JOHANNESBURGO -- Este abuelo no contaba cuentos de terror para ablandar las travesuras del niño. Ni mencionaba lobos o monstruos que no le permitieran dormir por las noches. Ni contaba cuentos en una silla mecedora, hasta cansar al nieto. Este abuelo contaba sólo un cuento sobre una canchita de futbol, a donde acudían todos los domingos para convivir en familia. Era un terreno de la familia Balcázar Anaya frente al aeropuerto de Guadalajara.

Este abuelo cuenta-cuentos siempre le hablaba de futbol al hijo de Silvia Balcázar y Javier El Chícharo Hernández. Y su único cuento se remontaba hasta Suiza 1954.

"¿De veras anotaste un gol en un Mundial?". Y el abuelo, orondo, hinchándose de orgullo, respondía: "Sí, mi niño, le anoté un gol a Francia. Con ese gol empatamos. Pero luego el árbitro nos marcó un penal injusto y el gran Raymond Kopa lo cobró muy bien y nos ganaron casi en el último minuto". Asombrado, con los ojos saltones y la boca abierta, Javiercito Hernández preguntaba otra vez: "¿Pero de veras anotaste un gol en un Mundial?". Y el abuelo reafirmaba: "Claro, m'hijo".


México se impuso por 2-0 ante los galos

El Chicharito, todavía incrédulo, acudió ante un testigo que no podía engañarlo: "Oye, abuela", le decía a Luchita de Balcázar (Luz María Anaya). "¿Es cierto que mi abuelo anotó un gol en un Mundial". Y la abuela orgullosa le reafirmaba: "Así es mi niño. Su abuelo le anotó a Francia". Ese fue el cuento más recurrente en la infancia de Javier Hernández Balcázar.

Tomás Balcázar tiene seis hijos. De los varones, ninguno fue futbolista. Su hija Silvia se casó con Javier El Chícharo Hernández hace casi 23 años. Ellos tienen dos hijos: Javier y Ana Silvia. Tomás, el suegro, y Javier, el yerno, participaron en los mundiales de Suiza 1954 y México 1986. Tomás jugó y anotó ante Francia. Javier no jugó, pero estuvo en la lista de 22 mundialistas de México. Y hoy, completando el hecho insólito, el nieto de Tomás y el hijo del Chícharo, participa en este Mundial de Sudáfrica 2010.

Tres generaciones del tronco Balcázar-Hernández han estado enlistados con la Selección Mexicana en tres mundiales distintos. Un caso quizá único en el mundo.

Y una curiosidad más: cuando Tomás participó en el Mundial de Suiza 1954 no había nacido Javier El Chícharo Hernández. Y cuando Javier Hernández estuvo en el Mundial de México 1986, su hijo El Chicharito tampoco había nacido.

Esta noche fue día de fiesta para 120 millones de mexicanos en territorio azteca y para otros 25 millones que persiguen el sueño americano en los Estados Unidos. Pero una familia en particular está feliz: la familia Balcázar Hernández.

"Yo lloré, lloré y lloré. No me podía controlar. En cuanto mi niño metió el gol se me salieron las lágrimas. Son lágrimas de alegría. Estoy tan feliz", dijo por teléfono su abuela Luchita Anaya de Balcázar desde su casa de Ciudad del Sol, en la zona metropolitana de Guadalajara.

"Y mi viejo está igual de feliz. Hablé con él y también lloró mucho. Él anda por allá en Sudáfrica, estuvo en el estadio. ¿Te acuerdas cuando Tomás le platicaba a mi niño que le había metido un gol a Francia en un Mundial? ¿Te acuerdas de su cara de asombro? Y pensar que ahora él también le metió un gol a Francia, como su abuelo". No pudo más. La línea telefónica se llenó de lágrimas.

Hoy, feliz por su nieto, Luchita recuerda que "el gran Balcázar, mi viejo", como le llama cariñosamente, comenzó la tradición familiar de anotarle goles a Francia en Copas del Mundo.

La memoria recorre 15, 16 o 17 años de distancia, de un domingo cualquiera, para recordar aquel retrato mental con la cara de asombro de Javier El Chicharito Hernández, que seguía incrédulo preguntándole a Tomás Balcázar, el abuelo cuenta-cuentos: "¿De veras le anotaste a Francia en un Mundial?".

Una vez obtenida la respuesta, dejó el remanso del abuelo para, con balón en mano, seguir jugando futbol en la canchita de la familia Balcázar Anaya. Alguno de los ahí presentes le escuchamos musitar: "Yo también le anotaré a Francia en una Copa del Mundo... algún día".

