Es solo el segundo capítulo en la temporada de la mejor rivalidad en la NBA, pero las primeras planas se escriben solas.

El dos veces campeón Miami Heat recibe a los Indiana Pacers en horario estelar por ESPN, justo a tiempo para alegrar las festividades en la decepcionante Conferencia del Este, y de paso robarle la atención por una noche al más poderoso Oeste.

Fascinante es la mejor palabra para describir como la contienda individual entre las tropas de Erik Spoelstra y Frank Vogel se desarrolla en el entorno de lo que ocurre en su conferencia, donde el mediocre juego de la competencia deja a Miami e Indiana en colisión directa por el boleto a la final de la NBA.

Significa también otro mano a mano entre el 'Rey' LeBron James y Paul George, quien repitiría como mayor progreso si no fuera porque reta por el premio MVP que el astro de Miami ha ganado en cuatro de las pasadas cinco temporadas.

En el primer enfrentamiento de la campaña, el 10 de diciembre, George respondió a segunda hora contra un LeBron que fue de más a menos, cerrando el triunfo de Indiana 90-84 en el Bankers Life Fieldhouse. Fue un partido que significó más para los hambrientos Pacers (20-4) que el experimentado Heat (18-6), aunque su desenlace quizás inspira a Miami a tener una actuación digna del dos veces monarca en la revancha.

En papel, el Heat es el segundo mejor con 109,0 puntos por 100 posesiones, mientras que los Pacers son el mejor tolerando 94,3 puntos por cada 100 posesiones. En otras palabras, algo tiene que ceder.

Más allá de James (quien llega con un tobillo lastimado) y George, veamos otros factores claves en el desafío, el segundo de lo que esperamos sean 11 ocasiones que chocan antes de definir un ganador.

Roy Hibbert

Roy Hibbert
Brian Spurlock/USA TODAY Sports
George más que se defiende ante James, pero es Hibbert la piedra en el camino que el Heat simplemente no puede mover.

El pívot fue el MVP de Indiana en la final del Este -promediando 22,1 ppj y 10,4 rpj- cuando por poco noquean al campeón, y su dominio lo extendió a esta temporada. Anotó 24 puntos con 15 rebotes en la primera cita, limitando al Heat a tres cestas en 12 intentos directamente defendidos por él, según ESPN Stats&Info.

Tanto en ofensiva como en defensa, Hibbert es la pesadilla de la cual Miami no puede despertar una vez suena el silbato inicial.

Debajo de los tableros

Como es la norma en esta rivalidad, los Pacers a ganaron la batalla de los rebotes (43-33) en el primer 'mano a mano' de la campaña, una ventaja que Indiana supo utilizar para hacerle la vida imposible a Miami la pasada postemporada.

Indiana superó a Miami por casi 10 rebotes por juego (43,7-33,5) en los primeros seis desafíos de la final del Este, antes de perder dicha batalla 43-37 -más la serie- en el séptimo y decisivo choque.

Sabíamos de antemano que el Heat tendría problemas en dicho departamento este año, pero su promedio de 35,7 rpj es casi tres menos que la campaña pasada (38,6) cuando se convirtieron en el campeón con menos rebotes por juego en la historia de la NBA.

Sucio difícil repetirlo.

Chris Bosh

Bosh
AP Photo/Nam H. Huh
Y hablando de rebotes, hemos visto como Chris Bosh cada vez es más alérgico a forcejear en la pintura, debilitando aún más el talón de Aquiles de Miami.

El delantero del Heat promedia apenas 6,1 rpj, el total más bajo de su carrera, y luce lejos de ser el canastero que promedió rebotes en doble dígito tres veces con los Toronto Raptors. Su baja en minutos por desafío (apenas 28,1) juega un papel en sus estadísticas, pero cuando tu ´hombre grande´ pretende ser un especialista de tres puntos, hay un problema.

Contra Indiana es peor, acumulando 2, 5, 3, 3, 5, 4, 8 y 3 rebotes en sus últimos ocho partidos, contando la postemporada.

Mientras se aleja de la pintura y sus rebotes disminuyen, sus tiros de tres aumentan y nos encontramos de frente con un canastero diferente, y no necesariamente mejor.

Ventaja local

Si bien Indiana y Miami demostraron que pueden ganar en la cancha del rival, la realidad es que ambos reconocen la importancia de tener la ventaja local en los playoffs, especialmente los más jovenes Pacers, quienes sufrieron su primera derrota local el pasado lunes luego de 11 victorias corridas para abrir la temporada.

Por eso toman tan en serio el finalizar con la mejor marca en el Este, máximo si logran pisotear a su archirival en el proceso. No quieren tener que jugar otro séptimo partido en Miami, donde la energía de la fanaticada contagia e impulsa al Heat.

De hecho, el dos veces monarca de la NBA tratará de canalizar esa misma energía para defender su cancha y enviarle un claro mensaje a su impetuoso oponente en su segunda cita del año: somos todavía el campeón.

La mejoría de Indiana vs. la maña del Heat

Podemos hablar de lo que significaría la ventaja local para los Pacers, pero también tenemos que reconocer que no sorprendería ver al veterano campeón ganar un hipotético séptimo juego en casa de los de Larry Bird el factor LeBron no puede ser menospreciado.

Sin embargo, Indiana mejora con cada juego, y gracias a las agrias derrotas y decepciones del pasado -especialmente frente a un Heat que lo eliminó las dos temporadas anteriores- luce predestinado a superar el escollo del veterano monarca para acomodarse en el tope de la competición. Es una historia conocida.

Y la realidad es que mientras los Pacers son un equipo mejorado, el Heat parece debilitado en comparación con sus pasadas dos ediciones; Bosh no es el mismo -y parece creeerlo-, no veremos al verdadero Dwyane Wade hasta los playoffs, y el área de la pintura es una gran debilidad. LeBron no lo puede hacer todo.

O simplemente no veremos lo mejor de ellos hasta los playoffs.

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Heat/PistonsSteve Mitchell/USA TODAY SportsEl Heat y los Pacers salvan la mediocre Conferencia Este
New York se lleva las primeras planas, y dentro de todo, se las merecen.

Lesiones, edad, mala química, malas decisiones. Todas se conspiran para hacerle la vida imposible a los dos equipos de la 'Gran Manzana' en lo que va de la campaña de la NBA, su premio de consolación siendo que no son los únicos que desilusionan.

Equipos, jugadores, la temporada en general. He aquí algunos de los aspectos más decepcionantes luego del primer mes de acción.

El patético Este

Sabíamos que la Conferencia del Este sería más débil que el Oeste, pero la discrepancia es vergonzosa.

Fuera del dos veces campeón Heat y su rival Indiana, el resto del grupo falla en inspirar y brindar confianza a la hora de tratar de anticipar una temporada regular larga y tediosa, y una postemporada en el Este que luce tener sus dos finalistas pre aprobados.

Noviembre fue un mes cruel para la conferencia (107-140 en general, 79-136 sin los récords de Miami e Indiana), pero no todo luce perdido.

La camada de jugadores jóvenes, encabezada por John Wall (Wizards) y Andre Drummond (Pistons) entre otros, comienza a impactar con tiempo suficiente para alterar el panorama, mientras novatos como Victor Oladipo y Michael Carter-Williams trabajan para dejarse sentir.

Anthony Bennett

Bennett
Ron Schwane/USA TODAY Sports
Y hablando de Oladipo, Carter-Williams y la clase de novatos, Anthony Bennett se dirige con paso firme a pasar inadvertido en su debut como primer pick con los Cleveland Cavaliers.

