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Hay que jugar al ciento por ciento

El Chapu hizo una estupenda temporada en el básquetbol español Prensa Baskonia

VITORIA -- En esta oportunidad voy a comenzar esta nueva entrada a mi blog refiriéndome a las consecuencias de la derrota en Grecia, contra Olympiacos.

Se publicaron distintas versiones de lo ocurrido en el vestuario luego del partido. Yo no voy a desmentir algo que no pasó. Al mismo tiempo, lo que ocurre dentro de un grupo no tiene por qué salir a la luz. Debe quedar en el hermetismo del vestuario.

Los comentarios que aparecieron son de gente que quiere dañar o perjudicar al equipo.

Lo que quiero hacer es despedir a Carlos Cabezas como se merece. Fue un gran compañero que no tuvo el protagonismo deseado. Agradezco su profesionalismo y ojalá le vaya muy bien en el futuro.

En lo que se refiere al juego, de golpe perdimos la confianza que teníamos en nosotros mismos. Las derrotas por Euroliga y contra Barcelona -en la Copa del Rey- nos afectaron en lo mental más de lo que debería.

Debemos madurar y no tenemos que creer que no podemos perder y no caernos por eso. Esta situación se debe cortar acá. Hay que hacer borrón y cuenta nueva y a partir de ahora volver a ganar.

Las derrotas no tienen que ver con el juego, sino con la cabeza. No cambiamos nada en nuestra manera de jugar. Empezamos a dudar de lo que antes no dudábamos.

El último fin de semana volvimos al triunfo por la Liga. Se habló mucho de mi volcada del final. Debo decir que no fue tan espectacular. No pensé lo que iba a hacer, no hay tiempo para eso cuando voy hacia el aro, sino que hago lo que me sale. Este año volví a tener potencia de piernas como cuando era joven. Pero lo que importa no es esto sino ganar (además, si no conseguimos algún título, voy a tener que pagarle la apuesta a Lagartijo).

Tenemos ahora el desafío de recuperarnos en la Euroliga. Para eso debemos jugar cada partido como una final. Hacerlo al límite. Al 100%.

Si bien estoy enfocado en el presente del Baskonia, tuve espacio para una conversación con Julio Lamas cuando vino a Vitoria durante la Copa del Rey.

Hablamos mucho de básquetbol, me comentó sus planes y sus ideas para los próximos pasos de la Selección argentina. Me dijo que me ve mejor y que me reencontré con mi juego. Está contento con mi presente y cree que debo mantener esta continuidad y no parar, como me ocurría en la NBA.

Con respecto a los próximos compromisos de la Selección, yo tenía decidido que iba a jugar el Premundial de Caracas de este año y el Mundial de España en 2014.

Pero la situación cambió. Voy a ser padre por tercera vez a fines de julio y eso me hizo dudar de ir a Venezuela. Todavía no le di una respuesta a Julio, quien no me puso plazos.

Él me pidió que respondiera con tiempo suficiente para planificar el equipo.

Debo conversar y evaluar bien con mi familia sobre este tema para tomar una decisión.

El nacimiento de Laureano me lo perdí por estar en plena temporada de la NBA con Chicago y en el de Benicio estuve presente, pero a los pocos días me fui a la Selección.

No todo es básquetbol y hay que buscar lo mejor para la familia. Ya se enterarán cuando defina esta situación.

Eso sí, el Mundial de España lo juego seguro.