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Los súper moscas prometen la cartelera del año en septiembre

Agosto y septiembre son meses cargados de grandes carteleras boxísticas o carteleras donde el boxeo es parte del show, pero en términos deportivos nada se compara con lo que veremos el 9 de septiembre en una sede (posiblemente California) que aún no ha sido definida. Por primera veremos en un solo programa a lo mejor de la mejor generación de súper moscas en la historia reciente del boxeo. Y en tiempos de tantas decepciones como los actuales, eso no es poca cosa.

Hay que empezar con la revancha cargada de expectativas entre Román "Chocolatito" González y Srisaket Sor Rungvisai por el título CMB de las 115 libras en poder del tailandés. Las polémicas de la primera batalla entre ambos, realizada el pasado 18 de marzo en el Madison Square Garden de Nueva York, motivaron esta revancha inmediata que servirá para que el campeón ratifique su supremacía o por el contrario que Chocolatito demuestre que la victoria otorgada a su rival fue efectivamente un despojo.

No olvidemos que fue una pelea de trámite totalmente anormal debido a los reiterados cabezazos del tailandés, que provocaron heridas profundas en la cabeza y en el rostro del nicaragüense. Algunos, como en el sexto asalto, hasta fueron estratégicos porque ocurrieron en el momento donde peor se encontraba el tailandés en la pelea.

A los cabezazos se suma las diferencias en los golpes lanzados que favorecieron a Chocolatito, que además fue más efectivo en el acierto. Es posible que la confusa caída al inicio del combate y el rostro permanentemente ensangrentado del nicaragüense, haya confundido a los jueces a la hora de otorgar la puntuación: Waleska Roldan 113-113, Julie Lederman 114-112 y Glenn Feldman 114-112.

Más allá de esos aspectos, la pelea que fue entretenida y emocionante, ahora promete serlo aún más, con el agregado de que necesariamente el tailandés deberá modificar su estilo. Es decir, deberá encontrar una forma de evitar el uso de la cabeza como instrumento ofensivo. Al mismo tiempo, es de esperar que Román González corrija los errores que cometió, especialmente con su plan de pelea.

La incorporación a su equipo de otro entrenador, el japonés Sendai Tanaka, que ha trabajado en la esquina de otros campeones como Marco Antonio Barrera y Jorge Linares, para que apoye la tarea de Wilmer Hernández es en los hechos un claro mensaje de que hay conciencia clara sobre la necesidad de que Chocolatito mejore su desempeño general.

Esos cambios, sumado a las novedades que pueda traer la estrategia del tailandés, nos hacen esperar esa pelea con enorme expectativa. Será una guerra en el ring, para la cual esta vez el trabajo previo en los campamentos será fundamental.

INOUE PRESENTACION OFICIAL Y ESTRADA-CUADRAS UN CLASICO

La pelea semiestelar de la noche la protagonizarán Carlos Cuadras y Juan Francisco Estrada en una eliminatoria para enfrentar al vencedor de González y Rungvisai. Desde donde se mire, esa guerra entre ex campeones mexicanos es un verdadero clásico nacional, cargado de morbo y con promesa de un combate sumamente atractivo.

Los estilos de los dos rivales se complementan y el nivel de sus dos carreras permiten avizorar un choque de trenes cargado de expectativas, es verdad. Pero también repleto de incógnitas. ¿Conseguirá Cuadras mejorar su desempeño tras la pobre actuación de su última batalla contra David Carmona, de la que salió abucheado? ¿Conseguirá Cuadras mantenerse en el peso sin que ello le pase factura a la hora del combate, teniendo en cuenta que cuenta las horas para subir a los gallos? ¿Logrará Estrada mantener la calidad exhibida en 112 libras o mejorar ese desempeño ahora en 115 libras y ante un rival tan exigente? ¿Podrá Estrada ya dar como superadas las posibles consecuencias de la operación que le realizaron en la mano derecha por causa de un quiste y un ligamento roto?

Cuando un púgil de su nivel sube de categoría hay cambios en su desempeño que solo se constatan a la hora de la pelea. Mayor o menor poder en la pegada, dificultades para soportar el golpe del rival o problemas para adaptarse al nuevo peso corporal donde se pueda sentir más lento o más pesado. No olvidemos que en este peso tiene recién dos peleas que en los hechos no configuraron una exigencia mayor y en las cuales no se notó dominante. También la alta exigencia es una prueba complicada cuando hubo una cirugía en un lugar tan sensible como una mano, es decir, la principal herramienta de todo boxeador.

A esas incógnitas de Estrada, se suman las señaladas para Cuadras. Su actuación ante Carmona dejó mucho que desear. El alega que tuvo problemas con el peso, algo que necesariamente puede ser nuevamente causal para verse mal. No es novedad, él lo ha confesado, su objetivo de subir a las 118 libras una vez cumplida la revancha contra González o contra Rungvisai. Para ello tendrá que vencer a Estrada, otro con la sangre en el ojo contra el nicaragüense.

Pero a esa ecuación entre Cuadras, Estrada, Rungvisai y González, le falta un convidado de piedra: el campeón mundial de la OMB, el japonés Naoya Inoue. En principio se había anunciado que enfrentaría al puertorriqueño McJoe Arroyo, pero finalmente el estadounidense Antonio Nieves será su rival para su primera presentación en Estados Unidos.

Se supone que Inoue no tendrá problemas en despachar al oriundo de Cleveland, Ohio. La duda es a quien enfrentará después. Mi presunción es de que el premio consuelo para uno de los perdedores en las dos batallas anteriores será esa batalla ante el japonés en otra velada en conjunto.

Las opciones son muchas y hoy no son tan importantes como valorar la iniciativa de programar una triple cartelera con estas características y juntando a la elite de la mejor generación que en años han tenido las 115 libras. Aún no se sabe el lugar de la sede, pero ello es irrelevante. Cuando la calidad sobra, no importa el lugar. Solo importa disfrutarla.