Las lesiones lo tocaron de un principio y lo sacaron de ritmo, y no encuentra tiempo como alero o delantero en la línea frontal de Mike Brown, un coach que jamás será confundido con un genio ofensivo.

En los primeros 13 juegos de su carrera, el exrebelde de UNLV acumuló casi el doble de faltas personales que cestas (21-11), y solo un turnover menos (10).

El doloroso juego

Las lesiones siempre son claves en las aspiraciones de los equipos, y ya en el primer mes de la temporada noquearon a un serio contendiente (Bulls), parece que ayudaron a sepultar a algunos que pretendían (Knicks, Nets), y debilitaron por el momento a otros que rezan por pronta mejoría (Grizzlies, Clippers, Pelicans). Sin contar las muchas otras dolencias que mantienen activos a todos los preparadores físicos a través de la NBA.

De todas, la de Derrick Rose fue la más significante, sacando de carrera a Chicago, debilitando el Este y desinflando una temporada regular que abrió con mucha promesa.

La salud de Steve Nash y las pérdidas de James Harden

James Harden
Scott Halleran/Getty Images
Mientras el cuerpo del veterano base de los Lakers lo traiciona, el del explosivo escolta de los Rockets lo hace perder control...del balón.

Harden es una máquina de cometer 'turnovers' este año, aspecto crucial considerando lo acelerado de su juego y las veces que tiene el balón en mano. Sin contar su defensa, que deja mucho que desear.

Nash, por su parte, hace lo imposible para regresar a cancha y poder despedirse a su manera del tabloncillo que lo vio ganar dos veces el MVP y convertirse en uno de los mejores armadores en la historia de la NBA. Ojala lo veamos una vez más, solo para decirle gracias.

La defensa de los Clippers

Se supone que Doc Rivers vino a Los Ángeles para afilar el diente de una defensa y transformarla en una capaz de competir por un campeonato, aunque fuera a consecuencia de perder un poco de brinco en 'Lob City'.

Sin embargo, mientras la ofensiva cumple y supera el paso del año pasado, la defensa no ha dado los resultados esperados, fallando en superar por el momento los números de la temporada 2012-13, cuando acumularon una línea de 100,8 puntos permitidos por cada 100 posesiones, 94,6 puntos por juego y un porcentaje de cestas en contra de 44,3. La línea esta campaña: 103,0; 101,8; 45,3%.

La ausencia de Matt Barnes los deja sin su mejor defensor en el perímetro, mientras la dupla de Blake Griffin y DeAndre Jordan, como defensores en la pintura, aún no alcanza su potencial. Todo significa que los Clippers -y su defensa en específico- todavía no es de calibre titular.

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Parker, Randle, Wiggins Getty ImagesSi no entiendes porqué el Utah Jazz tiene 0-8 hay que ver jugar a estos tres jóvenes
Solo uno puede ir primero en el draft, pero los tres demostraron porque son el presente del baloncesto colegial y el futuro de la NBA.

Andrew Wiggins, Jabari Parker y Julius Randle -los cotizados canasteros de primer año de universidad que ya se perfilan como los primeros tres picks del sorteo de novatos de la NBA- no decepcionaron bajo las luces intensas de una doble cartelera de ensueño que capturó la atención de todos en la NBA y coronó el maratón de juegos que abrió en grande la campaña del baloncesto de la NCAA.

Por ahora, Kansas, Duke y Kentucky son los beneficiados del talento del trío de espectaculares freshmen; disfrútenlos y aprécienlos en sus canchas mientras puedan. Para este momento el año que viene, los tabloncillos profesionales serán su nuevo hogar.

En términos de ganados y perdidos, los Jayhawks de Wiggins se alejaron en la segunda mitad para vencer 94-83 a Parker y los Blue Devils, mientras que Randle y los Wildcats cayeron ante Michigan State 78-74, gracias en parte a 16 tiros libres errados en 36 intentos y 17 turnovers.

Significa que Kentucky y Duke, clasificados uno y cinco entrando a la doble tanda, ya tienen una marca en la columna perdedora, aunque no hay vergüenza en perder ante los Spartans y Jawyhawks, números dos y cuatro respectivamente; dentro de todo, la temporada del baloncesto de la NCAA no es igual a la del football colegial, y una derrota simplemente es una lección de aprendizaje y no una estacada mortal que le pone fin a esperanzas titulares.

Habiendo dicho eso, los verdaderos ganadores de la jornada fueron los jóvenes canasteros que comienzan a dejar su marca en el juego colegial y le dan la razón a los equipos de NBA que optan por sacrificar el presente por una oportunidad para armarse en el futuro.

Demos un vistazo más cercano a las actuaciones de Wiggins, Parker y Randle en el clásico de campeones.

Andrew Wiggins

El explosivo alero de Kansas llegó a la anticipada jordana como el jugador clasificado número uno entre los cotizados jugadores de primer año. Tuvo un lento arranque por problemas con faltas en la primera mitad, pero en el segundo tiempo dio destalles de su inmenso talento y las habilidades que hacen salivar a gerentes generales a través de la NBA.

Wiggins anotó 16 de sus 22 puntos en la segunda mitad para conducir la victoria de Kansas y ganar el cuasi 'mano a mano' con Parker, luciendo rápido con su desiquilibrante primer paso. Atrapó ocho rebotes y demostró un juego sólido y dispuesto cerca del canasto.

Todavía tiene que silenciar a los críticos que no confían en su tiro a larga distancia, pero considerando la presión, lució inmenso.

Al igual que los inexpertos Jayhawks, Wiggins tiene mucho, mucho espacip para crecer. Y quizás un día de estos hablemos en tono jocoso del coach Bill Self como el único capaz de detenerlo, similar a la leyenda de Dean Smith y Michael Jordan en North Carolina.

Jabari Parker

El alero de Duke brilló con su versatilidad y juego multidimensional, encestando de larga distancia (7-4 en tripletas) y llegando al canasto y finalizando en penetraciones. Tiene el tamaño para rebotear y bajar el balón, con la visión en cancha que lo hace mortal en movimientos ofensivos y rompimientos rápidos.

Parker montó un show frente a su gente en Chicago, especialmente en una sensacional primera mitad que dejó en evidencia sus variados dotes con el balón en mano. Su espectacular donqueo en un puente aéreo nos hizo recordar a Grant Hill en el juego de campeonato de 1991 contra Kansas que le valió a Mike Krzyzewski y Duke su primer campeonato nacional.

Su línea de 27 puntos, nueve rebotes y dos robos solo comienza a contar la historia; su total de 49 puntos es el mejor para un jugador de Duke en sus primeros dos partidos. 'Coach K' tiene una estrella y líder en el estelar freshman, y algún equipo en la NBA ya sueña con hacerlo su futuro jugador franquicia.

Julius Randle

De los tres cotizados prospectos, el delantero de los Wildcats es quizás el más pulido, con un físico juego de espalda hacia el canasto que lo hace ver como un hombre entre niños a nivel colegial.

El zurdo anotó 23 de su 27 puntos en una dominante segunda mitad que mantuvo a Kentucky en pelea contra un quinteto de Michigan State que puede ser el mejor grupo de Tom Izzo desde su equipo campeón de 2000; de seguro es su más atlético.

La veteranía de los Spartans fue clave contra unos Wildcats que apenas aprenden a jugar juntos y a identificar roles. Randle fue una bestia en sus primeros tres partidos colegiales (24,0 ppj, 14,0 rpj), siendo el primer freshman que abre su carrera con tres partidos de doble dígito en puntos y rebotes desde Michael Beasley (2007-08).

