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El futuro de Márquez y Pacquiao

En estos meses ocurrirá un fenómeno extraño, como nunca antes entre Manny Pacquiao y Juan Manuel Márquez. Y todo ello por una duda que será, en el corto plazo, muy difícil de disipar en sus mentes. SI a una quinta pelea o NO a una quinta pelea. Y esa duda es tan densa, que hasta el analista de boxeo tiene dificultades para dar un pronóstico sensato. Porque al evaluar esa posibilidad además de la decisión que le corresponde a cada púgil, también tendremos que considerar el dinero a recaudar y la salud a deteriorar. Un verdadero laberinto que intentaremos desenmarañar por partes.

MANNY PACQUIAO

Lo vimos llorar junto con su esposa observando el video del KO. Escuchamos la declaración de su madre pidiendo que abandone ya el boxeo y se dedique a su trabajo como congresista. Lo escuchamos a él anunciando en caliente que regresará al gimnasio. Y escuchamos a su entrenador decir la misma cosa. Pero no lo escuchamos asegurar que quiere esa quinta batalla.

¿Eso qué significa? Posiblemente significa que hoy Pacquiao le da más valor a su salud y es lo suficientemente inteligente como para conocer los límites que un pugilista puede traspasar o no puede. Que aún no se haya pronunciado sobre esa posible batalla es un silencio que habla por mil palabras. Desde mi punto de vista, el filipino aún no consiguió asimilar el terrible KO y sólo sufre la humillación de verse por primera vez desmayado de un solo golpe encima de la lona.

Luego, posiblemente, el orgullo herido lo hará pensar que Márquez tuvo suerte, que el cometió un error y que si no hubiera sido por un golpe fortuito hubiera ganado cómodo esa batalla. Tal vez diga que en pocas horas decidirá la quinta batalla. Pero, con el correr de los días, volverá a ser el congresista de siempre, verá que la gente le tiene el mismo cariño pese a la derrota y escuchará de otra manera los consejos de su madre y de su esposa. En ese momento, quizás, comience a reconsiderar su retiro definitivo del boxeo. El KO a su decisión, tal vez se lo aplique algún medico de confianza, el cual le hablará de los males a que se expone y que mencionamos más abajo en este artículo. Ese día, a fines de enero, quizás el anuncie que le dice adiós al boxeo.

JUAN MANUEL MARQUEZ

Juan Manuel Márquez ya se había retirado hace un año, cuando lo anunció con bombos y platillos en una actividad social. Días más tarde se desdijo en una entrevista a ESPN y yo titulé en mi crónica de ese día: "Márquez se va pero se queda" y hasta arriesgue una razón para no irse: lo llamaron de Top Rank informándole que si habría una IV pelea. Eso fue lo que ocurrió, hubo cuarta pelea, aunque yo no sé si fue exactamente como lo escribí en mi crónica. A partir de ese momento el mexicano inició algo parecido a un plan secreto, yo lo llamaría "Proyecto Pacquiao", donde la obsesión era transformar su cuerpo en una masa muscular granítica como única forma de contrarrestar las ventajas naturales de Pacquiao (velocidad y agresividad).

El proyecto salió bien, dio resultado, pero yo no sé si fue una buena idea no retirarse. Ese golpe brutal, alucinante, increíble, demoledor, al final del sexto asalto fue lo que el propio Márquez reconoció: "lo acerté con el golpe perfecto"- dijo. Un mazazo que está siempre presente en el manual de lo posible en cualquier pelea. Se dio la oportunidad, el brazo recorrió la distancia exacta antes de impactar en el mentón enemigo y el oponente estaba parado de manera inadecuada para asimilar de mejor manera el golpe. Márquez acertó. ¿Y si no hubiera acertado?

Seguramente la historia hubiera sido otra, porque el mexicano estaba recibiendo un duro castigo. En los porcentajes de Compubox, Pacquiao lo doblaba a Márquez en golpes lanzados y acertados, la mayoría de ellos sobre la cabeza y el mentón de su rival. Ya le había roto el tabique nasal y su velocidad parecía duplicarse ante la lentitud que exhibía un Márquez más lento y pesado. El derechazo de otro mundo que acertó el mexicano cambio la historia y también hizo justicia sobre sus anteriores desempeños.