JOHANNESBURGO -- Ocurrió en Durbán: la sorpresa de la Copa del Mundo. Suiza, atacó a España con la lección que enseñó el Inter al mundo para detener al Barcelona. Resguardar su zona defensiva, cerrar los espacios, romper los circuitos creativos y sorprender con contragolpes, usando como aliado al reloj.

Ocurrió en Pretoria: la alegría del pueblo sudafricano se vio bañada por el llanto de quienes saben que la derrota ante Uruguay por ese contundente 0-3 los está alejando de la siguiente fase. Sudáfrica se convertiría en el primer local en 19 Copas del Mundo que se queda en la primera ronda.

Los bafana bafana, nombre de batalla que se autoasignó el equipo sudafricano para presentar una seña de identidad ante la comunidad futbolística mundial, prácticamente quedaron fuera de la Copa del Mundo al perder 0-3 ante un Uruguay inspirado en el talento de Diego Forlán y Luis Suárez, más el eficiente trabajo de nueve obreros dedicados a construir su equipo.


Análisis de la victorua urugaya sobre Sudáfrica

Uruguay mostró que en el futbol el 90 por ciento es transpiración y el otro 10 por ciento, que lo aportan Forlán y Suárez, es inspiración. Ambos colaboraron para que se consumara un triunfo que los pone con un pie en la siguiente ronda, a condición de que no sufran una derrota superior a 3-0 en su juego contra México.

Pero la nota la dio Suiza, un equipo que vio 10 mil repeticiones mentales de la victoria del Inter sobre el Barcelona en las semifinales de la Champions anterior, en la casa de los catalanes. Una defensiva granítica y un ataque con pocos hombres pero a alta velocidad. Sus oportunidades serían mínimas, pero el reloj sería su principal aliado. Empatar con España era un resultado fuera de su propio presupuesto. Ganarle era una hazaña. Y lo fue.

Por 1-0, España sufre el primer cachetazo en su aspiración por llegar a los niveles de grandeza de las potencias mundialistas. No se ha graduado en un mundo donde cada vez se destaca como el mejor alumno. Ya ganó la Copa Europea de Nacionales, quizá un torneo tanto o más fuerte que un Mundial. Pero la copa donde se reunen 32 selecciones de los cinco continentes es la que gradúa a las potencias. Y en esa, España se ha quedado en promesa. Este golpe suizo los obliga a ganar a Chile y Honduras, lo cual no se consideraría una anormalidad. Pero si queda segundo y Brasil primero, lo tendría que enfrentar en octavos de final, con el grado de dificultad que cualquier aficionado se puede imaginar.

Chile cumplió en su debut con un triunfo mínimo sobre Honduras, que pudo ser mayor de haber contado con un goleador en el ataque. La falta del Chupete Suazo y de Esteban Paredes impidió una victoria de mayor alcance. Pero Marcelo Bielsa volvió a un Mundial, tras el fracaso argentino de 2002, para arrancar con una victoria y encabezar a Chile a una eventual calificación a la segunda ronda, cosas que definirá en el siguiente partido ante Suiza, mientras que España tendrá que lamer sus heridas (como las fieras) ganando con claridad a Honduras

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JOHANNESBURGO -- Ya está aquí. Es el invitado infaltable de la Copa del Mundo.

Brasil llegó para dos cosas: para alegrar a los aficionados con un futbol fiel a su estilo y para molestar a los argentinos, sus rivales eternos.

El fan de la tribuna, el de cualquier país, el que sólo gusta del buen futbol, ejecútenlo quien lo ejecute, no se pierde partidos de Brasil. Hay internacionalistas de Copas del Mundo de México, de Estados Unidos, de Italia, de España, de Australia, de todas partes, que siguen a la verde amarilla en donde se realice el torneo.

Elano
GettyPor lesión, Elano podría decirle adiós al Mundial

Hoy, esos fans están en Sudáfrica, siguiendo la magia que producen los jugadores de Brasil. El espectáculo que pueden poner Kaká, Robinho, Elano, Maicon y Fabiano, no es el mismo de otros mundiales.

Nada más recordemos aquella alineación de 1970: Félix; Carlos Alberto, Piazza, Brito, Everaldo; Clodoaldo, Rivelino, Gerson, Tostao, Pelé y Rivelino. Aquella fue una generación espontánea de genios.

Este Brasil no es lo mismo, aunque le puede alcanzar para llegar lejos porque la calidad general de la copa no ha sido buena. No es una selección mandona, que llega a la copa a revalidar el excelso nivel de sus jugadores. El reflejo lo dieron primero Maicon, cuando hace el gol que Brasil hace siempre, con una dosis inesperada de talento, pero enseguida, se arrodilló, lloró, como creyendo que era la hazaña de su vida. Pero no era la final. Apenas era el primer juego del torneo. Y el rival era Corea del Norte.