Randle, que cumple 19 años a finales de noviembre, tiene todo en sitio -fundamentos, explosividad y tiro a media distancia- para ser un futura superestrella de la NBA y quizás el próximo primer pick del draft de la NBA.

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James & Garnett & Pierce AP Photo/Getty ImagesLa rivalidad entre James y el dúo de Garnett y Pierce ha sido encarnizada en los últimos años.
La rivalidad que inicio en Cleveland y Boston, y luego incluyó a Miami, ahora estrena en Brooklyn.

El debut local de Kevin Garnett y Paul Pierce con los Brooklyn Nets presenta un nuevo capítulo en la agria contienda con LeBron James, quien por años se vio atormentado por el dúo -- y a menor extensión su actual compañero Ray Allen -- en su ascenso al trono de la NBA.

James, primero con los Cleveland Cavaliers y después con el Miami Heat, tuvo en los Boston Celtics y sus 'Tres Grandes' su primer gran rival en la liga, batallando cuatro veces en los playoffs en un tramo de cinco años.

Esos Celtics eliminaron a James en las semifinales de la Conferencia del Este de 2007-08 y 2009-10, atacándolo física y psicológicamente, antes de que el cuatro veces MVP rompiera el maleficio en las postemporadas de 2010-11 y 2011-12, cuando alzo su primer campeonato.

El cambio de bando de Allen, quien brincó de Boston a Miami para ayudarlo a repetir como monarca la campaña pasada, no amilanó la situación, y de hecho le añadió una nueva dimensión a la misma, al igual que la transacción que trajo a Garnett y Pierce a Brooklyn.

Con eso en mente, y anticipando el duelo en horario estelar por ESPN el viernes, he aquí una lista de los mejores partidos y momentos en la rivalidad entre el 'Rey' James y el dúo de Garnett y Pierce.

05/18/2008: LeBron vs. Pierce

La primera temporada de los 'Tres Grandes' en Boston los vio en aprietos en la segunda ronda de los playoffs contra unos Cavaliers de James que venían de ser finalistas. La serie se extendió a un séptimo juego, en el cual James y Pierce montaron un show similar al que una vez protagonizaron Larry Bird y Dominique Wilkins en la misma ciudad. James terminó con 45 puntos, pero Pierce casi lo iguala cesta por cesta, colando 41 tantos para impulsar la victoria de los Celtics, 97-92, camino a doblegar a los Lakers en la Final de la NBA y conquistar el 17mo campeonato en la historia de la franquicia.

05/11/2010: LeBron se quitó

Cleveland llegó a la postemporada de 2010 con el mejor récord en la NBA por segundo año corrido, pero no hizo mucho contra el juego físico y más completo de los campeones de 2008. Con la serie empate 2-2, James tuvo uno de los partidos más feos de su carrera en el quinto choque -- 15 puntos (14-3 FG) -- que Boston dominó 120-88 en la carretera. Pierce coló 21 tantos con 11 rebotes, Garnett tuvo 18 tantos, y James fue acusado de 'quitarse' en lo que sería su juego final como miembro de los Cavaliers en Cleveland. Lo que nos trae a&

05/13/2010: El último con Cleveland

La era de LeBron con los Cavaliers llegó a un abrupto fin en Boston con una derrota 94-85, en la cual Garnett fue la gran estrella con 22 puntos y 12 rebotes. James promedió 26,8 ppj, 9,3 rpj y 7,2 apj en los seis juegos de la serie, pero se desmoronó en los últimos tres partidos, tirando para un 34 por ciento (53-18) con 19 'turnovers', a pesar de conseguir un triple-doble en el juego final. La imagen de James quitándose el jersey de los Cavs camino al camerino vivirá para siempre. Garnett, Pierce y compañía, por su parte, avanzarían a su segunda Final de la NBA en tres años.

06/07/2012: El juego que lo cambió todo

Arriba 3-2 en la Final del Este de 2012 con el sexto juego en Boston, parecía que Pierce, Garnett y los Celtics una vez más troncharían las intenciones de James de conseguir su primer campeonato. Sin embargo, el astro del Heat respondió en la carretera con el mejor juego de su carrera -- 45 puntos (73 FG%), 15 rebotes y cinco asistencias -- para obligar un séptimo y decisivo juego en Miami que el Heat ganó. El emocional triunfo en la serie será recordado como el momento en que James firmemente se estableció como el mejor jugador en la NBA, superando a sus archirivales rumbo a su primer campeonato.

03/18/2013: Puntillazo de LeBron

El Heat enfrentó varios retos durante su histórica racha ganadora la campaña pasada, pero quizás ninguno fue más dramático que su turno en Boston en búsqueda de su 23er triunfo corrido. La racha parecía en problemas con los Celtics al frente 13 y 8:15 por jugar, antes de que James tomara control de la situación. Encestó 13 de los últimos 22 puntos de Miami, incluyendo la cesta decisiva con 10.5 segundos por jugar para ganar 105-103. Terminó con 37 puntos, siete rebotes y 12 asistencias, mientras que Garnett no jugó y Pierce finalizó con 17 tantos, ocho rebotes y ocho asistencias en su último 'mano a mano' con James como miembro de los Celtics.

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No fue una perfecta actuación, pero nadie dijo que los Indiana Pacers son un equipo perfecto.

Su victoria para abrir la temporada de la NBA, 97-87 sobre el Orlando Magic, fue una buena representación de lo bueno y no tan bueno de uno de los favoritos en la Conferencia del Este.

La sofocante defensa de Indiana -su carta ganadora- estuvo presente, limitando a Orlando a 38,7% en sus tiros de campo e imponiendo su 'verticalidad' con 18 bloqueos, siete de Roy Hibbert, para el segundo mejor total en la historia de la franquicia.

Además, dominaron los rebotes 44-39 (aunque cedieron 13 ofensivos), una diferencia de cinco tablas que igualó su promedio del año pasado cuando fueron los mejores en rebotes por juego (44,5) y diferencial (5,0).

Sus hombres claves, Hibbert (16 rebotes) y Paul George (24 puntos, seis rebotes, cinco asistencias, tres tapones), lucieron como las estrellas que por poco le acaban el baile a LeBron James y el Heat la campaña pasada, abriendo con buen paso lo que debe ser una temporada consagratoria para ambos; o por lo menos eso esperan los Pacers, quienes apuestan al desarrollo de ambos para competir por el campeonato.

Lance Stephenson complementó al estelar dúo con una línea de 19 puntos, siete rebotes y cinco asistencias. El escolta de 23 años de edad es otra pieza clave en los Pacers, como titular o saliendo de la banca cuando Danny Granger por fin regrese.

Y hablando de la banca, el argentino Luis Scola (8 puntos) y el base CJ Watson tuvieron sólidos debuts con la segunda unidad, aunque Orlando Johnson (nueve puntos) fue el más productivo en su búsqueda por ganar minutos.

De cualquier forma, los suplentes de Indiana hicieron su trabajo, una buena señal para un equipo que dependió demasiado de sus titulares en los pasados playoffs, donde el cuadro titular de George (41,1 minutos por juego), Hibbert (36,5), Stephenson (35,4), David West (36,3) y George Hill (38,1) se explotó.

Hasta ahí todo suena bien, pero algunos malos hábitos son difíciles de evitar.

Los Pacers cometieron 20 turnovers en total, con George (4), Hibbert (3) y West (3) los peores de los culpables. Es una tendencia que plagó la ofensiva de Indiana a través de la campaña pasada, promediando 14.5 perdidas por juego número 22 en la NBA- cifra que aumentó a 16.4 en los playoffs.

