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En Río de Janeiro: ¿Caerán los récords o habrá sequía?

A su manera, dos grandes leyendas del deporte mundial han coincidido recientemente que en Río de Janeiro podrían caer marcas en las competencias de atletismo, previstas a efectuarse en el Estadio Olímpico entre el 12 y el 21 de agosto.

Ellos son Usain Bolt, el hombre más veloz del planeta y ganador de seis títulos olímpicos, y Sebastian Coe, presidente de la Federación Internacional de Atletismo (IAAF, por sus siglas en inglés) y monarca olímpico de los 1,500 metros en Moscú 1980 y Los Ángeles 1984.

El jamaicano Bolt declaró que su objetivo fundamental para los Juegos es conseguir su tercer triplete dorado (100 metros, 200 metros y el relevo 4x100 metros). "Solo quiero defender mis títulos, hacer el triplete. Esa es mi meta principal. Ese es mi foco principal", dijo a la agencia Reuters después de un acto publicitario en New York.

Luego "apostó" a sí mismo al asegurar que tiene intenciones de bajar de los 19 segundos en el doble hectómetro, lo que destrozaría su récord de la prueba (19.19 segundos). "Mi objetivo secundario es tratar y correr por debajo de los 19. Eso es algo que realmente quiero y espero que todo vaya bien y pueda conseguirlo. Ese sería un gran paso para mí".

Bolt posee también las plusmarcas en 100 metros: 9.58 segundos y 4x100: 36.84 segundos (junto a Nesta Carter, Michael Frater y Yohan Blake).

Mientras tanto, el británico Sebastian Coe, premio Príncipe de Asturias en 1987, predijo en entrevista publicada en el sitio oficial de los Juegos Olímpicos, que varios récords podrían caer debido a que la nueva pista del Estadio Olímpico es "muy rápida".

"Sinceramente eso espero. Es una superficie muy rápida -Mondo es un gran proveedor de pistas y ha sido nuestro socio desde hace muchos años. Así que sí, con un estadio lleno de aficionados de pista y campo ruidosos, apasionados, los atletas mejoran su desempeño y se crecen a la altura de las circunstancias", apuntó Coe que estuvo de visita en Río (el 15 de mayo) para observar el evento prueba del atletismo.

Tanto uno como el otro tienen todos los elementos y el aval para pronosticar que caerán los récords, aunque la realidad pueda apuntar hacia otra dirección.

Bolt ya frisa los 30 años (29). El tiempo no pasa por gusto. Él logró la primacía mundial en los 200 hace siete años durante el Campeonato Mundial de Alemania. De ahí en adelante su mejor marca en la prueba fue 19.32 en los Juegos Olímpicos de Londres. En 2015 llegó a 19.55 s y en 2016 no tiene carrera oficial en la distancia.

La progresión del caribeño indica que tendría que bajar más de 55 centésimas de segundos, en relación con su último mejor crono, para alcanzar su meta. Luce imposible sobre todo cuando lo máximo que se acercó al 19.19 fue 19.32, 13 centésimas por detrás hace cuatro años.

Una inoportuna lesión en el tendón de la corva se convierte en otro indicador que revela la imposibilidad de Bolt de batir su marca. Esa lesión se agravó tras su primera carrera del año, el pasado sábado 14 de mayo en Islas Caimán (ganó los 100 metros con crono de 10.05 segundos).

Si bien ese problema no le impedirá competir en Río, genera muchas dudas de sus reales posibilidades de alcanzar su objetivo secundario.

En la otra acera, Sebastian Coe no especificó en cuáles pruebas se podrán establecer récords mundiales, pero desde que se impuso la regla de descalificar a los corredores a la primera arrancada en falso han desaparecido los récords en las pruebas de velocidad.

Por regla, los atletas están más preocupados en no ser descalificados que en "robarse la arrancada" para que sus opciones de triunfo crezcan.

Eso deja abierta las puertas a los corredores de medio fondo y de largo aliento, aunque la política de cero tolerancias con el doping es una llamada a capítulo y son cada vez menos los que acuden a sustancias prohibidas para mejorar su rendimiento.

No quiero ser ave de mal agüero, pero los deseos-premoniciones de Bolt y Coe no parece que se cumplirán en la Ciudad Maravillosa.