¿Por qué lloró Miacón? Lloró porque el equipo verde amarillo no podía con los coreanos. Luego anotó Elano en otra pincelada de buen futbol, con un gran pase de Robinho que lo dejó frente al portero. Y otra vez llegó el llanto, pero ahora de los ojos de Kaká.

Los coreanos, guerreros de la cancha, tuvieron el premio a su determinación de enfrentar tú a tú al gigante y anotaron el 2-1 inesperado, con otro gran gol de Ji Yun Nam. Y los coreanos gritaron, festejaron, el autor del gol corrió a la banca, se abrazó con el técnico, pero no lloró. Al final Brasil ganó con el rosario en la mano

Pero es Brasil, el gran animador de los mundiales, el infaltable, es que tiene jugadores con magia en los pies, que son capaces de simplificar con su talento redondo cualquier galimatías que le plantee el rival.

Dunga, el entrenador, no se preocupa por el jogo bonito. Lo suyo es el resultado. Cuenta con un plantel de obedientes tácticos. No cabían Ronaldinho, Pato, Adriano, porque ellos cuentan en sus pies con el aroma del buen futbol, pero desordenados en su vida privado y en lo táctico.

Prefirió soldados obedientes, que antepongan la táctica rígida a la improvisación.

Enfrentar a Corea del Norte con tres volantes de corte defensivo, como Gilberto, Elano y Felipe Melo no parecía un buen aviso. Pero también estaba el estilo clásico de los laterales de siempre de Brasil, de corte ofensivo, como Maicon y Bastos, que atacaron a la vieja escuela, tan así que el jugador del Ínter hizo un primer gol soberbio, en el ojo de la aguja que había dejado descubierto el portero coreano. Por ahí metió un balón,

De las potencias del futbol, Alemania goleó con autoridad a un rival fácil como Australia; Italia tuvo un duro encontronazo con Paraguay y empató a uno; Argentina pudo golear, pero apenas se conformó con el 1-0 a Nigeria; Inglaterra no pudo con el progreso norteamericano, que puso la igualada porque lo merecía.

Y de los que no han conseguido copas del mundo, Holanda cumplió también sobre Dinamarca. Y ahora viene la artillería española. El equipo ganó la Copa Europea de Naciones con Luis Aragonés y ahora con Vicente del Bosque logró una calificación impecable para Sudáfrica y se espera que luche por el título ante las tradicionales potencias.

Como quiera que sea, Brasil ya está aquí. No hubo samba ni batucada, sino una simple victoria apretada sobre Corea del Norte. En ese grupo, Portugal no pudo con Costa de Marfil, pero su siguiente rival será el cuadro asiático, mientras que los discípulos de Sven Goran Erickson se enfrentarán a Brasil.

Brasil es la única selección que ha jugado todas las Copas del Mundo. Y el que más ha ganado: cinco, contra cuatro de Italia. Pero este Brasil de martes por la noche, ante el frío que penetra los huesos aquí en Sudáfrica, ganó apenas con lo justo, dejando guardada la magia de sus ancestros.

John Paintsil
Getty ImagesSólo Ghana ha salido airoso en este Mundial

JOHANNESBURGO -- Hay zonas de la tierra de Mandela donde el Mundial es una referencia, cierto, pero no contundente. La Copa del Mundo se vive intensamente en las Torres de Babel que crean ciudadanos de todos los continentes, de todas las razas, credos y religiones. De las grandes ciudades, en Johannesburgo se nota la fiesta, en algunas áreas el tumulto y en todos los lugares las referencias son tan contundentes como ciertas.

En el cielo de Mandela el fútbol es el motivo para sacar la alegría del pueblo sudafricano. Pero en la cancha, donde los partidos son ganados por los que hacen más goles que el adversario, la fiesta está tomando tintes de drama y en algunos casos ya es presagio de tragedia. De los seis representantes del continente, cinco ya jugaron y sólo uno ganó. Justo el que lleva el nombre del resultado: Ghana se impuso a Serbia en Pretoria.


Análisis: Japón debutó venciendo a Camerún

Pero los otros cuatro no han sido favorecidos por los espíritus y el canto. Sudáfrica, con el respaldo de más de 40 millones de personas, comenzó ilusionando con el golazo de Tshabalala, pero se dejó alcanzar por México en la inauguración. Argelia perdió porque su portero Chaouchi dejó pasar una bola imperdonable y se consumó la derrota ante Eslovenia. Nigeria pensó que Argentina era Messi y no se dio cuenta que también está Heinze, que les metió un golazo con la cabeza y nunca pudieron remontar el marcador. Camerún lució a priori favorito por el simple hecho de que el recuerdo era más fuerte, pero en la cancha Eto'o no pudo encontrar el socio que necesitaba para complementar su talento en la delantera, y finalmente Japón les ganó con un gol de Keisuke Honda.

