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El último objetivo

PARÍS -- Desde que comenzó este proyecto de ir a los Juegos Olímpicos que comparto con Gisela; y mucho antes de nuestro primer torneo juntas -cuando entrenaba sola en Argentina y España para ponerme fuerte físicamente-, siempre tuve la convicción de que tendríamos resultados lo suficientemente buenos para clasificarnos para Londres 2012.

Sabíamos que iba a ser difícil conseguir wildcards en los torneos grandes de Europa y por eso teníamos cierta presión para ganar partidos muy rápido, en los primeros torneos que jugábamos juntas y después de 4 años y medio sin competir para mi.

En Bogotá, las sensaciones no fueron nada buenas y perdimos en primera ronda. Pero fue allí donde hubo que tener la cabeza más fría para ser conscientes de que yo estaba haciendo todo al 100% y que con paciencia y trabajando de la forma en que lo estábamos haciendo (en los entrenamientos estaba jugando a un nivel muy alto) los resultados iban a llegar solos.

Al menos así lo veía yo. Nunca dejé de creer en mí, ni en Gisela, ni en el proyecto que habíamos arrancado por una derrota inesperada.

Para ser sincera, nuestro objetivo de cara a Londres 2012 no era sólo clasificarnos, sino tratar de conseguir muy buenos resultados y salir como cabezas de serie en los JJ.OO.

El objetivo era y es muy ambicioso y difícil, porque apenas teníamos 4 meses y muy pocos torneos, pero las semis de Monterrey y Acapulco nos vinieron muy bien para afrontar la gira de dos Masters muy importantes como lo son Indian Wells y Miami, donde conseguimos hacer cuartos y semis.

Con esos puntos, tanto Gisela como yo sabíamos que la clasificación para los JJOO ya era nuestra. Así fue como el objetivo principal ya era una realidad porque tanto en los JJ.OO. de Atenas 2004 como en Beijing 2008 el cuttoff (ránking de la ultima pareja que se clasificaba) había sido de 95, aproximadamente.

Por eso, aún con muchos torneos por delante para seguir subiendo en el ranking, ya estábamos clasificadas porque juntas sumábamos un ránking de 80 aproximadamente (ránking de Gisela 14 del mundo, y mi ránking 66 del mundo, para que me entiendan mejor).

Eso nos puso muy contentas porque además estábamos jugando a un nivel muy alto, pero no quisimos anunciarlo demasiado porque pensábamos que no aún no había nada para celebrar. Ir a los JJ.OO. era un objetivo, pero no nuestro único sueño: ustedes saben que en realidad nuestro sueño es otro aún más ambicioso.

Después de Roland Garros, el 11 de junio, cierran los rankings para los JJ.OO.

Esto significa que los jugadores que no hayan conseguido clasificarse dentro de dos lunes, no podrán participar en Londres.

Aunque no lo parezca, a la presión de un Grand Slam y a la adrenalina que te genera jugarlo, se suma este tema de los JJ.OO. que son muy importantes para todos.

Ningún tenista quiere perderse la cita olímpica y obviamente que todos soñamos con ganar una medalla. Allí estarán los mejores del mundo en un escenario histórico y muchos jugadores se están jugando en este Roland Garros la posibilidad de estar o no estar en los Juegos Olímpicos.

Para Gisela y para mí, el trabajo sigue en marcha y aún tenemos todas las esperanzas de llegar como cabezas de serie a Londres.

Ojalá que el polvo parisino, que tantas alegrías me dio en mi carrera, me tenga guardada una última grata sorpresa...