George en especifico tiene que cuidar mejor el balón, considerando las ocasiones que lo tendrá en manos.

En general, fue un buen debut para unos jóvenes Pacers con espacio para ser mucho mejor compitiendo en la fuerte División Central. Todavía tenemos que ver a Granger en acción, un factor clave en la ofensiva y rotación del equipo; si está en forma y dispuesto, el ex All-Star brindaría un golpe ofensivo catalizador.

Prefiero a Granger saliendo de la banca, y no afectar la química del grupo titular, pero confío en Frank Vogel, quien conoce mejor a su equipo.

Mientras tanto, Indiana abre con el potencial para superar los retos de dos odiados rivales, Chicago y Miami, y avanzar a su segunda Final de la NBA. Es un cuesta empinada similar a la que varios contendientes a través de los años fallaron en completar; otros, tan reciente como el Heat en el 2012, la conquistan.

No hay duda de que las expectativas en Indiana son altas, bien altas. Y aunque un triunfo inaugural sobre un equipo de Orlando destinado a competir por Andrew Wiggins no es un buen barómetro, las mismas no se ven afectadas de una manera u otra.

Pero está bien, apenas comenzamos y la travesía es larga.

PREDICCIONES TEMPORADA 2013-14

Aprovecho que todos tenemos una bola de cristal en esta epoca del año para compartir algunas de mis proyecciones para la campaña, disculpándome de antemano si las mismas suenan ridículas de aquí a junio.

1. El Heat será apenas la cuarta franquicia (Celtics, Bulls, Lakers) en ganar tres campeonatos corridos, aunque sudarán la gota gorda otra vez.

2. LeBron James es el mejor canastero en la NBA, y el claro MVP prácticamente cada año, pero no ganará su quinto premio esta temporada. Derrick Rose, Kevin Durant o Chris Paul cargará con el galardón.

3. Miami, Chicago, Indiana, Brooklyn, New York y Atlanta serán los primeros seis sembrados en el Este. Los Wizards y Cavaliers completarán el cuadro clasificatorio.

4. San Antonio, OKC, Memphis, Los Angles Clippers, Houston y Golden State serán los primeros seis sembrados en el Oeste. Minnesota clasificará por primera vez desde el 2003-04, y Dallas regresa a los playoffs luego de un año de ausencia.

5. Pendientes a los Pistons en el Este y los Pelicans en el Oeste, y sus respectivos hombres grandes, Andre Drummond y Anthony Davis.

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Kobe BryantDavid Sherman/Getty ImagesKobe Bryant, un retorno que le quita el sueño a los Lakers
Ya vimos los casos que Derrick Rose y Russell Westbrook traen a la mesa al hablar de jugadores y lesiones en la misma oración, pensando actualmente en la pretemporada de la NBA, y en el panorama de la campaña regular y playoffs a largo plazo.

Ahora tocamos base con otros canasteros activos e inactivos que también enfrentan retos para una temporada cuyo comienzo ya está en cuenta regresiva.

Algunos calientan motores en los juegos de exhibición, mientras otros apuntan a regresar durante la campaña y llegar a tiempo para ser un factor en la carrera a los playoffs; todos queriendo demostrar que el tiempo lo sana todo.

1. Kobe Bryant

El astro encara quizás el reto más grande de su brillante carrera, tanto a nivel individual como grupal. Los Lakers de Mike D'Antoni no presentan mucho en términos de prospectos para la temporada, y su trayectoria sería más empinada aún si el estelar escolta falla en regresar a tiempo -y en forma- del talón de Aquiles desgarrado que lo noqueó la campaña pasada. Bryant siempre ha demostrado una increíble tolerancia para el dolor, pero a los 35 años de edad y con 54,031 minutos de cancha en la NBA contando los playoffs, no es seguro que tenga lo suficiente para marcar la diferencia en un equipo con tan pocas esperanzas.

2. Rajon Rondo

Rajon Rondo
Rocky Widner/NBAE via Getty Images
Muchos piensan que los Celtics pueden competir por un boleto clasificatorio en la débil parte trasera de la Conferencia del Este, apostando a que el regreso del estelar base de un ACL desgarrado sea suficiente para catapultarlos cerca de .500 en la primera temporada del coach Brad Stevens en la banca. Sin embargo, los Celtics caminan una línea bien fina entre competir y reconstruir, y quizás un Rondo saludable les beneficie más vistiendo otros colores y trayendo más fichas en el proceso de armar una plantilla para el futuro. De cualquier forma, su regreso a cancha será vigilado por muchos, en y fuera de Boston.

3. Kevin Love

Ningún delantero fuerte en la NBA puede igualar la producción juego por juego de Love los pasados tres años, a pesar de solo ver acción en un total de 73 partidos los últimos dos años sin conocer lo que es jugar en los playoffs. Entrando a su sexta temporada en la NBA. el ex canastero de UCLA luce enfocado en cambiar su suerte, y dejar atrás el pasado y las lesiones para surgir como el líder de unos renovados Timberwolves que no clasifican desde que Kevin Garnett los llevó a la final del Oeste en el 2003-04.

4. Danny Granger

Fue el máximo anotador de los Pacers por cinco años corridos, pero en un abrir y cerrar de ojo busca su lugar en un equipo que estuvo a un triunfo de avanzar a la Final de la NBA sin él. La lesión en la rodilla que arruinó su campaña abrió la puerta para que Paul George surgiera como una futura super estrella, y ahora Granger se acostumbra a salir de la banca. Si demuestra que está saludable y que su juego está en forma (sus promedios de PPJ y FG% declinan desde 2008-09), el alero sería clave en las aspiraciones titulares del equipo -hasta como posible titular con George como escolta- y mejoraría su estatus rumbo a la agencia libre.

5. Danilo Galinari

La ausencia del italiano en lo que se recupera de un ACL roto deja al nuevo técnico de los Nuggets, Brian Shaw, sin su alero titular y mejor francotirador, complicando el panorama de una franquicia que encara un cambio de cultura e identidad tras la salida del coach George Karl. Wilson Chandler, ausente del primer partido de la pretemporada de Denver con un hamstring lastimado, sería el abridor en lo que Galinari vuelve, pero no tiene el tiro a larga distancia que los Nuggets desesperadamente necesitan para armar su juego de media cancha y complementar su juego en carrera.

6. J.R. Smith

Los Knicks vivieron en el 2012-13 lo bueno y lo malo de Smith (18,3 ppj), quien ganó el premio del Mejor Sexto Hombre y ayudó al equipo a conquistar su primer título divisional desde 1993-94. Sin embargo, su comportamiento y pobre desempeño (.289 FG% contra Indiana en la semifinal del Este) en los playoffs, dejaron un mal sabor. Firmó de vuelta por tres años y $18 millones, pero fue operado de su rodilla izquierda y luego suspendido por violar el programa anti-drogas, dejando a los Knicks sin su segundo mejor anotador cuando suene el silbato inicial en la campaña regular; es claro que dependen demasiado de un canastero que nunca ha sido confiable.

7. Andrew Bynum

Andrew Bynum
AP Photo/Tony Dejak
El enigmático pivot no es el único con historial de lesiones en los Cavaliers, quienes buscan clasificar por primera vez desde que LeBron James los dejó. Kyrie Irving y el brasileño Anderson Varejao son frágiles, y hasta el primer pick Anthony Bennett (hombro) se ve contagiado. No obstante, Bynum es la gran interrogante, considerando su estatus como quizás el segundo mejor centro en la NBA cuando saludable. Con tan solo 25 años de edad, Bynum es la apuesta de más riesgo y fortuna en toda la NBA, aunque el contrato con los Cavs es amigable.

