BUENOS AIRES -- Espectacular el nivel de Serena en estas semis, y en lo que va de torneo en Nueva York. Creo que de las cuatro semifinalistas ella fue claramente la más fuerte tanto física como psicológicamente. Está a un partido de sumar otro Grand Slam con más de 30 años y para mí se encuentra en el mejor momento de su larga carrera deportiva. Si gana este US Open alcanzaría su 17° título de Grand Slam e igualaría a Roger Federer, el otro genio treintañero de esta generación tenística difícilmente repetible.

Serena Williams
APSerena Williams derrotó a Na Li en las semifinales del Abierto de Estados Unidos

En cuanto a las otras tres semifinalistas, destacaría a Na Li, que, a pesar de perder contra una Serena intratable, tuvo un nivel altísimo en todo el torneo. Ya saben que la china es una de mis jugadoras favoritas en el circuito, y que si bien no tiene la consistencia, la regularidad y la solidez de Serena, Venus, Clijsters, Henin y otras grandes de la última década, tiene una técnica y un estilo de juego que a mí me encanta. Buen torneo para ella, que en el comienzo del partido no pudo aprovechar ninguno de los game points que tuvo tanto con su saque como con el de Serena y eso le rompió un poco el esquema de juego y la concentración. De haber jugado la otra semifinal hubiese tenido muchas posibilidades de llegar a la final, pero está claro que el nivel de Serena hoy por hoy es superior al de las demás.

Azarenka por su lado tenía la semifinal más "accesible" y eso le produjo cierto nerviosismo sabiendo que si no ganaba iba a ser por no estar al nivel que acostumbra. Creo que Flavia Pennetta finalmente, después de muchas oportunidades, pudo demostrar la clase de tenista que es y aprovechó un cuadro complicado pero con rivales que no le hacían tanto daño a su juego. En años anteriores tuvo buenos sorteos para estar en cuartos o semis de Grand Slams, pero siempre perdía en esos partidos contra oponentes que jugaba de igual a igual. Así lo reconoció ella misma en declaraciones tras su victoria en cuartos de final, donde dijo sentirse satisfecha y, de alguna forma, liberada por haber podido alcanzar las instancias finales de un Major después de varios intentos frustrados con "buenos" partidos, como por ejemplo en Roland Garros 2010 cuando perdió contra Francesca Schiavone (de un nivel muy similar al de ella), quien finalmente ganó el torneo.

Acá, en Nueva York y cuando ya casi parecía que su carrera estaba por finalizar, jugó a su máximo nivel y cuajó su mejor resultado en un Gran Slam, pero no tuvo chances contra Azarenka, una de esas jugadoras consolidada que está un escalón por encima del tenis que puede ofrecer Flavia.

Para la final sólo queda una esperanza: que Azarenka pudo ganarle 7-6 en el tercero a Serena hace unas pocas semanas en Cincinnati. Si bien la norteamericana es la gran favorita por juego y experiencia, podría sufrir por momentos los nervios de ganar "en casa". Una cosa está clara: para que no suceda lo esperado, Serena tiene que bajar un poco el nivel de hoy y Azarenka subirlo hasta su mejor versión.

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Marion Bartoli
Getty ImagesMarion Bartoli, la campeona de Wimbledon, sorprendió al anunciar su retiro del circuito

BUENOS AIRES -- La verdad que fue un poco triste ver que Marion Bartoli se retiró ahora del tenis. La última imagen que tenía de ella era levantando el trofeo de Wimbledon, así que esto era casi imposible de imaginar.

Me gustaría hablar de qué clase de persona es Marion y seguro que todos ustedes se alegrarían de verla tan feliz como se la vio ahora y tan firme en su decisión, si supieran lo buena persona que es. La verdad es que pocas jugadoras en las dos últimas décadas que caminé los lockers de la WTA me emocionaron tanto como ella, y puedo decir, sin dudar, que no sólo me emocionó a mí, sino a muchísimas de mis compañeras de circuito.

Antes de hacer un repaso como persona y jugadora, me gustaría hablar un poco de la actualidad, de lo que recién sucedió y que obviamente provocó la misma pregunta en todos nosotros: "¿¿¿que le pasó??? ¿¿¿Por qué???"

Bueno, sus declaraciones en rueda de prensa ni bien finalizó el partido que perdió con Halep en Cincinnati fueron clarísimas. Nada de discusiones con el padre, nada de locuras, nada de estrés a priori. Sus motivos fueron que, para ella, después de ganar Wimbledon y con todas las lesiones que lleva esta temporada, es como que nada de esto tiene ya sentido (por seguir jugando). Habló mucho de los dolores, de la cantidad de años que lleva en el circuito WTA (es cierto) y de lo difícil que se le hace seguir jugando sintiendo tantos dolores en el tendón de Aquiles, el hombro, el codo... Afirmó que ya venía muy cansada y que la última gota de fuerza que le quedaba la agotó en esas históricas dos semanas que vivió en Londres.

Debo decir que Bartoli no tiene un patrón de juego como el de Mauresmo, o un físico como el de Stosur. Es verdad que la pelota le corría como a pocas en el circuito, pero para llegar a ese nivel tenístico se entrenaba (con métodos poco ortodoxos, todo hay que decirlo) con una intensidad y un volumen de trabajo que nos impresionaba a todas. Creo que puedo decir tranquilamente que no vi a nadie entrenarse tanto como a Bartoli en los últimos años. Evidentemente que todo ese trabajo iba a pasar factura algún dia, pero mi pregunta es... ¿se hubiera retirado si no hubiera ganado Wimbledon? ¿Si hubiera perdido esa final o la semi?

