Max Scherzer
AP Photo/Alex BrandonLos Nacionales tienen a Max Scherzer y a Bryce Harper en su plantilla, pero al parecer nadie quiere unirse a ellos.
Los Nacionales de Washington quizás hayan establecido un record de Grandes Ligas para la mayor cantidad de ponches por un equipo - en una temporada baja.

¿Cuál ha sido su más reciente ponche? Ese fue Yoenis Céspedes, el jardinero toletero agente libre quien en este pasado fin de semana rechazó una alegada oferta de cinco años y alrededor de $100 millones de parte de los Nacionales, optando en cambio por firmar con los Mets de Nueva York. Si ustedes son fanáticos de los Nacionales, el que Céspedes regrese con los Mets, su rival divisional, es algo doloroso. El hecho de que él estuviese dispuesto a aceptar un acuerdo de menos tiempo (tres años) y menos dinero ($75 millones) en el proceso es alarmante, especialmente cuando consideramos lo que ya ha ocurrido en D.C. en este invierno. O por decirlo de forma más certera, lo que no ha ocurrido.

Durante este último par de meses, los Nacionales han sido rechazados tantas veces que ya el gerente Mike Rizzo ha comenzado a sufrir pesadillas en su sueño. Darren O'Day, el mejor relevista disponible en el mercado, parecía casi asegurado en el roster de Washington pero terminó quedándose en Baltimore. Rizzo buscó de forma agresiva a Ben Zobrist y Jason Heyward, dos de los mejores jugadores de posición en el mercado, solo para ver como ambos se fueron con los Cachorros. El lanzador abridor Mike Leake y el cerrador Aroldis Chapman también estuvieron en el radar de Rizzo, pero terminaron yéndose con los Cardenales y los Yankees, respectivamente. Incluso los Planes B no han ocurrido de acuerdo al plan.

Yoenis CespedesAnthony GruppusoUSA TODAY SportsEl toletero cubano Yoenis Céspedes optó por quedarse con los Mets en vez de unirse a los Nacionales.
Cuando Zobrist dejó de ser una solución para el recurrente problema de los Nacionales en la segunda base, el equipo intentó conseguir mediante cambio a Brandon Phillips. El veterano de 34 años ha estado tanto tiempo con los Rojos que cualquier intento de ser cambiado tiene que contar con su aprobación. A pesar de que Phillips tiene profundos lazos con Cincinnati luego de pasar la última década allí, la lógica prevaleciente era que la oportunidad de A) jugar para un equipo contendiente y B) reunirse con su viejo manager (Dusty Baker) habría sido más que suficiente para que Phillips aceptara el cambio. Aparentemente, Phillips pensó lo contrario, y el cambio nunca ocurrió.

Mientras estamos hablando de Baker, no nos olvidemos de que él tampoco fue la primera alternativa de Washington. Sí, él es un manager probado en Grandes Ligas. Sí, él es un renombrado técnico con gran química en sus camerinos y que se especializa en proyectos de renovación. Sí, lució bien en su conferencia de prensa de presentación en noviembre y para todos los efectos es tan bueno como cualquiera para ese puesto. Pero en caso de que se olviden de esto, el principal candidato para el puesto de manager de los Nacionales era Bud Black, y la única razón por la que Baker fue quien terminó ocupando el puesto es porque Black se retiró tras sentirse insultado por la baja oferta que alegadamente le hizo Washington.

Todo esto no es para decir que los Nacionales no han hecho ninguna movida en esta temporada baja. Sí lash an hecho. Pero no es como que los equipos se estén peleando por brazos jornaleros como los de Óliver Pérez y Yusmeiro Petit. Su compañero relevista Shawn Kelley probablemente tenía opciones, pero es difícil pensar en él como algo más que un reemplazo para O'Day, al igual que es difícil pensar en el intermedista Daniel Murphy en otra cosa que no sea un reemplazo para Phillips, que era un reemplazo para Zobrist. El joven derecho Trevor Gott, quien fue adquirido de los Angelinos en el cambio por Yunel Escobar, no tuvo mucho que decir en el asunto. Como tampoco lo tuvo Ben Revere, quien pasó a Washington en el acuerdo que envió al descontento serpentinero Drew Storen a Toronto, dándole finalmente el cambio de escenario que tanto había deseado.

