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Nigeria vuelve a creer

BUENOS AIRES -- Pasaron muchos años de frustraciones hasta este presente de felicidad en el país más poblado de África. Después de aquellos equipos ya legendarios de Estados Unidos 94 y Francia 98, Nigeria quedó eliminado en primera fase de Japón-Corea 2002 y de Sudáfrica 2010, sin conseguir victorias. Además, no se clasificó a Alemania 2006 y su mejor actuación en una Copa África habían sido algunos terceros puestos. Hoy, eso quedó atrás y es todo alegría para el pueblo nigeriano, que otra vez sueña con un buen futuro mundialista.

Las Águilas Verdes se coronaron campeonas de la Copa África por tercera vez en su historia, después de los títulos de 1980 y 1994. Fueron la mejor Selección de un campeonato mediocre que tuvo algunos puntos destacados. Casi todos esos buenos momentos tienen que ver con Nigeria, que fue de menor a mayor y se quedó con el trofeo y la clasificación a la Copa Confederaciones.

Los dos primeros partidos del certamen hacían pensar en una campaña más parecida a las últimas que a las gloriosas de los noventa. Los empates frente a Burkina Faso y Zambia mostraron a un conjunto débil, sin grandes virtudes e inseguro. Sin embargo, el triunfo 2-0 sobre Etiopía le devolvió la esperanza a Nigeria. Le costó 80 minutos quebrar a uno de los más débiles del torneo, pero esa victoria los hizo creer en sí mismos.

En cuartos de final tocaba la temible Costa de Marfil, con Didier Drogba y Yaya Touré, el mejor jugador de la primera fase. En ese partido, las Águilas volvieron a sentirse grandes, porque jugaron como gigantes. Emenike marcó el primer gol sobre el final de la etapa inicial y luego Mba decretó el 2-1. El empate parcial de Tioté no fue suficiente para amedrentar a un equipo que ya estaba convencido de que podía llegar a lo más alto.

En semifinales llegó la exhibición más importante del campeonato. Nigeria jugó su mejor partido en años y goleó 4-1 a un Mali que arribó a esta instancia como un rival peligroso pero no tuvo respuestas frente al juego nigeriano. Emmanuel Emenike fue la figura y marcó uno de los goles del triunfo verde.

En la final Nigeria jugó como se juegan los partidos definitorios, con autoridad y determinación. Burkina Faso -tuvo en Jonathan Pitroipa al mejor del campeonato- fue un rival muy duro, tal como sucedió en la fase inicial. Sin embargo, esta vez el equipo pudo sostener el gol convertido por Sunday Mba y festejó el título. El jugador del Warri Wolves fue el hombre de los goles clave y casi con seguridad dará el salto al fútbol europeo.

De cara a la Copa del Mundo de Brasil, Nigeria puede formar un plantel muy interesante, con la base de este campeón. Vincent Enyeama será el arquero y uno de los líderes dentro y fuera de la cancha. Efe Ambrose y Kenneth Omeruo serán dos pilares de la defensa. Victor Moses fue uno de los mejores futbolistas de la CAN y una de las esperanzas de cara a Brasil 2014, al igual que John Mikel Obi y Emmanuel Emenike, el máximo goleador de la Copa África. Pese a la sorpresiva renuncia del entrenador Stephen Keshi, quien lo reemplace tiene material para formar un buen equipo.

En definitiva, Nigeria tiene todo para volver a dar que hablar en una Copa del Mundo. Formó un plantel competitivo, lidera su grupo de Eliminatorias por sobre rivales accesibles como Namibia, Malawi y Kenia y jugará la Copa Confederaciones, un interesante ensayo de nivel. Dependerá de ellos el volver a ser lo que alguna vez fueron. El primer paso ya está dado.