<
>

River tiene que volver a creer

El equipo de Gallardo tiene que volver a ser lo que era para enfrentar a Independiente del Valle AP

BUENOS AIRES -- River atraviesa días complicados, esos que hace rato no tocaba vivir. Es cierto que desde lo futbolístico lleva mucho tiempo sin conseguir hilvanar una sucesión de partidos bien jugados, pero, pese a todo, siempre cosechaba los resultados que le permitían mantenerse en carrera en alguna competición.

Hoy la historia está bastante más compleja. p En la revancha que el miércoles se disputará en el estadio Monumental, tendrá que recuperar la memoria. No puede postergar por más tiempo su mejoría. En condiciones normales se trata de un marcador adverso que puede revertir, sin embargo, para este River que todo le cuesta el doble, que lleva tres partidos seguidos sin convertir goles, que en el marco del torneo local los dos últimos compromisos (ante Vélez y contra Boca) los jugó durante largo rato con un hombre más y no los pudo ganar, la imagen de un escenario cuesta arriba es la que abre un gran interrogante. Todo motivo del errático presente.

Porque, además y por sobre todas las cosas, no está jugando bien. No encuentra un estilo, una forma. Sus individualidades tampoco responden. Y desde el banco, tal como hemos comentado en notas anteriores, Marcelo Gallardo no recupera toda la lucidez para pilotear la nave en esta semi tormenta. No se puede soslayar que ante sí tendrá a un rival joven y sin experiencia en estas instancias de Copa Libertadores, lo cual podría redundar en dos comportamientos: uno, que se sienta intimidado por el marco imponente que presentará el estadio y que el miedo escénico inhiba las condiciones que ha mostrado a lo largo del certamen. Y la otra, que tenga la frialdad necesaria para medirse ante un River que saldrá con todo a intentar marcar un gol en forma rápida. En cualquiera de los casos, River en un cien por ciento, como el que hoy todos añoran, podría usufructuar o neutralizar.

El Millonario la teoría la tiene clara. Ya dijo Gallardo en conferencia de prensa post choque con Vélez que sería una mala decisión ir ciegamente a buscar goles. Porque eso haría que se descuiden atrás ante un oponente que maneja bien la contra y que cuenta con futbolistas muy rápidos. Pero claro, aquí comienza a tallar la famosa frase de la manta corta, también es verdad que si River no anota rápido, la ansiedad (la propia y la que bajará de las tribunas) jugará un partido aparte. El apoyo podría transformarse en nerviosismo. Volver a ser, ahí está la clave. Calzarse nuevamente la ropa de campeón de América, de equipo que supo ser implacable en choque de ida y vuelta, sea en condiciones favorables y también en las adversas, tal el caso de Cruzeiro, cuando definió de manera brillante la fase en Belo Horizonte. ¿Se trata de otro equipo? Si. ¿Son otros jugadores? También. Pero hay una base que permanece y que debe despertar. Volver a ser. Volver a creer. No hay más tiempo para postergaciones y mucho menos para errores. De lo contrario, una nueva actuación fallida deberá pagarla con el amargo sabor de tener las manos vacías prematuramente.