Alguien dijo que "la mucha alegría es presagio de una gran tristeza". Este Mundial puede terminar pronto para millones de africanos. La colonia nigeriana es numerosísima en Sudáfrica. Vienen a trabajar acá para compensar las carencias en su país. Pero su equipo tendrá que resolver cómo pasar sobre los sorprendentes coreanos del sur y sobre los dolidos griegos, para alcanzar su pase a la siguiente ronda. A Nigeria le toca el papel de nadar a contracorriente porque en un Mundial perder tres puntos y como perder uno de los últimos alientos que vida que le quedan al enfermo.

Serbia se quedó lejos de lo esperado. Fuertes, sí, altos, con el de mayor estatura de la Copa del Mundo, Nikola Zigic, de 2.02 metros, pero todos con una no muy fina calidad técnica que ayudara a poner condiciones sobre un equipo rápido y técnico como el africano.

Sudáfrica igual tendrá que lidiar con la parte fuerte de su paquete eliminatorio: viene el tiempo de poner a prueba a su nerviosa zona defensiva con los temibles Diego Forlán, Luis Suárez y El Loco Abreu, para luego cerrar el Mundial ante otros nada torpes Anelka, Ribery, Henry y demás miembros del escuadrón francés.

Argelia ya sabe que en su futuro inmediato se asoma la flema inglesa. Ojalá que no sea un duelo de malos porteros porque tanto Green como Chaouchi han traicionado la confianza de sus defensores y técnicos al cometer barbaridades en el simple trámite de no dejar pasar pelotas fáciles. Ese será el siguiente partido, para concluir el grupo ante los asombrosos norteamericanos.

Camerún ensombreció su panorama gracias a sus errores y en el mañana inmediato viene Dinamarca primero y Holanda después. Se juega todo el sábado ante los daneses, ya que el juego ante los tulipanes podría ser de trámite, para participar en le estadística de la copa, simplemente y para coleccionar la camiseta naranja de sus rivales antes de tomar el vuelo de regreso a casa, que de cualquier forma no es tan lejano.

El otro contendiente africano, Ghana, que tomó tres puntos de oro en Pretoria, sometiendo a unos serbios que todavía no se reponen de la sorpresa, jugará Australia el partido que le puede dar la calificación, dejando que los serbios determinen su futuro ante Alemania. Es decir: la mesa está lista para convertirse en el primer africano en pasar de la primera ronda en su propio continente.

Nos resta saber lo que tiene Costa de Marfil, con un entrenador como Sven-Göran Eriksson, que en México nunca supo ganar de visitante y hoy tendrá que hacerlo ante Portugal porque en ese grupo cualquier distracción cuesta el lugar en la otra fase ya que comparte posibilidades con Brasil y Corea del Norte, aunque este no sea rival en la teoría.

Beso mulata
Héctor Huerta / EnviadoLa ghanesa le planta otro beso al rubio sudafricano

PRETORIA -- Bastaron 40 minutos en una autopista que ni en sueños tiene México, para llegar a la capital administrativa de Sudáfrica.

A unos 60 kilómetros de Johanesburgo, esta ciudad tiene también su propio rostro. El estadio, enclavado en la Universidad de Pretoria y de nombre Loftus Versfeld nos anuncia un encuentro de fútbol con dos escenarios raciales: por un lado, los blancos, pero más que blancos, rubios jugadores de Serbia, altos, atléticos, con el rojo, el azul y el blanco predominando en su uniforme; por el otro, una extraña selección de jugadores negros vestidos de blanco y representando a Ghana.

Pero en la tierra de Mandela ya no existe el Apartheid. Hoy blancos y negros juegan fútbol, mientras en la tribuna una mulata ghanesa escultural se besa con un rubio sudafricano en las tribunas.

El colorido de la tribuna se presta para todo. Las ensordecedoras vuvucelas terminan por aturdir a los aficionados. Se desatan enfrentamientos de estas trompetas ruidosas, entre los expertos sudafricanos y los novatos serbios que no atinan como emparejan la desigual competencia. Obvio: ganan los dueños del invento.

Pero en la cancha el duelo luce más parejo. Había que ver cómo se comportaba Ghana sin su ausente estrella Michel Essién del Chelsea, lesionado en la Copa Africana de Naciones y que no ha logrado recuperarse. Pero los restantes jugadores mostraron personalidad, sobre todo el portero Richard Kingson, el defensa central (el mejor africano en esa posición), John Mensah, los volantes Anthonny Annan, Kevin-Price Boateng (el mismo que lesionó a Michael Ballack en la final de la Copa Inglesa y lo dejó fuera del mundial), el delantero Gyan y sobre todo el jugador todo-terreno Kwandro Asamoah, un astro emergente de 21 años, que ya fue contratado por el Udinese de Italia.

