Otra temporada perdida para Oregon

FECHA
13/11
2013
por Ryan McGee
ESPN.com

Josh HuffUSA TODAY SportsEl receptor abierto de los Oregon Ducks, Josh Huff, lamentó la derrota ante el Stanford Cardinal.

EUGENE -- Josh Huff no se disculpará por ponerse emocional.

"Para aquellos que se burlaron al verme llorar", escribió Huff en su cuenta de Twitter después de la derrota de Oregon ante Stanford. "Duele ver que todo por lo que trabajamos tan duro salió por la ventana".

Ninguna imagen ilustra mejor la gravedad de la derrota en la Semana 11 que el llanto del jugador senior en las laterales de los Ducks. Mientras sus rivales de la Pac-12, Stanford, se abrían paso ante el tercer mejor equipo de la nación, las cámaras de televisión mostraban a Huff luchando por contener las lágrimas mientras hablaba con el mariscal de campo Marcus Mariota. Lo mostraban sentado solo en la banca, dándose golpes en la cabeza. Gritaba. Lloraba. Se negaba a irse al vestuario para ser revisado por los médicos por lo que podría ser una conmoción cerebral, prefiriendo quedarse con sus compañeros.

Y el último cuarto apenas había comenzado.

La realidad es que las lágrimas de Huff fueron por algo más que sólo una dolorosa derrota 26-20 que dejó a los Ducks con pocas posibilidades de luchar por el título de la Pac-12 y de la BCS. Sus emociones sin duda fueron por algo más que su actuación personal, con tres recepciones para 42 yardas, su total más bajo de la temporada, antes de recibir un golpe en el cuello que lo dejó mareado y desorientado.

Esto fue por la dolorosa verdad de otra temporada perdida para Oregon. A medida que la era de la BCS se extingue en las próximas semanas, Oregon se encuentra entre la élite. Los Ducks tienen cinco apariciones en tazones de la BCS, dos en el Fiesta y dos en el Rose Bowl, respectivamente, y uno en el juego por el campeonato del 2010. Eso es más que Miami, Notre Dame y Texas. Han tenido más apariciones en la clasificación semanal de la BCS que todas excepto cinco, universidades, clasificándose por delante de escuelas como Ohio State, Michigan, Florida State y USC.

Piensen: los Ducks han aparecido en cuatro tazones consecutivos de la BCS después de ganarse apenas seis viajes a tazones entre 1894 y 1988. Sus cambios de uniformes y su estilo de juego los han convertido en la encarnación del fútbol americano de la nueva escuela. A pesar de la derrota, Oregon probablemente estarán en un tazón de la BCS, quizás en una batalla ante Clemson.

Todo debería sentirse como una satisfacción. Pero no es así. Los días de buscar orgullo personal al ser el equipo nuevo de la BCS han quedado atrás. En cambio, a medida que el lugar de Oregon se ha solidificado, el dolor de lo que podría haber sucedido se ha hecho más intenso: La derrota en Stanford, quizás lo hace más doloroso por su intento tardío de remontada; la caída en casa en tiempo extra ante el Cardinal hace un año; la derrota por tres puntos frente a USC como locales en el 2011; y la rodilla del corredor de Auburn, Michael Dyer, desafiando la física (y los oficiales desafiando a sus reflejos al no hacer sonar sus silbatos) en el último cuarto del Juego por el Campeonato de la BCS en el 2010. Y esa extraña derrota por 10 puntos ante Arizona (equipo no clasificado) en el 2007 que los envió a disputar el Sun Bowl.

Si sumamos todo eso hace que la derrota ante Stanford --durante una semana en la que se vendían playeras con la leyenda "We Want Bama" (Queremos a Alabama) afuera del Autzen Stadium-- sea muy dolorosa tanto para Huff como para sus Ducks. También para muchos aficionados, la suya se supone sería la clase senior que finalmente cambiaría esa imagen. De hecho, fueron ellos quienes, de acuerdo al entrenador en jefe de primer año, Mark Helfrich, se hicieron cargo del vestuario después de la derrota y "hablaron de la manera correcta".

"Tengo mucha pasión por este juego", continuó Huff en su cuenta de Twitter, "y me sacrificaría por cualquiera de mis compañeros. Esto no se ha acabado, créanlo".

Se podía escuchar en la voz de Helfrich que estaba en conflicto mientras hablaba con los medios. Cuando se le preguntó acerca del estado de ánimo de su equipo, en especial de los jugadores senior, y Huff, respondió lo siguiente: "Estos chicos saben más que nadie que aún queda mucho por jugar. El campeonato nacional& no lo sé, no sé dónde encaja eso. Obviamente es diferente a como fue la semana pasada. Hay mucho más para jugar. Muchos de estos muchachos están motivados y sus compañeros los motivan. Esperamos que él y el resto de los muchachos se recuperen".

La mayoría parece estar de acuerdo que la fórmula de la BCS tiene que ser olvidada. Sin embargo sus rivales no deben bailar en su tumba. Este sistema ha sido bueno para los Ducks. Las matemáticas no toman en cuenta la percepción de "siempre pierden un partido grande al año". Una sala llena de miembros del comité de selección de playoffs para el fútbol americano colegial podría encontrar que no es algo sencillo de ignorar.

Inmediatamente después de la victoria de Oregon en la Semana 9, 42-14, ante UCLA, cuando los Ducks seguían siendo el equipo N° 3 y permanecían invicto, el corredor De'Anthony Thomas era desafiante al ver la clasificación de la BCS y comparaba a su equipo contra Alabama y Florida State. "No podemos preocuparnos por las encuestas", sentenció.

Ahora no tienen ese lujo.

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