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Alabama refrendó el dominio de la SEC

Notre Dame no tuvo respuesta para Eddie Lacy y la incontenible maquinaria terrestre de Alabama. Getty Images

MÉXICO -- Alabama se levantó con su segundo título nacional consecutivo, pero eso no significa que hubo juego de por medio. El Crimson Tide se presentó al BCS Championship Game en el SunLife Stadium de Miami y arrolló materialmente a todo lo que Notre Dame le puso enfrente, incluyendo al apoyador estelar Manti Te'o y una defensiva que ganó respeto a lo largo de la temporada por detenciones heroicas.

Sin embargo, el heroísmo únicamente le alcanzó al Irish para anotar un touchdown en el tercer periodo, cuando el duelo estaba más que definido.

Alabama se metió al terreno de juego y literalmente arrastró a Notre Dame por las 6,400 yardas cuadradas de que consta el campo de los Miami Dolphins. Los pupilos de Nick Saban pegaron primero, y nunca dejaron de pegar. Desde la primera serie, el Tide armó un avance ofensivo de apenas 5 yardas para anotar el primer touchdown del juego. La serie de 82 jugadas y 2:57 minutos fue el touchdown más largo que había permitido Notre Dame en el año, y sirvió para marcar lo que sería la tónica del juego: el Tide avanzando por tierra para preparar los pases con engaño de carrera, y las imágenes de los defensivos del Irish con las manos en la cadera, jalando bocanadas de aire.

Después de un tres y fuera de ND, Alabama armó otra serie predominantemente terrestre, para poner el marcador 14-0. En la primera jugada del tercer periodo, Alabama anotó nuevamente para ponerse rápidamente arriba 21-0. En poco más de 15 minutos, el juego ya estaba fuera de alcance para los de South Bend, y el rostro de desconcierto en muchos de ellos era obvio.

¿El momento de mayor preocupación para Alabama? Faltando cerca de seis minutos en el juego, y arriba por 42-14, el Tide fue penalizado por retraso de juego. Un rabioso A.J. McCarron se metió en la cara del centro Barrett Jones, quien respondió con un empujón que casi manda de espaldas al mariscal de campo. Es probable que ese golpe de Jones haya sido el más fuerte que recibió en la noche, y el episodio estuvo cerca de hacer volar la cabeza de Saban en las laterales. Afortunadamente para el Tide, minutos más tarde, los compañeros de cuarto se dieron un abrazo en la banca.

Lo cierto es que jugadores como Te'o y el profundo Zeke Motta tuvieron la mala fortuna de sufrir una mala tarde en el escenario más grande de todos. Hubo muchos intentos de tacleo fallidos por parte de los defensivos de Notre Dame, quienes de por sí tenían problemas para contrarrestar a la aplanadora que Alabama denomina línea ofensiva.

Ofensivamente, hay que cuestionar la selección de jugadas del Irish, quienes ilógicamente decidieron atacar agresivamente al mejor esquinero del rival, y posiblemente mejor esquinero del país, en Dee Milliner. ¿No encontró Brian Kelly un mejor camino para su mariscal de campo Everett Golson, que lanzar reiteradamente en la dirección del que probablemente será el primer esquinero seleccionado en el próximo draft de la NFL?

¿Qué nos deja el disparejo partido de esta noche?

Por el lado del Irish, hay progreso innegable bajo el mando de Brian Kelly. Su declaración de hace unos días en el sentido de que emigrar hacia la NFL "no era opción", garantiza que se seguirá trabajando en South Bend con el objetivo de regresar al Irish al lugar de honor que hace décadas no ocupa. Un año de maduración para Everett Golson será crucial para el futuro inmediato del programa, del cual Gunner Kiel parece ya no formará parte.

Por parte de los bicampeones, nos deja una dinastía. Con su tercer título en cuatro años, es imposible no suponer que Alabama debe estar entre los favoritos de la temporada que viene, sobre todo contando con el regreso de jugadores clave como McCarron, C.J. Mosley, y el explosivo corredor T.J. Yeldon.

La especulación de un posible regreso a la NFL por parte de Saban no se ha extinguido por completo, y pueden estar seguros de que cobrará un poco más de momento después de este título. Aun cuando Saban vuelva a negar que esté interesado en dejar Tuscaloosa, los aficionados de Miami saben bien que no se puede confiar del todo en este tipo de declaraciones.

Al final, también se debe destacar el nivel que ha alcanzado la Southeastern Conference con un séptimo título colegial consecutivo. ¿Quién, si no un equipo de la misma SEC, propinó a Alabama su único descalabro del año (Texas A&M)? Además de Alabama, ¿quiénes apuntan como posibles candidatos al año que viene? Se me ocurre mencionar a Georgia, LSU y Florida, para comenzar. Claro, habrá otros contendientes, pero por ahora, esta conferencia luce imbatible.

Si alguien ha de sacar pronto a la SEC del trono, ¿quién puede ser?