<
>

Llegó la hora de Murray

Murray tuvo dos días de sombra y descanso AP

NEW YORK -- Llegó el tercer día en Nueva York, y el calor no nos abandona. La fiebre de ver tenis es tan grande que la temperatura pasa de los 40 grados y, como recomienda el doctor cuando tenemos alta temperatura, debemos hidratarnos muy bien y a reposar un poco.

Le llegó el turno de ir al horno a Andy Murray, a quien -creemos- también le llegó su hora en un Grand Slam. No tiene más nada que demostrar, ya todos sabemos de su capacidad, admiramos su tenis y nos maravillamos con su creatividad en la cancha. Pero a su edad, ya Rafa y Roger habían mostrado lo mismo y sumado trofeos grandes.

¿Será que a Andy le pesan los hombros por una culpa que no es suya? Murray tiene que sacudirse esa culpa y salir a demostrar todo lo que ha aprendido, y convencernos de lo que hizo en Canadá al revalidar su título del Masters 1000. Porque para ganar hoy en día un torneo de Grand Slam no hay que ver el cuadro: sólo hay que prepararse mentalmente para entender que en cualquier momento te cruzas con Roger o Rafa. Y no estoy hablando de cruzártelos en la cancha de práctica o en los vestuarios o en la ciudad. Estoy hablando de que te los va a encontrar del otro lado de la red y, como siempre, estarán listos para ganarles a todos y encontrarse cara a cara entre ellos en otra final.

Murray es el tercer nombre que más suena para adjudicarse el titulo del US Open este año, y es el miércoles cuando hace su presentación. Estuvo dos días bajo la sombra, mientras los demás se tostaban con el sol, pero debemos esperar para ver si esa ha sido una buena sombra, que lo cobija, o si en cambio continuará siendo la sombra del peso de la historia y de nunca haber ganado un torneo de Grand Slam.

Informe especial: así se vive un día en el US Open