MÉXICO -- La mejor noche de Julio César Chávez Jr. en el ring fue la misma noche en que hizo historia y de muchas maneras, el 4 de junio de 2011, en el Staples Center de Los Angeles por el campeonato Mediano del Consejo Mundial de Boxeo en contra de Sebastian Zbik.
"Fue una noche que marcó mi carrera, much gente dudaba de que yo me convirtiera en campeón del mundo pero lo logré, hice además cuatro defensas de mi campeonato, tres de ellas las gané, así que sin duda fue una noche histórica por muchas cosas", destacó el sinaloense.
Esa noche en Los Angeles, Chávez Jr. se convirtió en el primer mexicano en conquistar un campeonato mundial en peso medio, se convirtió también en la primera dupla de padre e hijo que estelarizan una función en el Staples Center y se convirtió en la segunda dupla de padre e hijo mexicanos que conquistaron un campeonato del mundo.
"Fue una pelea dura, Zbik era un buen campeón y tuve que entregar todo lo que tenía, me exigió demasiado pero fui mejor que él y creo que merecía el triunfo, sin duda una de los momentos que jamás voy a olvidar", añadió Junior, quien mantuvo el campeonato durante 15 meses.
En esa pelea ante Sebastian, Chávez se llevó una decisión mayoritaria por puntuaciones de 116-112, 115-113 y 114-114 para consagrarse como monarca mundial ante el beneplácito de miles de aficionados en el Staples, donde su padre había estelarizado años atrás.
La pelea fue difícil, Zbik trató de mantener a Junior fuera con el jab pero también trajo lo suficiente para responder cuando había que tirar metralla, pero el empuje y la presión del mexicano le permitieron al sinaloense irse imponiendo en la reyerta hasta que logró imponerse.
Además de esa de junio de 2011, Julio tuvo algunas otras buenas noches en el ring, como cuando doblegó a John Duddy tras una excelente exhibición o cuando noqueó a Andy Lee en su tercera defensa del mundo, pero cree que al final ninguna se pudo comparar con la noche en que se consagró como monarca mundial.