Andrew Bogut

El pivot australiano por fin luce saludable para marcar la diferencia en unos Warriors que necesitan de su presencia para establecerse como un poder en el Oeste. Su defensiva y rudo estilo le brinda más versatilidad y opciones a Mark Jackson en el tabloncillo, jugando grande con el delantero David Lee o rodeando a Bogut con Stephen Curry, Andre Iguodala, Klay Thompson (sexto hombre al arrancar la pretemporada) y Harrison Barnes, similar a como hicieron en los playoffs. Es la visión que tenía Jackson cuando adquirió al ex primer pick del draft en marzo de 2012; solo falta que el cuerpo de Bogut le permita hacerla realidad.

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Derrick Rose
AP Photo/Jeff RobersonDerrick Rose regresó en buena forma con los Bulls
En Chicago por fin respiran con su estelar base de vuelta saludable. En Oklahoma City apenas internalizan que continuarán jugando sin el suyo.

Aunque las situaciones involucrando a Derrick Rose y Russell Westbrook son totalmente diferentes, quizás el Thunder puede aprender algo de los Bulls y la paciencia que demostraron en espera del ex MVP de la NBA. Rose pisó, corrió y saltó en su primer juego desde que se rompió el ligamento anterior cruzado en su rodilla izquierda a finales de abril de 2012, anotando 13 puntos en un triunfo de Chicago sobre los Indiana Pacers para abrir la pretemporada que significó muchísimo más que lo que la pizarra leyó al reloj marcar cero.

El Thunder también estuvo activo ese primer día de partidos de exhibición, jugando por primera vez desde que recibieron las malas noticias de que Westbrook se perdería de cuatro a seis semanas de acción con otra operación de su rodilla izquierda, la misma que se lastimó (menisco desgarrado) en el segundo juego de la serie de primera ronda contra Houston y que sentenció la eliminación de OKC una ronda más tarde frente a Memphis.

La ausencia de Westbrook obviamente debilita al equipo que muchos consideran el mejor del Oeste, pero probablemente no es un golpe mortal a sus oportunidades a largo plazo para representar la conferencia en la Final, siempre y cuando el estelar armador regrese a tiempo y en optima condición; la presencia de Kevin Durant así lo garantiza.

Chicago no tuvo esa ventaja cuando perdió a Rose, uno de los canasteros más desiquilibrantes en la NBA y el mejor de la franquicia desde Michael Jordan. Su lesión le costó a los Bulls lo que fue en esencia dos temporadas y desató una ola de prensa negativa en su contra por el tiempo que le tomó regresar a cancha.

Sin embargo, el tiempo fuera podría ser una bendición para Rose, los Bulls y sus esperanzas titulares este año, considerando A) la forma que presentaría el ex Novato del Año de tan solo 23 años luego de fortalecer su cuerpo y afinar su tiro durante su rehabilitación, B) el hecho que Chicago controla el ritmo y estilo de juego cuando chocan con el campeón Miami Heat, y C) la motivación extra que existe para un equipo que tiene en su defensa y energía su gran carta ganadora. Todos para uno, y uno para todos.

Russell Westbrook
Brett Deering/Getty ImagesHasta diciembre, OKC echará de menos la ofensiva y la energía de Westbrook
Lo que nos trae de vuelta a Oklahoma City, donde sus aspiraciones titulares son iguales o más grandes que en Chicago. Con Westbrook (23,2 ppj, 7,4 apj) fuera, Durant cargará con más responsabilidades, similar a como ocurrió en la postemporada, pero probablemente de manera más eficiente (no todos los oponentes del Thunder tienen el talento de Memphis para sofocarlo). Eso, y no podemos olvidar ni subestimar, el crecimiento de un año al otro en el juego del estelar alero de apenas 25 años de edad; en otras palabras, tiene los hombros para cargar al Thunder en lo que regresa su lugarteniente.

Más que nada, el no tener a Westbrook afecta la defensa y la profundidad de la banca con Reggie Jackson -15,3 ppj y 3.7 apj en nueve juegos como abridor en sustitución de Westbrook durante la postemporada- pasando al cuadro titular. La movida deja al inexperto Jeremy Lamb en el papel de 'sexto hombre deluxe' que James Harden hizo famoso y que Kevin Martin continuó admirablemente.

De cualquier forma, OKC debe tener paciencia y ser cauteloso con Westbrook, quien -al igual que Rose- depende en gran parte de su veloz primer paso para brillar en ambos lados de la cancha. Además, el Thunder tiene el talento joven que puede aprovechar la ausencia del base tres veces Todos Estrellas para dejarse sentir, incluyendo el delantero Serge Ibaka (13,2 ppj, 7,7 rpj, 3,0 blpj), todavía en pleno desarrollo a los 24 años de edad y cuyo juego es crucial a largo plazo.

Por el momento, OKC y Chicago encaran distintos retos para la campaña que se asoma. Mientras uno se acomoda sin su estelar base, el otro se acostumbra a jugar con el suyo. A ver si en junio sus mundos opuestos se encuentran.

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Veamos, los Denver Nuggets tuvieron la mejor temporada regular en su historia. Ganaron su mayor cifra de juegos y finalizaron con la cuarta mejor marca en la NBA.

Sí, solo los finalistas Heat y Spurs, más el Thunder de Kevin Durant y Russell Westbrook, cerraron con un mejor total que las 57 victorias de Denver.

Hasta ahí estamos bien, más que bien cuando consideramos la totalidad de la situación. Una pimentosa franquicia de mercado pequeño en óptima conceptualización, considerando la edad promedio de la plantilla, su ventaja local en la altura de Denver y su dificultad a la hora de firmar agentes libres de renombre. Sí, los Nuggets dentro de todo no tenían -¿o quizás tienen?- nada de que quejarse.

Sin embargo, en un abrir y cerrar de ojos, la era de George Karl -la más exitosa en la historia de la franquicia desde su mudanza de la ABA a la NBA en 1976- terminó de manera abrupta, y el anticipado turno Brian Shaw comienza con más dudas que certezas.

Denver presenta un radical cambio de identidad que muy bien podría noquearlo fuera de contención, como muy bien podría solidificarlo a largo plazo en la siempre apretada Conferencia del Oeste, donde el juego alegre de Karl parecía estar destinado a fracasar en la postemporada. No es solo la salida de Karl (Dirigente del Año), sino también la partida del GM Masai Ujiri (Ejecutivo del Año), lo que altera la cultura ganadora creada a través de los pasados 10 años.

A pesar de que hereda un tercer sembrado joven y atlético que trae de vuelta a gran parte de sus canasteros claves, Shaw encara la inmensa tarea de destruir la esencia de su equipo a la vez establece la suya, atando dos eras con un lazo que solidifique el buen momento que vive la franquicia. No será fácil.

El primer reto que enfrenta es remplazar a Karl, una figura amada que dejó su marca durante ocho años y medio de éxitos en la temporada regular, pero decepciones en la postemporada. Los Nuggets de Karl acumularon las tres mejores marcas en la historia de la franquicia, y siempre fueron interesantes y entretenidos; primero con Carmelo Anthony como figura principal de 2003 a 2010, y luego con un estilo rápido y alegre de baloncesto que enfatizó el trabajo acelerado en conjunto.