Nadie tiene la respuesta, si me piden mi opinión... no lo sé, creo que no, pero es una opinión personal y solo Marion tiene la verdad. Lo que sí es cierto es que cuando se gana un Grand Slam cambia todo, la responsabilidad, la exposición, la relación con los medios, e incluso con tus compañeras de circuito (algo que seguro que a ella no le sucedió por su honestidad y cercanía con el resto de las chicas).

Ganar un Grand Slam requiere de un esfuerzo físico y, sobre todo, anímico inmenso, y más aún si es tu primer "grande". Por poner un ejemplo cercano, todos recordarán la gira asiática de Del Potro después de ganar el US Open, ya que fue muy pobre a nivel de resultados. Pero es lo más normal del mundo!!! De repente eras un chico que jugaba muy bien, que ganaba algunos torneos chicos, y que algún día podría ser top 10 y aspirar a ganar Masters 1000 o pelear un Grand Slam. Pero de repente lo ganaste y pasaste de ser uno más (entendamos uno más como jugadores muy buenos y consolidados en el circuito) a ser un gran campeón.

Y, a partir de ahí, viene un tsunami de cosas que te sacan energía y te cambian tu ritmo en el día a día de lo que venían siendo tus 20 años anteriores. La prensa, los sponsors, las expectativas en cada torneo que jugás... Les pongo un pequeño ejemplo: cuando vamos a un torneo de tenis siempre va alguna estrella y, dependiendo de la categoría de ese torneo, la estrella puede ser la N° 1 del mundo o la N° 20, y es esa jugadora la que se ve en múltiples afiches a lo largo y ancho de la ciudad, pongámosle Cincinnati. Bueno, Bartoli jamás había salido en los afiches de un Masters 1000 como Cincinnati en toda su carrera. Y ahora sí estuvo.

De repente gana Wimbledon y llega a Estados Unidos como una estrella, fotos por todas partes, la prensa pidiéndole notas sin parar, los sponsors queriendo meterle compromisos de todo tipo, el hotel que te da una habitación en suite espectacular porque ahora sos una estrella... En fin, son muchísimas cosas, difíciles de explicar. La verdad que espero haberme explicado bien, que me puedan entender.

Y todo esto, si lo ven en un tercero como en este caso Bartoli, por ahí no les resulta tan alarmante, pero pónganse ustedes en su piel. Una chica de 28 años, humilde, trabajadora y que de repente se encuentra con que es una estrella del mundo del deporte, si bien ya era una gran jugadora. Bueno, creo que toda esta tormenta de nuevas responsabilidades pudo afectar no sólo psicológicamente (que no lo dudo) a Marion, sino también físicamente. ¿Está exhausta y dolorida por todas partes? Seguro. Ahora creo que quizás un tiempo de descanso prudente le hubiera servido para recuperarse.

La cuestión es que ella lo sintió así, cree que fue suficiente, se siente conforme y realizada con su carrera (¡no es para menos!) y decidió que hasta acá llegaron los esfuerzos, los viajes, los entrenamientos, los dolores... y por si era poco, además ahora la obligación de ganar, porque fíjense si cambiaron las cosas que de haber ganado a haber perdido aquella final, hoy probablemente no se hubiera hablado ni una décima parte del retiro de una jugadora que a mí, personalmete, y lo repito, me emocionó. Por su forma de ser y por lo que consiguió a base de un durísimo trabajo.

Ya la felicité personalmente, y me da un poco de pena no volver a verla jugar, pero estoy muy contenta después de ver la determinación y convencimiento con que decidió retirarse. Ahora a disfrutar de todas las cosas que se perdió por el tenis, que son muchísimas. Suerte Marion! Que seas muy feliz!!!

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Roger Federer
Getty ImagesRoger Federer, a punto de cumplir 32 años, atraviesa un momento muy complicado

BUENOS AIRES -- Sin duda, Roger Federer está pasando por una de las situaciones más difíciles de su carrera deportiva, al menos desde que forma parte de los 10 mejores del mundo, hace ya más de 10 años.

No suelo mirar mucho las estadísticas, pero sé que Roger es muy estudioso y conoce casi todos los datos tanto de él como de sus rivales, y seguramente es consciente de que hacía muchos años que no tardaba tantos meses en ganar su primer título de la temporada como le ocurrió en este 2013, cuando recién en Halle, en su primer torneo sobre pasto, consiguió una dosis de confianza que lo llevara a Wimbledon, su torneo preferido, y el que lo vio triunfar y lo convirtió en el mejor de todos los tiempos, con alguna opción real de ganarle a Djokovic, Nadal o Murray.

Todos los que disfrutamos de las victorias de Roger nos ilusionamos cuando vimos que Nadal perdía en la primera ronda, teniendo en cuenta las dudas con las que iba a llegar Murray, que no había jugado en París, los grandes aspirantes iban a ser Roger y Djokovic, pero el suizo perdió contra Stakhovsky, fuera del top 100, en una de las derrotas más dolorosas que tuvo en la Catedral.

