MIAMI -- Para algunos, Bill Belichick siempre tendrá a su lado la etiqueta de "tramposo".

Si bien todo el mundo tiene derecho a pensar lo que quiere, lo que no se puede negar es que el entrenador en jefe de los New England Patriots es, rato largo, el mejor de la NFL.

Como todo entrenador exitoso, ha tenido la dicha de toparse con un gran mariscal en Tom Brady, que es uno de los mejores de la historia en su posición.

Esta es una lida de mariscales, y sin un QB competente, no vas a ningún lado por más que Houdini esté en las laterales. La NFL es un deporte complicado, pero a veces es así de simple.

No obstante, la huella de Belichick es palpable y diferente al resto de los entrenadores en la NFL.

Se supone que todos realizan un plan de juego específico para cada rival, pero ningún equipo se reinventa tanto de un domingo a otro como los Patriots.

Belichick es un experto a la hora de anular la principal fortaleza rival, y a la vez atacar su debilidad, aunque tenga que hacerlo con una pieza propia que no había tenido protagonismo hasta ese entonces.

Esa es la razón por la cual los Patriots se las han ingeniado en el pasado para formar con el receptor abierto Troy Brown de esquinero, y también explica por qué los Patriots se las ingeniaron para ganar Super Bowls con David Givens, Deion Branch y el propio Brown como principales armas por aire.

Si bien Brady es el catalista, los Patriots te derrotan con su sistema; New England ganó 11 juegos en 2008 con Matt Cassel (el mismo que no ha podido ganar en ningún otro lado) detrás de centro.

Belichick siempre ha sido un hombre "anti establishment", y ganarse la lotería con Brady y ganar sus anillos, se encuentra en el escenario ideal para tomar decisiones cuestionables sin ser duramente criticado o temer por su trabajo.

El dueño de los Patriots, Robert Kraft, cree en la continuidad como la clave del éxito. Desde que asumió Belichick en el 2000 con New England, el resto de los equipos de la AFC Este han tenido 21 entrenadores en jefe distintos.

A partir de allí se explica también la dinastía de estos Patriots, que cuando termine esta campaña, habrán ganado 13 títulos divisionales en 16 años con seis apariciones en Super Bowls y cuatro anillos.

Y con ese respaldo, Belichick puede darse el lujo de hacer lo que más le gusta; desafiar la lógica.

Arriesgarte en cuarto intento en tu propio territorio, cambiar a Logan Mankins por una selección de cuarta ronda y un ala cerrada de Rutgers una semana antes del inicio de la temporada, elegir dos alas cerradas en la segunda y cuarta ronda del mismo draft, darle una extensión multimillonaria a su pateador, dejar caminar a las estrellas confiando en que los ignotos de tu plantel podrán dar la talla, y la lista podría continuar hasta mañana.

Belichick es un hombre que se puede al compás de su propio ritmo, y si bien sus cortas respuestas parecen arrogantes y coquetea con el límite de lo que está bien y lo que está mal, el Yoda siempre está en control de lo que está sucediendo.

Ya son muchos los ex dirigidos de Belichick que dicen "nadie se prepara mejor". Todos los jugadores de los Patriots conocen las reglas mejor que los propios referís, y ningún detalle queda librado al azar.

New England se prepara para cada escenario, y esa disciplina es que la hace dinastías. Eso y un mariscal de elite, pero entienden mi punto.

Guste a quien le guste, Belichick es el mejor entrenador de la NFL, y ni siquiera es debatible.

Lo único que se podría discutir a esta altura es si estamos hablando del mejor entrenador en jefe de la historia. El éxito tan sostenido de los Patriots no tiene tantos antecedentes en la NFL, aunque sí tiene una clara explicación.

Bill Belichick, su sudadera vieja y un cerebro como pocos.

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A enfocar en el Super Bowl

FECHA
25/01
2015
por Sebastián Martínez Christensen
PHOENIX -- Estoy cansado de controversias.

La NFL ha tenido un año muy malo en cuanto a situaciones extra terreno, y la campaña no podía terminar de otra manera que no sea con el "Deflategate".

Personalmente, ya he dejado claro que si son encontrados culpables, algunas caras visibles de los Patriots deberían ser suspendidos ».

Pero al menos por ahora, es momento de dar vuelta la página.

Llegué a Phoenix y me quiero enfocar en el Super Bowl. La NFL quiere que todo el mundo se enfoque en el Super Bowl, razón por la cual la investigación probablemente no termine hasta después del gran juego.

La realidad es que nos enamoramos de este deporte por el juego en sí, y con el más importante de todos entre los Seahawks y los Patriots en el horizonte, sería bueno enfocarnos en el juego en sí.

Los New England Patriots no llegan hasta el lunes aquí a Phoenix, y está claro que si yo estoy cansado del tema, ellos deben estar que se arrancan los pelos.

Lo cierto es que fue una semana muy atípica para los Patriots, que hubiesen querido concentrarse específicamente en el Super Bowl, pero se vieron obligados a lidiar con otra controversia.

La pregunta del millón es: ¿Cómo afectará este escándalo a New England de cara al Super Bowl?

Algunos piensan que será una motivación extra para los Patriots, aunque yo no compro esa idea.

La realidad es que estás en el Super Bowl, y no hay motivación más grande que esa. A diferencia de otros encuentros, no necesitas darte golpes en la espalda para sacar lo máximo de ti. El trofeo Vince Lombardi es el premio por ganar, y el anhelo que tuvo todo equipo desde el comienzo de la temporada.

Otros consideran que será una distracción para New England. Ciertamente ya lo ha sido para los Patriots, y me temo que no será lo último que escucharemos sobre esto durante la semana.

Jonathan Vilma, quien estuvo involucrado en el "Bounty Gate" con los New Orleans Saints, tiene el consejo ideal para los Patriots.

"Van a tener que cerrarse en su mundo", expresó Vilma. "Cuando yo estaba en New Orleans, sin importar nuestro récord, nos preguntaban lo mismo todas las semanas. Por suerte para ellos, les queda sólo un partido".

El problema es que la NFL ha diseñado este juego de tal manera que se convierte en un circo mediático.

La prensa que asistirá a Phoenix excede la deportiva, y hay quienes serán enviados aquí sólo para intentar avispar la controversia.

En otras palabras, los Patriots escucharán preguntas acerca de los ovoides desinflados todos los días. Ojalá que mantengan la compostura y no reaccionen, porque de lo contrario la historia seguirá en el centro de la escena.

Definitivamente pienso que será una distracción que por momentos le quitará el ojo de la meta a New England.

Aunque eso es sólo una suposición. Sí tengo la certeza que esta columna será la última que yo escribo acerca de "Deflategate", al menos hasta que concluya la investigación.

Estaré siguiendo todos los pasos de los Patriots esta semana, y nos enfocaremos en el juego que tantos de nosotros ansiosamente esperamos.

Sólo resta que New England puede hacer lo mismo, y que el espectáculo no se vea perjudicado.

Llegó el Super Bowl XLIX, y aunque para algunos parece que no vende tanto como un escándalo, es momento de enfocarnos en la gran final.

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