Serbia se quedó lejos de lo esperado. Fuertes, sí, altos, con el de mayor estatura de la Copa del Mundo, Nikola Zigic, de 2.02 metros, pero todos con una no muy fina calidad técnica que ayudara a poner condiciones sobre un equipo rápido y técnico como el africano.

Todos los jugadores serbios militan en las grandes ligas de Europa, diseminados porque necesitan exposición y fogueo para hacer algún día una gran selección. Y conste que por ahí andaba el asesor del técnico Radomir Antic, el también serbio-mexicano Bora Miluitinovic. Nada de eso sirvió porque entre el penal inocente cometido por Kuzmanovic y la falta de contundencia de Pantelic y Krasic, más la falta de piernas de Stankovic y la torpeza de Lukovic, que se hizo expulsar por segunda amarilla, la suma de factores provocó la derrota europea, que lo podría dejar fuera de la Copa del Mundo pues en ese grupo Alemania con su demostración poderosa ante Australia y el propio equipo Ghanés, están tomando la delantera y será difícil que se repongan los serbios. Y mucho peor el panorama cuando el siguiente rival de Ghana es el débil Australia y Serbia se enfrentará a los germanos que están imponentes.

Pero la fiesta no fue en la tribuna. De hecho, el primer tiempo fue una terapia para el sonambulismo. La lucha cerrada en mitad de campo, las escasas oportunidad y la aparición de la ola demostraron que el juego estaba matando mosquitos de aburrimiento.

Mejoraron las cosas con la expulsión, cuando Serbia se tuvo que ir al ataque para compensar el hombre menos con un gol. Entonces Ghana retiró la apuesta de que el empate era bueno para los dos y decidió atacar con más determinación en los últimos minutos, hasta conseguir una diferencia que pudo ser mayor si dos disparos de Asamoah Gyan no se estrellan en los postes.

En la tribuna conocimos la fiesta de los africanos. Los cantos, la vuvucela, los rítmos bailes de multadas encantadoras, que se contonean y mueven el cuerpo con la alegría del juego que ellas han creado con altas dosis de sensualidad. Marcó el árbitro el final y estalló la alegría porque África acababa de ganar su primer partido en una Copa del Mundo realizada en su continente. Fue triunfo de Ghana, pero también de África, en la tierra de Mandela, donde se abolió el Apartheid para dar paso a la libertad de los colores.

Sudáfrica, hoy más que nunca, demostró que es el arcoiris de la libertad.

Al retirarse del estadio, los aficionados ghaneses les expresaban su respeto a los serbios con cordiales saludos que no tenían sensación alguna de burla. Y los serbios respondían agradeciendo el apretón de manos o el abrazo porque si su capacidad de resignación soportó una guerra civil cruenta por su independencia, con mayor razón recibían con pesar, pero con entereza su primera derrota de este mundial.

Los colores en un estadio se multiplican por decenas. Las banderas ondean con el viento. La temperatura va del calor al frío en cuestión de minutos. Y Pretoria despide al primer equipo africano que gana en Sudáfrica 2010, mientras la mulata ghanesa de fuego le planta otro beso al rubio sudafricano.

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JOHANNESBURG -- Una vez pasada la baja calidad del partido inaugural, el Mundial asoma a su etapa de aparición de figuras.

El fútbol frota su lámpara y de ella saltan genios.

Ya pisó las canchas sudafricanas Lionel Messi y nos deleitó con cinco o seis jugadas propias de la magia que sale de sus pies, pero para su desgracia este sábado encontró al mejor portero de África, el nigeriano Enyeama, que no estuvo dispuesto a cederle el show.

Análisis Picante: Argentina 1-0 Nigeria

También un jugador con estirpe de goleador, Gonzalo Higuaín tuvo un par de oportunidades y las desaprovechó ambas. Y en la banca argentina, sin participar un sólo minuto, Diego Milito, el que dio todos los goles importantes para que el Inter ganará la liga, la copa y la Champions.

De Inglaterra algunos destellos de la calidad de Steve Gerrard; por debajo de su nivel John Terry, Frank Lampard y Wayne Rooney. El portero inglés hizo la "Ochoína" y dejó pasar un gol increíble.

La Copa del Mundo entra a una etapa de enseñar genios que salen de la lámpara de las esencias del fútbol. Viene Brasil, con Kaká, Robinho y el contundente Fabiano. Viene Italia con sus cuatro títulos y un prestigio que cuidar. Viene Portugal con el sol eclipsante de Cristiano Ronaldo. Y sobre todo, esperamos con ansia el fútbol tridimensional de España, que lo mismo juega para vencer, gustar y golear. Y además, la lámpara española no saca un solo genio. Ahí vienen Xavi, Iniesta, Villa, el "Niño" Torres, Silva, Iker Casillas, Pujol, Piqué, Pedrito, Navas y Xabi Alonso.

