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 El año pasado, James Hinchcliffe siguió las 500 millas de Indianapolis desde su cama en el hospital. Casi murió de las heridas sufridas seis días antes en un choque en el famoso Indianapolis Motor Speedway.
Ahora, Hinchcliffe iniciará la histórica carrera 100 de la Indy500 desde la Pole. El canadiense pasó el 2015 recuperándose de sus lesiones y ahora completó su remarcable regreso logrando una vuelta de clasificación de 230.760 millas por hora en su cuarto intento y último intento. Despojó de la posición de privilegio al estadounidense Josef Newgarden por solo 0.06 mph. “Lo conseguí. (El accidente) fue algo muy duro”, dijo después de lograr la cuarta Pole más apretada en la historia. “Regresas a este lugar y quieres concentrarte en el ahora y no recordar o enfocarte en no estrellarte contra la pared. Espero que esto (la Pole) sea el tema de conversación en la semana”. Cuando la velocidad de Hinchcliffe fue anunciada, el público estalló en júbilo. Pero no solo fueron los aficionados quienes celebraron la vuelta de uno de los pilotos más populares de la categoría, a la catedral de la velocidad en los Estados Unidos. Newgarden y Ryan Hunter-Reay, ganador de la Indy500 en 2014 y ex compañero de equipo de Hinchcliffe en Andretti Autosport, felicitaron al piloto del equipo Schmidt Peterson Motorsports quien se perdió las últimas 11 competencias de la temporada pasada después de que una pieza de la suspensión le provocara un corte en la pierna izquierda y casi se desangrara hasta morir. “No creo que nadie pueda describir lo que es casi morir en un circuito de carrera y luego regresar y girar en la curva a 240 mph”, dijo Hunter.Reay. Cuando el piloto del equipo Andretti pasó por meta y se anunció su velocidad, Newgarden pensó que le había dado su tercera Pole al equipo Ed Carpenter Racing después de cuatro años con 230.700 mph en el óvalo de 2.5 millas. El estadounidense ya chocaba las manos con los integrantes de su equipo cuando pasó Hinchcliffe y cambió el resultado de una de las Poles más emocionantes en los años recientes. “Fue una dura pastilla para tragar”, aceptó Newgarden. “Fue difícil esperar. Tenía tantas ganas de ganar la Pole. Hubiese sido increíble”. La victoria de Hinchcliffe representa la primera de seis carreras en las que un piloto del equipo Penske no logra la Posición de Privilegio y además, rompe la mala racha de Honda que no ganaba una Pole desde hacía 31 carreras –la última fue en Houston en 2014. Desde 2011 que el fabricante japonés no lograba la Pole para la Indy500.
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