No hubo sorpresas, Saúl Canelo Álvarez irá por el título OMB de las 154 libras el próximo 17 de septiembre contra el invicto británico Liam Smith (23-0-1 con 13 KOs). A todos los efectos, Smith sería una suerte de primer capítulo en la nueva historia que pretende escribir Saúl 'Canelo' Álvarez partiendo de su peso natural, las 154 libras. El rival puede ser blanco de algunas objeciones por parte de los fanáticos, pero hay que aceptar que el mexicano se las verá con un oponente de su mismo peso, de cualidades similares y contra el que tendrá que esmerarse para ganar en el mejor de los casos y en el peor de los casos, para no llevarse un buen susto.
Canelo y Smith son dos rivales de características bastantes parecidas, lo que descarta la incógnita del choque de estilos. Los dos son pugilistas frontales, de pocos movimientos de piernas, agresivos y con alto volumen de golpes de poder por pelea. Esa cualidad, plantea un escenario curioso en lo previo ya que es difícil vaticinar cuál de los dos llevará el ritmo del combate.
Por lo visto en peleas anteriores, el dibujo del combate seguramente nacerá de la presión que pone Smith a sus rivales, una característica inamovible, como si no supiera pelear de otra manera. El británico suele construir un escudo con los antebrazos y como un acorazado avanza hasta llegar a la corta distancia, donde saca volados por arriba con las dos manos o emplea su herramienta preferida, el gancho por afuera a la zona media. Smith es asimilador, aunque es difícil golpearlo en las zonas más débiles ya que su guardia hermética lo pone a salvo de los impactos de poder.
Canelo, seguramente, lo esperara, retrocederá por momentos y buscará llegarle de contragolpe. La duda es si el mexicano mantiene en esa pelea su predisposición a soltar la derecha larga por afuera o el gancho de izquierda por el centro. Por el tipo de boxeo que practica su rival tendrá problemas para ejecutar esa estrategia ofensiva y por el contrario se expondrá peligrosamente ante un rival que no perdona a quien le permite llegar a la menor distancia.
Es improbable ver a Canelo trabajando sobre piernas, pero no dudo que lo veremos ante Smith moverse hacia laterales para tratar de llegarle desde los ángulos al británico. Es su única opción ante un rival de guardia hermética.
El otro aspecto interesante de esta pelea es que nos permitirá probar la verdadera resistencia del mexicano, su capacidad de superar la presión y hasta la forma en que administrará la necesidad de alternar con otras herramientas tanto ofensivas como defensivas.
En lo previo el mexicano es favorito para vencer a un rival que jamás ha peleado fuera de casa, sin embargo las similitudes entre ambos (ortodoxos, parecidos en lo físico y similares en capacidad boxística) generan interrogantes atractivas sobre un posible desenlace.
EN CAMINO DE GOLOVKIN
En las 154 libras hay campeones muy sólidos y consistentes como los gemelos Charlo, a quienes es difícil imaginar que Canelo enfrente por las diferencias entre las promotoras. El otro monarca es Erislandy Lara a quien el mexicano venció por puntos en un resultado polémico, ya que muchos vieron un resultado diferente. El cubano tiene contrato con Al Haymon y ese factor sería el primero de varios obstáculos para que la revancha ocurra.
Sin otro rival que no sea Liam Smith en 154 libras, parece obvia la estrategia (seguramente promovida por la propia OMB) de que Canelo primero enfrente a Smith buscando el cinturón de las 154 libras y en diciembre rete al campeón OMB de las 160 libras, el también británico Billy Joe Saunders.
De ganar las dos peleas, Álvarez empezaría el 2017 como campeón mediano nuevamente y llegaría en esa condición al presumiblemente pactado combate contra Gennady Golovkin en el mes de mayo de 2017.
De ser así, volverá aquella sensación de decepción por los rivales no enfrentados, no obstante no se le podrá cuestionar al mexicano el camino elegido para reescribir su historia. Y si bien se le seguirá criticando la forma en que abandonó su cinturón mediano para no enfrentar a GGG, en lo que para muchos fue un acto de cobardía, es posible que ese accidente sea aprovechado para promover estas peleas incorporando al kazajo al "negocio Canelo". Es decir, Los dos en una misma cartelera.
Las gestiones realizadas con el equipo de GGG, es posible que hayan atado su presencia a los eventos que vaya a encabezar Canelo en el 2016. Verlos pelear bajo un mismo cartel, es un paso lógico si la idea es verlos frente a frente en el 2017. Y sobre esta posibilidad hay señales muy claras. No olvidemos que para septiembre, Billy Joe Saunders era el rival elegido para unificar títulos con Golovkin. Sin embargo, sobre este asunto en determinado momento se produjo un llamativo silencio, terminaron los anuncios y las baterías apuntaron a otro británico, Chris Eubank Junior, el segundo retador AMB. ¿Por cuál razón desistieron de enfrentar a GGG con Saunders? Tal vez, la opción elegida por Canelo (primero Liam Smith y luego Billy Joe Saunders) sea la respuesta.
Como sea, Saúl "Canelo" Álvarez parece que reconsideró su carrera luego del malestar provocado entre la fanaticada por su poca elegante renuncia al cinturón mediano, la forma de evitar a Golovkin, las promesas incumplidas y como cereza en la torta, el juicio perdido en Miami. Como en el fútbol, el tapatío bajó la pelota al piso y decidió jugar para ganar el campeonato y no apenas el siguiente partido. Si ese es el camino, enfrentar a Liam Smith y luego a Billy Joe Saunders parece ser la estrategia correcta. Como lo dice el título, es una nueva historia. Ojalá esta vez hagan las cosas bien y no la embarren tan temprano como en el primer capítulo. Ojalá.