Luego de que el presidente de Filipinas, Benigno Aquino III, reveló que el grupo defensor del Estados Islámico en Filipinas, Abu Sayyaf, habría tenido la intención de secuestrar a Manny Pacquiao, el ahora ex boxeador dijo no tener miedo aunque no ignora las supuestas amenazas.
"Dudo [la amenaza], pero no estoy haciendo caso omiso de ella," dijo a la cadena filipina ABS-CBN. "Vivo mi vida como si cada día fuera el último así que no tengo miedo. Dios está conmigo".
Pese a la noticia, Manny Pacquiao continuó este jueves con su campaña para convertirse en senador del archipiélago, justo un día después que el presidente de su país dijo que los terroristas, que trataron de secuestrar a ‘Pacman’ y su familia, decapitaron a un rehén canadiense.
Aquino también reveló que el grupo tenía la intención de asesinarlo a él y secuestrarle a una hermana.
"Me alarmé cuando lo anunció... que Abu Sayyaf [militantes] querían secuestrarme. Estoy sorprendido porque todos los filipinos son mis amigos. Los amo, especialmente los musulmanes", dijo Pacquiao en su residencia en Manila a ABS-CBN.
Pacquiao, de 37 años y quien se despidió del boxeo el pasado 9 de abril tras vencer a Timothy Bradley, aseguró que ya tomó medidas de seguridad para su esposa y sus cinco hijos, quienes se encuentran en General Santos, su ciudad de origen.
"Pedimos seguridad, protección para mis hijos, mi familia para garantizar que están seguros, sobre todo porque no estoy allí en este momento", dijo Pacquiao, actualmente integrante del Congreso.
Pacquiao dijo a Associated Press que el reporte de inteligencia sobre un supuesto secuestro debió recibirlo de manera confidencial en lugar de ser anunciado públicamente.
Y es que el mandatario filipino hizo el anuncio luego de que se dio a conocer la decapitación del canadiense John Ridsdel, el lunes en Jolo island.
"Si viene de un informe de inteligencia se debió haber mantenido en secreto y no ser anunciado. ¿Y por qué ahora? Tenemos que estudiar esto," dijo Pacquiao a ABS-CBN.