Lo que faltaba era defensa, y junto a la ausencia de un consistente juego de media cancha (o por lo menos la amenaza) tras la salida de Anthony, Denver se encontró con dos debilidades que fueron suficientes para no pasar de la primera ronda ocho veces en las nueve clasificaciones de Karl; de hecho, solo los Spurs (17) tienen una cadena de apariciones en la postemporada más extensa que las 10 de Denver.

Esa falta de éxito en los playoffs precipitó la salida de Karl, y le brindó la tan esperada oportunidad al ex asistente de Phil Jackson con los Lakers y Frank Vogel con los Pacers. Shaw lleva esperando años para comandar su propia nave, pero no necesariamente tendrá éxito en 2013-14, a menos que logre sacarle más a sus canasteros en las áreas que fallaron bajo Karl.

Transformación defensiva

Shaw no tendrá a Andre Iguodala para comandar la defensa, y su ausencia no puede ser menospreciada; marcaba una diferencia, aunque su tiro no le permita ser un jugador elite. Con él en cancha, los Nuggets mejoraron de número 19 a 11 en eficiencia defensiva (puntos permitidos por 100 posesiones), ayudando contra canasteros más altos, rápidos o versátiles que buscaban aprovechar las deficiencias del equipo en ese lado de la cancha.

Denver también perdió a Corey Brewer, dejando al quinteto sin dos de sus mejores jugadores de perímetro en el ala, mientras espera que el italiano Danilo Gallinari (16,2 ppj) se recupere de un desgarre en el ligamento anterior cruzado.

Eso significa más responsabilidades defensivas para el veloz armador Ty Lawson y el escolta Wilson Chandler (y eventualmente Gallinari), quienes se beneficiaban mucho de la presencia de Iguodala.

La alta gerencia cree y apuesta a que el pívot JaVale McGee (9,1 ppj, 4,8 rpj, 2,0 prblk) será el factor decisivo que transforme y mejore la defensa, aunque el pívot no ha hecho mucho para establecerse como una fuerza consistente en el medio de la pintura. Karl no lo vio como alternativa viable la pasada campaña, limitándolo a 18.1 minutos por juego, pero Shaw no tendrá esa opción; los jefes quieren verlo más tiempo sudando en cancha que sentado en la banca -por eso movieron al centro Kosta Koufos a cambio del delantero Darrell Arthur-, luego de la inversión de $44 millones que hicieron en él en julio de 2012. Está en los hombros de Shaw probarlos correctos.

¿Correr o no correr?

La ausencia de Gallinari, quien podría estar de vuelta en enero, deja al debutante coach sin su mejor francotirador y contra el reloj a la hora de establecer su propia identidad ofensiva, una gran incógnita entrando a la campaña.

Bajo Karl, Denver corrió y atacó el canasto para finalizar con la quinta mejor eficiencia ofensiva (107,6) y el mejor promedio de puntos por juego (106.1). Sin embargo, ese ritmo (junto a la ausencia de puntería a larga distancia) no los benefició en los playoffs cuando el juego de media cancha toma prioridad. Es algo que Shaw tiene que atender de inmediato.

Lawson (16,7 ppj, 6,9 apj) cargará con la mayoría del peso a la hora de crear ofensiva propia y para sus compañeros, buscando elevar su juego y encontrar un nivel máximo de consistencia para mantener la eficiencia ofensiva del equipo, aunque sea a un ritmo más lento. Recibirá apoyo de Chandler (13,0 ppj), Nate Robinson y Randy Foye, quienes llegan para fortalecer la línea trasera saliendo de la banca junto al veteranísimo Andre Miller&por lo menos esa es la esperanza.

Shaw necesita ver más del explosivo Kenneth Faried (11,5 ppj, 9,2 rpj) y el enigmático McGee como hombres claves debajo de los tableros, a la vez que le busca espacio en la pintura a J.J. Hickson (12,7 ppj, 10,4 rpj). Es una arma de doble filo, considerando que Faried y Hickson ocuparían un mismo espacio y no impresionan en defensa; el primero se faja pero falla en ángulos y coberturas, mientras que el segundo es simplemente muy lento. Y McGee, en pocas palabras, no es de confiar.

Shaw tendrá que caminar una línea bien fina para aprovechar al máximo las finas destrezas de sus canasteros en transición, a la vez que aprieta levemente el freno para desarrollar un ataque de media cancha confiable. Tiene el factor juventud a su favor (el cuarteto de Faried, McGee, Lawson y Gallinari promedia 25 años de edad al abrir la temporada), y una 11ma aparición corrida en los playoffs para la franquicia no sería una gran sorpresa; al igual que su primer turno en la lotería desde 2003, si las piezas no cuadran.

De cualquier forma, las dudas que surgen en Denver dada la falta de defensa, de un certero juego de media cancha y de experiencia en la banca (a todas estas, Shaw tiene que probarse) los deja en un perpetuo juego de ruleta rusa para la temporada que se avecina. Hagan sus apuestas.

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La competencia por el campeonato de la NBA será ruda, pero no tan maquiavélica como la que protagonizarían media docena de equipos, y quizás unos más, por el verdadero pote de oro al final del arco iris: la oportunidad de seleccionar a Andrew Wiggins número uno en el próximo sorteo de novatos de la NBA.

Y tiene que ser número uno, porque no hay número dos. Considerado por muchos como el mejor prospecto desde Kevin Durant, Wiggins igual hubiera sido el primer pick en el draft de junio, desbancando a Anthony Bennett y elevando el perfil de un conglomerado de prospectos que no inspira.

En vez, el sensacional alero que veremos con la Universidad de Kansas encabezaría un sorteo de 2014 que luce ser de los mejores en reciente memoria. Tenemos toda una temporada colegial para clasificar y evaluar jóvenes canasteros como los delanteros Julius Randle (Kentucky), Jabari Parker (Duke) y Aaron Gordon (Arizona), más los armadores Marcus Smart (Oklahoma State) y Andrew Harrison (Kentucky), entre muchos otros que se aprestan a protagonizar una memorable campaña de la NCAA.

Mientras tanto, la NBA se prepara para una competencia en dos frentes, con el trofeo Larry O'Brien como el premio para lo mejor de lo mejor, y Wiggins como uno que es mucho más que de consolación para esos equipos que ya lucen predispuestos a perder y perder.

Considerando eso, veamos esos quintetos del fondo que lucen lejos de la cima pero en primera fila para el show de Wiggins.

Philadelphia 76ers

El fiasco de Andrew Bynum forzó la mano de los Sixers, quienes se movieron rápido para desmantelar y colocarse en la mejor posición posible para perder en el 2013-14, apenas dos años después de estar a un triunfo de avanzar a la final del Este.

En un abrir y cerrar de ojos comenzaron el proceso de reconstruir un futuro que tiene un potencial increíble en el 2014-15 si Wiggins, Nerlens Noel y algún otro prospecto de oro (tienen el primer pick de los Pelicans protegido entre los primeros cinco) se encuentran juntos en cancha.

Mientras tanto perderán; el gerente general Sam Hinkie y el coach Brett Brown así lo constituyen. Verán si Michael Carter-Williams puede ser un armador o puede tirar, y dependerán de Evan Turner y Thaddeus Young. Será un invierno frío en Philadelphia, con la promesa de mejores tiempos por venir, en específico, en el próximo sorteo de novatos de la NBA.

Orlando Magic

De este grupo de equipos en reconstrucción, Orlando es el que más adelantado podría estar en el proceso, con la gerencia saliendo muy bien de las movidas involucrando a Dwight Howard y J.J. Redick.

