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Mariana Pajón

Por Fernando Palomo

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Mariana Pajón nunca dudo que su futuro estaría en el BMX
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La colombiana asegura con orgullo que suma más fracturas que medallas
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La medalla olímpica de Londres 2012 es su máximo premio... hasta ahora
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Mariana ha puesto muy en alto el nombre de las ciclistas colombianas
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Recuerda los momentos difíciles que paso en muchas aduanas del mundo
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Partía en la parte exterior de la línea de largada. Una posición relativamente cómoda, si es que es posible encontrar comodidad en un deporte dominado por el vértigo. Arrancar en uno de los extremos le permite a Mariana Pajón elegir su línea de carrera, en definitiva, el mejor camino para afirmarse en la delantera de la final del BMX de los Juegos Panamericanos de Toronto y en consecuencia. Conseguir la mejor línea es también la mejor opción para llegar antes que nadie a la meta.

Mariana llegó al primer salto al lado de otras siete ciclistas. Salta, se eleva e inclina su bicicleta hacia el costado, aterriza. Era tercera cuando llega a la segunda de las lomas. Ahí su brazo derecho hace un ligero contacto con otra competidora, Alise Post. La estadounidense de Minnesota es conocida por su agresividad en la pista, una característica necesariamente presente en las mejores ciclistas del mundo. Le apodan "la bestia". Un salto más, y otro contacto. Esta vez el brazo de Post hace que Mariana suelte su mano izquierda de la manivela de la bicicleta. Post cae al suelo tras el contacto. La ilusión de la colombiana terminaba un par de metros después y también por los suelos.

Pajón, campeona olímpica en Londres 2012, quería darle a Colombia su primera medalla dorada de esos Panamericanos y no pudo sumar a esa canasta. Aún así, la delegación colombiana saldría de Toronto con 27 medallas de oro, la mayor colección de medallas doradas en una edición de Juegos Panamericanos en su historia. Con tiempo para procesarlo y llegada la noche, el hermano de Mariana responsabilizó a Post de la caída de Mariana: "se repite lo de Manchester". En la Copa del Mundo de ese año, apenas y bajaba la barrera de largada Post sacó de la línea a Pajón. Suficiente para sacarla del título. El BMX no ofrece un amplio margen de error. Corren en una pista de 300 a 400 metros de largo, superando hasta 18 rampas que resultan, ante la velocidad que generan las ciclistas, en saltos de distinta dificultad. El recorrido a la pista puede terminar, para las mujeres más rápidas del mundo, en apenas medio minuto. Un mínimo descuido o contacto que haga que la ciclista pierda su línea deriva en una carrera perdida. Manchester fue eso para Mariana Pajón. Post corría a su derecha y en la salida recargó su cuerpo sobre la colombiana, suficiente para que Pajón saliera de su línea.

Manchester y Toronto le dejaron a Mariana Pajón un 2015 para construir la personalidad. La campeona olímpica, examinando su carácter, en el año previo a la defensa del oro en la pista olímpica en Deodoro, Rio de Janeiro. Si el 19 de agosto llega a la final de BMX, será capaz de ver desde la línea de partida, la película de su carrera. "Esto es el BMX, de todo se aprende" dijo después de su caída en el Centennial Park de Toronto. En la próxima edición de Destino Confidencial, conoceremos la película de una de las más grandes esperanzas latinoamericanas de medalla en los próximos Juegos de Río. El BMX es un deporte del que se aprende, cayendo. Pajón se ha levantado una y un ciento de veces para salir más fuerte. El capítulo del 2015 ha quedado atrás y es capítulo cerrado. Ahora Marian Pajón es, por sus caídas, más fuerte, más determinada.

Arrancará su carrera, recorrerá la pista, buscará su línea y recordará cuando con esperaba que su hermana terminara sus entrenamientos. Verá de nuevo su primera bicicleta. Recordará sus primeros saltos en Medellín. Una vez más, en menos de un minuto, buscará una medalla que le dará gloria eterna.