Para resumir: Un grupo de muy buenos jugadores (y un manager sólido) han elegido irse a otra parte en vez de jugar en Washington. Mientras tanto, uno de los jugadores más productivos de los Nacionales en los pasados seis años (Storen) se fue porque no podía aguantar estar más allí.

Como poco, es un fenómeno muy extraño. Después de todo, no es como que los Nacionales no tengan mucho que ofrecer. Ellos tienen a Bryce Harper, el actual Jugador Más Valioso que solo tiene 23 años y quien está bajo contrato hasta el 2018. Ellos tienen un as legítimo en Max Scherzer, quien lidera una de las mejores rotaciones de abridores en las Grandes Ligas. Ellos tienen bolsillos profundos, como quedó evidenciado con su nómina de $174 millones el año pasado, la tercer mayor en todo el béisbol.

No es por nada, pero también tienen a Washington, D.C. Quizás hayan escuchado de esa ciudad. ¿Saben, la capital de la nación? Una de las mejores ciudades del mundo, el Distrito Federal es una atracción turística obligatoria que atrae personas de todas partes. Excepto, aparentemente, a aquellos que trabajan en el béisbol profesional.

Así que ¿cuál es el problema? ¿Qué es lo que impide que los buenos jugadores de béisbol decidan evitar establecerse en el Distrito de Columbia?

Quizás es por consecuencia del programa de telerealidad que ocurrió allí el año pasado. Dicen que no existe tal cosa como mala publicidad, pero esos videos de Jonathan Papelbon tratando de ahogar a Harper en el dugout probablemente no hayan ayudado a los esfuerzos de reclutamiento de Rizzo, especialmente por el hecho de que Papelbon sigue en el roster de los Nacionales.

Quizás sea la reputación de Washington como una ciudad de football, que adora a sus Redskins. Seguro, los Nacionales tienen buena base de fanáticos, pero cuando se habla de bases de fanáticos apasionadas y tradición de béisbol, D.C. no es mencionada entre los New York y los Chicago y los San Luis del mundo.

Quizás sea la percepción de que, en años recientes, la oficina central de los Nacionales se haya convertido en algo parecido a la de los Steinbrenner en los viejos tiempos, simplemente adquiriendo piezas aquí y allá sin una preocupación real de cómo esas piezas van a poder encajar para formar una unidad sólida (ver: Papelbon).

Lo que nos trae a Céspedes. Si él hubiese firmado con Washington, habría sido el cuatro jugador clave en el roster de los Nacionales en llegar directamente de un rival divisional. Sin embargo, la adición de él habría sido suficiente para inclinar la balanza de poder en el Este de la LN.

En cambio, Céspedes es un Met. Y los Nacionales siguen buscando que piezas añadir.

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Cardenales refuerzan su rotación con Mike Leake

FECHA
22/12
2015
por Jerry Crasnick, Escritor Senior de ESPN
La firma: Los Cardenales de San Luis han llegado a un acuerdo para un contrato multianual con el lanzador agente libre Mike Leake. Se reporta que el acuerdo es por cinco años y $80 millones e incluye una opción mutua para un sexto año.

Ha sido hasta ahora una temporada baja lenta para el gerente de los Cardenales John Mozeliak. Los Cardenales estuvieron bien metidos en la puja por los servicios del agente libre David Price, solo para quedar arrollados por la oferta de Boston de siete años y $217 millones. Entonces el incumbente jardinero derecho Jason Heyward firmó con los Cachorros de Chicago e hizo algunas observaciones sobre el envejeciente nucleo de jugadores de San Luis que no cayeron nada de bien en el manager de los Cardenales Mike Matheny.

Los Diamondabacks de Arizona, los Gigantes de San Francisco y los Dodgers de Los Angeles habían expresado varios grados de interés en Leake. Pero los Gigantes gastaron $220 millones en Johnny Cueto y Jeff Samardzija, y Arizona logró resolver la parte superior de su rotación con la firma de Zack Greinke por un acuerdo de $206.5 millones y adquirir a Shelby Miller en un cambio con Atlanta.

De acuerdo a una fuente, los Cardenales fueron donde Leake con una fuerte oferta hace una semana y entonces esperaron por su decisión. San Luis se había resistido a ofrecer más de cuatro años, así que la adición de un quinto año en el contrato fue una concesión significativa.