En general obtuvieron talento prometedor en el centro Nikola Vucevic (13,1 ppj, 11,9 rpj) y los aleros Tobias Harris (17,3 ppj, 8,5 rpj) y Maurice Harkless (8,2 ppj), más un sólido escolta en Arron Afflalo (16,5 ppj), quien a última hora podría ser cambiado por más picks debido a la presencia del segundo pick del sorteo, Victor Oladipo, en la línea trasera.

De cualquier forma, el ex defensa de Indiana tendrá su tiempo fijo en cancha (como base o escolta), y el talento natural de la escuadra en general comenzará a florecer, aunque probablemente lo suficientemente lento como para estar en competencia por obtener el cotizado primer pick por cuarta vez en su historia.

Charlotte Bobcats

Nadie es peor que el equipo de Michael Jordan las pasadas dos temporadas, su triste total de 28 victorias en conjunto como evidencia; el jugador que fue estaría avergonzado del trabajo del dueño que es ahora.

Considerando las bajas expectativas, la firma de Al Jefferson llega como un positivo a pesar de las deficiencias defensivas y su juego estático en ofensiva.

No obstante, esa especialidad uno contra uno en la pintura ayudaría a los Bobcats a ganar juegos, aunque lo importante es que no frene el desarrollo de Michael Kidd-Gilchrist, Kemba Walker y el primer pick Cody Zeller -en especial el ex pívot de los Hoosiers que busca encontrar su lugar en la pintura de la NBA- y que no estropee la oportunidad de conseguir a Wiggins.

Phoenix Suns

Los Suns se llevan una buena nota por el cambio que trajo al prometedor Eric Bledsoe para correr el show (y brindar flexibilidad económica en el futuro), pero eso no ayuda a enmascarar lo que es uno de los peores rosters en la NBA. El ex base de los Clippers todavía tiene que probarse como armador titular en la NBA, tarea que sería más difícil aún si choca cabezas con Goran Dragic en la línea trasera. Bledsoe tuvo altas y bajas como sustituto de Chis Paul en Los Ángeles, y aunque necesita mejorar su tiro y defensa, el potencial está ahí.

Fuera de eso, los Suns no tienen mucho que presentar en cancha. Michael Beasley es parte del problema y no la solución, y el primer pick Alex Len es quizás la mayor incógnita de un draft que es considerado por muchos como uno de los más débiles en la historia. ¿Wiggins al rescate?

Sacramento Kings

Parecería ayer que Mike Bibby, Chris Webber, Vlade Divac y el resto de los Kings de Rick Adelman nos entretenían con su juego alegre y jugaban como reyes sin trono en el Oeste. La realidad es una más triste todavía, considerando el doble litigio que la fiel fanaticada en Sacramento lleva soportando desde su última clasificación en 2006.

Y para colmo, el 2013-14 no debe ser mejor, por lo menos no en términos de victorias y derrotas. Aunque sin los Maloof a bordo, el ambiente estaría menos cargado.

Sacramento probablemente hizo bien en no traer de vuelta a Tyreke Evans, destapando un tapón en el 'backcourt' que se alivia un poco con la llegada del venezolano Greivis Vásquez y su juego sin egoísmos.

Sin embargo, el enigma que es DeMarcus Cousins todavía madura en el medio, lejos de demostrar que puede ser el jugador franquicia que sus talentos le predisponen. Los Kings cruzan los dedos que de ese importante paso, y que Ben McLemore sea una estrella en el perímetro, mientras apuntan a un futuro con el próximo draft como punto de partida.

Utah Jazz

No cabe duda de que el Jazz debió salir antes de Jefferson y Paul Millsap, en vez de verlos decir adiós como agentes libres sin ningún tipo de compensación; es imperdonable, especialmente para una franquicia como Utah, que mientras más fichas tenga en la mesa, mejor.

Como es, el Jazz tirará a los lobos a un grupo de jóvenes sin nada o con poca experiencia profesional. Derrick Favors y Enes Kanter deben ser los más favorecidos tras las salidas de Jefferson y Millsap, y hay potencial con espacio para mejorar en la línea trasera del novato Trey Burke y el escolta Alec Burks, más el alero Gordon Hayward.

Sin embargo, ese potencial no se traducirá a un buen récord este año, y en general el Jazz no encontrará ritmo en un salvaje Oeste donde solo el más fuerte sobrevive.

Menciones honoríficas:

Boston Celtics: Entran automáticamente en la lista cuando decidan cambiar a Rajon Rondo.

Los Angeles Lakers: Entran automáticamente en la lista si Kobe Bryant no es el mismo.

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A diferencia de la Conferencia del Este, donde la monarquía de LeBron James y el Miami Heat es absoluta, en el Oeste reina la anarquía.

Seis quintetos tienen intenciones serias de representar a la conferencia en la Final de la NBA, cada uno armado para tener éxito y sobrevivir la apretada competencia, cruzando los dedos que las intangibles que terminan separando a los contendientes de los pretendientes, los favorezcan.

Thunder, Spurs, Clippers, Rockets, Grizzlies y Warriors todos están en posición para sobresalir en el 2013-14, dejando a la conferencia con solo dos espacios disponibles en el cuadro clasificatorio y por lo menos seis quintetos más (Lakers, Mavericks, Trail Blazers, Pelicans, Timberwolves y Trail Blazers) en pelea por obtenerlos.

Antes de entrar de lleno en lo que necesita hacer cada uno de los 'seis grandes' para ganar la conferencia, tenemos que hacer un hincapié para mencionar el factor en común que los afectaría: lesiones. Las circunstancias varían de equipo a equipo, con unos quizás más frágiles que otros, pero todos quieren y necesitan evitarlas para cumplir con el cometido.

Así que, otorgando un certificado de buena salud a todos, veamos a los aspirantes a ser no solo la pistola más rápida del Oeste, sino el último sobreviviente cuando todo esté dicho y hecho.

Oklahoma City gana el Oeste si:

Kevin Durant
Layne Murdoch/Getty Images
Reggie Jackson y Jeremy Lamb progresan y hacen olvidar quizás no a James Harden, pero sí a Kevin Martin.

Serge Ibaka da un paso importante en su desarrollo, mejorando su ofensiva en general y su defensa uno contra uno.

Kevin Durant y Russell Westbrook demuestran que son la dupla más imparable en la conferencia.

El Thunder apenas se siente en la temporada muerta, y el cambio de Harden cada vez luce peor, pero la defensa del equipo mejora cada año y la plantilla todavía es joven con espacio para mejorar. No olviden que fueron el quinteto más dominante la campaña pasada -con un histórico diferencial de puntos de 9,2 ppj- y sus jugadores franquicia apenas comienzan a pulir sus talentos, ambos motivados por la temporada perdida debido a la lesión de Westbrook.

San Antonio gana el Oeste si:

Tony Parker
Christian Petersen/Getty Images
Kawhi Leonard continúa su camino al súper estrellato, demostrando sus quilates en ambos lados de la cancha.

Manu Ginóbili recupera algo de su lustre, y Tim Duncan evita perder el suyo camino a cumplir 38 años de edad.

• Sus jugadores secundarios emplean sus papeles a la perfección, como ha sido la norma desde 1997.

Los Spurs vienen a la carga una vez más con básicamente el mismo grupo que estuvo tan y tan dolorosamente cerca de ganar el quinto campeonato de la franquicia; quizás las bajas más importantes son en la banca, de donde los asistentes Mike Budenholzer y Brett Brown partieron a dirigir a Atlanta y Philadelphia, respectivamente. La sincronización y consistencia del estilo de juego ofensivo de la tropa de Gregg Popovich -conducida a la perfección por Tony Parker- sigue siendo un reto para defender. En una conferencia donde no hay un claro favorito, quizás el campeón defensor se merece el beneficio de la duda.