A partir de ahí llegaron las reflexiones y los planteamientos para tratar de enderezar el rumbo en una temporada a la que sólo le quedaba un Grand Slam, el US Open. Todos sabemos que el gran objetivo del suizo es seguir sumando títulos de Grand Slam para agrandar su leyenda, y para ponérselo lo mas difícil posible a jugadores como Djokovic o Nadal, que si bien están lejos de la marca de grandes torneos de Roger podrían seguir ganando en los próximos años, pero sobre todo Nadal, que ya tiene 12.

Para lograr ese objetivo de seguir sumando Grand Slams, el suizo consideró que necesitaba cambios y, en especial, confianza. Confianza, confianza y confianza en sí mismo y en que todavía puede conseguir la regularidad necesaria para ganar 7 partidos seguidos. En busca de esa confianza fue a los dos últimos torneos sobre polvo de ladrillo que jugó en Europa, pero la situación empeoró aún más.

Por un lado, buscó algo que me parece muy sensato, y es actualizar su raqueta. Roger supo ver que la herramienta de sus rivales tiene un aro con más superficie, lo que les permite que su pelota corra más, y lo cierto es que algunos ya lo superan en velocidad hace tiempo, y además el ya no puede permitirse correr como lo hacía hace 5 o 6 años. De hecho, creo que esa es la otra gran cuenta pendiente del suizo, ponerse al 100% físicamente, y para eso tiene que superar estas lesiones que no parecen graves pero sin duda lo limitan y no lo hacen jugar cómodo o seguro de sí mismo.

Tenemos que considerar que Federer no es un jugador acostumbrado a las lesiones, y menos a competir con ellas. Su físico y su patrón de juego le permitieron durante muchos años jugar sin lesionarse, al menos grandes lesiones, pero ahora, después de tantos años en la elite, empieza a asomarse el fantasma de la espalda y los dolores en la zona lumbar, que le impiden jugar con comodidad.

Si alguien tiene todo el crédito para que no lo demos por vencido, es el suizo. Para mí, y soy una fanática de Sampras, es Federer el mejor de todos los tiempos. Hace dos años lo dieron casi por retirado y alejado definitivamente del N° 1 del mundo, pero en ese momento apareció de nuevo la calidad y la capacidad inigualable de este genio y volvió a mostrar su mejor versión.

La pregunta en estos momentos es si jugará o no el US Open en caso de que no se sienta con opciones de ganar el título. Por una parte, sería algo sensato tratar de recuperarse de su lesión y afrontar el Masters de fin de año y la gira australiana de 2014 sin molestias, pero por otra seguramente sería muy difícil para él encontrar la motivación necesaria para seguir entrenando cada día al 100% sin jugar un Grand Slam durante 6 o 7 meses.

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Marion Bartoli
Getty ImagesEl momento más importante en la carrera de Marion Bartoli

Estoy impresionada por la solidez y la tranquilidad con que Bartoli jugó su segunda final de Grand Slam en Wimbledon. Todos esperábamos que hubiera nervios y presumiblemente seria Lisicki quien podía llegar a sufrir más porque no tenía experiencia previa en una final de un Grande, y así fue, pero más allá de los nervios de la alemana, lo de Marion fue impresionante.

Si Lisicki hubiera jugado sin nervios y a su mejor nivel, creo que hubiera tenido muy difícil ganarle a la Bartoli de hoy, que solo tuvo un pequeño bache entre el 5-1 para cerrar el partido y el 5-4 cuando Lisicki viéndose perdida se jugó todo y Marion obviamente, como le hubiera pasado a cualquier gran campeona, sintió la tensión de estar a un punto de ganar su primer Grand Slam.

El hecho de ver a auténticas leyendas del tenis como Billie Jean King o Martina Navratilova, múltiples campeonas de Grand Slam, aplaudiendo paradas a las jugadoras, me enorgullece porque respetan las diferentes épocas del tenis y reconocen la dificultad y el mérito de cualquier jugadora que sea capaz de llegar a la final de un Grande o de ganarlo. Ellas más que nadie saben los nervios que se pasan y valoran las miles y miles de horas de trabajo y sacrificio que hay detrás de esas jugadoras, y también de las que perdieron anteriormente y no estamos acostumbrados a ver cada día por televisión.

Por eso, los comentarios de aquellos que no saben lo que es jugar una final, ni siquiera fueron jugadores, me parecen una falta de respeto total, aunque ellos no sean conscientes, ni siquiera saben de lo que están hablando.

Contaba en la columna previa a la final de la valentía y el coraje de Bartoli, para cerrar una etapa de muchísimos años entrenando con su papá, en lo que seguramente fue una de las decisiones más difíciles de su vida, y lo digo consciente de la realidad, porque tengo una muy buena relación con Marion y compartí muchas charlas con ella en los vestuarios de los torneos, estando solas. Creo que hoy esa valentía y ese coraje de afrontar semejante situación le sirvieron precisamente para encarar una final de Wimbledon de la forma en que lo hizo.

Para mí es una gran alegría que Marion haya ganado un Grand Slam, aunque también reconozco que Lisicki es una muy buena jugadora de pasto y me hubiera alegrado si ganase porque pasó por muchísimas lesiones, y siguió trabajando duro. Nunca bajó los brazos, y eso ya la hace una campeona.