Mike Leake GigantesJustin K. Aller/Getty Images
La razón: Luego de perder a Lance Lynn por la cirugía Tommy John y John Lackey a los Cachorros mediante la agencia libre, los Cardenales tenían la necesidad de conseguir a alguien que pudiese absorber entradas en la rotación. Durante las reuniones de gerentes de MLB hace seis semanas, Mozeliak reconoció que quizás era hora que San Luis metiera sus manos de lleno en el mercado de agentes libres. Los Cardenales tuvieron una corrida de lesiones importantes en el pasado año, y la cantera de talento que tienen en sus fincas para llenar los huecos es buena, pero no es eterna.

"Yo no sé si estamos diciendo, 'Ya es suficiente'. Es algo más como que, '¿Cuántos golpes al cuerpo puedes resistir?'", dijo Mozeliak a principios de noviembre. "Por eso es que quizás haga sentido el comenzar a pensar en los mercados externos y entender, 'Quizás sea tiempo de ser más agresivos'".

El impacto: Existen diferencias de opiniones sobre Leake. Un escucha lo caracterizó recientemente como un "un tercer y medio abridor". Con una tasa de por vida de 6.1 ponches por cada nueve entradas, él es el lanzador por excelencia que pichea para lograr contacto. Lynn utilizó su recta en el 85.4 por ciento del tiempo en el 2015, máxima cifra en la Liga Nacional (un pelo por encima de Bartolo Colón de los Mets). En contraste, Leake dependió de un modo de lanzar utilizando cinco picheos y utilizó su recta en un mero 44.3 por ciento del tiempo.

Un atributo que trae Leake es su durabilidad. En las pasadas tres temporadas, se ubicó en el puesto 18 entre los abridores de MLB con 598 2/3 entradas trabajadas. Además es un atleta excepcional y un buen bateador, con promedio de por vida de .212. No es por accidente que el grueso del interés que generó Leake en este invierno haya venido de equipos de la Liga Nacional. v Leake entra a una rotación que ya tiene a Adam Wainwright, Michael Wacha y Carlos Martínez, quien se recupera de una dolecia en el hombro que lo forzó a terminar su temporada en septiembre y se espera que esté listo para los entrenamientos primaverales. Jaime García estará nuevamente en la ecuación, si la salud se lo permite, y los Cardenales tienen profundidad en la organización con Marco Gonzáles, Tyler Lyons y Tim Cooney.

Ahora que Mozeliak ha mejorado su rotación y le da a los Cardenales una razón para sentirse bien antes de las fechas festivas, puede cambiar su atención al próximo gran asunto en su agenda - encontrar un bate que ayude a compensar la pérdida de Heyward. La próxima movida importante de los Cardenales probablemente tendrá que esperar hasta el Año Nuevo.

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NUEVA YORK - Alex Rodríguez una vez más no fue capaz de escaparse de su propia sombra oscura que se ha mantenido a su lado dentro de la caja de bateo a través de su carrera en los playoffs.

El toletero asediado, que superó las expectativas en su retorno al diamante tras una suspensión de una temporada completa por el consumo de esteroides, se encontró en una encrucijada en la sexta entrada del partido de los comodines de la Liga Americana el martes por la noche en Yankee Stadium.

Con corredores en primera y segunda base, dos outs y un déficit de 2-0 contra los Astros de Houston, a Rodríguez se le presentó la única oportunidad de adueñarse de octubre como lo había hecho en una sola ocasión en las 21 campañas que lleva en el béisbol, en 2009 cuando bateó para un promedio de .365 con seis jonrones y 18 carreras impulsadas en ruta al primer y único anillo de Serie Mundial que posee.

Frente a frente a un tierno Dallas Keuchel, que a los 27 años de edad apenas completaba su segunda campaña completa en las mayores, la figura polarizadora de 40 años con el uniforme de rayas falló y perdió una batalla generacional, sumisamente elevando el primer lanzamiento hacia al jardín central y ocasionar la despedida de los Bombarderos del Bronx en esta edición de los playoffs.

Si una imagen fija hubiese sido captada en ese mismo momento en el cual A-Rod se desesperó y le hizo swing a la recta cortada que Keuchel le tiró, su carrera en la postemporada fue identificada por los rasgos mientras caminaba bajo los abucheos de la multitud de aficionados que llenaron el parque.