El fútbol irá creciendo en el mundial, como debe de ser. Y se irán de Sudáfrica aquellos que no tengan la estatura futbolística para brincar el primer corte.

Hoy apareció Messi e iluminó las sonrisas de los amantes del fútbol. Y conste que el portero nigeriano no le permitió consumar alguna de sus genialidades.

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JOHANNESBURG -- Lo escribió Octavio Paz en el Laberinto de la Soledad en 1957: "(Al mexicano) Más que el brillo por la victoria, le conmueve la entereza ante la adversidad".

Los jugadores mexicanos, de la edad que sea, incluidos los naturalizados como Guillermo Franco, se ponen la camiseta nacional, defienden el escudo, representan al país, y hacen generalmente lo mismo en cada nueva edición de la Copa del Mundo.

Aunque se tuvo el control de la pelota y del partido en el primer tiempo, las opciones de gol pasaban una tras otra sin que surgiera ese mexicano diferente que las convirtiera en goles. Tampoco tenemos en el equipo que representa a México en la edición 19 de la Copa del Mundo a un fuera de serie. Aquí no hay Messis, ni Cristianos Ronaldos.

Picante: Análisis Sudafrica 1-1 Mexico

Tenemos al Guille Franco, a Giovani, a Vela, al Chicharito. No hay más. Porque los días de Cuauhtémoc, con todo y que tenga algunos gramos intactos pero viejos de sabiduría, no alcanzan cuando faltan piernas para alcanzar la pelota. Nos falta el genio que saque de la chistera la jugada genial y el jugador poderoso que conduzca a la selección a la altura de las potencias, un Maradona de 1986. No hay ninguno hecho en México que sea diferente a lo que presenta México, con todo y que quizá Sinha pudo ayudar si venía con su mentalidad brasileña en un pasaporte mexicano.

Esta fue una edición más de la misma y vieja historia del fútbol mexicano en el mundial. Somos el eterno adolescente del fútbol mundial. Atrás Sudáfrica, ahora nos vienen en fila Francia y Uruguay, que esta noche mostraron parte de su arsenal y de su personalidad como los lógicos favoritos del grupo.

No toda la causa está perdida. Con un punto todos, empezarán a mostrar lo que resta en los dos siguientes partidos. Está México eliminado? Sería una osadía asegurarlo. Juega México mejor contra los grandes, como Francia y Uruguay que han sido campeones del mundo? Sería una temeridad vaticinarlo.

Creo que sólo se decepcionan los que esperaban más de México. Después de vivir los cuatro años del proceso mundialista, donde Justino Compeán, Decio de María y compañía tuvieron a cuatro entrenadores hay muchos descalabros deportivos, a nadie le sorprendería una eliminación temprana en esta Copa del Mundo.

Javier Aguirre habló de una generación de oro de futbolistas. Recuerda, Javier, a Brasil del 70, a Holanda de 1974, a Hungría de 1954. Esas eran generaciones de oro y sólo una de ellas logró el título.

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Johannesburgo -- En las profundidades de los ojos que antes había sumisión e ira (amigos íntimos de la esclavitud), hoy se ilumina en el sudafricano común la inconfundible luz de la libertad (amiga inseparable de la esperanza).

Esta era la tierra del apartheid. Era suelo cruento, colonizado, sin derechos. Era pueblo oprimido.

Pero el puño que sometió a esta tierra a su dominio, que privó al pueblo de sus derechos elementales, que le interrumpió durante décadas sueños e ilusiones, hoy muestra un rostro distinto, fruto de los nuevos aires que soplan en tierra de libertad.

La fuerza del opresor no fue vencida con misiles ni tanques. Fue vencidad por la convicción de un hombre que domría en prisión creyendo que la lucha de Gandhi, de libertad sin violencia, era posible.

Imágenes del estadio de Johannesburgo durante el atardecer

Sudáfrica es Nelson Mandela. Su tierra es su cielo. Pocos hombres en la historia de la humanidad poseen la capacidad de influencia sobre su gente como Mandela.

En tiempos del apartheid, el opresor le temía a un líder, a Mandela. Por temor al líder, encerró en prisión 27 años al hombre. Le privó de la libertad de moverse entre su pueblo, de convivir con sus hijos, de vivir las muertes cercana. Cualquiera en lugar de Mandela habría sembrado su corazón de odio y deseos de venganza. El opresor no sólo lo quería preso. Fraguó algunos planes para liquidarlo, para asesinarlo, según varias versiones consignadas en la historia de este país. Para el opresor, Mandela se volvió su sombra, su pesadilla, el reclamo de la conciencia.

