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Culpables hasta que se demuestre lo contrario

SANTO DOMINGO -- Las votaciones al Salón de la Fama fueron dadas a conocer este miércoles y lo que se temía que sucediera, pues sucedió.

Ningún pelotero fue elegido a Cooperstown a pesar de contar con credenciales como las siguientes: líder de jonrones de todos los tiempos; siete veces ganador del premio Cy Young y único toletero con tres temporadas de 60 ó más cuadrangulares.

Los votantes de la Asociación de Escritores de Béisbol de los Estados Unidos (BBWAA, según siglas en inglés) rompieron con un precepto legal y casi hasta moral que identifica a su propia nación: todo el mundo es inocente hasta que se demuestre lo contrario.

Pero en este caso estamos hablando de béisbol, de esteroides y de una teoría de que el uso de sustancias para mejorar el rendimiento, específicamente las inyectadas, te pueden convertir en un súper pelotero cuando esa no es la realidad.

Barry Bonds, Roger Clemens y Sammy Sosa tienen estadísticas que deberían meter de cabeza a cualquiera en el Salón de la Fama. Pero ninguno siquiera llegó a la mitad de los votos necesarios para entrar a Cooperstown.

De hecho, en el caso de Sosa -- con apenas un 12.5 por ciento de los votos -- se proyecta que es más fácil que en el futuro salga de las boletas antes de poder ingresar al Salón de la Fama.

Entonces, sin nunca haber arrojado positivo a dopaje mientras eran peloteros, sin haber sido condenados por la justicia (casos Clemens y Bonds), los colegas votantes utilizaron herramientas "científicas" para determinar el consumo de esteroides en estos jugadores y declararlos "no gratos".

A Sosa que era flaco cuando llegó a las mayores y fornido cuando empezó a dar cuadrangulares; a Bonds que le creció la cabeza y tenía acné en la espalda… ¿y a Clemens? Que su ex entrenador dijo que lo había inyectado.

"Era algo que se veía venir porque se había hablado mucho de eso, pero creo que fueron injustos porque se están condenando hombres que nunca fueron encontrados culpables de nada", dijo el único dominicano miembro del Salón de la Fama, Juan Marichal a The Associated Press.

"En el caso de Sosa se ha mencionado que estuvo en la famosa lista de los 104 que dieron positivo a esteroides, pero eso es algo que nunca se ha hecho oficial. ¿Por qué no la hacen pública? Aquí lo que estamos viendo es que van a pagar justos por pecadores porque mira ahora como nadie entró", indicó Marichal.

Susan Slusser, la presidenta de la BBWAA y redactora del San Francisco Chronicle, dijo que había suficientes pruebas para afirmar que el trío de Sosa, Bonds y Clemens había consumido esteroides.

Quizás ella debió presentárselas al gobierno de los Estados Unidos para así condenarlos a todos por perjurio.

El debate sobre quién debe o no estar en el Salón de la Fama acaba de dar un giro dramático que, sin duda alguna, obligará a revisar los parámetros de inducción. Porque de no ser así, probablemente se borrará toda una era del béisbol.