A partir de ahora empieza una "nueva vida" para Bartoli, que en los últimos meses pudo darse cuenta de que puede jugar muy bien al tenis y ser una excelente profesional, al mismo tiempo que se disfruta de la vida afuera de las canchas, saliendo a cenar con compañeras de circuito, paseando por las ciudades en los días de descanso y, sobre todo, estando relajada.

Si hacemos una comparación entre el box de Marion hoy, y el box de Marion en 2007 podríamos ver la diferencia entre la cantidad de personas que había apoyándola. Para su papá, que no hace falta aclarar que siempre hizo todo pensando en que era lo mejor para su hija, tuvo que ser muy difícil escuchar y aceptar el planteamiento de su hija, pero hoy pudo desde la figura de padre y con un gran equipo alrededor de Marion, disfrutar del sueño que siempre persiguieron. ¡¡¡Ojalá lo disfruten mucho!!!

Marion Bartoli
Getty ImagesMarion Bartoli y otra final en Wimbledon

BUENOS AIRES -- Se terminaron las semifinales más sorprendentes de los últimos años en los Grand Slam. En la primera, donde la clara favorita era Bartoli, se cumplieron las expectativas y una tímida Flipkens, que no inquietó en lo más mínimo a la francesa durante todo el partido, no pudo hacer nada contra Marion, que cuando juega dentro de la cancha pega y pega sin tener que pensar demasiado en cómo salir de posiciones que la incomodan, especialmente cuando está dos pasos por detrás de la línea de fondo.

Bartoli ya sabe lo que es hacer final en el AELTC, y tendrá una segunda oportunidad, mucho más "relajada" con su entrenadora actual, Amelie Mauresmo (campeona en Wimbledon) quien, sin duda, la está ayudando más en el terreno personal que en el tenístico. Durante muchos años, desde que se inició en el tenis, Marion se entrenó con su papá, quien es médico de profesión pero la acompañó a todos los torneos y ejercía de entrenador.

La francesa es una muy buena chica, una persona muy noble y muy inteligente, pero que no se relaciona en el circuito con las compañeras, y es algo que siempre nos llamó mucho la atención a todas. Sus métodos de entrenamiento siempre fueron poco ortodoxos y generaban comentarios en el tour. En estos días, Bartoli está pasando un período de transición con muchos cambios. Recordemos que no pudo participar en los JJ.OO. porque la Federación Francesa de Tenis no permite a los entrenadores particulares de las jugadoras que las acompañen en las semanas de la Fed Cup.

El papá de Marion, no conforme con esta medida, no permitía que su hija jugase la Fed Cup para Francia, lo cual le impedía su clasificación para los JJ.OO., a pesar de ser top 10 y una buena jugadora de pasto, lo que sin duda la posicionaba como una candidata a disputar las medallas en Londres 2012. Este ejemplo sirve no como una crítica a los métodos de entrenamiento de la familia Bartoli, que son respetuosos con todo el mundo de la WTA, pero sí sirven como referencia de la forma en que se manejan, y que sin duda fueron centro de muchos comentarios en el circuito durante muchos años.

La segunda semi se disputó entre dos jugadoras con estilos totalmente opuestos, como son Radwanska y Lisicki. La polaca, finalista el año pasado (y campeona junior), es sin duda la mejor o una de las mejores tenistas a nivel táctico en el circuito. Suple la falta de fuerza en un circuito tan físico contragolpeando de forma excelente y con una claridad mental que muy pocas tienen.

Por su parte Lisicki, que está con una confianza impresionante, se siente muy cómoda en pasto y es consciente de que su saque y los puntos a dos o tres pelotas la benefician, aunque hay una gran diferencia entre la Lisicki concentrada y con las cosas claras, a la Lisicki que "pierde el rumbo" durante algunos puntos o games, donde pasa a ser una jugadora muy vulnerable, como se pudo ver por ejemplo en el comienzo del tercer set, donde en cuestión de minutos estaba 3-0 abajo.

Esa será la clave en la final, donde no veremos grandes "rallies" seguramente y se enfrentarán dos jugadoras a las que les gusta ser muy agresivas, dominar el punto y atacar constantemente a su rival sin medir riesgos.

El factor decisivo será quién de las dos pueda manejar de la mejor manera los nervios ante una posibilidad única y probablemente irrepetible de llevarse un Grand Slam, jugando contra una rival que aún no tiene ningún grande en su palmarés. No debemos olvidar que en un circuito como el actual, en el que Serena Williams suele estar presente en la mayoría de las finales, y con jugadoras como Sharapova, Li Na o Azarenka, quienes ya saben lo que es ganar grandes títulos, las posibilidades de este tipo de jugadoras para ganar un Grand Slam son muy reducidas.

Esta será una oportunidad histórica, tanto para Lisicki como para Bartoli. Ojalá que los nervios les permitan disfrutar y dar un buen espectáculo.

Victoria Azarenka
Getty ImagesVictoria Azarenka fue una de las que sufrió el césped

BUENOS AIRES -- Es dificil encontrar una explicación a lo que está sucediendo este año en Wimbledon con las lesiones, pero hay algo que sí es evidente, y es que la mayoría de los retiros por lesión son de jugadores que se cayeron en la cancha y se lastimaron.

Históricamente, Wimbledon y los torneos de pasto en general nos dan mucho miedo a los jugadores porque sabemos que hay un riesgo mayor que en otras superficies de lesionarse en una rodilla, en los aductores, y que los dolores de glúteos y cintura (zona lumbar) son terribles, sobre todo en los primeros días de adaptación.