Mandela dejó la prisión con espíritu renovado y un liderazgo más sólido. No tenía tiempo para el rencor y la revancha. No pensó en el exterminio de sus opresores, sino en darle una oportunidad a su pueblo. Su liderazgo político era evidente. Ya con el derecho al voto reinstalado, Mandela fue presidente. El pueblo lo adoraba y adora. Este héroe que está cercano a la divinidad en el cielo de los sudafricanos, cumplirá 92 años el próximo mes. Soñó ganar la libertad y ganó. Sólo unir al pueblo en la lucha por la igualdad y lo logró. Soñó ganar un mundial de rugby con la selección de Sudáfrica y lo logró.

Mandela estará el viernes en la inauguración de una Copa del Mundo que fue entregada por la poderosa FIFA a este país porque Mandela en la pieza angular de la inspiración. Es el detonador de sueños. Irá al nuevo estadio Soccer City cargando la responsabilidad de la idolatría popular e irá con esa luz propia que ilumina el sendero de millones de africanos. Pero también irá con sus dolores propios de sus 92 años de vida.

Mandela aparece poco en público, pero está en todas partes. En fotos, en monumentos, en la senda inspiradora de cada ciudadano. Pero tiene 93 años. Uno recuerda en estos momentos, acá, tan lejos de casa, aquella frase de Eduardo Galeano dedicadas al poeta Juan Gelman, que vivió otro tipo de atrocidades: "Los años y los dolores, en lugar de mutilarlo, lo han multiplicado".

Hoy todos los sudafricamos tienen un pedazo de Mandela en su corazón. Mandela es el motor de este pujante país cuya meta actual es la superación, no la sumisión. Su futuro es la aspiración, no la absolución.

El sudafricado entiende sin reparo alguno que el trabajo sigue, no como esclavo, sino como un empleado con derechos y obligaciones. Le queda claro que el país se tiene que dar prisa para alcanzar la velocidad del mundo. El vértigo de la globalización le tomó mucha ventaja, pero aquí van entrando a la modernidad con sus propios métodos, con su olor, su color, sus tradiciones, sus costumbres, sus lenguas, sus encantos, su sentido democrático, su nuevo aire de igualdad. Van sin discriminar a nadie. Hoy millones de negros sudafricanos saludan con luz en la mirada. Han hecho suya la esperanza de un mundo mejor.

Pero saben que antes hay que terminar de cicatrizar las heridas del apartheid. Sudáfrica todavía vive la dicotomía de la pobreza y riqueza extrema. Se nota en zonas de esta metrópoli, una de sus capitales. Hay pinceladas de modernidad, pero también retratos de atraso. En resturantes, en hoteles, en la ciudad entera, los negros son la masa trabajadora. Pero hoy saben que tienen derechos fundamentales que les son respetados. Son libres en proceso de terminar de creérselo primero ellos, antes de demostrárselo al mundo.

Hoy los sudafricanos viven su día a día con una meta clara: Sudáfrica por delante y Mandela como inspiración. El futbol de la Copa del Mundo de 2010 es simplemente el pretexto para que el mundo se entere de que real y geográficamente Sudáfrica también está bajo el cielo de Dios.

Y como el futbol es juego, entretenimiento, vida lúdica, el sudafricado descubre con gozo interior que entre sus nuevos derechos también está el derecho inalienable de soñar. Y su primer sueño es vencer a México este viernes.

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MÉXICO -- En Twitter ofrecí dos libros de Tiempo y Espacio, el futbol como fenómeno psicosocial, que escribí hace muchos años, preguntándole a los amigos twitteros la fecha más aproximada de mi ingreso a ESPN. Los que acertaron fueron Andrés Boy y Héctor Fernández, ambos de Monterrey, que pusieron como respuesta entre agosto, septiembre y octubre de 2006. Y así fue. Llegué por un mes, luego otro y al final me quedé por más tiempo.


La Grillotina de Héctor Huerta sobre Javier Aguirre

Los ganadores de los libros podrán enviar sus domicilios a twitter.com/hcrespn para reenviarles por paquetería los ejemplares de los libros.

Con esto se cumple la promesa, aunque por ahí José Ramón Fernández anda diciendo que no voy a entregar los libros, tal como él ya lo hizo con sus seguidores de twitter.

Por cierto, en aquellas fechas que ingresé a ESPN no tenía la expectativa de durar tanto tiempo en televisión porque mi elemento natural siempre ha sido la prensa escrita, desde hace más de 30 años. Pero ya visto el asunto en retrospectiva, fue una buena decisión ampliar el espectro de posibilidades profesionales en un medio tan poderoso y de gran impacto como el audiovisual.

