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No es ninguna exageración afirmar que Jesús Cuellar (28-1 con 21 KO) y Abner Mares (29-2 con 15 KO) arriesgan su futuro en la pelea que celebrarán este sábado en el USC Galen Center, de Los Ángeles, CA, por el título regular pluma de la AMB en poder del argentino. Los dos llegan con urgencias diferentes a la batalla, pero coinciden en lo decisivo de esas urgencias para su futuro inmediato. Cuellar necesita ganar para empezar a lograr reconocimiento y pasar definitivamente al siguiente nivel. Un nivel que le garantice mejores bolsas y peleas frente a rivales de primera línea. Lo de Mares es, si se quiere, más dramático: debe ganar para mantener viva su carrera. Quizás por esa razón ha tomado un desafío tan complicado y en el que su rival llega como el gran favorito. La carrera de Abner Mares sufrió un brusco aterrizaje el 24 de agosto de 2013, cuando fue noqueado en el primer asalto por Johnny González durante la primera defensa del título pluma del CMB que Mares le había arrebatado a Daniel Ponce de León. Desde entonces venció sin lucir a Jonathan Oquendo, luego a José Ramírez por KOT, en marzo del 2015 ganó con lo justo a otro ex olímpico Arturo Santos Reyes y en agosto del mismo 2015 perdió ante Leo Santa Cruz en la que para muchos fue la pelea del año. Esta batalla contra Cuellar, mientras tanto, estaba previsto cumplirla en junio de este año en Nueva York, pero por un problema en su condición médica, la comisión atlética le negó la autorización. Mares llega a esta batalla acumulando óxido y mucha presión sobre la necesidad de vencer. Lograría su cuarto campeonato y regresaría al primer plano de una categoría repleta de figuras de primer nivel. Pero, ¿es posible imaginar una victoria ante Jesús Cuellar? Mares tiene a su favor la experiencia y lo que ella determina. En algún punto de su memoria hay grandes momentos de su carrera que no debe descartarse los pueda recuperar a la hora de superar este desafío. Además, en su esquina hay un entrenador calificado como Robert García y atrás queda un intenso campamento donde se supone todo el equipo trabajó para que este sábado al ring suba una versión mejorada de Abner Mares. El problema, claro está, sigue siendo Jesús Cuellar. El argentino llega a este combate lleno de motivación, sabe que si gana logra el necesario reconocimiento, su carrera se cotiza y llega por mérito propio a ese ansiado primer nivel, que inevitablemente será en las 130 libras. Ya su equipo ha dejado saber su intención de moverse de categoría. Y hay factores para considerar favorito este sábado a Cuellar, más allá de sus motivaciones. Cuellar es más alto, tiene mejor alcance, es más fuerte, tiene mejor pegada y supera a Mares en porcentaje de KOs. El argentino será un rival agresivo, que pondrá presión desde el primer minuto de la pelea buscando ganar por la vía rápida. Por si fuera poco, en su esquina tiene también a un entrenador de primer nivel: Freddie Roach. ROACH VS. GARCIA El duelo de dos prestigiosos entrenadores, sin duda, le agrega morbo al combate de Mares y Cuellar por la expectativa que generan los planes de pelea. Especialmente si tenemos en cuenta que inevitablemente esta batalla será un choque de estilos. No hay dudas en que Abner Mares no podrá encarar este combate al tú por tú. Robert García tendrá en cuenta las ventajas físicas y poder en la pegada del rival a la hora de establecer una estrategia coherente para su pupilo. Evitar el intercambio, entiendo que será el primer mandamiento en las reglas de Mares.
La última pelea contra Leo Santa Cruz enseño los límites de Mares para sobrevivir o mostrarse superior en el intercambio abierto y el dramático primer y único asalto contra Johnny González, mostró las carencias tempranas de Abner Mares en concentración y asimilación. García sabe que su pupilo deberá asumir un plan diferente a lo que está acostumbrado y ponerlo en práctica le llevará varios asaltos. Por eso Mares no arriesgará. Lo veremos elusivo, trabajando desde afuera con golpeo lateral, contragolpeando e intentando golpear de sorpresa, tal vez, entrando y saliendo. Otro recurso inicial será el amarre. No será complicado enredar el combate, no olvidemos que se enfrenta a un rival zurdo y el cruce de guardias facilita la confusión, de la que, sin duda, Mares buscará beneficiarse. Freddie Roach, es astuto y tendrá la misma lectura sobre la estrategia de García. Por esa razón, no hay misterios sobre el plan de pelea del argentino. Establecer el jab y las combinaciones largas para aprovechar la mejor distancia, sin dejar de presionar. Cortar el ring, acumular golpes de poder, buscar la barbilla de Mares y forzar el error temprano como vía para encontrar los huecos que le permitan conectar y lastimar con sus mejores golpes. Para Roach estará claro que su pupilo deberá evitar que Abner Mares tenga tiempo para acomodarse a su plan de pelea y hacer ajustes una vez se acostumbre al ritmo de su rival. El KO temprano será el gran objetivo del campeón. Esperar, confundirlo, adaptarse al ritmo en los primeros asaltos y trabajar la pelea larga, será el objetivo del desafiante a quien no parecen quedarle más que dos alternativas: sobrevivir primero y empezar a ganar después. ¿QUÉ PELEA VEREMOS? El combate en lo previo tiene dos escenarios previsibles. El primero pasa por lo que ocurra en la primera mitad con Cuellar presionando y colocando golpes de poder, mientras Mares le opondrá un boxeo elusivo, de golpes laterales o sorpresivos. El argentino debería noquear en este escenario. Si no lo logra, es posible que el combate cambie de fisonomía. Precisamente, el segundo escenario que imaginamos sucederá si Abner Mares zafa del agobio inicial y consigue ajustar su estrategia. Si el combate pasa del sexto asalto, es posible que poco a poco Abner Mares consiga emparejar las acciones y ganar asaltos en base a estrategia.
De no conseguir noquear temprano, Cuellar, que hará el gasto físico en los primeros asaltos, puede cometer errores por esa razón y por la natural ansiedad que causa la frustración. En ese segundo escenario al tiempo que aumenten las posibilidades de Mares, perderán terreno las de Cuellar y es posible imaginar para ello un final cerrado. Tomando en cuenta los fallos polémicos de los jueces en recientes en peleas cerradas, da para imaginar misterio sobre el posible ganador. En mi pronóstico me inclino por una victoria de Cuellar por KO antes del sexto asalto. Las diferencias físicas, el poder en la pegada y la motivación, entiendo que serán suficiente argumento para lograr una victoria contundente. Abner Mares carga una pesada mochila de frustraciones recientes como para imaginar que ya las ha superado. Tampoco tenemos claro la razón médica que obligó a cancelar esta pelea en junio y si ello puede tener algún tipo de influencia real en la condición mental o física de Mares a la hora de la pelea. Sumemos el peso que aún pueda tener en su memoria el fatídico KO sufrido ante González y las dudas que plantea su esquina. Robert García ha entrenado a grandes campeones, pero no a todos ha conseguido llevar al siguiente nivel. O sea, no hay garantías que sea la verdadera solución para el futuro de Mares, al que tal vez apresuraron a la hora de pactar este combate.
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