Con el paso del tiempo, el pasto del All England se fue haciendo mas lento y las pelotas también fueron modificadas bajándoles la presión para que el juego de saque y volea diera paso a otro más "atractivo", con puntos más largos. Estos cambios de superficie y pelotas conllevan, efectivamente, peloteos más largos y, por lo tanto, mayores posibilidades de lesiones o de caídas sobre una superficie de por sí inestable para jugar al tenis.

De mis años en Wimbledon, siempre recordaré la previa de mi partido contra Mauresmo, en cuartos de final de 2004. Ese fue el año que más lejos llegué, donde perdí con Amélie en el tercer set y no estuve lejos de llegar a las semis, pero lo que más recuerdo pasó dos horas antes del partido, cuando estaba en la sala de médicos poniéndome unos protectores de silicona en las uñas de los dedos gordos de los pies (ya tenía las uñas rotas, ahora les explicaré por qué) y al mismo tiempo estaba Amelie atendiéndose en la sala de al lado por algún problema que también estaba teniendo. Obviamente, yo nunca supe qué era lo que ella tenía, ni ella lo que me pasaba a mí, pero esa situación les puede hacer entender que el pasto siempre fue una superficie muy difícil para jugar, y también muy "dolorosa" para los jugadores.

Volviendo al tema de las uñas, como ya saben, en pasto no se puede resbalar, y cuando llegás para golpear una pelota, tenés que frenar todo el peso del cuerpo y salir corriendo para la otra punta de la cancha lo mas rápido posible. Esos "frenazos" tan bruscos hacen que las uñas se golpeen contra la punta de la zapatilla cientos de veces en un partido hasta que se rompen o sangran del traumatismo. Solo sucede en el pasto y en cemento, pero en menor medida, y a mí me sucedió muchos años en los torneos de pasto. Incluso si alguno de ustedes vio aquel Wimbledon de 2004, en alguno de mis partidos pedí trainer porque no podía soportar más el dolor y quería que me vendaran los dedos de vuelta. Cuando me sacaron la zapatilla estaba toda la media llena de sangre. Es desagradable, pero es una forma de que puedan entender los problemas que acarrea jugar en pasto.

Otro de los grandes problemas físicos que se tuvieron y se siguen teniendo en pasto es el dolor de cintura. Muchos fueron los jugadores que se retiraron por dolor lumbar en Wimbledon a lo largo de los años, por eso esta edición de 2013 está siendo tan extraña, y aunque en el All England hayan afirmado que el procedimiento de jardinería es igual a otros años, cosa que no dudo conociendo su respeto por la tradición, hay algo que está haciendo a la superficie especialmente resbaladiza. Para esta segunda semana, ya con las canchas mucho más desgastadas y donde la tierra predomina sobre el pasto en las zonas que más se pisan al jugar, no debería haber mas caídas graves.

Rafael Nadal
Getty ImagesRafael Nadal, coronado de gloria en París

BUENOS AIRES -- En españa se está hablando muchísimo, sin fanatismo, pero con mucha emoción, sobre los logros que está consiguiendo Nadal. Sus declaraciones, siempre correctas, contribuyen a que la figura de Rafa sea no solo la de uno de los mejores deportistas de historia de su país (o el mejor) sino también a que su figura pueda servir como ejemplo para una sociedad que está pasando un momento feo con la crisis económica que mantiene a mucha gente desempleada y con problemas graves.

Estos meses de Rafa, dejan varias cosas para el análisis: la primera de ellas, indudablemente, es su capacidad después de siete u ocho meses sin competir, volver a las canchas y ganar prácticamente todo. Recuerdo unas declaraciones de Andre Agassi y de muchos periodistas también en las semanas previas a su reaparición en Viña del Mar, pronosticando que si volvía a su mejor nivel sería recién en seis meses o un año. Y algunos incluso lo daban por retirado del tenis al terminar aquella gira de polvo sudamericana.

Su capacidad de superar obstáculos, de desafiarse a si mismo y mejorar cada día nunca la puso en duda nadie; y que es uno de los mejores competidores que se hayan visto jamás, tampoco. Pero no de ahora, ya de cuando tenia 17 o 18 años y ganaba torneos con muchas menos armas tenísticas de las que tiene hoy, y sin embargo se las "rebuscaba" para sacar los partidos adelante a base de competir un poco mejor que su rival en los momentos importantes.

Creo que este fue el Roland Garros mas difícil de los que ganó Rafa, por lejos. Djokovic fue un rival que luchó como lo que es, el N°1 del mundo, y estuvo a un par de puntos de quedar 5-2 arriba en el quinto set, en aquel game que tras un smash tocó la red con su cuerpo, un punto que, al igual que Rafa con aquel revés paralelo a mitad de cancha del Abierto de Australia, tardará mucho en olvidar. Eso es lo que tienen estos partidos entre grandísimos jugadores: que las diferencias son tan pequeñas, que detalles mínimos en puntos importantes terminan casi por decidir el resultado.

