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Zurdo Ramírez revalida en primera defensa ante ucraniano Bursak

CARSON, Calif. -- Luego de un año fuera de los cuadriláteros, Gilberto “Zurdo” Ramírez volvió a la acción con victoria por decisión unánime sobre el ucraniano Max Bursak con tarjetas de 120-106 en la defensa de su título Supermediano de la OMB.

Aunque el ucraniano le complicó la pelea y la ensució, el sinaloense no tuvo problemas para llevarse el triunfo en la función celebrada en el StubHub Center.

Así, Ramírez retuvo su corona en su primera defensa.

“Estoy listo para enfrentar a los mejores, pues ambiciono ser considerado entre los mejores libra por libra”, señaló el mazatleco después de su triunfo.

“Mi mano derecha no me molesto, no sentí dolor alguno”, indicó el mexicano en referencia a la operación a la que se sometió y que lo alejó de la actividad.

“Estoy feliz de haberme presentarme en Los Ángeles y agradezco el apoyo de la afición”, finalizó Ramírez.

El sinaloense tuvo que enfrascarse a lo largo de los doce episodios en una deslucida batalla frente a su marrullero retador, quien resultó ser toda una joyita y un verdadero costal de mañas.

Al grado de que el tercero sobre el cuadrilátero, Thomas Taylor, se vio obligado a restarle un punto en el quinto episodio y otro en el undécimo por insistir en amarrar.

Por momentos, el ucraniano parecía un pulpo enredado con sus tentáculos en los brazos y en la humanidad de Ramírez.

Pero, además, Bursak ofrecía todo un tratado en cuanto a las artimañas de este deporte: el cabezazo, golpeo con los codos, golpes de conejo, en la espalda y todo lo inimaginable.

Bajo esas condiciones, Ramírez se vio falto de ritmo. Su ataque no fue constante y lanzaba sus golpes siempre con el mismo perfil.

Al mexicano le faltó más boxeo de piernas y no permitir que su rival dictara el ritmo del combate en la distancia que más le convenía.

Todo esto, pese a que desde el primer episodio, el campeón impuso condiciones lanzando las mejores combinaciones y se mantuvo en la misma tónica, aunque al final del segundo episodio, el ucraniano puso a Ramírez contra las cuerdas logrando buenas combinaciones.

El retador buscaba siempre la pelea en corto y de ahí, invariablemente, provocaba el clinch. La agresividad de Bursak nunca bajó de intensidad, pese a que el “Zurdo” conectaba casi siempre los mejores golpes, principalmente su mano izquierda, mientras soltaba poco a poco la diestra.

Para la cuarta vuelta, el ojo izquierdo del sinaloense estaba enrojecido, pero también el rostro de su retador tenía muestras de la batalla y terminó sangrando de la nariz.

Bursak le complicaba la existencia al campeón, pues el de Mazatlán lo dejaba boxear en corto, estrategia que le venía mejor al europeo.

Incluso, por momentos Ramírez se veía un tanto confundido debido a la falta de ritmo. A pesar de ello, su zurda hacía estragos en el rostro de Bursak, quien también disparó un par de buenos golpes en la acción del sexto capítulo, pues siempre tuvo respuesta para lo que le lanzaba el sinaloense.

Bursak se quejó de un cabezazo en el séptimo. El burro hablando de orejas.

Al final del octavo, Ramírez puso la rodilla en la tarima, pero no fue por golpe.

En el noveno se escuchan los abucheos del público, pues el “Zurdo” se notaba muy lento y Bursak sólo se la pasaba amarrando, razón por la que en el round número 11 le volvieron a restar un punto.

Luego de la exitosa defensa, Ramírez puso su marca en 35-0, 24 KOs, mientras que Bursak baja a 33-5-1, con 15 KOs.