Los Angeles Clippers ganan Oeste si:

Chris Paul
Noah Graham/NBAE/Getty Images
• Su nuevo núcleo de jugadores se adapta y encuentra química en ambos lados de la cancha.

• La defensa, especialmente en el interior, se deja sentir y cumple con las altas expectativas de Doc Rivers.

• El juego de DeAndre Jordan demuestra progreso, y el de Blake Griffin afina detalles.

Los Clippers viven el momento más inspirado en la historia de la franquicia, y podrían ser el favorito de la conferencia, aunque parecería que habría que verlo para creerlo. Mientras tanto, Rivers tiene una de las mejores plantillas en toda la NBA, con Chris Paul firme en sitio como protagonista para lo que sería una travesía digna de cualquier libreto de Hollywood.

Houston gana el Oeste si:

Dwight Howard
Bill Baptist/NBAE/Getty Images
• La buena vibra en ofensiva no se ve afectada con la llegada de Dwight Howard.

• Howard luce más como el Howard de 2007 a 2011 que el Howard de 2012 a 2013.

• La defensa mejora dramáticamente.

Podríamos añadir 'con la presencia de Howard' a la oración anterior, brindando a relucir la importancia de la llegada del mejor pívot en la NBA a Houston. Pero la realidad es que los Rockets ya habían despegado sin él, con Harden como pieza angular del joven grupo. Ahora Kevin McHale debe manejar las expectativas de un equipo que es más que prometedor, luego de finalizar octavos en la conferencia la campaña anterior.

Memphis gana el Oeste si:

Nick Collison
Ronald Martinez/Getty Images
Mike Conley se convierte en un base Todos Estrellas, esté en el partido o no.

• El tiro de Mike Miller se deja sentir, expandiendo el espacio en ofensiva.

• No pierden impulso luego de la mejor campaña en su historia.

Esta última se refiere directamente a la transición de Lionel Hollins a su ex asistente Dave Joerger, quien toma las riendas de un equipo con identidad definida. Su sofocante defensa y juego interior con Zach Randolph y el español Marc Gasol eran y son las cartas ganadoras. Sabemos lo que son y de lo que son capaz; fueron barridos por Spurs en la final del Oeste, pero dos de esas derrotas fueron en tiempo extra. Guerreros hasta el fin. Y hablando de guerreros...

Golden State gana el Oeste si:

Andre Iguodala and Stephen Curry
Kyle Terada/USA TODAY Sports
Harrison Barnes no deja que la presencia de Andre Iguodala entorpezca su desarrollo, y Klay Thompson da un brinco en el suyo.

• La ofensiva no pierde ritmo tras las salidas de Jarrett Jack y Carl Landry, dos piezas importantes en el éxito de 2012-13.

Andrew Bogut recibe ayuda protegiendo el canasto, y la defensa en general se fortalece.

La inspirada actuación en la postemporada de la tropa de Mark Jackson tiene a muchos pensando en grande en los alrededores de la bahía. Stephen Curry puede ser el jugador más excitante en la NBA, y junto a Thompson componen una línea trasera con el potencial a largo plazo de ser la mejor en la NBA. Iguodala llega a cerrar en transición y liderar en defensa, su firma la gran evidencia en el plan de los Warriors para batallar en el Oeste.

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El dos veces campeón defensor Miami Heat es vulnerable. Eso lo sabemos, y tal vez tendremos una primera muestra en el mismo día inaugural de la temporada 2013-14.

Quedó demostrado las pasadas tres postemporadas, que aunque formidable y digno monarca de la NBA, Miami no es un rey sin oposición, ni siquiera en su propia conferencia.

De ese grupo de serios retadores a la corona que LeBron James apenas se acostumbra a modelar, es fácil separar al pretendiente (Knicks) del desconocido (Nets), y singular al favorito (Pacers). Pero hay otro rival, uno familiar, que podría ser el verdugo del rey cuando suene el silbato final en su campaña.

Los Chicago Bulls no son un oponente cualquiera para James, Dwyane Wade, Chris Bosh y compañía. No cuando tuvieron el mejor récord del Este en dos de las tres campañas de la era de los 'Tres Grandes' y solo 13 victorias (Miami 170-Chicago 157) los separa en ese periodo de tiempo, a pesar de que la tropa de Tom Thibodeau se bandeó en el 2012-13 sin su astro Derrick Rose.

No cuando Chicago gana 7-4 el uno contra uno desde que LeBron llegó con sus talentos a Miami --incluyendo el triunfo la que le puso fin a la racha histórica de 27 victorias-- utilizando su sofocante defensa y ruego juego físico para maltratar y ser una espina en el costado del Heat sin importar quien vista el rojo y blanco.

No cuando Rose --el último jugador no llamado James en ser el MVP de la NBA-- viene a la carga a los 24 años de edad, listo para silenciar las críticas y recuperar su lugar entre los canasteros elite de la liga, con su mirada fija en el rey y su trono.

Chicago, que abre la temporada el 29 de octubre ante el campeón defensor, no fue un gran jugador en el mercado de agentes libres, manteniendo básicamente intacto su núcleo, con la esperanza de que buena salida sea la norma a través de la plantilla y que un Rose hambriento marque la diferencia. Mike Dunleavy Jr. llega en esencia para sustituir a Marco Belinelli, mientras que el equipo espera que Marquis Teague pueda desarrollar y ayudar a reemplazar los minutos de Nate Robinson y Richard Hamilton.

Fuera de Rose, el jugador más importante para la venidera campaña es el joven alero de 23 años Jimmy Butler, quien se robó el corazón de la fanaticada en Chicago con una destacada actuación en la pasada postemporada. Butler --as defensivo con espacio para mejorar en ofensiva-- aprovechó la lesión del titular Luol Deng para dejar claro que es una figura invaluable en el futuro de los Bulls, brindándoles flexibilidad en y fuera de la cancha como una atractiva pieza de cambio.

Con Butler en ascenso, Chicago tiene varias fichas en juego para tratar de afinar tras la corona del Este. Butler no es intocable, aunque las posibilidades más reales son que Deng, Kirk Hinrich (ambos en el último año de contrato) o Carlos Boozer (candidato a amnistía) sean movidos si la situación lo requiere, pensando a corto y largo plazo.

De cualquier forma, los Bulls no tendrían problema en competir por el mejor récord de la conferencia, amparados de su defensa, y dependiendo de la ofensiva de Rose y la energía de Joakim Noah como cartas ganadoras. La fórmula no falla desde que Thibodeu tomó las riendas en el 2010, y aunque la fanaticada todavía espera por un campeonato, sus oportunidades de representar al Este en la Final de la NBA son tan buenas como las de cualquiera.

Tanto Chicago como Indiana tienen el personal para desbancar al Heat, aprovechando su altura y fortaleza en la pintura para gastarlo, y su juventud en el perímetro para hacerlo sudar. Miami todavía es el favorito y trabaja con mejorar sus áreas problemáticas, pero considerado que ningún equipo avanza a cuatro finales corridas desde los Boston Cetics de Larry Bird (1984-87), su posición no es segura.

Tampoco es la de los Bulls, por lo menos hasta que veamos a Rose en el tabloncillo. Solo entonces sabremos si la lesión que lo mantuvo fuera desde el 28 de abril de 2012, y lo obligó a perderse las pasadas dos postemporadas, fue una bendición disfrazada o es una pesadilla de la cual todavía no despertarán.

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