El hecho de que haya sido su Roland Garros mas duro (también porque su regreso de la lesión no fue un camino de rosas y hubo muchas dudas durante varias semanas) lo va a hacer valorarlo mas y seguramente lo hará sentirse más satisfecho por una razón en especial. Es la primera vez que lo veo a Rafa preparar una temporada pensando exclusivamente en los Grand Slams, pensando no ya en el N°1 como objetivo principal como le pasaba antes, sino mucho más consciente de que su grandeza ahora va a pasar por la cantidad de Grandes que gane. Incluso declaró después de Paris que no cambia ningún Grand Slam por ser N°1 del mundo.

Se notó, y se nota. Se notó especialmente después de Indian Wells, donde no creo que tuviera expectativas de ganar el torneo y, tras hacerlo, decidió junto a su equipo no jugar Miami para hacer una transición más comoda hacia el polvo de ladrillo. Le salió bien, y cumplió el gran objetivo que era ganar Roland Garros. Lo único que no me cierra del todo es por qué sigue jugando el Godó en Barcelona, que no suma tantos puntos para él. Creo que pueden ser dos opciones, o bien que tenga un compromiso comercial con el torneo por varios años, o que quiera romper los records de torneos ganados sobre polvo de ladrillo. Porque si fuera porque le gusta jugar en España también lo haría en el ATP 500 de Valencia, y no lo hace, pero como dije todo esto son suposiciónes mías.

Rafael Nadal
Getty ImagesRafa quedó a dos Grand Slams de Pete Sampras (14)

Sin que él lo haya dicho, ni creo que lo vaya a decir nunca por su respeto hacia otros grandes jugadores, me atrevería a decir que el objetivo de Rafa en el tenis ahora mismo, mientras la rodilla siga respetándolo, es tratar de alcanzar el numero de Grand Slams de Pete Sampras. Esta semana volvió a dar una señal muy parecida a la de no jugar Miami pensando en una buena transición y adaptación al polvo para llegar de la mejor forma a Paris. Se bajó de Halle y en lugar de competir en pasto 48 horas después de ganar Roland Garros, descansará un par de días, volverá a pasar por el gimnasio para fortalecerse bien y comenzará a hacer entrenamientos más suaves sobre pasto para que la rodilla pueda ir adaptándose mas lentamente al cambio de superficie. Hay una gran diferencia entre hacer tres o cuatro entrenamientos suaves (dos días de doble turno) en pasto a llegar a Halle y prácticamente en 24 horas ponerte a competir.

El hándicap, pensarán ustedes con razón, es que llegará a Wimbledon con menos feeling y adaptación que el resto de jugadores, pero conociéndolo, y con la confianza que se tiene, salvo que el cuadro le ponga en primeras rondas a alguno de los grandes sacadores del circuito que lo pueda complicar porque no le dé ritmo de partido, creo que su plan puede funcionar.

Para cerrar, me gustaría pensar en voz alta sobre los favoritos a ganar Wimbledon que son a priori los "cuatro fantasticos".

Murray juega en casa, pero lleva mucho sin competir... dudo que esté para ganarle a cualquiera de los otros tres al mejor de cinco sets.

Federer todavía no ganó su primer torneo ATP en 2013, y si bien el pasto es "su" superficie, creo que no llega en su mejor momento. ¿Puede ganar? Por supuesto, pero le pasará algo parecido a Rafa en Roland Garros. Si lo gana, probablemente lo haga siendo uno de sus Wimbledon más complicados.

Djokovic, para mí, es el gran favorito junto a Rafa. Su único hándicap (porque está jugando a un grandísimo nivel) es cómo lo afectó anímicamente perder en Roland Garros, después de declarar muchísimas veces que Paris era su objetivo principal en 2013.

Y Nadal llegará con la confianza como hacía años que no la tenia, con su rodilla aparentemente bien: hay que ver cómo se adapta al pasto, donde no se puede resbalar, y las frenadas y arranques son muy agresivos para las articulaciones. Pero salvo partidos muy delicados contra grandes sacadores en primera o segunda ronda, debería ser junto a Djokovic, en mi opinión, el gran candidato.

Serena Williams
Getty ImagesSerena Williams venció a Sharapova y sumó un nuevo título de Grand Slam
BUENOS AIRES -- Fue un Roland Garros histórico tanto en el cuadro femenino como en el masculino. Por mi parte voy a hablar más de lo que fue el torneo de chicas, que dejó a Serena más cerca de las más grandes de la historia, y no solo por el hecho de sumar un título más de Grand Slam sino porque además lo hace con la sensación de que este no va a ser ni mucho menos el último. Para mí, está en el mejor momento de su carrera a nivel tenístico, físico y emocional.

Estos tres factores muchas veces van unidos, y es que Serena, tras la operación que sufrió en el pie hace un par de años, comenzó una nueva etapa con muchos cambios en su rutina que fueron tomando forma con el paso de los meses y traduciéndose en lo que es hoy. Nunca estuvo tan fibrosa, con tan poca grasa (miren la foto que publiqué ayer en mi twitter si quieren, o busquen en internet), viaja con un cocinero a los torneos porque está cuidando su dieta más que nunca, comiendo sin gluten, sin lácteos y entrenando físicamente mejor que nunca.

