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Busca Oscar Valdez ser la próxima gran figura mexicana

Oscar Valdez busca su primer título ante el argentino Matías Rueda el sábado Mikey Williams/Top Rank

LAS VEGAS -- Cualquiera que habla de Óscar Valdez tiene muchos halagos, incluso hasta Matías Rueda, su rival en turno para este sábado. Y es que de acuerdo con los expertos, el sonorense está destinado a ser la próxima gran figura del boxeo mexicano, y lidiar con ello no es poca cosa.

Con 25 años, dos participaciones en Juegos Olímpicos y un récord de 19-0 con 17 nocauts, Valdez disputará este sábado su primer campeonato del mundo, el vacante Pluma de la Organización Mundial de Boxeo. Se supone que es el escalón más alto que hasta ahora habrá alcanzado si es capaz de vencer a Rueda.

El de Nogales, convenció al promotor Bob Arum y a su manager, Frank Espinoza, de conseguirle esta pelea titular, y lo logró gracias a un espectacular nocaut sobre el bravo ruso Evgeny Gradovich en abril pasado. Era la última prueba que esperaban y la superó con creces.

Con Rueda enfrente y sus 23 nocauts en 26 triunfos, es bien cierto que Valdez estará peleando en un barril de pólvora. La historia del boxeo nos dice que cuando dos ponchadores como Óscar y Matías se encuentran, regularmente el que sale avante es el más veloz, y no hay duda de que el mexicano lleva mano en ese departamento.

A Valdez le ha llegado el momento y también a Matías Rueda, un argentino que así como alguna vez sucedió con Marcos René Maidana, llegó sin mucho cartel pero volvió a casa por la puerta grande después de haber vencido a la estrella en ascenso Víctor Ortiz.

En el papel, Rueda no tiene nada que perder y sí todo por ganar. Valdez está arriesgando todo, pero es necesario comenzar a resolver las dudas que hay sobre su talento para demostrar que precisamente puede ser esa próxima estrella. Bob Arum, su promotor, sabe que en Óscar tiene a un peleador joven, carismático, popular, bilingüe, talentoso y, sobre todo, con disciplina.

Con esas condiciones, Rueda y Valdez podrían salir a noquear o ser noqueados en busca de la gloria, lo cual les será recompensado al saber que en sus respectivas naciones hay un fenómeno de renovación que está sediento de nuevas figuras.