A pesar de eso, bien hecho por el año que cumplió porque es el deber de ser reconocido por todo aquel que vive la pasión del béisbol.

Independientemente de su castigo con el escándalo de dopaje por el caso de la clínica Biogenesis, Rodríguez logró sobrepasar al miembro del Salón de la Fama Willie Mays, superando su marca de 660 cuadrangulares y colocándose en la cuarta posición de todos los tiempos en Grandes Ligas. Rodríguez, que fue relegado a un rol de bateador designado, también obtuvo su hit 3,000 de su carrera y luego logró sobrepasar al icono puertorriqueño Roberto Clemente.

Si bien pudo concluir la temporada con 151 partidos en su registro con 33 jonrones, 86 carreras impulsadas, 131 imparables y un promedio de bateo de .252 tras haber pasado 12 meses lejos del deporte que ama, un periodo en el cual comenzó la transformación de una imagen abatida, al final todo se redujo al turno más importante de la temporada.

Y justamente cómo había sucedido en muchos de los turnos anteriores que había obtenido como miembro de los Yankees en la postemporada, Rodríguez y su average de .259 en los playoffs fallaron en producir en el momento de la verdad.

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Si están de acuerdo con lo dicho por Andy Dufresne, el personaje interpretado por Tim Robbins en la película The Shawshank Redemption -- ¿Y quién no lo está? - solo hay dos opciones cuando uno se enfrenta a la adversidad: Ocuparte de vivir u ocuparte de morir. Sea porque lo han escogido o no, los Nacionales de Washington y los Cardenales de San Luis parecen estar operando en los extremos opuestos de la doctina Dufresne.

Solo esperen a que tengamos a nuestros muchachos de vuelta. Durante todo el verano, esa ha sido la excusa que más se ha escuchado en los alrededores de D.C. A pesar de las lesiones sufridas por jugadores clave como Anthony Rendón, Jayson Werth, Ryan Zimmerman, y Denard Span, quienes se perdieron un total combinado de 261 juegos, los Nacionales encontraron la forma de perseverar durante los primeros cuatro meses de la temporada. Hasta julio, lograron marca de 54-46 y lideraban la División Este de la Liga Nacional por tres juegos sobre los Mets de Nueva York. Y parecía que las cosas mejorarían, ya que estaban comenzando a recuperar la salud.

El 25 de julio, Rendón, el jugador del cuadro de 25 años que terminó quinto en la votación del JMV el año pasado, fue activado de la lista de lesionados. Dos días después, Washington le dio la bienvenida de vuelta a Zimmerman, quien ha bateado más cuadrangulares que nadie en el uniforme de los Nacionales. Al día siguiente, el equipo activó a Werth, cuyo WAR combinado de 8.8 en las pasadas dos temporadas fue el mejor entre todos los jugadores de los Nacionales. Finalmente, la banda estaba completa. Que se prepare el resto del Este de la LN. O por lo menos ese era el pensamiento. Pero al final ha resultado ser las cosas no era como se pensaban.

Desde principios de agosto, que comenzó con la barrida de los Nacionales a manos de los Mets en Queens, los Nacionales han jugado para promedio de .413 y se han desplomado hasta alejarse a 6 ½ juegos detrás de Nueva York. El regreso del primer bate Span, que se esperaba causara el mayor impulsó de todos, no salió como se planificó. El 25 de agosto, Span volvió a juego luego de perderse 40 encuentros por espasmos en la espalda. Fue la primera vez en la temporada - en el juego No. 124 - que el manager Matt Williams tenía a su disposición la alineación completa que se proyectaba desde el Día Inaugural. Pero Span solo jugó dos partidos antes de volver a la lista de incapacitados y el martes fue sometido a una cirugía que acabó con sus esperanzas de volver a juego este año.

A pesar de lo fácil que sería atribuir los problemas de los Nacionales a sus traspies medicos, y los fanáticos en D.C. rápidamente han hecho eso mismo, el equipo prefiere no poner excusas por su actuación.

"No es fácil", dijo Williams, el capataz que está en su segunda temporada, y que como novato se llevó el premio de Manager del Año de la Liga Nacional en el 2014. "Nadie quiere estar en este tipo de situación, pero estamos donde estamos, así que tenemos que lidiar con ello. Así que es funciona esto".