Todos estos cambios y sacrificios van haciendo sentir a uno más confiado en sí mismo, consciente de los esfuerzos, del trabajo bien hecho, y se traducen en la cancha a la hora de competir. Serena no está pensando en retirarse ni mucho menos, quiere llegar como mínimo a los Juegos Olímpicos de Brasil, y no quiere hacerlo de cualquier forma. Ya declaró que quiere retirarse en el pico de su carrera, y tiene claro cuál es el camino a seguir, disciplina, dieta, entrenamiento, planificación del calendario y mucha motivación cada día para no romper ese proceso que la está haciendo sentir muy joven, muy fuerte y jugando con más confianza que nunca.

Estos factores contribuyen a que Serena siga siendo la favorita en cada torneo, y mientras otras grandes jugadoras fueron capaces de mantenerse en la cima tanto tiempo como les duró el físico y la motivación, ella sigue buscando nuevos objetivos, nuevas formas de trabajar para mejorar su juego y su físico para sumar Grand Slams y acercarse a las Navratilova, Graf...

Es histórico lo que estamos viviendo en esta última década en el tenis, con Federer, Nadal y Serena rompiendo records y acercándose o superando a los mejores jugadores de todos los tiempos en ocasiones. También hay otros excelentes jugadores pero que solo en ocasiones pueden romper la supremacía de estos auténticos genios del deporte que nos asombran cada día. Djokovic, Sharapova, Venus o Henin consiguieron llegar a un nivel tenístico que muy pocos alcanzaron a lo largo de la historia, y tuvieron el privilegio de enfrentarse y en algunas ocasiones cortar rachas o vencer a estos 3 monstruos que ya pasaron a la historia grande del tenis.

Será difícil olvidar este Roland Garros, con dos genios como Serena y Nadal, que siguen sumando títulos de Grand Slam y con el de París quedan ya muy cerca de Navratilova y Sampras. Palabras mayores...

Serena Williams
APSerena Williams demolió a Errani y definirá con Sharapova

BUENOS AIRES -- La verdad es que estas semifinales de París no nos dejaron cosas muy positivas para comentar. Si bien todas son muy buenas jugadoras, obviamente Serena Williams se destaca por encima de todas, ya que es una de las mejores jugadoras de todos los tiempos y fue la que mejor jugó de las cuatro en las semis.

El partido de Azarenka y Sharapova no fue bueno, a pesar del resultado ajustado y de que ambas tuvieron 10 oportunidades de quebrarle a su rival. Fue finalmente la rusa quien quebró 6 veces el saque de Azarenka, mientras que esta consiguió 5 veces hacerlo sobre el de Maria.

El duelo fue muy irregular, sin ritmo, y poco típico de jugadoras experimentadas como ellas y ganadoras de Grand Slam. La batalla iba a pasar claramente por ver quién era capaz de mantener su saque, ya que ambas se sienten mucho mas cómodas cuando devuelven que cuando sacan. Sharapova sacó muy bien, y muy mal al mismo tiempo, 12 aces en tres sets, que es mucho para un partido en polvo de ladrillo y con una jugadora que devuelve muy bien como la bielorrusa, pero también cometió 11 dobles faltas, y fueron demasiadas.

A Azarenka no la vi con la claridad de ideas que tuvo durante el año pasado cuando jugaba contra Maria y me pareció que no está tan en forma como en otros Grand Slam, aunque esto puede ser normal después de las lesiones que sufrió entre febrero y abril y que la obligaron a retirarse de varios torneos.

Difícil hablar del partido de Serena y Errani. Es que la superioridad física de Serena no le dejó ni una sola oportunidad a la italiana, que cada vez se iba sintiendo más incómoda en la cancha ante la situación y la menor de las Williams, encantada con el escenario, hizo todo lo posible por ganar 0 y 0.

Hubo algunos comentarios de la gente, que no comparto, con respecto a la poca calidad del tenis femenino "representada" en este partido en el que la N° 1 del mundo le ganó a la 5ª con una paliza de 6-0 y 6-1. Só, es cierto que fue una paliza, pero también lo fue la de Nadal a Ferrer en Acapulco, después de más de medio año sin jugar al tenis, y Ferrer sigue siendo un jugadorazo. Como también lo es Errani, pero hay estilos de juego como el de Serena que son imbatibles para una jugadora como la italiana. Esto no significa que Sara no sea una muy buena jugadora, está N° 5 en la WTA en singles y N° 1 en dobles, y eso es muy pero muy difícil de conseguir.

Serena, simplemente, estuvo impresionante en todo el partido, sin errores y desbordando en velocidad desde todas partes. En el último game logró saques a 200 km/h (hay jugadores de ATP que no sacan a esa velocidad) como para meterse en la final con la confianza impecable, y olvidar el mal momento que le hizo pasar Kuznetsova en cuartos de final.

Para la final se espera un partido en el que Sharapova deberá bajar sus dobles faltas si quiere tener opciones y sacar tan bien como lo hizo por momentos en su semi. Tendrá que ser muy agresiva para tratar de defender lo menos posible, porque cuando la atacan aparecen sus carencias para desplazarse con comodidad sobre el polvo de ladrillo y se vuelve vulnerable, más para una jugadora como Serena.

La estadounidense, por su parte, tendrá que luchar contra la presión de volver a ganar en París, un Grand Slam que "sólo" ganó una vez; ese será su máximo rival. Tenísticamente está con una confianza inmejorable y físicamente, para mí, está en el mejor momento de su carrera. Sólo ella puede ser quien se prive a sí misma de ganar este torneo, porque si juega a su mejor nivel, creo que no exagero si digo que es invencible.