Pero no nos engañemos, aún ni el mismo Márquez sabe si hizo justicia con su desempeño en esta ultimo batalla, al punto que de tan sorprendido de su propia hazaña aún no ha decidido nada sobre su futuro ni tampoco se anima a hablar de una quinta pelea. Aunque sí aclaró que si un hijo se lo pide, cuelga los guantes. Mi predicción es que cuando se calmen los aplausos y comience a reinar el sentido común, Juan Manuel Márquez le dirá adiós al boxeo y se dedicará a disfrutar de su familia. La foto de ese impresionante KO como despedida, bien vale un adiós. Y en su caso, no faltará quien le dirá la verdad sobre lo que sucede en el cerebro cada vez que recibe un golpe como los cientos que ya le acertó Manny Pacquiao.

QUINTA BATALLA: ¿QUE OCURRIRÍA?

Si triunfa la locura y ese quinto combate sucede, para mí no habrá otro resultado: ganará Manny Pacquiao y seguramente por KO. Porque es casi imposible que Juan Manuel Márquez consiga realizar otro campamento similar al que cumplió previo a esta pelea. Luego de una victoria tan impresionante como la lograda este sábado, sobre la cual se hablará durante largo tiempo, es imposible recobrar la misma motivación, el hambre, las ganas que lo llevaron a conseguirla. Y si Manny decide pelear, será porque está muy seguro de su condición mental y emocional, entonces se invertirán los papeles: el filipino será el dueño absoluto de la estámina. Porque así funciona el motor de estos guerreros, a puro corazón y coraje. Los riesgos en una quinta batalla son todos para el mexicano y en ese escenario, no solo arriesga lo que ganó con el último KO, también pone en juego su salud y con ello, no se juega a los 40 años de edad.

LA SALUD, EL BIEN MÁS PRECIADO

En el boxeo, un solo golpe certero puede ser más que suficiente para causar lesiones cerebrales y condenar al deportista a un proceso de deterioro físico y cognitivo sin marcha atrás.

Un estudio publicado en la página Diario Médico, que recoge declaraciones de Joan Massons, médico del Servicio de Neurología del Hospital Sagrado Corazón, de Barcelona, se incluye dentro de los boxeadores que presentan mayor riesgo de sufrir daño cerebral crónico " a los denominados fajadores, que tienen una gran capacidad de aguante, resisten un gran número de golpes por asalto y reciben un gran castigo en los combates".

La publicación agrega que "las consecuencias de estos golpes se hacen patentes tras varios años y su aparición coincide con el fin de la vida deportiva del púgil" y culmina diciendo que "abandonar definitivamente el boxeo es la única vía para prevenir las lesiones cerebrales."

Para saber la cantidad de golpes que Juan Manuel Márquez recibió en su cabeza en los 42 asaltos ya disputados contra Manny Pacquiao basta recoger la información en las reseñas de sus combates mediante una simple búsqueda de Google. Y así como un solo golpe pudo desmayar a Pacquiao y cientos de golpes consiguieron destrozar el rostro del mexicano durante sus cuatro batallas, nadie duda que un solo impacto en una teórica quinta batalla, puede volver a noquear a cualquiera, pero también puede otorgarles el indeseado premio de una lesión cerebral o en el peor de los casos, la misma muerte.

Luego de tantos golpes aplicados y recibidos, es necesario decir basta. Todos deseamos ver emocionantes peleas de boxeo, pero en el caso de estos dos grandes guerreros, hay que reconocer que ya nos dieron la suficiente cantidad de espectáculos. Son dos emblemas del coraje y la entrega. Nuestra memoria los tiene resguardados en el mejor recuerdo, entonces ellos no pueden empañar ese homenaje arriesgando su bien más preciado. Ya fueron grandes campeones, ahora es el momento de ganar el mejor trofeo: el del sentido común.