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¡Grande Pa!

Forlán se destapó con un doblete en la final EFE

BUENOS AIRES -- "Feliz día papás. De regalo les llevamos la 15". La bandera celeste, con letras blancas y borde negro, era mostrada con orgullo por sus creadores en las inmediaciones del estadio Monumental. El motivo de la ausencia de los hijos en el Día del padre uruguayo estaba totalmente justificado.

Ya dentro de la cancha, se levantó otra bandera, la del gol. Y uno de sus protagonistas, Diego Forlán, también le pudo rendir un gran tributo a su padre.

Después de los gritos, los abrazos, la vuelta olímpica y el festejo íntimo en el vestuario, donde grabó un video para Twitter besando la Copa, el goleador apareció por zona mixta para expresar sus sensaciones.

"Ya lo había dicho, si no hacía ningún gol y era campeón, también me iba feliz. Aunque la verdad es que el delantero siempre quiere hacer goles. Es una felicidad inexplicable", confesó el atacante de Atlético Madrid, que rompió por partida doble su sequía de 12 partidos sin tantos y de paso alcanzó a Héctor Scarone como máximo artillero histórico de la Celeste (31 goles).

Su último gol con la selección había sido el 10 de julio de 2010, en el partido por el 3º puesto del Mundial de Sudáfrica (2-3), mediante una volea de sobrepique que dejó parado a Butt. Aquella noche el pase se lo dio Arevalo Ríos, mismo asistidor que en el Monumental.

Hay más coincidencias en esta historia. Porque Diego logró emular a su abuelo materno Juan Carlos Corazzo (DT campeón en 1959 y 1967) y a su padre Pablo (1967), consagrándose campeón del torneo de selecciones más importante de Sudamérica. "El apellido quedará en la historia del fútbol", admitió orgulloso.

De las 9 finales de Copa América disputadas en Argentina, el dueño de casa se impuso en 6 y Uruguay en 3 (1916, 1987 y 2011). Aquel 12 de julio de 1987, también en el Monumental, el conjunto charrúa le ganó por 1-0 a Chile con gol de Pablo Bengoechea. Casualidad, o no tanto, también ese domingo se festejaba el Día del Padre en Uruguay.

La anécdota que contó Tabárez en conferencia es más que oportuna: "El dueño de un local le contó a mi hija que, cuando tenía 12 años, lo llevaron a ver la final de Libertadores entre Peñarol y América. Hoy, junto a un grupo de amigos que tienen hijos de esa edad, decidieron venir a la Argentina para ver el partido con los chicos y sus abuelos. Ellos dicen: 'Si las cosas salen bien, vamos a darles algo que no le pueden dar otras cosas'. Que hayan podido compartir un sentimiento y que el pueblo uruguayo haya estado unido al menos por esta noche, a mí me emociona. Quizás desde afuera no se comprenda".

El conjunto del Maestro logró el 15º título a nivel continental y convirtió a la Celeste en el "Padre" de Sudamérica. Forlán, uno de sus hacedores, le mandó un mensaje al suyo.

"Mejor regalo que una Copita no podía darte. Te quiero mucho y feliz día".