela batalló enormidades, pero consiguió al final el objetivo al imponerse a un aguerrido equipo holandés. El pitcheo de Sindey Ponson tuvo sólamente dos parpadeos, pero eso fue suficiente para costarle la derrota. Un triple de Endy Chávez abriendo el juego y un cuadrangular monumental de Miguel Cabrera fueron todo el daño que permitió el abridor de Aruba, pero como ha sido a lo largo de todo el torneo, la ofensiva holandesa no ha despertado y eso los tiene en terapia intensiva. Ya es momento para que la gente de experiencia en el cuadro naranja, como Eugene Kingsale, Sharnol Adriana, Randall Simon y Yurendel deCaster, comiencen a batear, porque una derrota más y la historia de Cenicienta habrá terminado. Además de la victoria contundente de Puerto Rico, lo más destacado de la jornada sabatina en Miami fue el gran ambiente de los seguidores boricuas y venezolanos. Un numeroso contingente apoyó a ambas selecciones durante el día, por lo que se prevé que el juego entre los dos éste lunes, contará con una gran cantidad de aficionados y un ambiente de lo mejor que hayamos tenido en éste Clásico. Pero antes de ese duelazo, Estados Unidos se juega la vida ante un equipo holandés que ha llegado lejos, pero que parece tener las horas contadas, antes de que termine su cuento de hadas.
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