INDIANAPOLIS -- Un par de minutos después que Matt Hasselbeck terminó su conferencia de prensa posterior al juego en que actuó de forma grandiosa sobre Tampa Bay, le pregunté si conocía la historia de Earl Morrall.
No la conocía; su calendario actual no le ofrece el tiempo para estudiar historia de fútbol americano. Está demasiado ocupado haciendo su propia historia. A la edad de 38 años le pidieron a Morrall asumir el equipo de los Miami Dolphins que había perdido de forma temporal al mariscal de campo Bob Griese por fractura de tobillo. Morrall ganó nueve juegos y regresó a la banca para dejar que Griese completara la temporada de 17-0.
No hay controversia de mariscales de campo en el Lucas Oil Stadium. Cuando Andrew Luck se recupere de su lesión en el riñón, Hasselbeck se hará a un lado y le permitirá a Luck retomar su ofensiva. La lección "Morrall" de esta historia --tenía que hacerlo-- es que Hasselbeck, de 40 años, está salvando la temporada de los Colts.
"Simplemente estamos jugando fútbol americano en conjunto", expuso Hasselbeck. "Sólo trato de no equivocarme. Eso es todo".
Está haciendo más que eso. Ha puesto a los receptores en la posición adecuada. Ha ajustado jugadas malas y las hace buenas. Contra los Buccaneers, completó 26 de 42 intentos de pase para 315 yardas. Como titular está 4-0 esta temporada. En la historia de la NFL, sólo Brett Favre tuvo cuatro victorias consecutivas después de los 40 años de edad.
De manera más profunda, Hasselbeck tiene a la franquicia en el lugar apropiado. La oficina central de los Colts ha tomado decisiones cuestionables, pero tuvieron la inteligencia suficiente para mantener a dos pasadores que pueden ganar, cuando muchos equipos ni siquiera pueden hallar uno.
Lo que le ha pasado a los Colts esta temporada no ha sido ortodoxo, lo cual enaltece aún más las hazañas de Hasselbeck. Luck es el mejor mariscal de campo joven en este deporte. Para el próximo año, probablemente firmará un contrato que supere los 22 millones de dólares por año que Aaron Rodgers cobra. Con todo y eso, los Colts no han tenido suerte esta temporada.
Un armado pobre de la línea ofensiva borró los carriles a los corredores y dejó vulnerable a Luck. Conforme avanzó la temporada, Luck pudo ser el mariscal de campo más golpeado de la liga. El gerente general Ryan Grigson se reforzó con estelares veteranos para empujar a un equipo que terminó 11-5 durante tres años. El receptor abierto Andre Johnson fue firmado desde Houston, pero tiene apenas 26 recepciones y es usado principalmente como 4° receptor. Frank Gore aumenta en frustración cada día tras ver a los defensivos en su backfield limitándolo a 3.6 yardas por acarreo. El apoyador Trent Cole fue traído desde los Philadelphia Eagles para ayudar en la presión al pase, pero obtuvo su primera captura del año este domingo.
Con marca de 4-5 y Luck lesionado, los Colts llegaron a la encrucijada del calendario. Dos inicios de Hasselbeck después, están 6-5, empatados en primer lugar.
"He visto lo que puede hacer Matt desde hace año y medio", dijo el apoyador D'Qwell Jackson. "El coach [Chuck] Pagano siempre dice que se prepare como titular porque nunca sabes. Este año, de todos los años, si no entiendes el mensaje, te lo estás perdiendo. No es un cliché en este vestidor. Tenemos a muchas personas lesionadas. Muchos jugadores se elevaron a nuevos roles".
Y resultó que la presencia de un suplente llegó en el momento perfecto. Los Colts quedaban inconclusos como franquicia. Han circulado rumores sobre tensión de oficina entre el coach y el gerente general. El coordinador ofensivo Pep Hamilton fue despedido. La defensiva no estaba sincronizada. Luck no estaba sano. Pagano, cuyo contrato expira al final de la temporada, trabajaba para salvar su vida deportiva en Indianapolis.
Hasselbeck podría terminar siendo el que mantiene la unión, quizás uno que otro trabajo en la organización, y ha sido tanto el esfuerzo por limitar errores como los pases brillantes.
"Recientemente no está entregando el balón", dijo Jackson. "Si no regalas el balón y tienes una sólida defensiva, puedes ganar. Aprendimos a jugar en equipo durante las últimas semanas".
Ese fue el mayor problema de Luck este año, pero Hasselbeck no minimiza la presencia o habilidad de Luck.
"Ya estoy en mi tercer año aquí, entrenando con Andrew Luck", dijo Hasselbeck. "Realmente es un buen jugador y trabaja muy, muy fuerte. Lo entrenan duro y él pide ser entrenado duro. Sí pienso que he mejorado con la dirección intensa y estando alrededor de él. Llegué aquí pensando en qué más se podía saber, ¿qué más puedes hacer a las coberturas personales o por zona o este tipo de cosa? He aprendido mucho fútbol americano aquí".
El domingo, su ajuste del medio tiempo fue decirle a los receptores T.Y. Hilton y Donte Moncrief explotar las marcas de control de la Cover 2 por zona de los Bucs y seguir sueltos. Moncrief atrapó ocho pases para 114 yardas. Hilton atrapó seis para 95.
La habilidad de moverse de Hasselbeck ha sido aún más impresionante. En rolas hacia afuera, ocasionalmente hace giros ágiles. En un par de veces, dispara perfecto a los espacios en que el receptor tenía que correr y les lanzaba descubiertos.
"No juega como alguien de 40 años [...], juega y se divierte", consideró Hilton.
Por supuesto, Hasselbeck no se puede relajar. Los Colts están empatados en el liderato divisional. La semana pasada, tienen un duro reto en Pittsburgh y podrían caer detrás de los Texans si Houston gana en Buffalo.
Donde sea que terminen, están arriba del .500 y en el panorama de playoffs ahora, porque un mariscal de campo que no querían usar a la fuerza, no los deja perder. Hasselbeck está salvando la temporada de los Colts.