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Lo que pudo ser. Es el lamento de media docena de equipos en la NFL cada temporada, aquellos cuyas formidables esperanzas se ven batidas por lesiones de peso a jugadores clave. La historia podría ser diferente si, digamos, el mariscal de campo de los Arizona Cardinals, Carson Palmer (o incluso el suplente Drew Stanton), hubiese estado sano cuando comenzaron los playoffs del 2014. ¿Quién poseerá ese lamento en el 2015? Ya tenemos, por lo menos, cinco candidatos. Vamos a evaluar los equipos más lastimados por sus lesiones en este punto de la temporada.  1. Pittsburgh Steelers
Marca: 5-4 Análisis: Los Steelers encaran una dura batalla en la carrera por el comodín de la AFC tras abrir la temporada como candidato al Super Bowl. La lista de lesiones a jugadores élite y prominentes es impactante. El juego del domingo contra los Cleveland Browns podría marcar su 5° sin el mariscal de campo Ben Roethlisberger (rodilla, pie). Los Steelers están 3-2 con él y 2-2 sin él en la alineación. Históricamente, su porcentaje ganador ha caído de 66.9 en los juegos que Ben participa, a 54.5 cuando no está. El pasador de tercera línea, Landry Jones, hará su segundo inicio, en parte porque el reemplazo de siempre Bruce Gradkowski (dedo/hombro) está en reservas lesionados y Mike Vick (tendón de la corva) tiene que reposar. El equipo sólo recibió seis juegos del corredor Le'Veon Bell (rodilla, suspensión). El suplente DeAngelo Williams ha sido productivo y, de hecho, los Steelers tienen 2 yardas más en promedio por jugada con él sobre el campo que con Bell, pero Williams tiene 32 años y ahora lidia con una lesión de pie. La línea ofensiva perdió al centro All-Pro Maurkice Pouncey (fractura de pierna) y al tackle Mike Adams (espalda) en la pretemporada y al tackle izquierdo Kelvin Beachum (ligamento) en la Semana 6. Los Steelers han jugado cuatro partidos sin el apoyador Ryan Shazier (hombro) y dos cada uno sin el profundo Will Allen (tobillo) y el ala defensiva Stephon Tuitt (rodilla). Y han perdido al menos un juego (en la Semana 4 contra Baltimore Ravens) por una odisea de pateadores que comenzó con la ruptura de ligamento de Shaun Suisham en la pretemporada, y continuó cuando el reemplazo Garrett Hartley su lastimó el tendón de la corva previo a la Semana 1. Si juntan todo, es impresionante que los Steelers tengan una marca ganadora. Pero sus lesiones, combinadas con el arranque 8-0 de los Cincinnati Bengals, los tienen a cuatro partidos en una división que deberían competir directamente. Sus esperanzas de campeonato podrían darse por extintas. 2. Dallas Cowboys
Marca: 2-6 Análisis: Los Cowboys han jugado la mayor parte de la temporada sin sus dos mejores jugadores ofensivos, y su defensiva ha recibido suficientes golpes para volverse incapaz de compensar. El resultado: los Cowboys son último lugar en solitario de la NFC Este en vez de pelear el liderato, donde muchos pensábamos que estarían. Las seis derrotas vinieron después que el mariscal de campo Tony Romo se fracturó la clavícula en la Semana 2. El regreso del receptor Dez Bryant (pie) en la Semana 9 no interrumpió la racha, y ahora Bryant está lidiando con una rodilla inflamada. Con Bryant fuera por cinco partidos y un total de 12 recepciones en todo el año, además de la ineficiente dupla de Matt Cassel y Brandon Weeden como pasadores, los Cowboys no tienen a un receptor entre los mejores 55 de la NFL ni en atrapadas ni yardas aéreas. No deberíamos sorprendernos. Desde que Romo asumió la titularidad a mediados del 2008, los Cowboys están 77-48 cuando inicia y 6-15 cuando no lo hace, de acuerdo con ESPN Stats & Information. También hay una conexión fuerte entre la salud y el desempeño defensivo. Los Cowboys perdieron a su co-JMV defensivo del 2014 en la pretemporada, el esquinero Orlando Scandrick, por lesiones de ligamento en la rodilla. El ala defensiva novato Randy Gregory (tobillo) se perdió cuatro juegos, el apoyador Sean Lee ha sufrido dos conmociones y su compañero Rolando McClain se ha visto rezagado por una lesión en la mano entre otros padecimientos. Como resultado, los Cowboys están entre los peores tres de la NFL en puntos defensivos (25.5 por juego) y efectividad defensiva, una medida de cómo se desempeñan los equipos en relación al promedio de la NFL. En ambos lados del balón, las ausencias han sido evidentes.  3. San Diego Chargers
