La "auto-derrota" de John Ruiz

John Ruiz entro con la estrategia adecuada, pero para el cuarto asalto la había abandonado, algo que ayudó a que Roy Jones Jr. se alzara con la corona de la AMB

John Ruiz podría colgar los guantes en el 2005, según su entrenador.
Para mí, la indudable derrota que sufrió Johnny Ruiz el sábado pasado en el Caesars Palace en Las Vegas, fue una decepción.

Los primeros tres asaltos me dieron la esperanza de que Johnny podía ganar el combate.

El muchachón boricua más grande y fuerte que su oponente Roy Jones, comenzó disparando un jab de izquierda que tendió a aplacar a su rival lo suficiente como para sacarlo de concentración. No lo dejaba pensar por mucho tiempo, y lo privaba de ejecutar tácticas y estrategias ya planeadas y practicadas en los entrenamientos del Afro-Americano.

Fue un principio que nos dio esperanza.

Me alegró que la batalla tenía destellos de ser competitiva. Los dos pensaban y trataban de funcionar a base de planes ya premeditados.

A mí entender, noté frustraciónes en ambas esquinas que comenzaron en el cuarto episodio.

Por un lado, y como por arte de magia, la presión constante que ayudaba tanto a Ruiz comenzó a desaparecer. Por otro, Jones tardaba mucho en figurar lo que trataba de hacer Ruiz. Por tal razón la pelea se tornaba de cuando en vez semi-aburrida.

A mí me parecía oir la maquinaria cerebral tanto del campeón de los máximos Johnny Ruiz, según la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), como la del indiscutible campeón de los semi-pesados, Roy Jones. Cada cual se presentó con una táctica que obviamente tuvieron que cambiar a medidas que se desarrollaba el combate.

Yo nunca me pude explicar por que si Ruiz estaba dominando con el jab de izquierda, de momento dejó de usarlo. Y más, en la esquina no se lo recordaban.

Cuando Ruiz salió de la esquina como una fiera en el primer asalto, me estuvo obvio que el boricua quería:

  • intimidar a su rival
  • Demostrarle que no le temía
  • Que pegaba fuerte
  • Que tenía que bregar con su estatura y poderío físico

    Empujar a su rival sobre la soga y abrir fuego contra él, es una de las demostraciones más obvias de fortaleza. Y precisamente, así fue como comenzó el combate.

    Pero, el tercer hombre en el cuadrilátero decidió que los empujes de Ruiz eran ilegales, y optó por llamarle la atención al boricua cada vez que lo hacía. Esas acciones por parte del referí fueron tan consistentes que le causaron mucha molestia a Ruiz, quien, ya para el cuarto o quinto asalto lo habían obligado a inventar otro tipo de ofensiva.

    El cambio fue radical. Por supuesto, eso alivió la postura de Jones, quien se pasaba más tiempo tratando de averiguar y detectar lo que se proponía hacer su oponente, para entonces poder crear un contra-ataque exitoso. El uno trataba de figurar al otro, causando muchos momentos de aburrimiento al fanático.

    Eso que más me sorprendió fue ver la escasés de opciones en ambos peleadores. Eso, y las constantes intromisiones del referí le quitaban atractivo al combate. Cuando ambos peleadores están en lo que se conoce en inglés como infighting (pelea de adentro), son muy pocos los referíses que saben como actuar.

    Entonces lo que hacen -para solucionar su problema- es despegar los boxeadores. Y muchas veces advirtiéndoles que levanten la cacumen, insinuando que es ilegal el tener la cabeza sobre el cuerpo de su oponente.

    ¡Eso no es verdad!

    Un boxeador no puede separar su cabeza del resto del cuerpo. Si se baja, con su quijada escondida sobre el pecho y se va a combatir en infighting, es inconcebible para ambos echar el cuerpo hacia delante, dejando la cabeza atrás.

    Obviamente, en los primeros tres asaltos, Ruiz nos demostró que ese era su plan; el mismo que el referí le hizo imposible aplicar.

    Aunque yo comprendí las quejas de Ruiz sobre el referí poco después de la pelea. No pude comprender que si en los primeros asaltos el jab estaba haciendo maravillas para él, porque cesó su aplicación.

    Yo salí convencido de que el triunfo de Jones no se debió a la perseverancia de su gran habilidad -que la tiene. Que tampoco fue por su gran pegada o inteligencia-que las tiene. Tampoco fue su fenómenal destreza -que también la tiene. Según tres o cuatro asaltos, cuando el boricua presionó y atacó con fuerza, el jab y gran determinación, parecía dominar a su antojo.

    Al boricua permitir que Jones se le zafara de ese gancho, al cesar el uso de su mejor material, el cual usó tres o cuatro veces en el curso de los primeros asaltos, no significa para mí que Jones le ganó a Ruiz.

    Si no que, Ruiz perdió con Jones.

    JOSÉ 'CHEGÜÍ' TORRES fue ganador de la medalla de plata del peso mediano-ligero por los EE.UU. en los Juegos Olímpicos de 1956, posteriormente fue campeón mundial de los pesos semi completos. A su retiro, se convirtió en autor y periodista del boxeo con una gran experencia.

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