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Nadal-Acapulco: historia de un regreso

Rafa cuando ganó el trofeo del Abierto en Acapulco Mexsport

Apenas horas después de la conclusión del Abierto Mexicano Telcel 2012, Raúl Zurutuza se sumergió en lo que ya es su rutina post torneo: como director del evento, comenzó a negociar con el campeón David Ferrer para poder contar con su presencia en la edición 2013; y sentado frente a su computadora, le envió un mail a Carlos Costa, agente de Rafael Nadal, extendiendo una invitación formal que se ha repetido en los últimos siete años.

Carlos, nos gustaría contar con Rafa en los festejos por el 20mo aniversario del Abierto, comenzaba el mensaje. Y luego daba inicio al ejercicio de negociación que todo director de torneos ATP o WTA mantiene con las grandes figuras del circuito: una oferta monetaria por parte de los dueños del certamen, esperando una respuesta positiva del lado del jugador.

Pero ni la apuesta al lado emocional --en relación a la celebración de los 20 años del torneo más importante de Latinoamérica— ni la suma ofrecida para que Nadal viniera a jugar a Acapulco, convencieron al Team Rafa. La respuesta fue un NO bajo estas condiciones.

¿Qué cambió en siete meses, desde aquella negativa clara hasta esta presentación de miércoles con Rafael Nadal como figura excluyente del Abierto 2013? Casi nada del lado de los organizadores. Casi todo del lado del campeón 2005 de Acapulco.

"Cuando Rafa anunció luego de Wimbledon que revisaría su calendario en busca de jugar menos sobre superficies duras, comenzamos a creer que teníamos chances de contar con él", dijo hoy Zurutuza en la conferencia de prensa donde también se confirmó la presencia de Ferrer.

No fueron los organizadores del Abierto Telcel, sino los mismos integrantes del equipo de Nadal, quienes reavivaron las conversaciones. Tres semanas después del final de Wimbledon, entraron en comunicación con las oficinas de Mextenis.

Replantearon el diálogo. Revisaron la oferta. Abrieron la opción para que hubiese un acercamiento en cifras. Y fijaron fecha para continuar la negociación en Nueva York, durante el US Open.

Rafa no estuvo en Flushing Meadows, por su lesión de rodillas. Pero quienes manejan sus negocios sí cruzaron el Atlántico. Y cerraron el acuerdo en su nombre.

"Fue una negociación acorde al torneo, y a lo que ofrecemos", agregó hoy públicamente Zurutuza. "Nosotros llevamos a cabo un ATP 500, que reparte buenos puntos y grandes premios para los jugadores. Y ellos también han hecho un esfuerzo acorde al torneo y a las circunstancias de nuestro país".

Desde que ambas partes sellaron el contrato para que Nadal esté presente en Acapulco 2013, la comunicación entre el Team Rafa y el equipo de Mextenis ha sido constante. Aún a cuatro meses del torneo, la gente del español ya está puliendo detalles sobre el alojamiento. Por ahora los organizadores tienen confirmada la presencia de Tío Toni y de Benito Pérez Barbadillo, jefe de prensa del tenista (los tres estuvieron en Acapulco en 2005, aunque en aquellos tiempos Pérez Barbadillo aún trabajaba para la ATP). Y es posible que, más allá de las actividades ligadas al certamen, los Nadal estén involucrados en algún otro tipo de evento público durante la semana del torneo.

Lo que es seguro es que apenas termine el Abierto 2013, Nadal se tomará un avión privado –provisto por la organización-- rumbo a Nueva York, para participar del BNP Paribas Showdown en el Madison Square Garden. Y Zurutuza regresará a su rutina post Abierto: negociar con el segundo mejor jugador español de la actualidad, y extenderle una invitación al mejor tenista de arcilla que el Planeta Tenis haya conocido.

Esta vez, no necesitará enviar un e-mail. Podrá hacerlo cara a cara.