Serena Williams
Getty ImagesSerena Williams es la gran candidata en Roland Garros

BUENOS AIRES -- Se viene lo mejor de Roland Garros a partir del jueves, en este caso con las semifinales femeninas. Sharapova y Azarenka vuelven a enfrentarse en lo que fue, sin dudas, uno de los grandes duelos a lo largo de todo el año pasado y que dominó en la mayoría de las ocasiones la bielorrusa, aunque esta vez Sharapova es la campeona defensora y viene teniendo muy buenos resultados en polvo de ladrillo, una superficie donde mejoró muchísimo su movilidad en los últimos años, lo que sumado a su juego agresivo y a su gran confianza en sí misma, le permite estar una vez más en las semis de París y con opciones al título.

La gran candidata sigue siendo Serena Williams, que viene con una racha impresionante de victorias y que se enfrenta con Errani, la N° 1 del mundo en dobles y top 10 en singles desde que el año pasado alcanzó la final de este torneo, donde perdió precisamente con Sharapova, en un partido que no pudo disfrutar demasiado por esos nervios incontrolables de una jugadora que se encuentra por primera vez en su carrera en las instancias finales de un Grand Slam. Y si bien tiene una tarea casi imposible contra Serena, seguramente va a vivir este partido de una forma muy distinta a lo que le pasó en la final del año pasado, con más experiencia y después de haber realizado un gran campeonato.

Azarenka y Sharapova, por su parte, dependen mucho de su saque (sobre todo Maria, que tiene ahí su punto más débil) y de quien de las dos sea capaz de tomar la iniciativa en los puntos y de dominar desde el fondo de la cancha. Las dos son jugadoras superagresivas, que no les gusta defender y que se sienten cómodas pegándole a todo desde la línea de base.

Serena es la gran candidata, como dije antes, y en cuartos pasó un partido muy delicado que le va a dar más confianza todavía. Kuznetsova (formada en España desde chica), ex campeona en París y que la complicó al punto de estar 2-0 arriba en el tercer set, no pudo finalmente contra la N° 1 del mundo, que vuelve a las semis de París después de 10 años.

En su partido, Serena tratará de atacar a Errani por su revés, que es el golpe con el que menos lastima a sus rivales, ya que la derecha de la italiana tiene mucho top y en polvo agarra mucho efecto, lo que impide que la ataquen desde el fondo cuando juega con su derecha. De todas formas, la fuerza de Serena y la velocidad de pelota, por la gran diferencia de estatura y físico, debería ser en condiciones normales lo que marque el resultado final del partido.

Creo que hay que destacar la actuación de Jankovic en los cuartos de final, donde volvió a mostrar su mejor nivel, como cuando era N° 1 del circuito WTA, pero una vez más le faltó esa convicción y confianza en sí misma en los momentos más comprometidos del partido, que sin dudas es a su vez lo más difícil de realizar en este deporte, jugar a tu mejor nivel cuando la presión es máxima.

Serena Williams
Getty ImagesSerena Williams ahora le apunta a Roland Garros

BUENOS AIRES -- Encontrar motivaciones después de tantos y tantos títulos, después de tantas semanas como N° 1 y, obviamente, con la vida más que asegurada a nivel económico, no debe ser nada fácil para algunas de las grandes estrellas del deporte a nivel mundial. Serena Williams es, sin duda, una de esas superestrellas y el polvo de ladrillo parisino será su enésimo desafío en su exitosa carrera.

El año pasado, la estadounidense ganó Madrid muy bien y llegó a semis de Roma, donde se retiró contra Na Li. Llegaba a París como siempre, siendo una de las grandes favoritas, y con confianza después de lo bien que había jugado en esos dos campeonatos previos sobre polvo de ladrillo, pero algo falló en la primera ronda y, en un partido agónico que muchos recordarán perdió, contra la local Virginie Razzano.

No tardó mucho en "sacarse la espina", llegó a Wimbledon y arrasó, al igual que en los Juegos Olímpicos de Londres (ganó singles y dobles con su hermana Venus) y el US Open.

El hecho de que Sharapova, su gran rival en el circuito de hoy en día, junto con Azarenka, ganara Roma por segundo año consecutivo y Roland Garros el año pasado, debió despertar cierta envidia en Serena, que "sólo" festejó una vez en Roland Garros y tiene como peor superficie justamente la arcilla.

Veremos cómo sigue esta semana en Roma después de triunfar con facilidad en Madrid sobre Sharapova en una final en la que se jugaban el N° 1 del mundo, pero está claro que su objetivo es París. En la rueda de prensa posterior a ese partido en España, dijo que su objetivo este año era Roland Garros pero que "no quería presionarse".

Cuando Serena se propone algo, es difícil pararla, pero si en algún lugar su desafío es más complicado es sobre polvo de ladrillo, donde jugadoras como Li, Stosur o Kuznetsova, entre otras, que se sienten cómodas en esa superficie, pueden llegar a complicarla en partidos de octavos o cuartos de final, cuando Serena no debería ir todavía tan imparable hacia el título.

Veremos qué sucede en Roma, pero la verdad que es una lástima que al menos en Argentina no podamos disfrutar de los partidos televisados para esta gira, en la que Serena y Sharapova se están jugando el Nº 1. Ambas se encuentran muy motivadas y jugando a su mejor nivel en años. Habrá que esperar a París...

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