Boxeo
Bernardo Pilatti, ESPN Digital 8y

Pilatti: Keith Thurman ganó, pero debe mejorar

Keith Thurman venció a Shawn Porter en las tarjetas, de manera unánime, en el Barclays Center de Brooklyn, Nueva York y mantuvo su corona welter AMB tras su séptima defensa. Tanto el campeón como su oponente llegaban a este combate tras un año de ausencia de los cuadriláteros. Pese a eso brindaron una pelea emotiva, con momentos cambiantes y donde los jueces premiaron el mejor desempeño técnico de Thurman ante un agresivo aunque desordenado Porter.

El combate transcurrió dentro de lo esperado: Porter poniendo presión y buscando la pelea en corto donde Thurman suele tener problemas. El campeón, por su parte, cumplió el guion imaginado, utilizó su velocidad y buen manejo de piernas para salir por laterales evitando el acoso, por momentos entró y salió colocando combinaciones rápidas y buscó siempre trabajar su golpeo desde la media y la larga distancia.

En la columna previa les habíamos vaticinado que aquel que estableciera su estilo, conseguiría la victoria y en la suma de asaltos fue el campeón el que consiguió marcar el ritmo a su manera, pese a que fue intermitente. Thurman acusó algo de óxido, especialmente en su desempeño físico. Lo vimos cansado, por momentos se recostaba a las cuerdas y le facilitaba el golpeo a Porter.

En ese breve espacio, el ex campeón welter de la FIB, suele utilizar todo su desorden para volcar la pelea a su favor. Cabezazos, golpes en la nuca o cualquier recurso ilegitimo son lo esperado en esas circunstancias. Así llegó el cabezazo que le abrió una herida sobre el ojo izquierdo al campeón.

Pese a esos altibajos, Keith Thurman dominó la mayor parte del combate. Trabajó muy bien sobre piernas, golpeó desde los ángulos con acertado criterio, fue efectivo cuando las circunstancias lo requirieron y cada vez que recurrió a los golpes de poder, siempre le llegó a Porter con sus impactos.

Porter también padeció estos doce meses sin ver acción. Para lo que nos tenía acostumbrados, en esta pelea se tomó respiros más largos. Su presión no fue constante, por el contrario hubo momentos en que retrocedió y hasta dudó bastante antes de ir al acoso buscando la corta distancia. Tampoco fue efectivo en su golpeo en corto, pese a las facilidades que le brindó Thurman, un rival que no sabe o no le gusta amarrar.

Al igual que frente a Kell Brook, Porter sufrió ante la velocidad y elusividad de su oponente y si bien terminó adelante en la suma de golpes lanzados, los impactos de Thurman fueron más certeros y poderosos.

Los tres jueces vieron ganar al campeón por 115-113, lo que desde mi punto de vista es un juicio acertado y que establece la verdadera diferencia al final de los doce asaltos. Thurman estuvo lejos de sus mejores performances, pero su desempeño técnico, su golpeo acertado, la efectividad y manejo de los tiempos del combate le permitieron superar a un rival que complica siempre por su boxeo poco ortodoxo, pero que no logra esconder sus limitaciones. Thurman es mejor y le alcanzó con demostrarlo para llevarse la pelea.

Ganar este combate y mostrar un buen desempeño, era objetivo esencial de Thurman, pensando en su futuro inmediato. Danny García, Amir Khan, Kell Brook, entre otros figuran en agenda para su próxima pelea. Muchos, en su momento, lo consideraron al nacido en Clearwater, Florida, como el sucesor natural de Floyd Mayweather. Hoy ganó de manera merecida, pero demostró que si desea ocupar el lugar de Floyd, deberá trabajar mucho para mejorar su boxeo. Por diversas razones, encontrar la mejor versión de Keith Thurman aún sigue siendo una materia pendiente.

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