"Hemos tenido nuestra cuota de cosas que superar", dijo Werth. "Pero en cualquier caso, tienes que encontrar la forma de ganar".

Stephen Strasburg and Adam WainwrightUSA TODAY SportsStephen Strasburg, aquejado de lesiones este año, tuvo que dejar su anterior salida por molestias en la espalda; Adam Wainwright quedó fuera de la temporada desde abril.
Aunque los Nacionales han tenido problemas para lograr eso, ningún otro equipo en el béisbol lo ha hecho mejor que los Cardenales.

A pesar de lo magullados que han estado los Nacionales esta temporada, los Cardenales - cuyo record de 86-46 es el mejor en las Grandes Ligas - han sido igual de golpeados, y cuidado si más. El primera base Matt Adams y los jardineros Matt Holliday, Jon Jay, y Randal Grichuk se han combinado para perderse 266 juegos esta temporada, o cinco más que los que se perdió el nucleo de jugadores de Washington. Aunque no todas las lesiones o los jugadores son creados iguales, ambos nucleos son bien parecidos. El grupo de Washington incluso un primera base, un jardinero izquierdo, y un jardinero central, y compilaron un WAR combinado de 14.8 en 2014; el de San Luis también incluye un primera base, un jardinero izquierdo y un jardinero central, y amasó un WAR agregado de 14.6 la pasada temporada. Pero esperen, que todavía hay más.

En adición a sus bateadores lastimados, los Cardenales han tenido que superar la pérdida de Adam Wainwright, quien en abril sufrió el desgarre del tendón de Aquiles que terminó su temporada en 2015. Wainwright, quien ha sido el abridor del Día Inaugural de la novena por los últimos tres años, entró a esta temporada con la mayor cantidad de partidos ganados por un lanzador que no se apellide Kershaw en la Liga Nacional desde 2009. Decir que él es importante para San Luis es como decir que Phineas es importante para Ferb.

Sumen todo esto, y los Cardenales del 2015 son más que una torre de naipes, temblando en cada esquina. De hecho, de acuerdo con el portal ManGamesLost.com, que utiliza una estadística llamada Time Missed Impact To Team (TMITT (Impacto de tiempo perdido al equipo)) para medir los efectos de las lesiones, ningún otro equipo en el béisbol ha sufrido mayores oérdidas por lesiones que los Cardenales. Aunque los Nacionales se ubican séptimos en el TMITT, ellos ni siquiera son el equipo más impactado en su propia división. Ese honor le pertenece a... esperen... los Mets, quienes se ubican en el quinto puesto.

Esto no quiere decir que Washington no ha tenido que lidiar con la mala suerte esta temporada. Si la han sufrido. Simplemente que no han podido trabajar tanto como lo necesitaban, y ciertamente no tan bien como lo han hecho los Cardenales. Ni cerca de ello.

Consideren esto: Durante agosto, cuando finalmente los Nacionales tuvieron de vuelta a Rendón, Zimmerman, y Werth en el terreno por todo el mes, ellos jugaron para 12-17. Por otro lado, los Cardenales no tuvieron a Holliday, Adams, y Jay - la primera vez que el trio estuvo inactivo por todo un mes - además que Grichuk estuvo fuera las últimas dos semanas de agosto, y aun así se las arreglaron para terminar con marca de 19-11.

¿Están liquidados los Nacionales? Todavía no. Sí, ellos tendrán que vivir sin Span en la recta final. Seguro, Stephen Strasburg salió temprano de su última apertura por rigidez en la espalda. Cierto, la habilidad del bullpen para mantener una ventaja en tiempos recientes ha sido casi el equivalente de la habilidad de RG III para mantener un empleo. Pero comoquiera les quedan seis juegos ante los Mets, que lideran la división.

Dado el hecho de que los Yankees del 1978 y los Marineros del 1995 son los únicos dos equipos desde el comienzo de la era divisional en recuperarse para ganar la división luego de tener desventaja de 6 ½ juegos o más al llegar septiembre, de acuerdo con el Elias Sports Bureau, los Nacionales del 2015 tendrían que hacer un muy buen uso de los seis partidos que les restan ante Nueva York. Esto sin mencionar los otros 25.

En otras palabras, ellos necesitarán ocuparse en seguir viviendo.

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