Los propósitos que animaron mi ingreso a esta empresa crecieron y hoy creo que he descubierto un mundo profesional de grandes posibilidades. Había trabajado en radio, en periódico, en revistas, en internet, pero no había experimentado la sensación de participar en programas de televisión, tal como ocurre en este momento.

Agradezco a todos los twitteros que participaron en la trivia personal y felicito a los ganadores.

MÉXICO -- Este martes podría anunciarse la desvinculación de Ricardo Antonio La Volpe como entrenador del Atlas, luego de que el apoyo directivo ha ido perdiéndose y ahora sólo cuenta con el respaldo del presidente Carlos Martín del Campo, quien hace tres meses le habría ofrecido un contrato por cuatro años que ya no se cumplirá.

Si LaVolpe sale del equipo, la directiva está considerando la posibilidad de llevar como Director Deportivo a Eduardo de la Torre, con Benjamín Galindo y Alfonso Sosa en la banca, tal como ocurrió con Cruz Azul, donde esta tripleta llevó al equipo a una final en la liga y otra en la Concachampions, aunque ambas las perdió. Aunque ambos están identificados con los colores de las Chivas, Benjamín Galindo ha expresado siempre que desde niño simpatiza con el Atlas, aunque no tuvo oportunidad de jugar en ese equipo como profesional. El Yayo de la Torrre ha trabajado en Chivas, pero también en Santos, Cruz Azul y Jaguares, por lo que no lo ven ya como un rojiblanco sino como un profesional del futbol.


Los equipos que decepcionaron en el Apertura 2009

Ambos, Galindo y Yayo, se fueron a vivir a Guadalajara hace meses, dejando la capital del país, paraesperar un proyecto interesante. Saben que el Atlas ocupa el lugar 16 de la tabla de porcentaje, sólo encima de Querétaro e Indios, por lo que el compromiso no sería fácil.

En el caso de Ricardo La Volpe, el lunes tenía planeado viajar un mes a Europa de vacaciones con su familia, a pesar de que el Atlas le debe cuatro meses de sueldo, mientras que a los jugadores la directivad les adeuda dos meses.

Curiosamente, por ahí de finales de julio, el presidente Carlos Martín del Campo le ofreció a La Volpe un contrato por cuatro años, que en ese momento el entrenador se negó a firmar. Pero hace 15 días, fue el propio La Volpe quien rogó en una conferencia de prensa que le dieran otra oportunidad de seguir ya que no quería huir en el momento tan difícil que vive el equipo.

Hasta ahora, el único que apoya a La Volpe es Carlos Martín del Campo, porque los demás dirigentes saben que fueron engañados por el entrenador, que les prometió 30 puntos a cambio de que le contrataran ocho refuerzos, los cuales le trajo la directiva: Mariano Barbosa, Mario Méndez Olague, Mario Pérez, Gabriel Omar Trujillo, Miguel Zepeda, Daniel Osorno, Gerardo Espinoza y el argentino Daniel Ríos. La mayoría de ellos jugaron muy poco, a pesar de que La Volpe los pidió.

También por petición de La Volpe el Atlas se deshizo de Bruno Marioni y Jorge Achucarro, que hacían goles, y en su lugar compraron a Gonzalo el Turbo Vargas, que no anotó ni un mísero gol.

Este martes se reunirá toda la cúpula directiva del Atlas para anunciar si desvinculan a La Volpe del proyecto y también que se estudia el o los nombres de los sustitutos en el cuerpo técnico.

Con La Volpe se irían sus dos yernos: Flavio Davino, que es su principal asistente técnico, y Rafael Chiquis García, entrenador del Atlas sub20.

MÉXICO -- Les anuncio que en marzo próximo presentaré un libro con 23 cuentos de futbol escritos por los dos Héctor Huerta. Uno, el que ustedes conocen en ESPN. Y otro, César Héctor, mi hijo, mejor escritor que yo, y que participará con la mitad de los cuentos. Él se va al mundo lúdico, a la parte humana, cruda en ocasiones, y a la fantasía del juego de los sueños. Yo me meto a las alcantarillas contando 11 historias reales de vilezas humanas en perjuicio del juego, de la credibilidad, del resultado, de las trampas sucias y de la carencia de escrúpulos de la gente del futbol. Unas historias reales son francamente nauseabundas, aunque los nombres serán modificados respetando la estructura literaria del cuento y por razones lógicas de que cuando se carece de pruebas no se puede acusar con nombres y apellidos. Las pruebas entre truhanes se esconden. Los narcos no dan facturas en sus operaciones. El libro llevará la marca editorial de Dreamatch.

El libro tiene un problema: carece de título.

Invito a todos los lectores a sugerir en este mismo espacio un nombre para el libro.
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