Marca: 2-7 Análisis: En lugar de tomar otra dirección en la tercera temporada de Mike McCoy como entrenador en jefe, los Chargers se han degradado al punto del desastre. Aún cuentan con un mariscal de campo bastante sano en Philip Rivers, pero el equipo a su alrededor es irreconocible en relación al que empezó la temporada. La línea ofensiva y los receptores han sufrido más. Rivers enfrentó una presión masiva contra los Bengals, Minnesota Vikings y Chicago Bears. En esos partidos, todas derrotas, los Chargers permitieron una presión en ritmo de 26 por ciento para sumar 10 capturas. Eso no es sorpresa, dada la inestabilidad de personal. El centro Chris Watt (hombro) hizo apenas tres inicios antes de ser enviado a la lista de reservas lesionados. El tackle izquierdo King Dunlap (conmoción, tobillo) ha perdido cuatro juegos, así como el guardia Orlando Franklin (conmoción, rodilla). El desastre ha dejado poco margen a los corredores Chargers, al menos los restantes tras la lesión que puso fin a la temporada de Branden Oliver. Los Chargers son N° 25 en la NFL en yardas antes del contacto (2.22). Rivers, mientras tanto, le ha estado lanzando a un debilitado grupo de "atrapa-pases". El ala cerrada Antonio Gates (suspensión, rodilla) se ha perdido cinco juegos y el suplente Ladarius Green (conmoción, tobillo) dos. El receptor Keenan Allen sufrió una laceración en el riñón que terminó con su campaña en la Semana 8, y el otro titular Malcom Floyd salió con lesión del hombro una semana después. En tercer receptor Stevie Johnson (tendón de la corva) se perdió dos juegos. A menos que Floyd pueda jugar lesionado, los Chargers volverán de su semana de descanso sin un solo receptor entre los mejores 55 de la NFL en atrapadas o yardas.  4. Baltimore Ravens
Marca: 2-6 Análisis: Los Ravens tienen a un equipo bastante competitivo en sus diversas listas de lesionados. Perdieron al cazamariscales Terrell Suggs (Aquiles) en la pretemporada y recientemente determinaron que el ala cerrada Dennis Pitta (cadera) no jugará este año. El ala defensiva Brent Urban (bíceps) tampoco ha jugado, lo mismo que el novato Breshad Perriman. El receptor veterano Steve Smith Sr. (Aquiles) fue marginado tras siete juegos y el corredor Lorenzo Taliaferro vio apenas tres partidos antes de una lesión de pie que terminó su campaña. Carentes de tantas armas ofensivas, el Total QBR del equipo esta campaña es de 44.3, 4° peor de la NFL. El año pasado, a estas alturas, los Ravens eran N° 11 con un QBR de equipo con valor de 68.1. No ayudó que el tackle izquierdo Eugene Monroe (tobillo) se perdió cuatro juegos. Defensivamente, con Suggs y Urban fuera --y el ala defensiva Chris Canty (pantorrilla) inactivo por cuatro juegos-- los Ravens son N° 19 de la NFL con un ritmo de presión al pase de 25.2 por ciento. En algunos casos, la edad alcanzó a los Ravens. Smith tiene 36 años, Suggs y Canty 33 y Pitta 30. Pero es difícil argumentar en contra del impacto por lesionados en su plantilla.  5. Green Bay Packers
Marca: 6-2 Análisis: Es difícil sostener que un equipo de 6-2 ha sido mancillado por lesiones, pero la ofensiva de los Packers ha sido radicalmente distinta gracias a sus padecimientos en la posición de receptor. Jordy Nelson se desgarró el ligamento cruzado anterior en la pretemporada, quitándole al equipo su mejor amenaza profunda, y un esguince de hombro claramente limitó a su compañero Randall Cobb en septiembre. El tercer receptor Davante Adams (tobillo) se perdió tres juegos y parte de un cuarto, el novato Ty Montgomery (tobillo) no ha estado en dos y el ala cerrada Andrew Quarless (rodilla) se ha perdido cinco. Como resultado, los Packers están promediando 6.45 yardas por retroceso para lanzar esta temporada, una caída notable en relación a su promedio de 7.15 a lo largo del mismo periodo en el 2014. El mariscal de campo Aaron Rodgers está en ritmo de caer casi 400 yardas en su producción esta temporada. A este paso, estará debajo de las 4 mil yardas por segunda ocasión en su carrera tras campaña completa. Los Packers también han adelgazado peligrosamente en la posición de esquinero durante su racha de dos derrotas, una que borró su liderazgo sobre los Vikings en la NFC Norte. Hacia el final de su caída frente a los Carolina Panthers, ya no contaban con Sam Shields (hombro), Quinten Rollins (cuello) y Casey Hayward (conmoción). En esos dos juegos, los pasadores rivales lanzaron para 637 yardas combinadas y acumularon 88.6 de QBR, la quinta cifra más alta de totales permitidos por una defensiva en ese período.
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