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Los 21 gramos de Ayrton Senna

Getty Images

"Lo sacamos de la cabina y lo recostamos en el suelo. Y luego suspiró y pese a que no soy religioso, siento que su espíritu dejó su cuerpo en ese momento", doctor Sid Watkins.

MÉXICO -- ¿Qué es el espíritu? ¿Es necesario ser religioso para creer en el espíritu? Es claro que para la doctrina religiosa, compete solo a Dios el proveer dicho espíritu, o alma. 'Cosa' intangible e invisible y sin embargo, a lo largo de milenios se 'ha sabido' popularmente de esa 'cosa' que escapa a los sentidos, pero que, al parecer, es de 'vital' importancia en los seres humanos.

Vital, vitalidad... ánimo. El Positivismo le dio un carácter secular al espíritu y lo propuso como una fuerza impulsora para actuar; para, contra todo, hacer.

Ayrton Senna era espiritual. A diferencia de Sid Watkins se asumía religioso, profundamente religioso: "Cuando Dios quiere algo, nadie se le puede oponer", dijo a unos periodistas cuando venció en Brasil en 1991 contra todo pronóstico.

Watkins se intentó interponer entre Ayrton y aquel fatídico 1ro de Mayo. Un día antes, Roland Ratzenberger murió cuando intentaba clasificarse a su tercer Gran Premio en su efímera carrera en la F-1. Senna estaba devastado. Su compatriota, Rubens Barrichello, salvó la vida después de un duro choque en el mismo Autódromo Enzo y Dino Ferrari que sucedió durante las prácticas libres del viernes.

Watkins hablaba con Senna tras la muerte de Ratzenberger. Se puso entre el piloto y la muerte: "Porque no ambos renunciamos y nos vamos de pesca", le dijo el doctor, no sin antes recordarle que ya era un tricampeón del mundo y no tenía nada que demostrar. Senna fue lacónico: "Debo seguir".

¿Debía? Una parte de Ayrton Senna no quería, lo decían sus lágrimas, su consternación ante los sucesos de aquel fin de semana. Pero otro Ayrton Senna lo obligaba a continuar. Le susurraba al oído, luchaba contra el otro Senna ¿Su espíritu competitivo?

La carrera no podía comenzar de otra manera: JJ Letho no pudo arrancar con el Benetton-Cosworth y Pedro Lamy estrelló el Lotus-Mugen Honda contra el auto estacionado. Un duro accidente cuyo saldo fue de dos pilotos fuera de carrera y algunos aficionados heridos pero no de gravedad.

El auto de seguridad salió y el resto del pelotón rodó detrás. Los actos son reflejos del pensamiento y Ayrton Senna solo pensaba en manejar lo más rápido posible, como siempre hizo. Michael Schumacher, segundo detrás del Williams de Senna, dijo que el brasileño estaba 'sobremanejando' el coche. Quería ganar, porque "el segundo es el primero de los perdedores"; porque arriesgaba la vida para ello y porque llevaba una bandera de Austria metida en la cabina. Quería dedicarle el triunfo a él, a Roland, su colega.

Así hasta que todo terminó. Ya nada ni nadie se interpuso entre Senna y el muro de Tamburello; entre Ayrton y el destino.

En su controvertido experimento para pesar el alma, el doctor Duncan MacDougall concluyó que el alma humana pesa 21 gramos.

Si eso es cierto, los 21 gramos de Ayrton Senna son los más pesados en la historia de la Fórmula Uno.